El turismo sostenible se va abriendo camino entre los viajeros que apuestan por la ecología y buscan en sus vacaciones disfrutar de la naturaleza de una forma respetuosa con el entorno. Francia es uno de los países líderes en ofrecer este tipo de opciones de viaje y aquí te proponemos 8 iniciativas de este país con las que visitarlo sin dejar de lado el compromiso con el medioambiente.
Barco en el Canal du Midi, en Francia. Cada vez está calando más en la mente de los viajeros la idea de que otra forma de viajar, más sostenible y respetuosa con la naturaleza, es posible. Francia es uno de los países líderes en proponer alternativas para estos viajeros cada vez más concienciados con el medioambiente. Este país cuenta con numerosos parques nacionales y regionales (más de sesenta); su red de rutas ciclistas alcanza los 19.000 kilómetros; y la de trenes 27.000 kilómetros. Con estos elementos, y una mentalidad que apuesta por la conservación de la naturaleza y el turismo slow y poco invasivo, están surgiendo numerosas alternativas en alojamientos, restaurantes y empresas turísticas que permiten disfrutar de este maravilloso país sin prisas y respetando el entorno. A continuación encontrarás los planes que más nos han gustado para practicar un turismo sostenible en Francia .
8 ideas para un turismo sostenible en Francia Crucero por el Canal du Midi Esta vía navegable, situada en Occitania y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, propone uno de los viajes en Francia más divertidos y activos, perfecto para disfrutar en familia o con amigos. Este canal, que tienen en total 250 kilómetros de longitud y enlaza Toulouse con Sète , puede recorrerse en unas cómodas embarcaciones eléctricas. No es necesario llevar capitán ya que son fáciles de manejar y en ellas se pueden llevar las bicicletas para las excursiones. Podrás descubrir preciosos paisajes naturales y ciudades como Carcassonne y Castelnaudary.
Barcos en el Canal du Midi en Carcassonne. Viñedo eco-responsable en Burdeos Si hay una ciudad que automáticamente nos traslada al mundo del vino esa es Burdeos. Ubicada en la parte sudoriental de Francia, todo en ella parece girar en torno al mundo de la uva. Destaca su Ciudad del Vino y en 2022 ha sido nombrada capital del Smart Tourism.
📌No te pierdas: La Ciudad del Vino, visita obligada en Burdeos .
Merece la pena acercarse a conocer sus viñedos eco-responsables. Uno de los más destacados es el Château Giraud (chateaugiraud.com). Utiliza prácticas ambientales cien por cien responsables y produce con la filosofía de dejar que la naturaleza siga su curso para que la vid florezca plenamente. También en la bodega Domaine de Chevalier (domainedechevalier.com) han organizado su proceso de elaboración de los vinos respetando los tiempos de la naturaleza y utilizando técnicas tradicionales.
Bodega Domaine de Chevalier. © ©Vincent Bengold El ecosistema Darwin , un antiguo cuartel militar situado en el barrio de la Bastide, es otro de los lugares para visitar en Burdeos. Ahora alberga una granja urbana y el mayor restaurante ecológico de Francia , formando un espacio de ocio alternativo con lugares para practicar deportes urbanos y celebrar conciertos.
Nausicaá el Centro Nacional del Mar El Centro Nacional del Mar (nausicaa.fr) está ubicado en Boulogne-sur-Mer. Alberga el mayor acuario de Europa , dividido en 70 espacios y con 1.600 especies diferentes. Es un lugar imprescindible para los amantes de este medio acuático por las especies que alberga y por la labor que hace de difusión del papel del mar en nuestro entorno. Su exposición inmersiva “Dans l’Oeil du Climat ” nos da pistas sobre esas pequeñas cosas que podemos hacer todos en nuestro día a día para combatir el cambio climático.
Nausicaá, en Boulogne-sur-Mer. Grenoble, la capital verde de Europa 2022 La ciudad de Grenoble ha sido elegida Capital Verde de Europa 2022, un título que responde a la voluntad que esta ciudad manifiesta por el respeto al medioambiente en cada una de sus acciones. Es la mayor zona de bajas emisiones de carbono de Francia y está volcada en reducir la contaminación acústica. Además, ha plantado más de 5.500 árboles desde 2014 y producirá en 2022 el equivalente a su consumo en energía renovable, con cero emisiones de carbono. Por si fuera poco, está rodeada de parques y jardines y es una de las ciudades francesas donde es más fácil desplazarse en bicicleta.
Vistas de Grenoble desde la Bastilla. © Alain-Doucé Avistamiento de mamíferos y aves marinas en Bretaña La Bretaña francesa es uno de los mejores lugares del país para los amantes del avistamiento de aves marinas. Algunos de los mejores lugares son la isla de Ouessant, las marismas del Séné, la bahía de Saint-Brieuc, el archipiélago de Sept-Îles (para ver alcatraces y frailecillos atlánticos), las marismas de Brière (paraíso de las cigüeñas) y el cabo Sizun.
Aves sobrevolando el Mont Saint-Michel. © Christian Moulle. Si también quieres ver delfines, el punto de partida suele ser Port-Mer y una buena opción es reservar una excursión con la asociación Al-Lark . La que proponen dura unas cuatro horas y también es una buena ocasión para ver aves marinas.
Vacaciones activas en Córcega Una forma de viajar de forma responsable es poner el foco en las actividades de ocio que realizamos en los destinos. Lugares como Córcega pueden ser recorridos haciendo senderismo o en bicicleta, lo que asegura jornadas disfrutando de bellos paisajes mientras se hace deporte y, a la vez, se realiza una actividad respetuosa con el medioambiente. Una opción es realizar alguna de las etapas de la ruta de senderismo GR20 (o su equivalente en bicicleta, la GT20) considerada una de las rutas más bellas del mundo. En total, esta Grande Randonée ofrece 180 kilómetros de paseo entre los pueblos de Caleña (al noroeste) y Conca (al sureste). Hay que tener una buena forma física para realizarla y, si quieres hacerla entera, se suele organizar en 15 etapas (unas seis horas caminando por día).
Córcega en bicicleta. © Bernd Dittrich. Para los amantes de las rutas en bicicleta, es muy recomendable también la región de Balagne . Ubicada entre el mar y la montaña, aquí se ubican treinta bonitos pueblos perfectos para ser incluidos en una ruta por la zona. Las vistas del mar y de los campos de olivos son una recompensa sobrada para los que se animen a pedalear por Córcega.
Marsella y su Museo Submarino Si buscas un plan original para unas vacaciones y te gusta bucear, Marsella ofrece una experiencia muy original: el Musée Subaquatique (musee-subaquatique.com), que alberga una colección de esculturas sumergidas en la bahía de Anse des Catalans a las que sólo se puede acceder buceando. Las esculturas están realizadas con cemento reciclado y ph neutro para no dañar el entorno. Este museo, además de la experiencia única que ofrece, ha nacido con la intención de sensibilizar al público sobre el cuidado del medioambiente y para dar a conocer la biología marina.
Angers, la ciudad de los parques Ya fue reconocida en 2020 como ciudad más verde de Francia por sus 600 hectáreas de parques y espacios verdes y mantiene ese compromiso con la naturaleza gracias a la inversión de 178 millones de euros para conseguir la neutralidad de carbono en doce años. Si la visitas, no puedes perderte un paseo por los senderos de la isla de Saint-Aubin o visitar Terra Botánica (terrabotanica.fr), el primer parque temático de plantas del mundo. Es un lugar perfecto para visitar en familia y, además de disfrutar de divertidas atracciones, el parque está lleno de actividades para los más pequeños enfocadas en el mundo natural.
Vista del puente de Verdun en Angers por la noche. 📍 También te puede interesar:
Marsella, guía para un fin de semana cultural y hedonista
Ruta por los jardines y perfumes de la Costa Azul