Tanto Tarragona capital como su provincia son una lección viva de historia donde seguir el rastro de numerosas civilizaciones. Acompáñanos a recorrer el casco histórico tarraconense, los paisajes del delta de l’Ebre y del Priorat, la costa y los monasterios y castillos del interior. En esta guía encontrarás los lugares imprescindibles que ver en Tarragona, guárdala para tu próximo viaje.
Cartuja de Escaladei. © Costa Daurada/ Joan Capdevila Bonitos pueblos, playas deliciosas, rincones con encanto, santuarios modernistas y parajes naturales de ensueño te esperan en una escapada turística por la provincia de Tarragona . Y, también, tres grandes ciudades: Tarragona, la bellísima “Tarraco” de los romanos; Reus, la capital del modernismo; y Tortosa, “la ciudad del Renacimiento” según los locales. Para que no te pierdas ningún lugar esencial de la provincia, te mostramos una selección de lugares imprescindibles de Tarragona para que descubras todos sus tesoros, patrimoniales y naturales. Te recomendamos visitar Miravet, considerado el pueblo más bonito de Tarragona; Horta de Sant Joan, la población a la que cayó rendido Picasso; Cambrils y Salou, dos destinos concebidos para disfrutar y, si te apasionan los parques de atracciones, aquí tienes PortAventura World. Pero hay muchos más planes.
Qué ver en Tarragona capital Ubicada a menos de una hora de Barcelona, Tarragona es una ciudad con una personalidad muy particular. Derrocha esencia mediterránea e Historia y a ello contribuyen su pasado romano, un periodo medieval digno de recordar y una época modernista que sigue admirando a propios y visitantes. Por algo el casco histórico de Tarragona fue catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. No te puedes marchar de aquí sin admirar uno de sus destinos icónicos, el anfiteatro romano, sin dar un paseo tranquilo por la Rambla Nova o disfrutar del barrio de pescadores del Serrallo. Así que ponte en marcha y sumérgete en una ciudad moderna, abierta y acogedora, y sobre todo, monumental.
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Casa salas, una construcción modernista de Tarragona. Anfiteatro romano Este edificio de forma oval, que lleva en pie nada menos que 20 siglos y está a un paso de las aguas del Mediterráneo, impresiona al viajero en cuanto se le divisa a lo lejos. Tenía capacidad para unos 14.000 espectadores que, en otro tiempo, acudían hasta aquí para ver cómo luchaban los gladiadores con las fieras. También hubo en este espacio ejecuciones públicas. En el siglo VI se levantó en su interior una basílica visigoda, sobre la que más tarde se edificó la iglesia medieval de Santa María del Miracle. Merece la pena también visitar el Circo, el escenario donde se disputaban las famosas carreras de carros, entre ellas las de cuadrigas, y que podía albergar hasta a 25.000 espectadores.
Anfiteatro romano de Tarragona. Las murallas Resulta imprescindible caminar por el Paseo Arqueológico que discurre por las murallas romanas de la ciudad, que originalmente ocupaban 3,5 kilómetros de longitud. Hoy se conservan en buen estado 1,1 kilómetros, además de tres torres, entre ellas la del Arzobispo y la de Minerva, que tiene la particularidad de poseer la inscripción latina más antigua de la Península.
Murallas de Tarragona. Casco antiguo de Tarragona Además de las joyas monumentales legadas por los romanos, en el casco histórico de Tarragona (o Part Alta) hay otros muchos edificios de interés, como la Catedral, el Mercado Central, el Balcón del Mediterráneo y la Rambla Nova, sin olvidar el Museo Nacional Arqueológico, que desde el siglo XIX alberga fragmentos de esculturas, mosaicos, cerámicas e incluso un lienzo de la muralla romana.
Catedral de Tarragona. El barrio del Serrallo Ubicado en el extremo meridional del puerto, junto a la desembocadura del río Francolí, este barrio marinero es un lugar imprescindible que tienes que ver en Tarragona. Te encantará por el aire pintoresco que le dan sus casas de fachadas coloreadas al abrigo de altas palmeras, sus animadas terrazas y los restaurantes donde se puede degustar un rico pescado con la famosa salsa romesco. Si tienes ocasión, visita la lonja, donde se subasta a diario el pescado, o el viejo edificio del Pósito de Pescadores, que ha sido rehabilitado para actividades culturales.
Barrio de Serrallo. Monumento a los Castells Tarragona rinde tributo a los tradicionales “castells” (torres humanas) en un gran monumento en bronce de Francesc Anglés situado en la Rambla Nova. El conjunto está formado por 222 figuras a tamaño natural, entre las que sobresalen las de Pau Casals, Pablo Picasso, Antoni Gaudí, Joan Miró y Joan Antoni Samaranch. Ver cómo se construye un castell, en vivo y en directo, es una experiencia única. Todo un homenaje al esfuerzo humano.
Las playas de Tarragona Quince kilómetros de costa, siete playas y tres calas, con cuatro banderas azules, completan la oferta turística de Tarragona. Sin salir del centro de la ciudad se puede disfrutar de dos bonitos arenales de fina arena: la playa del Miracle –frente al Anfiteatro– y la playa de L’Arrabassada , con bandera azul. Hacia el norte, hay dos playas más pequeñas: La Savinosa, de 350 metros y bandera azul, y la dels Capellans, de apenas 60 metros. Ambas anuncian el gran arenal tarraconense, la Playa Larga, con sus tres kilómetros de casi infinita arena. Y si lo que deseas es calma e intimidad, te esperan tres coquetas calas: la playa de l’Arboçar, la playa de Becs y la Cala Jovera.
Playa de L’Arrabassada, en Tarragona capital. Los pueblos más bonitos de Tarragona Miravet Dicen que es el pueblo más bonito de la provincia y de esos lugares imprescindibles que ver en Tarragona. Está claro que merece mucho la pena visitar este delicioso e histórico municipio de la comarca de Ribera de Ebro. Por este pueblo discurre la ruta de los caballeros templarios, conocida como Ruta Domus Templi, que va desde Aragón hasta Valencia. Es obligatorio, por tanto, visitar su castillo templario y descubrir sus casas colgantes y su entorno natural siguiendo el paso del Ebro. Si tienes tiempo, puedes tomar una barca y dar un paseo por el río. O incluso visitar un taller de alfarería.
Llagut Lo Sirgador frente a Miravet. © Terres de l’Ebre Montblanc Capital de la comarca de la Conca de Baberà, la localidad amurallada de Montblanc cuenta con numerosos atractivos naturales y paisajísticos. Aquí se encuentra la considerada “catedral del vino”, obra modernista de César Martinell, quien fue discípulo de Gaudí. También merece la pena descubrir el Pont Vell (Puente Viejo), el antiguo hospital de Santa Magdalena y el portal de Sant Antoni. Y es que pasear por Montblanc es darse un delicioso baño de paz y calma. Pregunta también por su antiguo barrio judío medieval y por el convento de San Francisco.
Tamarit Este bonito pueblo situado junto a la desembocadura del río Gaiá, está en lo alto, mirando al Mediterráneo. Conserva aún su antiguo recinto amurallado y algunos restos del viejo castillo. Es una delicia contemplar su estampa y su conjunto, formado por las antiguas prisiones municipales, una batería del siglo XVI, la Casa del Comú, unas cuantas viviendas y una iglesia románica de tres naves que es uno de los ejemplos más puros y tempranos de arquitectura románica en la provincia. Sin duda, es uno de los pueblos bonitos que tienes que ver en Tarragona.
Castillo de Tamarit. © José Carlos León Prades Conocido como “el pueblo rojo” por el color de la piedra arenisca de sus casas, Prades tiene un casco histórico que apetece visitar solo con ver su bonito entorno montañoso. Está situado en la comarca del Baix Camp y apenas tiene 650 habitantes, cuyas casas se reparten entre la zona de la plaza, la iglesia, el castillo y las murallas. La iglesia de Santa María la Mayor está documentada desde el año 1194 y del castillo, que fue habitado por los condes de Prades, apenas quedan restos. Una de sus grandes celebraciones es la Fiesta de la Patata, que tiene lugar a mediados de septiembre.
Plaza Mayor de Prades. © Parc Astronòmic Muntanyes de Prades Horta de Sant Joan Horta de Sant Joan es un delicioso pueblo que tienes que ver en Tarragona. Está ubicado en el Parque Natural dels Ports, en la comarca de la Tierra Alta (Terres Altes), y fue el talismán que inspiró a Picasso en su juventud. Hasta aquí llegó invitado por su amigo Manuel Pallares y, tal fue su impresión, que el genio malagueño llegó a decir que “todo lo que sé lo aprendí en Horta”. Hoy este animado municipio, cuya plaza de Cataluña siempre está a rebosar de terrazas y locales que invitan al disfrute, rinde homenaje al artista malagueño en el Centro Picasso. Conviene recorrer también despacio su casco histórico y detenerse en el convento de San Salvador, en la casa Havanero y en la casa Colau de la plaza de la Iglesia.
Horta de Sant Joan. © Terres de l’Ebre Paisajes naturales únicos Terres de l’Ebre En este singular territorio, el río Ebro crea un gran delta y las montañas del vecino Parque Natural de Els Ports parecen acercarse al mar. Aquí hay playas kilométricas, gigantescos campos de arroz y un hábitat ideal para miles de aves, como los flamencos. Por eso está catalogado como Reserva Natural de la Biosfera. Es un espacio ideal para aquellos viajeros que aman la tranquilidad y la calma en plena naturaleza. Además, son muchas las actividades que se pueden hacer, desde navegar a bordo de un laúd turístico hasta dar un paseo en piragua o aprender a recolectar arroz.
Paseo en barca por el Delta del Ebro. © Terres de l’Ebre Priorat Esta comarca es la menos poblada y, posiblemente, la más auténtica de Cataluña. Esconde joyas patrimoniales como la Cartuja de Escaladei , del siglo XII, que fue construida por monjes procedentes de la Provenza y que, durante 700 años, fue un centro económico y social de primer orden. Tampoco debes perderte el pequeño pueblo de Siurana y caminar por los restos de su castillo musulmán. Y si te apasiona el vino, hay una Ruta de las Bodegas que tiene parada, entre otras, en la cooperativa de Falset, la bodega Cornudella de Montsant o la Bodega Joan Ametller.
Paisaje vinícola del Priorat. © Costa Daurada/ Joan Capdevila Otros lugares para disfrutar Playas para dar y tomar Con más de 90 kilómetros de longitud y 12 pueblos tan bonitos como Cambrils, Salou o Ametlla de Mar, la costa de Tarragona, también conocida como Costa Dorada o Daurada, reúne más de 60 playas repartidas por todo su litoral. Así que tienes para elegir a la hora de darte un chapuzón y disfrutar del sol y la arena a placer. ¿Quieres que citemos algunas? Ahí van: Cala Fonda, Cala Jovera, Cala Penya Tallada, Playa El Dorado, Playa del Castillo, Cala Forn…
Playas de Riumar, snorkel en L’Ametla de Mar, cala Llenya y playas de Les Cases d’Alcanar. © Terres de l’Ebre PortAventura World Si te apasionan los parques de atracciones, otro de los lugares que tienes que ver en Tarragona es PortAventura World. Se trata de un complejo que, además del parque de atracciones temático citado, incluye un parque acuático (Caribe Aquatic Park) y un tercer parque temático (Ferrari Land), además de 5 hoteles, 3 campos de golf y un beach club con acceso directo a la playa. Aquí podrás derrochar adrenalina y vivir una auténtica experiencia de emociones y diversión. Es, por sus dimensiones, el mayor parque temático de España y el tercero de Europa. Además de todas las atracciones, su oferta se complementa con una amplia gama de restaurantes y tiendas. Una despedida de adrenalina para poner el broche final a nuestra escapada turística por la provincia de Tarragona.
📌 Si haces un viaje a Cataluña con niños toma nota también de las actividades de este artículo: Turismo industrial en Cataluña, viajar y aprender en familia .
Puedes ampliar información sobre qué ver en Tarragona en las páginas oficiales de turismo de Costa Daurada , Terres de l’Ebre o Tarragona .
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