Poznan y Sofía Casanova Sofía Casanova nació en La Coruña el 30 de septiembre de 1861. Su familia se trasladó a Madrid cuando era adolescente con el fin de darle una buena formación. Y así fue, Sofía estudió y aprendió. Solía frecuentar la corte de Alfonso XII, que era un enamorado de su poesía, y acudía periódicamente a reuniones artísticas y tertulias literarias donde conoció a quien sería su marido, el profesor, filósofo y matemático polaco Wicenty Lutoslawski .
Se trasladó con él a Polonia y luego a otros países, dadas las funciones diplomáticas de Lutoslawski. Gracias a ello aprendió diversas lenguas y disfrutó de ciudades como Londres, San Petersburgo o París. Pasaban largas temporadas en la casa familiar de los Lutoslawski (una familia aristocrática de Polonia) en Drozdowo , cerca de la ciudad de Poznan, en una mansión de quinientos años donde Sofía aprendió a amar la naturaleza de la tierra polaca. En 1984, el hogar de los Lutoslawski se transformó en el Museo de la Naturaleza .
Panorámica de Poznan. Sofía, partícipe de momentos claves en la historia europea Sofía llegó a Polonia bajo la invasión zarista y se convirtió en la primera mujer corresponsal en el extranjero de los diarios ABC, La Época, El Liberal, El Imparcial… También colaboró con la Gazeta Polska y el New York Times , periódicos en los que escribió numerosas crónicas y opiniones sobre los acontecimientos históricos de la Europa de principios del siglo XX. El rey Alfonso XIII en 1919, en uno de los viajes de Sofía a España, le concedió la Gran Cruz de Beneficencia por sus servicios como enfermera en la Primera Guerra Mundial en un hospital improvisado en Varsovia. Por las crónicas de esta época se le podía considerar realmente corresponsal de guerra.
Participó en la lucha de los sufragistas en Inglaterra, fue testigo de la revolución bolchevique, entrevistó a Trotsky y vivió el holocausto nazi en Varsovia, época en que su colaboración con ABC se tambaleó por no “cuadrarles” las noticias enviadas por Sofía sobre el Tercer Reich en una España franquista.
Su amor por Polonia A pesar de separarse de su marido, que la repudió por no haberle dado hijos varones, y de luchar encarecidamente para mantener a sus tres hijas, Sofía siempre quiso de forma muy especial a Polonia y a su familia política de los que decía ser cultos, inteligentes y hospitalarios. La tierra polaca se convirtió en su hogar, aunque volvía casi todos los años a Galicia para disfrutar del verano en Mera y nunca perdió el contacto con su gente. Era protegida de Campoamor, se relacionó con Emilia Pardo Bazán, Castelao, Emilio Ferrari… y fue íntima amiga de la poetisa Blanca de los Ríos, con quien se carteaba constantemente y por la que sentía una admiración recíproca. Llegó a ser la primera candidata española al premio Nobel de Literatura , propuesta por la Real Academia Gallega, que le había otorgado el título de Académica de Honor en 1952.
Su obra literaria fue muy prolífera, aunque desgraciadamente, a excepción de círculos reducidos, no obtuvo la fama y reconocimiento que merecía. Gracias a Rosario Martínez, profesora de instituto en Galicia, su nombre ha vuelto a sonar en el mundo literario. Por azares del destino cayeron en manos de Rosario trabajos y retazos de la vida de Sofía. Le apasionaron tanto que viajó a Polonia, visitó a la familia y escribió un libro sobre su vida. Marcos Gallego llevó la vida de Sofía al cine con la película documental A maleta de Sofía .
Casas barrocas del casco antiguo de Poznan. “Babunita” escribió hasta el final Aparte de su labor periodística publicó varias novelas como La Mujer Española en el Extranjero (Madrid, 1910), Dr. Wolski (Madrid 1920), De la revolución Rusa (Madrid 1918) o El Martirio de Polonia (Madrid 1946), entre muchas. También escribió teatro y cuatro colecciones de una poesía de lenguaje claro y directo en la que se vislumbra su inquietud por la niñez y la pérdida de la fe. Sofía venía de una familia conservadora, monárquica…
Sin embargo cuando llegó a la Polonia ocupada por los zares y comenzó a ver los horrores de la opresión, pensó que la revolución bolchevique sería una solución. Al comprobar que no fue así, se volvió cada vez más incrédula, un escepticismo que llegó a su punto álgido al vivir las atrocidades de la ocupación nazi en Polonia. Literariamente se volvió tierra de nadie, de ella misma, pues sus opiniones no encajaban o interesaban a los medios con los que había trabajado. Estas circunstancias no la hicieron desfallecer y siguió escribiendo con fruición a pesar de haberse quedado casi ciega .
Vivió con su familia polaca en Varsovia, en Drozdowo, y finalmente se trasladó a Poznan a casa de su nieta, donde la llamaban cariñosamente ‘Babunita’, mezcla de la palabra polaca ‘Babka’ para abuela y la terminación española ‘ita’. Para su familia ‘Babunita’ fue una institución.
La querían y respetaban, disfrutando de sus paseos por el campo en los que ‘Babunita’ les ilustraba sobre la naturaleza pero dejándole su tiempo cuando escribía en la pizarra o con su pluma de madera de Zakopane a grandes rasgos, a causa de su ceguera.
Una casa de cuento en Poznan La casa de Poznan donde Sofía vivió sus últimos años es como de cuento. Situada en un barrio tranquilo de la ciudad, está rodeada de árboles y tiene el sabor de lo añejo. Allí vive ahora el viudo de su nieta Zofia, el Profesor Jerzy Marcinek , que respira paz y sabiduría y habla con cariño y admiración sobre “Babunita” y los últimos años de su vida que él tuvo el privilegio de compartir. Es entrañable observar entre los muchos y antiguos objetos de la casa, una figura de “Sargadelos” que evoca la “Saudade” que Sofía siempre guardó por su Galicia natal.
Casa de Sofía Casanova en Poznan. Poznan hasta el final Poznan es una de las ciudades más antiguas de Polonia. Está en la región llamada la Polonia Grande y, dada su situación estratégica entre Berlín y Varsovia, su historia es rica en todos los ámbitos: empresarial, académico y cultural. Una urbe no muy grande con un casco antiguo bellísimo , historia legendaria y ambiente cautivador. Está a orillas del río Varta y tiene un lago, el Malta , donde se celebran regatas de remo.
Vista de Poznan desde la torre del Ayuntamiento. En el cementerio de Poznan reposa Sofía Casanova de Lutoslawski, rodeada de los suyos, entre los que se encuentra Josefa López, la campesina gallega que siempre la acompañó en su agitada vida. Sofía murió en Poznan el 16 de enero de 1958.
CONSEJOS ETHERIA Dónde dormir Hotel Ibb Andersia . Un coloso de cristal, levantado en una de las zonas más estratégicas de Poznan al lado del casco antiguo y enfrente de la Stary Browar , la fábrica de cerveza del siglo XIX cuya metamorfosis como Centro Comercial ha resultado ser una de las más bellas y exitosas de Europa. El hotel cuenta con todas las comodidades y lujos dentro de un diseño moderno y acogedor.
Dónde comer Brovaria . Está en un edificio barroco en la Plaza del Casco Antiguo de Poznan, uno de los más bellos y mejor reconstruidos de Polonia. Alberga un hotel, una animada cervecería y un restaurante de gastronomía polaca tradicional.
Gospda Pod Kiziolkami . Es casi obligatorio cenar en este restaurante medieval frente al Ayuntamiento de la Plaza Vieja. Paredes de madera y ladrillo, mesas alumbradas por velas y unos estupendos asados y pierogis , las famosas empanadillas polacas.
Más información Puedes ampliar información en Turismo de Polonia .
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