El Bordado Popular de la Sierra de Francia, o Bordado serrano, ya cuenta con la incoación del expediente de Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Junta de Castilla y León. Con esta declaración se protegerán los elementos simbólicos e intangibles relacionados con la comarca, y se reconocerán los fuertes vínculos que se crean entre las mujeres bordadoras sin que importe la edad o la situación social en que se encuentren. Bordado serrano. © Pepa García Tras cuatros años de investigación histórica y testimonial de sus orígenes, técnicas, influencias y tipología del Bordado serrano , la Junta de Castilla y León ha iniciado el proceso de incoación que lo declara Bien de Interés Cultural Inmaterial . Tras esta declaración se encuentra el empeño de la red Arrayán, del Ayuntamiento de Mogarraz y de otras entidades. ¿El siguiente paso? La búsqueda del reconocimiento de la Unesco.
Aunque fuera de la provincia de Salamanca apenas es conocido, en cualquier viaje a la comarca de la Sierra de Francia la iconografía del bordado serrano es perceptible en los lugares más diversos. Incluso ha saltado fuera del lienzo y se puede ver en diversas artesanías, detalles arquitectónicos y en etiquetas de botellas de vino. Todo ello es, sin duda, un homenaje a la cultura de la Sierra de Francia. Si te interesa, puedes conocer la historia detallada del Bordado serrano en el Museo Etnográfico ‘Casa de las Artesanías’ de Mogarraz. O bien seguir leyendo, ya que te daremos unos cuantos datos de interés.
Museo Etnográfico ‘Casa de las Artesanías’ de Mogarraz. © Pepa García Los bordados serranos se aplicaban no sólo en tejidos para el hogar o en la vestimenta popular, sino también en paños rituales y manteles para altares (curiosamente, sin simbología cristiana, y cuando lo hacía era con la técnica del deshilado). Hoy día, los bordados siguen formando parte del ámbito social durante las fiestas y procesiones. Los vecinos cuelgan sus mejores –o más antiguos– trabajos orgullosamente de balcones y ventanas durante las festividades y fiestas patronales. Si acudes por la Sierra de Francia durante el Corpus de La Alberca y el Corpus y la festividad de la Virgen de las Nieves en Mogarraz podrás admirarlos en todo su esplendor.
Pero ¿cómo se protege este patrimonio que se remonta más de diez siglos atrás? Para que estas labores no caigan en el olvido existen cursos de formación y talleres de salvaguarda impartidos por grupos como la Asociación de Mujeres Artesanas de la Sierra de Francia y la organización Red Arrayán .
Detalle de un pez en un bordado serrano. © Pepa García Bordado serrano, unas notas básicas El Bordado serrano , que nace en la Sierra de Francia , tiene unas características singulares que, una vez conocidas, enseguida te llevan a diferenciarlo de cualquier otro. A esos rasgos técnicos, plásticos y simbólicos hay que añadirle la creatividad y habilidad de las bordadoras, pero, conjuntamente, forman un universo artístico colorido lleno de elementos. Los animales, mitológicos o reales, se entrelazan en un denso ataurique vegetal.
No te pierdas los vídeos con los relatos de las bordadoras del Bordado Serrano (click en la imagen). La iconografía, que va a la par con la trayectoria histórica de este rincón salmantino, deja entrever la influencia de civilizaciones orientales antiguas, renacentistas y moriscas. No hay más que observar el collarín que llevan los animales, el ataurique vegetal lleno de ramajes por todos lados y la profusión de cenefas y grecas con los que se rellenan los espacios en blanco. Otros rasgos del Bordado serrano son la ausencia de figuras humanas y de motivos geométricos.
El bordado serrano, también presente en las etiquetas del vino. © Pepa García Mogarraz y La Alberca, centros del bordado serrano Cambian las generaciones y también los tiempos, algo que por supuesto también afecta al Bordado serrano que se ha debido irse adaptando a las circunstancias sin perder su esencia. Como un arte vivo que es, ha seguido una evolución natural. A partir del siglo XIX, los tejidos tuvieron que cambiar: los telares fueron desapareciendo y surgieron nuevos materiales, tintes químicos y nuevas técnicas. Incluso el característico horror vacui de las antiguas composiciones se fue aligerando.
Escultura en Mogarraz. © Pepa García Actualmente, las dos poblaciones que centralizan el bordado serrano son La Alberca (en su web encontrarás bonitas muestras de bordado) y Mogarraz. Allí se sitúan dos escuelas de bordados que cuentan con ciertas diferencias entre sí, y a las que se adscriben el resto de localidades de la Sierra de Francia. La escuela Albercana se reconoce por sus composiciones menos abigarradas, con menor horror vacui y tonos predominantes asalmonados. En el caso de Mogarraz , la policromía mayoritaria es la tradicional con tonos más intensos, a la que se ha ido sumando algún color salmón debido a la influencia de la escuela vecina. Estas diferencias permiten conocer, con cierta precisión, si un bordado procede de una u otra escuela.
Bonito casco antiguo de La Alberca. © Diputación de Salamanca Otro dato interesante es el lenguaje de los colores empleados, ya que los tejidos bordados en azul se empleaban para amortajar a los difuntos, mientras que los rojos se bordaban en la ropa de cama de los recién casados.
El Bordado serrano, un caso de estudio Para que un elemento sea considerado Bien de Interés Cultural Inmaterial , ya sea de la Junta de Castilla y León o de la Unesco, debe poseer un estudio profundo de sus características. A continuación encontrarás las principales conclusiones y rasgos definitorios del Bordado serrano.
Bordado serrano. © Pepa García De colores básicos a policromías Las tonalidades tradicionales, rojo, verde, amarillo y azul, se combinan en el Bordado serrano de dos en dos. El color negro se utiliza para contornear los motivos una vez pintados en la tela, y para bordar grandes composiciones de elementos florales y zoomorfos, y las mangas de las camisas galanas, especialmente las femeninas. A mediados del siglo XX, se incorporan nuevos colores: malvas, morados, verde hierba, azul cobalto, amarillo dorado, rojo fuego y el salmón.
Detalle de un bordado serrano con alegre colorido. © Pepa García Animales y vegetales En la iconografía del Bordado serrano predominan los motivos animales y vegetales (también el árbol de la vida), aunque es cierto que suelen aparecer numerosos animales mitológicos como grifos y dragones y algún que otro gallo, mariposa, jabalí, búho o perro. Como curiosidad, te contamos que se ha encontrado un unicornio en una colcha del siglo XVI. Cada animal tiene un significado, por ejemplo, el águila bicéfala, el matrimonio; el león, la virilidad; el ave de una cabeza, la mujer; el corazón del que sale la flor, el amor; el árbol de la vida, la salud y la longevidad…
Cómo se organizan los motivos Las encargadas de la composición de la pieza, siempre simétrica, son las maestras bordadoras . Los trabajos posteriores ya los ejecuta el resto de bordadoras. Los paños grandes se ordenan en cuadrados dentro de los cuales se insertan los motivos, en el centro siempre los más importantes; en las piezas más pequeñas, la ornamentación se dispone en los bordes.
Museo Etnográfico ‘Casa de las Artesanías’ de Mogarraz. © Pepa García Tejidos y técnicas empleados Antaño los materiales básicos para la obtención del tejido eran el lino y la lana. Del siglo XI al XVII, el Bordado serrano se realizaba sobre lienzo de lino. Y hasta el XVII se usaba para bordar la hebra de lana o el estambre fino, que luego fue sustituido por la hebra de seda. Más tarde llegó el algodón (el llamado moliné ) que junto con la seda han llegado a nuestros días. Para realizar los tejidos, hasta el siglo XIX se empleaban telares manuales (en La Alberca llegó a haber más de 40). Una vez desaparecidos, a comienzos del siglo XX ya se empezaron a usar tejidos industriales con otras fibras.
Dos técnicas usadas en el bordado serrano. Museo Etnográfico de Mogarraz. © P.G. La técnica del bordado popular serrano es mixta , “a hilos contados” y “a dibujo”. El bordado comienza con el dibujo de los motivos sobre el lienzo mediante un cordoncillo negro que delimita los contornos. Posteriormente se pasa al rellenado del motivo, mediante una gran variedad de puntos, con la técnica de ‘bordado al pasado’, donde el hilo recorre el derecho y el revés de la tela, y por la forma de disposición del hilo ‘hilos contados’, con diferentes puntos con nombres populares como punto de lomo, punto media yema, ojito entero, espina de pez, punto de ladrillo, las torrinas y asiento de la silla, contabilizándose hasta 34 diferentes.
El mundo del Bordado serrano es apasionante y esperamos que lo conozcas en tu próxima visita a la comarca de la Sierra de Francia.
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