Entre las más de siete mil islas filipinas hay una que cuenta con varios tesoros naturales que justifican un viaje de más de veinte horas desde España. Esta es la isla de Bohol, con bellezas tan sorprendentes como las Chocolate Hills y animales en peligro de extinción como el “tarsius o tarsero”. El legado español en Bohol y Cebú, las increíbles playas y los fondos marinos de Filipinas son, además, el complemento perfecto.
El tarsius o tarsero filipino es uno de los primates más pequeños del mundo y lo puedes ver en Bohol. Aunque pequeña, Bohol es la décima isla en cuanto a tamaño del conjunto insular de Filipinas. No es la más conocida ni la más visitada pero no por falta de atractivos. Comenzaremos este artículo situándola geográficamente en la gran maraña de islas filipinas. Para identificarla, debéis buscar una silueta con forma de tortuga en la parte central del archipiélago de las Bisayas, entre Cebú y Leyte.
En las setenta y dos islas e islotes de Bohol se distribuye algo más de un millón de habitantes, entregados a sus labores, un poco ajenos al resto del mundo. Ni siquiera la llegada de conquistadores españoles, con Miguel López de Legazpi al frente, consiguieron alterar a la población, logrando llegar a un pacto con el jefe y héroe local Datu Sikatuna. Los boholanos se consideran descendientes de «los pintados» , el último grupo indígena de Filipinas. Aquel pueblo primitivo ya tenía una cultura propia antes de que llegasen los españoles en 1521, incluso poseía su propio sistema de escritura.
Legado español en Bohol La historia y la naturaleza se funden en esta isla filipina para brindar al visitante un destino que merece la pena conocer. El legado español, aunque no está bien conservado, se mantiene en pie como recuerdo del pasado colonial. Iglesias, casas y monumentos se hallan distribuidos entre los pequeños pueblos que la conforman. Las viviendas coloniales suelen estar habitadas por los descendientes de aquellos primeros españoles que consiguieron llegar hasta este lugar tan remoto en el siglo XVI. Su decoración permanece prácticamente inalterada y algunas se mantienen como casas museo. Las iglesias continúan acogiendo a un elevado número de fieles que se formaron en la fe católica y continúan las tradiciones de coros y rondallas infantiles que los colonos españoles dejaron.
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Chocolate Hills, una de las maravillas de la isla de Bohol. © Julian Paolo Maravillas de Bohol Chocolate Hills Entre las maravillas naturales de la isla de Bohol se encuentran las famosas Chocolate Hills , un conjunto de 1.268 colinas de caliza con una altura que oscila entre los 40 y los 120 metros. Tienen una curiosa forma redondeada que durante la época seca adquiere una tonalidad parecida a la del chocolate, de ahí su nombre. Su particular forma ha generado numerosas leyendas en torno a su creación, entre las que no faltan los romances entre dioses que explican su nacimiento. En la cumbre de la segunda montaña más alta encontraréis una escalera desde la que se puede observar una panorámica tan amplia que se pierde en el infinito. Eso sí, el mirador suele estar concurrido.
Tarsero, el primate más pequeño del mundo Pero Bohol es también la morada del primate más pequeño del mundo, el tarsius o tarsero , una especie protegida desde 1997 que está en peligro de extinción y que podría llevar en el planeta desde hace entre 38 y 54 millones de años. Según los estudios científicos publicados en la revista Science «es el único primate que se comunica con ultrasonidos. De hecho son muy pocos los mamíferos que utilizan estas frecuencias que escapan a la percepción del oído humano, por eso son tan eficaces. Los murciélagos son uno de estos animales que utilizan las ondas para orientarse». Podéis aprender un poco más sobre estos pequeños animales, de apenas 15 centímetros, en este artículo de RTVE .
Ruta en barco por el río Loboc Tras una ruta por la naturaleza filipina, con sus colinas a veces verdes otras marrones, es el río Loboc el que reclama atención e invita a navegar por sus tranquilas aguas. Este cauce de aguas tranquilas, que se halla a 21 kilómetros de Tagbilaran , invita a admirar la naturaleza que se acurruca a ambas orillas. Los paseos en bote motorizados suelen finalizar en las cataratas Tontonan .
Excursión en barco por el río Loboc, en Bohol. © Aldrino Algunos de los mejores fondos submarinos de Bohol se encuentran en la isla de Pamilacan , donde la transparencia del agua permite ver sin dificultad bonitos corales y peces de colores. Para darse un chapuzón en un lugar fresco, lejos del sol, nada mejor que Hinagdanan Caves , en Panglao, un mundo bajo el agua donde es posible bañarse rodeado de estalagmitas.
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Isla de Panglao Las mejores playas y complejos turísticos se encuentran en la isla de Panglao, también en la provincia de Bohol. Su litoral está rodeado de una suave y blanca arena que el mar turquesa acaricia con suavidad. Un agua tranquila donde es fácil abandonarse a la pereza mientras se observa cómo se mueve la sombra oblicua de las palmeras desde la preciosa playa de Alona Beach . Existen complejos hoteleros para todos los bolsillos, desde los que suele ocupar la población local hasta los grandes resorts donde la clientela internacional se olvida del resto del mundo desde las grandes piscinas y los restaurantes de cocina internacional.
Alona Beach, una de las playas más bonitas de Panglao. © Eduardo Casajús Gorostiaga Excursiones desde Bohol Isla de Cebú Tras el hechizo que provoca el conjunto insular de Bohol se puede viajar a Cebú para hacer una excursión o bien para regresar al lugar de origen desde su aeropuerto. Esta es una de las islas más conocidas y más ricas. Aquí fue donde Magallanes desembarcó y plantó la primera cruz, que todavía existe, y que fue levantada por orden del explorador portugués en el lugar donde fue bautizado el primer filipino. La estatua del Niño Jesús que llevaban impresionó tanto a los “pintados” que se convirtieron rápidamente. El único rebelde fue el jefe Lapu-Lapu, que más tarde destruyó a la expedición de Magallanes. En Cebú es fácil observar vestigios coloniales, tanto en recintos religiosos como en las fábricas de guitarras, cuyas pequeñas tiendas se pueden encontrar a pie de camino.
Basílica Minore del Santo Niño de Cebú y Fuerte de San Pedro La Basílica Minore del Santo Niño de Cebú , cuya imagen es considerada la reliquia más antigua del archipiélago filipino, es muy apreciada en la isla. La historia cuenta que esta imagen del Santo Niño fue un regalo que Magallanes hizo a la reina indígena Juana el día de su bautismo, en marzo de 1521. También se mantiene bien conservado el Fuerte de San Pedro , construido en 1738 para defender la ciudad contra los piratas, y que cuenta con un bonito jardín en su interior. El fuerte fue baluarte de los libertadores filipinos en 1898, durante la guerra de Independencia contra los españoles. Actualmente es un parque histórico cuyos antiguos barracones forman parte del Museo Nacional.
Fuerte de San Pedro, en la isla de Cebú. © Hitoshi Namura Si disponéis de tiempo es recomendable visitar el Museo Casa Gorordo , residencia del primer obispo de la isla. El jefe indígena Lapu-Lapu, que mató a Magallanes en Punta Engaño, en la vecina isla de Mactan, también tiene su monumento, dorado y de grandes proporciones. La alegría de los filipinos se traduce en música y danzas, así que no perdáis la oportunidad de disfrutar de sus fiestas y tradiciones.
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