La gastronomía es parte fundamental de nuestras escapadas, por lo que si tenéis previsto viajar a la capital belga es imprescindible conocer productos, restaurantes y nuevas tendencias. Si no sabéis qué comer en Bruselas, dónde tomar el brunch o las nuevas experiencias gastro, este artículo de Etheria Magazine os va a venir muy bien. La cerveza, la reina de las bebidas en Bruselas. Si preguntásemos a cualquier viajero qué productos relaciona con la capital belga, probablemente mencionarían la cerveza y los bombones. Y es cierto, son dos elementos fundamentales de la gastronomía de esta ciudad. Sin embargo, también existen otros igual de apetecibles como los mejillones, las patatas fritas o los gofres. Sin olvidar sus 16 restaurantes con estrellas Michelin, claro. Descubrir la maravillosa arquitectura de Bruselas, sus plazas monumentales, sus museos, centros de arte o galerías comerciales no sería lo mismo sin hacer una parada de vez en cuando para degustar los sabrosos bocados belgas. Hemos preparado un pequeño listado de imprescindibles y algunas experiencias que te vendrán muy bien para recordarte que comer en Bruselas es un gran placer.
Cinco productos que comer en Bruselas Una de las formas más apetecibles de descubrir Bruselas es a través de su gastronomía, un universo culinario que incluso cuenta con el reconocimiento de organismos internacionales como la Unesco y la guía Michelin. Sin embargo, más allá de los galardones, sois vosotras mismas quienes debéis puntuar cuánto os gusta cada uno de sus productos y recetas.
El chocolate belga es irresistible. 1. El chocolate, degustaciones y talleres Uno de los productos que se deben probar en Bruselas sí o sí –y que forma parte de su ADN– es el chocolate. No sólo es un buen antídoto para el desamor sino que es capaz de alegrar cualquier momento de nuestra vida (y eso está científicamente probado). El idilio del chocolate con esta ciudad llega en forma de praliné de la mano de Jean Neuhaus , un farmacéutico que creó el primero en 1912. Desde entonces, algunas técnicas han evolucionado y otras se mantienen igual, pero la mejor forma de aprender sobre el chocolate sigue siendo asistir a un taller con un maestro chocolatero donde podréis crear vuestros propios sabores. Uno de esos talleres es el que ofrece Laurent Gerbaud en su establecimiento (adultos, 35 €; niños, 15 €). Lo hemos hecho y es muy recomendable (probad a ponerle sal a los bombones).
Los talleres de chocolate son idóneos para elaborar tus propios sabores. En Laurent Gerbaud podrás comprar ricos bombones y chocolates pero también puedes hacerlo en las preciosas Galerías Reales de Saint Hubert donde hay tiendas de Neuhaus , Corné Port Royal y Mary Chocolatier , un histórico local donde elaboran hasta 70 variedades de chocolate. Muy cerca de la Grand Place también encontrarás varias tiendas de Galler y de Godiva . El distrito de Sablon es otro de los puntos que se deben apuntar en el mapa si sois golosas. Allí podréis probar las delicatesen de Pierre Marcolini , además de los típicos manons de Leonidas y Passion Chocolat .
Y si os quedáis con ganas de saber más, visitad los museos Belgian Chocolate Village , junto a la basílica del Sagrado Corazón, o Choco-Story , cerca de la Grand Place.
📌 Otra propuesta curiosa es el maridaje de chocolate con cerveza que se ofrece en la tienda-boutique de Concept Chocolate (también organizan otro tipo de talleres). Os sorprenderá.
Un gofre para llevar y ¡a disfrutar de la ciudad! 2. Gofres, el fast food más dulce Otra tentación dulce que comer en Bruselas son los gofres , un tipo de producto que se puede pensar que es reciente pero cuya tradición se remonta al siglo XVI. Encontraréis puestos por casi todos los barrios que visitéis, sólo hay que decidir con qué acompañar esa rica masa cuadriculada, con chocolate, azúcar glas, helado… o decenas de opciones más. Uno de los lugares más recomendables para comprarlo es Maison Dandoy , que se encuentra en la cubierta acristalada de las Galerías Reales. Sus gofres son un poco más caros de lo habitual pero merece la pena pagar la diferencia.
Una cata de cervezas es una actividad imprescindible en Bruselas. 3. La cerveza es cosa de mujeres ¿Sabías que la cultura cervecera belga está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco? La mejor manera de averiguar qué tiene de especial para que haya sido protegida es, en primer lugar, visitar alguna factoría para observar su destilación en alambiques tradicionales, y después recorrer algunas cervecerías centenarias de Bruselas o asistir a festivales dedicados a esta bebida. Como ya comentamos en un artículo previo, la cerveza en Bélgica también es cosa de mujeres (en el anterior enlace puedes ver por qué).
Algunas visitas relacionadas con la cerveza que te pueden interesar son el Museo de Schaerbeek y la fábrica de cervezas más antigua de Bruselas, la Brasserie Cantillon .
📌 Y para conocer esta bebida desde otra perspectiva, ¿qué os parece una experiencia relajante en el Good Beer Spa ? Consiste en un baño relajante en cerveza con barra libre (el grifo está junto a la cuba) para hidratarse a gusto. Si vais cuatro personas, la experiencia saldría por un total de 199 €.
Un cucurucho de patatas fritas con mayonesa, un placer de dioses. 4. Patatas fritas, para disfrutar como niñas Otro clásico en Bruselas son las patatas fritas, dicen que el secreto de su éxito está en su variedad (la bintje ), en su punto de cocción y en la forma de freírlas. Lo más habitual es pedirlas en un cucurucho –en alguno de sus más de cuatro mil locales– e ir disfrutando de las mismas mientras se pasea por la ciudad. Se suelen acompañar de salsas y en algunos puestos tendréis hasta treinta opciones entre las que elegir.
📌 La importancia que se da a las patatas fritas es de tal nivel que incluso cuentan con su propio museo, Home Frit’ Home .
Mejillones y patatas fritas, una combinación perfecta. 5. Mejillones, el plato más típico de Bruselas Los mejillones se pueden tomar de muchas maneras pero en Bélgica triunfan acompañados con patatas fritas. Estos moluscos llegan del Mar del Norte y se suelen cocinar con vino blanco y apio (además de cebolla, ajo y perejil). Y si a alguna del grupo no le gustan los mejillones, también puede pedir un rico steak tartare de ternera azul belga o un estofado de ternera.
📌 Hay restaurantes históricos como Chez Leon y Grimbergen Café donde degustar este manjar en un ambiente de otra época.
Restaurante Barge. © Equinox Light Photo Tomar el brunch en Bruselas En Bruselas, como en casi todas las ciudades europeas, está de moda tomar el brunch . Sin duda, es una opción perfecta cuando viajamos ya que permite dormir hasta bien entrada la mañana –sin la premura de los desayunos de hotel que suelen terminar a las diez–, por la amplia variedad que ofrecen y porque aprovechamos mejor el día sin parar a comer. Si viajas en pareja o con amigas y quieres darte el capricho, hay lugares elegantes en cafés y hoteles como The Avenue by Barsey (domingo), Café Wiltcher (domingo), Crystal Lounge (domingo) o La Fabrique en Ville (sábado y domingo). Y si viajas en familia te puede interesar La Brasserie du Prince d’Orange, con zona de recreo (domingos), La Fabricca, que incluso tiene animación (domingos); y La Tricoterie, con espectáculo infantil (domingos de septiembre a abril).
Comer en un tranvía, una experiencia muy original en Bruselas. Comer en un tranvía, una experiencia muy top Paladear un gofre mientras se camina, morder un bombón de chocolate o unas patatas fritas… son cosas que se pueden hacer mientras se está caminando, pero hay otras que si las quieres hacer en movimiento tendrás que recurrir a medios de transporte como el tranvía. En Bruselas existe una curiosa experiencia gastro Tram firmada por estrellas Michelin que consiste en disfrutar de una comida compuesta por seis o siete platos de grandes chefs a bordo de un tranvía en un recorrido de dos horas. De este modo, se puede aunar el turismo y la gastronomía. Entre los chefs que aportan su creatividad en los menús belgas están Lionel Rigolet, con dos estrellas Michelin, al frente del restaurante Comme chez soi ; Karen Torosyanm, del Bozar Restaurant ; Bart de Pooler, con dos estrellas Michelin, en el restaurante De Pastorale ; con una estrella Michelin, Isabelle Arpin ; y Damien Bouchery, de Bouchéry . Tram Experience para 2 personas, con 6 platos, desde 210 €.
Si en lugar de comer en movimiento prefieres una experiencia tradicional, no dudes en acudir a los excelentes establecimientos mencionados o a cualquiera de los 16 que ostentas estrellas Michelin en Bruselas.
Más información en Visit Brussels.
Fotos: Cedidas por Turismo de Bruselas.
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