Respirar mirando al norte nos hace pensar en Getxo, una escapada perfecta desde Bilbao con amigas y un mirador privilegiado de la entrega a mar abierto de la ría del Nervión. Frente al puerto comercial más dinámico del Cantábrico se abre el estuario o Abra de Bilbao desvelando su ubicación y la conexión con la buena vida. Su orilla ya se puso de moda con los “baños de mar” hace siglo y medio, y hoy día sigue siendo una excepcional propuesta. Te contamos 10 imprescindibles en Getxo para tu próximo viaje. Puerto Viejo de Algorta. Es algo más que respirar aire puro. Alegría, vitalidad, luz… llegar a Getxo es contagiarse de las ganas de vivir de su gente durante todo el año. Aunque en verano, cuando se alargan los cálidos días estivales en indolentes atardeceres, resulta la elección perfecta para una escapada con amigas desde Bilbao o como un destino donde disfrutar de unos días de relax y despreocupación. Eso sí, disfrutados siempre frente al mar. Los blanquecinos acantilados marcan la Punta Galea, una elevación litoral que hacia el noreste asoma soberbia y plenamente oceánica. A su abrigo se alarga la población señalando que hemos llegado a buen puerto. A partir de aquí, sólo tendrás que seguir nuestras diez sugerencias para que tu arribada te haga sentir bien nada más echar pie a tierra.
Puerto deportivo de Getxo. 10 visitas imprescindibles en Getxo con vistas al Cantábrico 1. Puerto deportivo de Getxo, bonita desde el mar Aromas salinos y el influjo marino del Atlántico te guiarán hacia el puerto deportivo de Getxo . Yates, veleros, catamaranes y hasta barcos de crucero verás amarrados en su varadero. Imposible resistirse a la musicalidad de las drizas golpeando los mástiles de los barcos que se balancean en sus pantalanes. Es hora de embarcarse para buscar el lado urbano más vistoso. A lo largo del litoral, el municipio se reparte entre las localidades de Andra Mari , Las Arenas , Algorta , Neguri que encajan perfectamente en el panorama costero que se extiende hasta los extraordinarios acantilados que resaltan la Punta Galea . Desde unas horas hasta una semana puedes pasar a bordo de un velero. Navegar a mar abierto disfrutando de la costa a tu gusto y a ritmo personalizado, hasta doblar el cabo Billano . Al desembarcar del velero una sensación placentera se habrá prendido de tu mente viajera ¿Por qué no iniciarse a la navegación a vela? En la web de Getxo Turismo encontraréis numerosas propuestas náuticas para disfrutar de la costa.
Edorta Arostegi, propietario de Marmitako Sailing. 2. Puente Bizkaia, un coloso industrial La ría aguas arriba es navegable y tiene la recompensa imborrable de situarte bajo el elegante Puente Bizkaia , un puente metálico trasbordador conocido también como el Puente Colgante , una de las construcciones más singulares de las que disfrutar en Getxo. Estás ante el puente trasbordador en funcionamiento más antiguo del mundo, ya que fue inaugurado el 28 de julio de 1893 (¡129 años!). Aunque no es el que inspiró la canción infantil, sigue levantando admiración con su estructura metálica (la primera del mundo) que une las dos márgenes de la ría de Bilbao. No te bajes del barco sin haberlo contemplado desde el agua con su barquilla colgante. Es su mejor cara y la forma de abarcar su altura de 61 metros y sus 160 metros de longitud. También hay otras posibilidades como subir a su pasarela peatonal (9,50 €) y alquilar una audioguía (castellano, euskera, inglés y francés por 2,5 €) para conocer todos los detalles. O bien, cruzar en la barquilla, ideal para los que tienen vértigo, por sólo unos 0,50 €.
📍El 13 de julio fue su aniversario mundial pues cumplió 16 años desde que la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad.
Puente Bizkaia, uno de los imprescindibles de Getxo. 3. Homenaje frente al mar El puente de hierro y acero empleado para conectar las dos orillas permitía el disfrute de los baños de mar y, conectado con el ferrocarril que venía desde la ciudad, era el punto de llegada de los veraneantes. Marca el lugar el monumento en bronce estilo art decó con un conjunto escultórico que simboliza el enfrentamiento entre la tierra y el mar. Con forma de obelisco o faro, según se mire, se erigió como homenaje a Evaristo de Churruca . Este ingeniero ideó la transformación del estuario del Nervión con el fin de hacerlo seguro para la navegación y así se fomentó el aprovechamiento portuario y el desarrollo industrial. A la vez conservó el municipio de Getxo como orilla recreativa. Para comprobar esta faceta no hay más que recorrer a pie Las Arenas y, como un vecino más, disfrutar del paseo con vistas y ambiente marino.
Monumento a Churruca y El hombre y el mar, en Las Arenas. 4. Baños de mar, la mar de bien Mediando el siglo XIX, el turismo de salud y bienestar ligado al mar, que ya llevaba practicándose por Europa cien años antes, animó a los bilbaínos a acercarse a Las Arenas . Apenas a 15 kilómetros de la ciudad, se situaba por aquel entonces la orilla arenosa de una marisma inhóspita. La naciente pujanza industrial de la ciudad hizo que empresarios y burgueses la transformaran hasta convertir Las Arenas en “la playa de Bilbao” poniendo así de moda los baños de mar. La historia de Felipa Bustingorri , mujer pionera en crear una fonda para tomar los baños de mar, nos invita a recorrer la avenida Zugarzarte , una vía junto a la que estuviera su establecimiento y donde queda la huella del surgimiento del barrio de Las Arenas – Areeta de Getxo. Sorprenden en el paseo algunos notables edificios y palacetes, que han mantenido la estilosa arquitectura de las viviendas estivales de aquellos primeros aficionados a la talasoterapia, entre un animado ambiente comercial.
Practicando vela frente a la avenida de las grandes villas de Getxo (Izq.) Casa Aitzgoyen (Dcha.) 5. Arquitectura viva en Getxo Estación de Salvamento Es un caserío, un faro o un puesto de socorro, pensarás al divisar la Estación de Salvamento de Náufragos , pues está presidida por un faro. Remata un edificio de estilo neovasco apoyado sobre arcos de sillería en el agua para salvar el desnivel. Fue levantado junto al puerto que sustituyó al del Algorta cuando se quedó pequeño. Se hizo para albergar el puesto de salvamento marino desde donde un aguerrido grupo de pescadores y hombres de mar, a bordo de una trainera, acudían al rescate de navegantes en peligro ante lo arriesgado de acceder al primer puerto de Bilbao situado ría adentro. Al final del muelle asoma el faro de Arriluze , que es más bien una baliza que, desde hace 119 años, indica el paso por las aguas más seguras, situadas a babor de dicha torre de faro.
Faro casa salvamento marino en el Muelle Arriluze, en Getxo. Galerías de Punta Begoña y Fuerte de La Galea No menos llamativas resultan las Galerías de Punta Begoña . En su decadente aspecto marcado por el paso del tiempo señalan un lugar de asentamiento prehistórico por ser una atalaya natural. El edificio de hormigón armado del muelle de Ereaga conserva su belleza centenaria concebida en los esplendorosos años de la Belle Époque . En pleno proceso de restauración, destaca como uno de los principales proyectos arquitectónicos españoles donde lo más novedoso en el campo de la investigación lo convertirá en un edificio abierto tanto a la historia del enclave como al disfrute público.
Irresistible resulta no acercarse a otra de las más bonitas atalayas litorales, donde originariamente estuviera el faro de La Galea. Es donde asoma unas evocadoras ruinas del que fuera fuerte de La Galea . Esta construcción militar con foso fue levantada hace 250 años para defensa de la navegación comercial por la ría.
Playa de Ereaga y antiguo balneario Igaretxe convertido en hotel. 6. A la playa de Getxo en metro desde Bilbao La construcción del puerto exterior de Bilbao, en el Abra, puesto que el situado hacia el interior de la ría hasta entonces era de muy complicado acceso por las barras arenosas y las corrientes, modificó poco a poco el perfil costero del kilómetro y medio de playa de Las Arenas . El disfrute del mar se desplazó a la playa de Ereaga . De fina arena y protegida del viento noroeste, es donde el balneario Igaretxe se convirtió en el epicentro del turismo de baños de mar.
Playa de Arrigunaga, en Getxo. En la actualidad, la playa de Las Arenas sigue siendo un destino familiar y accesible al que puedes llegar incluso en metro. Los aficionados al surf y al bodyboard pueden dirigirse también a la playa de Ereaga pero encontrarán mejores olas en la playa de Gorrondatxe-Azkorri y en la playa de Barinatxe , que incluso se conoce con el sobrenombre de «La Salvaje». Consulta otras opciones de playas en este link para encontrar la idónea según tus necesidades.
📍También imponente y bajo los acantilados de La Galea queda la playa de Arrigunaga que invita al baño y al paseo. En su zona de rocas, al pie del cantil, conseguirás tu mejor selfi.
Paseo de La Galea, un sendero sobre el flysch. 7. Enamoradas del puertito Al final de la playa de Ereaga, este cautivador litoral tiene abrigo natural en el Puerto Viejo de Algorta , un núcleo pescador de calles estrechas que retrepan sobre una atalaya. La sencillez de su caserío siempre aparece iluminado por sus blanquísimas casas, salpicadas de alegres rojos, azules y verdes en la madera de sus ventanas y balcones. Junto al viejo muelle pesquero asoma el sireno de Getxo , que es como se conoce a una fotografía del argentino Marcos López. Esta obra procede de Getxophoto , un festival anual alrededor de imágenes instaladas en espacios no convencionales, y fue comprada por el Ayuntamiento de Getxo para ser expuesta en el Puerto Viejo. Representa a un personaje mitad hombre mitad pez que es lamida o embestida por las mareas, dejando ver u ocultando partes de la misma en cada momento. Merece la pena pasarse a verla..
De este puertito hoy tranquilo y solitario partían los lemanes , aquellos intrépidos pescadores y los únicos capaces, a comienzos del siglo XIX, de medirse con el mar y la entrada a la ría cuando no existían diques ni muelles ni utensilios a bordo que permitieran identificar la peligrosa barra de arena de Portugalete. Pescadores que se convertían en pilotos indispensables para que los grandes barcos llegaran a puerto con éxito.
Susana y Carlos, propietarios del restaurante Goiezti. Sireno en el Puerto Viejo. Plaza del Puerto Viejo de Algorta. Pescado fresco. (De Izq. a Dcha. y de Arr. a Ab.) 8. Mujeres de mar, una ruta autoguiada Apasionada de la fotografía, Miren Larrea , una vecina del Puerto Viejo de Algorta, registró en sus retratos a las gentes y rincones creando un valioso registro gráfico del ambiente pesquero. Hoy las imágenes de esta mujer inquieta sirven de inspiración en una ruta autoguiada por sus estrechas callejuelas. Nos asomará a la atalaya desde la que los pescadores avistaban el estado del mar ante de soltar amarras. En el lugar actualmente la escultura de una sardinera y un pescador (arrantzale ) recuerdan la importancia de este mirador para los marinos. Nos hará mirar la plaza del núcleo, el único espacio abierto, y detenernos a disfrutar del ambiente local mientras degustamos unos pintxos en las tabernas Txomin y Arrantzale . También podemos disfrutar a la mesa de los restaurantes más apreciados como el Goiezti . Con una deliciosa carta de pescados y mariscos frescos recién sacados del mar que a nadie deja indiferente.
Junto a los pocos restos que quedan de la ermita de San Nicolás de Bari, apenas un ábside, se abre otro de los miradores más hermosos del abigarrado núcleo. Este templo fue reconvertido en escuela náutica ya en el siglo XIX y luego en «casa vecinal» pero su ubicación sigue siendo el mejor reclamo.
Flysch de Bizkaia. 9. El flysch de Bizkaia, un libro abierto Aunque al caminar por el sendero litoral de Getxo quedarás prendada de la belleza del panorama marítimo que se abre ante tus ojos, lo más valioso de la naturaleza de Getxo quedará bajo tus pies. Estarás recorriendo el flysch de Bizkaia , un lugar de extraordinario valor geológico cuyo origen se remonta a cuando vivían los últimos dinosaurios. Se trata de un viaje en el tiempo que te llevará millones de años atrás. Da vértigo pensarlo, pero si dejas que una guía experta en geología te cuente lo que esconden esos estratos salpicados de fósiles que, como hojaldres, se levantan desde el mar lo entenderás y casi sentirás que los estratos aún siguen vivos bajo tus pies. En pocos lugares del mundo se puede contemplar la historia de la Tierra tan fácilmente y además disfrutando de uno de los paseos más espectaculares de Euskadi .
Surf en la playa de Aizkorri, en Getxo. 10. Playa de Azkorri, un baño salvaje en Getxo Tanto para las aficionadas al nudismo como para un baño salvaje, la playa de Azkorri, bajo los acantilados de Gorrondatxe, es la cita ineludible. Al pie del antiguo barrio de Andra Mari, tendrás que descender el acantilado. Lo puedes hacer desde el parking, desde el sendero peatonal que va por el litoral o, si te gusta correr riesgos, hacerlo a lo loco por los caminillos «salvajes» que puedes ver en la fotografía inferior. Una vez abajo, es momento de dejarte mecer por el oleaje, disfrutar entre dunas, rocas y hasta césped para tumbarte al sol. Es frecuentada por surfistas que se miden con su bravo oleaje que llega arrollador desde mar abierto.
Bajada de los acantilados de Gorrondatxe hacia la playa de Azkorri. Paseándola descubrirás un clavo de oro en la roca que indica que estás en uno de los lugares del mundo con mayor valor en sus estratos geológicos. Las rocas que ves son testigos excepcionales de un pasado de hace 48 millones de años y uno de los mejores lugares a nivel mundial donde los investigadores pueden conocer lo que ocurría en el planeta por aquel entonces mientras estas rocas estaban bajo el mar. Emocionante ¿verdad?, pues date la vuelta y contempla la puesta de sol, porque te encuentras en el mejor lugar del municipio para disfrutar tu momento chill out .
Si necesitas más información para organizar tu viaje, consulta la completa web de Turismo de Getxo .
Atardecer desde La Galea.
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