En una ciudad como Viena, en la que la oferta cultural es tan seductora como abrumadora, resulta complicado decidir qué museos son prioritarios. Entre ellos, hay dos que han sido recientemente renovados: el Museo de Viena y la Kunst Haus, que están en el pódium de los imprescindibles de la capital austriaca.
Gustav Klimt es uno de los artistas presentes en el Museo de Viena. © Yolanda Cardo Viena cuenta con más de 100 museos . El Museo Sisi consagrado a la célebre emperatriz; el Albertina con una de las mayores colecciones gráficas del mundo en la que no falta Durero, Cézanne, Rubens o Picasso; el Belvedere con sus espléndidos jardines, sede de las principales obras de Gustav Klimt, Oscar Kokoschka y Egon Schiele; o el Museo de Historia del Arte y el de Historia Natural pertenecen a ese grupo de espacios consagrados, reconocidos mundialmente. Pero existen otros igualmente imprescindibles. Os contamos por qué el nuevo Museo de Viena (Wien Museum) y la Kunst Haus no deben faltar en vuestra lista.
Retrato de María Teresa de Austria en el Museo de Viena. © Yolanda Cardo Wien Museum, una fascinante crónica de la ciudad imperial Tras cuatro años de intensa restauración, el pasado diciembre reabría sus puertas el Wien Museum (Museo de Viena) en la céntrica Karlsplatz de la capital austriaca. El estudio de arquitectura Certov, Winkler+Ruck ha sido el encargado de adaptar a los nuevos tiempos el museo de la historia de la ciudad ubicado desde 1959 en un edificio protegido diseñado por el arquitecto Oswald Haerdtl . Completamente renovado y ampliado, la equipación documenta la emocionante historia de Viena desde sus orígenes, en los primeros asentamientos de hace unos 8.000 años, hasta nuestros días. Y lo hace desde todos los ámbitos posibles: el arqueológico, el político, el social, el urbanístico y, por supuesto, el artístico y cultural.
El vestíbulo central del Museo de Viena contiene las obras más grandes. © Yolanda Cardo Un total de 1.700 objetos distribuidos en tres plantas y 3.300 m2 configuran la muestra permanente y gratuita para todo el mundo ‘Viena. Mi historia’. El antiguo atrio del edifico se ha convertido tras la reforma en un impresionante vestíbulo central de 25 metros de altura que conecta todas las plantas y acoge las obras más grandes del museo. Lo hace además con una escenografía sorprendente en la que la gigantesca ballena del Prater, de 10 metros de largo y 1,7 toneladas, y un magnífico carruaje penden del techo; una extraordinaria maqueta de la catedral de San Esteban emerge desde el primer piso y las esculturas originales de la fuente Donnerbrunnen vigilan majestuosas la brillante puesta en escena.
El Museo de Viena documenta la historia de Viena desde sus orígenes. © Yolanda Cardo Imprescindibles en el museo Como aquí hay mucho que ver os dejamos algunos imperdibles. El museo atesora una excelente colección de arte que abarca desde el siglo XIV hasta la actualidad, con obras de artistas clave del clasicismo austriaco como Paul Troger y Johann Michael Rottmayr o del periodo fin de siècle como Gustav Klimt y Egon Schiele. Muy interesante también el ámbito dedicado a la Red Vienna , el que ahonda en el oscuro periodo de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial o los dedicados al diseño y al urbanismo.
Vistas desde la cafetería de la última planta del Museo de Viena en la Karlsplatz. © Yolanda Cardo Comer en el museo El museo cuenta además con dos espacios gastronómicos: El restaurante , situado a pie de calle con terraza a la Karlsplatz, dedicado a la fotógrafa vienesa Trude Fleischmann (1895-1990), donde disfrutar de especialidades vienesas; y el café-bar de la última planta, perfecto para tomarse un respiro con unas vistas impagables a la ciudad.
Wien Museum. Karlsplatz 8. 1040, Viena.
Fachada de la Kunst Haus, el museo fundado por Friedensreich Hundertwasser. © Yolanda Cardo Kunst Haus Wien, una oda a la sostenibilidad El vienés Friedensreich Hundertwasser (1928-2000) fue un artista multidisciplinar, un arquitecto visionario enemigo acérrimo de las líneas rectas y, por encima de todo, un ecologista comprometido. «La utilización ciega, cobarde y estúpida de la línea recta, ha convertido nuestras ciudades en baldíos desolados desde el punto de vista estético, espiritual y ecológico”, decía. Bajo esta premisa remodeló por completo una antigua fábrica de muebles abandonada de la empresa Thonet para transformarla en un sorprendente espacio, inaugurado como museo en 1991. Renovado integralmente entre 2023 y 2024 para mejorar la eficiencia energética, cada rincón del Kunst Haus responde a los valores y principios ecologistas y de sostenibilidad medioambiental que el austriaco siempre defendió. Tanto es así que esta coherencia, trasladada también al programa expositivo de la institución, lo hicieron merecedor en 2018 del distintivo medioambiental de Austria convirtiéndose así en el primer museo ecológico del país.
Patio interior del Kunst Haus. © Yolanda Cardo Las plantas, una constante en la fachada y el interior Una fachada alegre, inusual y colorida en la que los árboles trepan por las paredes para instalarse como un inquilino más del inmueble, unos suelos irregulares, la ausencia de bordes y de esquinas y el maravilloso patio interior del café del museo dibujan un espacio sorprendente que transciende la experiencia museística. Y es que el Kunst Haus cautiva tanto por las formas de su diseño como por las obras y exposiciones que contiene. Por un lado está la colección permanente formada por un gran número de obras del propio Hundertwasser, una suerte de catálogo de su visionaria filosofía ecológica conformado por obra pictórica y gráfica, tapices, objetos o maquetas de proyectos arquitectónicos como el del pueblo termal de Bad Blumau a las afueras de Viena.
Rodrigo Arteaga es uno de los participantes es la exposición temporal «Into the Woods» en el Kunst Haus de Viena. © Yolanda Cardo La última planta alberga las exposiciones temporales. La muestra colectiva Into the Woods (hasta el próximo 11 de agosto), enmarcada en la Bienal del Clima de Viena, reflexiona sobre la importancia de los bosques a través de las obras de diversos artistas contemporáneos como Rodrigo Arteaga, Susanne Kriemann, Abel Rodríguez o Diana Scherer.
Kunst Haus Wien. Untere Weibgerberstrabe 13. 1030, Viena.
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