Realizar una visita a la catedral de Toledo es una de las actividades imprescindibles en una escapada a esta ciudad castellana. En ella, además de contemplar un templo de un valor artístico incalculable, podrás descubrir decenas de historias ligadas a sus tesoros y a las leyendas que se han ido forjando a lo largo de los años. Aquí hemos seleccionado solo 10 detalles de la catedral de Toledo que no puedes perderte, aunque te aseguramos que hay muchos más.
Catedral de Toledo. Incluso si has realizado varias veces una visita a la catedral de Toledo, es un edificio con tantos matices que puedes volver sin problema con la seguridad de que descubrirás algo nuevo. Siempre es un monumento sorprendente, cuya grandeza no se vislumbra fácilmente cuando te acercas, encajada como está en medio de los edificios y calles toledanas. Sin embargo, es la segunda catedral más grande de España (solo muy poco por detrás de la de Sevilla) y su torre alcanza los 90 metros. Por cierto, la que iba a ser la otra torre se quedó chata, se piensa que por la inestabilidad del terreno. Eso sí, está rematada con una maravillosa cúpula realizada por el hijo de El Greco, Jorge Manuel Theotocópuli.
Un poco de historia Seguro que aquellos que pusieron las primeras piedras allá por el año 1226 sobre los cimientos de una catedral visigoda, que también fue mezquita, nunca pensaron en la trascendencia de un edificio como éste. Durante más de dos siglos continuaron las obras de este templo gótico, que se dio por finalizado en 1493 bajo el arzobispado del poderoso Pedro González de Mendoza , uno de los principales apoyos de los Reyes Católicos. Y, como no puede ser de otra forma en un monumento que siempre ha estado vivo, ha sufrido distintas modificaciones en salas y capillas en los siglos siguientes, que han añadido estilos y tendencias escultóricas y arquitectónicas. Son las que nos dan todos esos matices y recovecos que podrían captar la mirada durante horas.
Con una historia tan larga y presente en la vida de la ciudad, os podéis imaginar que la catedral de Toledo está llena de secretos, historias y chascarrillos alimentados por el boca a boca a lo largo de los años. Aquí os vamos a contar algunos de sus rincones más emblemáticos y también, por qué no, algunas leyendas y supersticiones de las que no pueden faltar en ningún templo.
Detalle del Transparente de Narciso Tomé. 10 detalles de la catedral de Toledo: El Trasparente de Narciso Tomé Las polémicas por la llegada de nuevos estilos arquitectónicos que rompen con el orden habitual no es algo exclusivo de nuestros tiempos. El grupo escultórico creado por Narciso Tomé en el siglo XVIII tras el altar mayor, de cara a las capillas del ábside, fue tan grandioso como sólo lo podía ser el Barroco, y no gustó a todos. En cualquier caso, el valor de una obra como ésta, que crea una escenografía tan dramática ideando un ventanal en la bóveda para iluminar la obra de forma natural, no puede dejar indiferente. Merece la pena detenerse ante este delirio barroco y contemplar sus pliegues, los escorzos de sus figuras, el dramatismo de la escena en general. Y, por supuesto, hay que alzar la vista a esa bóveda abierta en la cúpula para observar sus frescos llenos de detalles.
Sala capitular. © SG La sala Capitular El poderoso Cardenal Cisneros fue quien ideó la sala Capitular de la catedral de Toledo (formada en realidad por dos salas). En la antelasa, se combina el estilo mudéjar con el gótico flamígero y ya sorprende el artesonado de su techo. Y, en la sala capitular propiamente dicha, es muy probable que te sientas observada por las decenas de retratos de todos aquellos que han sido arzobispos toledanos. Cada uno refleja el estilo pictórico de su época y hay algunos pintados por figuras como Goya o Vicente López . No te pierdas el maravilloso artesonado y los frescos que decoran las paredes y que representan escenas de la vida de la Virgen y de Cristo. No hay ni un solo centímetro cuadrado de la sala sin decorar, es una auténtica oda al hórror vacui .
La Custodia de la sala del Tesoro Si hay una pieza que represente la riqueza asociada a los grandes templos católicos en la catedral de Toledo es sin duda la Custodia (pieza de oro donde se coloca la ostia católica después de ser consagrada), que puede verse en la sala del Tesoro.
En realidad, es una gran custodia que envuelve a una más pequeña, la que Fernando el Católico mandó realizar para su mujer Isabel de Castilla con el primer oro llegado de América, en concreto con 17 kilitos de nada.
Esta obra de orfebrería gótica de Enrique de Arce, que ya es de por sí impresionante, se enmarcó después, por orden del Cardenal Cisneros, en una custodia mayor con la forma de una meticulosamente decorada torre gótica hexagonal. Se le añadieron 183 kilos de plata bañada en oro y, en el siglo XVIII, una peana que sustenta la obra. No es de extrañar que, con este peso, tenga que desmontarse para salir de la sala en la procesión del día de Corpus Christi.
Porta Cirio Pascual. © SG Porta Cirio Pascual El Porta Cirio Pascual de la catedral de Toledo, elaborado a principios del siglo XIX en madera policromada, ha sido recientemente restaurado y ahora luce en el Trascoro. El cirio Pascual se enciende cada año el Sábado Santo y tiene que durar todo el año, así que hay que imaginarse las dimensiones que tiene que tener. Además de la cuidada talla en madera de este Porta Cirio, destaca el curioso ingenio que permite esconderlo en el interior hasta una altura en la que pueda ser encendido y que después lo eleva a la parte alta del Porta Cirio. Sin duda, una obra que sorprendería a los fieles cuando se creó.
Capelos de cardenales sobre sus tumbas
Quizá el inmenso espacio interior de las naves de la catedral de Toledo hace pasar desapercibida una curiosa costumbre: los capelos de los cardenales colgados sobre sus tumbas, una manera de señalar el lugar donde estaban enterrados. Cuentan las malas lenguas toledanas que sólo cuando estos peculiares sombreros caigan al suelo sobre la tumba, las almas de estos cardenales pasarán del purgatorio al cielo. No parece que los habitantes de Toledo tuvieran muy claro el comportamiento ejemplar de estos poderosos eclesiásticos.
Claustro de la catedral de Toledo. © SG Claustro de la catedral de Toledo Aunque ocupa un espacio considerable, el claustro corre el riesgo de pasar inadvertido entre la increíble colección artística de la catedral de Toledo. Merece la pena asomarse a este patio que parece detenido en el tiempo, con su jardín y sus frescos. Su origen es del siglo XIV, pero fue el Cardenal Cisneros quien quiso añadir un piso a la estructura original para viviendas del cabildo, lo que es muy probable que, debido a su peso, contribuyera al deterioro de la estructura, que ha tenido que ser restaurada. Como también lo han sido los frescos del siglo XVIII, obra de Bayeu, que han sufrido los rigores de la humedad del suelo de Toledo.
Imagen de San Cristobal. © SG Imagen de San Cristóbal Una colosal pintura de San Cristóbal (patrón de los niños y los viajeros) realizada por Gabriel Dueñas en 1638, decora una de las paredes de la catedral de Toledo, a la derecha de la Puerta de los Leones. Según cuenta la leyenda, si miras a San Cristóbal no te mueres, al menos ese día. Por eso existía la tradición de llevar a los niños a ver a su patrón para evitar la tan común entonces muerte súbita de los bebés. Y se pintó de gran tamaño para que la imagen pudiera verse desde distintos puntos de la catedral.
Sacristía Se puede decir que la sacristía de la catedral de Toledo es casi un “mini-Prado” por los autores que firman algunas de sus obras: Goya, El Greco, Tiziano, Caravaggio… Este espacio fue creado en el siglo XVI y seguro que donde primero van tus ojos es a la maravillosa bóveda decorada con un fresco de Lucas Jordán que representa la Descensión de la Virgen en la imposición de la casulla a San Ildefonso, patrón de Toledo. Una imagen que verás repetida por la catedral en numerosas ocasiones. Y después, según avanzas por esta pinacoteca, al cuadro “El Expolio” de El Greco, situado en un lugar preferente y con el trazo y color que caracteriza la obra de este pintor tan importante para la ciudad.
Coro con la imagen de la Virgen Blanca. © SG Estatua de la Virgen Blanca La estatua de la Virgen Blanca, del siglo XIV y realizada a tamaño natural en alabastro, es protagonista de una de las leyendas que se asocian a la catedral de Toledo. Cuentan que, tras el matrimonio de Beatriz de las Roelas y Santiago Galán, Señor de Orgaz, en 1569, coincidió el anuncio de su embarazo con la marcha de Santiago a la guerra. Ella prometió ir cada día a rezar a la Virgen Blanca para protegerle. Tras año y medio cumpliendo su promesa, y acompañada en los últimos meses por su hijo recién nacido, el 8 de septiembre, festividad de la Virgen Blanca, la virgen sonrió justo en el instante previo a que entrara Santiago Galán por la puerta de la catedral. Nunca falta una historia de amor.
Misa mozárabe Los mozárabes eran los cristianos que vivían en territorio árabe en la Península Ibérica durante los siglos en los que parte del territorio estuvo en manos del poder musulmán. Se les permitió mantener sus costumbres y religión por lo que conservaron la liturgia visigótica, conocida como rito hispánico, que tiene su origen en la cultura hispano-romana. Así, en 1504, el Cardenal Cisneros funda en la catedral de Toledo la capilla del Corpus Christi , conocida como la Capilla Mozárabe, para que este tipo de rito tan particular no se perdiera. Y todavía se puede escuchar a diario a las 9 horas (9.45 h los domingos) en esta pequeña y preciosa capilla.
La misa mozárabe, una forma diferente de acercarse en soledad a este edificio a primera hora de la mañana y disfrutar de este rito único en el mundo.
Puerta del Reloj de la catedral de Toledo. Un reloj con una manilla La Puerta del Reloj, también conocida como la de los Reyes por la iconografía de los Reyes Magos, es la más antigua de la catedral de Toledo. En ella hay un reloj, añadido al templo a finales del siglo XVIII, con la peculiaridad de tener una sola manilla. El motivo es que fue concebido para marcar sólo las horas canónicas, es decir, las horas de los principales rezos del día.
Guía práctica de la catedral de Toledo Entradas La catedral de Toledo se puede visitar de lunes a sábado de 10 a 18.30 h y los domingos de 14 h a 18.30 h. Las entradas se compran en la misma tienda de la catedral y la entrada se realiza por la puerta Llana. El precio de la entrada es de 10 Euros. (9 Euros la entrada reducida). Los menores de 12 años entran gratis. Hay un acceso gratuito por la Puerta del Reloj de lunes a viernes de 8.00 a 9.30 h que sólo da acceso a las naves y no permite visita guiada.
Visita guiada de la catedral de Toledo La catedral de Toledo tiene tantos matices que si quieres llevarte una impresión adecuada es casi imprescindible realizar una visita guiada. Puedes reservar una visita con guías de Toledo en Rutas de Toledo o Toledo a pie .
Fachada de la catedral de Toledo. Más información Catedral de Toledo .
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