Noruega es uno de los destinos imprescindibles del norte de Europa. También está entre los viajes que siempre tenemos en mente… si no te decides, sigue leyendo este artículo porque lo tendrás mucho más claro. Te contamos qué ver en Noruega y por qué deberías viajar hasta allí (más pronto que tarde).
Fotografías: Félix Lorenzo
Impresionantes vistas desde el mirador de Utsikten. Pretender conocer Noruega de una sola sentada es muy ambicioso, pues la distancia entre el norte y el sur es inmensa –a no ser que dispongas de un par de meses para dedicarlos a viajar–. Por lo tanto, nos hemos centrado en la zona de los fiordos, en un recorrido que parte de Bergen y finaliza en Molde, y que en ocasiones nos lleva por alguna de sus 18 rutas panorámicas. La que hemos elegido para las viajeras de Etheria Magazine ofrece una cata de (casi) todo lo que ofrece este maravilloso país.
Bergen, la ciudad de las casas de colores Conocida como la entrada a los fiordos, esta ciudad portuaria, que fue una de las más importantes de la Liga Hanseática, es ahora el mayor puerto de cruceros turísticos de Noruega y también una de las más bellas del país. Por muy corta que sea la visita, es imprescindible pasear por la zona más antigua, Bryggen (Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), con sus características casas de madera pintadas de colores que iluminan la fachada marítima. A la hora de comer es habitual acercarse hasta el el Fisketorget , un mercado en el que se puede degustar toda clase de pescado. Para obtener una vista general de la ciudad y las siete montañas que la rodean se puede ascender con el funicular hasta la cima del monte Fløyen.
Bergen, una de las ciudades más hermosas de Noruega. Edificios singulares de Noruega Tomando la carretera desde Bergen en dirección a Balestrand se encuentra una de las pocas stvkirke (templos cristianos medievales construidos completamente en madera) que sobrevivieron a la ley de 1851 que establecía que las iglesias debían tener lugar para, al menos, un tercio de la población de la parroquia, por lo que muchas fueron derribadas. La iglesia de Hopperstad , en Vik, es una de las 28 que quedan en toda Noruega. Edificada hacia el año 1130, aunque reconstruida en gran parte en el siglo XIX, está considerada una de las más bellas del país y se puede visitar.
La iglesia de madera de Hopperstad es una de las 28 de este tipo que quedan en el país. Balestrand, despliegue de belleza natural Cuando pensamos en Noruega nos viene a la cabeza la imagen de un bucólico pueblo entre montañas con casitas de colores a orillas de un fiordo. Así es precisamente Balestrand, situado junto el Sognefjord, el fiordo más largo y profundo del país . Es además un punto de partida excelente para hacer excursiones que nos permiten entrar en contacto con la naturaleza, ya sea haciendo trekking por los alrededores o navegando por el fiordo en kayak o barco.
El hotel Kviknes está situado en Balestrand. Gaularfjellet, cascadas y miradores sin igual Una de las 18 rutas panorámicas de Noruega, la de la carretera de Gaularfjellet –la montaña Gaular–, pasa por dos puntos de lo más interesantes. Por un lado, el mirador de Utsikten , una verdadera obra de arte arquitectónica que se mantiene en equilibrio en el borde de la montaña. Su nombre, que traducido significa “la vista”, nos da pistas sobre lo que se ve desde aquí arriba, a 700 metros de altura. Otro de los tesoros de este recorrido es el río Gaular, famoso por sus cascadas. El estrecho puente sobre Likholefossen es, sin duda, uno de los lugares más impresionantes, porque se puede sentir la fuerza del agua. Hay que ir bien equipado porque nos mojaremos seguro.
Glaciar de Briksdalsbreen Situado en el parque nacional de Josedalsbreen, el Briksdalsbreen es uno de los brazos más accesibles del glaciar. El ascenso puede hacerse a pie –el camino es fácil, aunque empinado–, o subir con un trollcar, unos todoterrenos descapotables. El glaciar desemboca en un pequeño lago a 346 metros sobre el nivel del mar. Puesto que está en constante movimiento, el tamaño del glaciar varia dependiendo del momento en el que vayamos, pero siempre es espectacular.
Naturaleza en estado puro en el glaciar de Briksdalsbreen. Del fiordo al cielo en 5 minutos Muy cerca de allí se encuentra el Loen Skylift, un teleférico inaugurado en 2017 que nos lleva desde las orillas del fiordo Nordfjord hasta la cima de la montaña Hoven a 1.011 metros en un vertiginoso ascenso en tan solo 5 minutos. Desde el mirador se obtiene una de las panorámicas más espectaculares (de 210 grados) que abarca el monte Skåla, el lago Lovatnet, el glaciar Jostedalsbreen, el pueblo de Olden y el fiordo Nordfjord. Desde aquí también parte una vía ferrata para los más aventureros. El precio de esta atracción no es precisamente económico (unos 55 euros por persona, aunque hay ofertas para familias), pero la experiencia merece la pena.
Estas son las vistas que se obtienen al ascender en el Loen Skylift. La escalera de los trolls Aunque parezca increíble, los noruegos creen en los trols, esos seres gigantes que viven de noche y que encuentran a los humanos muy apetecibles. Tanto es el arraigo de estos seres en la cultura noruega, que la serpenteante y empinada carretera enclavada entre escarpadas montañas y cuajada de curvas (once de ellas de 180 grados) que desciende hasta el nivel del mar se la ha bautizado Trollstiegen (la escalera de los trols). Desde lo alto del mirador uno se da cuenta de la magnitud de esta carretera que se construyó en los años 30 y que es el preámbulo perfecto para otra de las maravillas naturales noruegas más famosas, el fiordo Geiranger.
Mirador en Trollstiegen. Crucero por el fiordo Geiranger Forma parte del Patrimonio de la Unesco y está considerada una de las mejores atracciones naturales del país. La cascada de las Siete Hermanas y muchas otras fluyen a raudales montaña abajo hasta acabar en las aguas azul claro del Geirangerfjord, de 15 kilómetros de largo. Desde un barco es como mejor se aprecia la caída libre del agua que crea arcoíris sin parar y que nos recuerda lo pequeños que somos ante la grandeza de la naturaleza. Te proponemos un juego: intenta descubrir la forma de botella de una conocida marca de ginebra que se esconde en una de las cascadas.
Mirador sobre el fiordo de Geiranger. Un poco de cultura En la ciudad de Molde, el Romsdalmuseum , conocido como Krona por la forma de su edificio principal (significa corona) es un museo en gran parte al aire libre que muestra cómo eran las casas noruegas entre los siglos XVII y XX. Han sido traídas desde diversos puntos de Noruega y organizadas de manera que se asemejan a un pueblo. Interesante es visitar una minúscula iglesia –donde todavía se ofician bodas–y el interior de una de las casas que incluye el mobiliario original, como si sus propietarios fueran a volver en cualquier momento. En el Krona se hace un repaso muy ameno por la historia y cultura noruegas.
El Romsdalmuseum, o Krona, muestra cómo eran las viviendas en siglos pasados. Un capricho, alojarse en una isla Desde Molde se accede a la carretera del Atlántico, una de las rutas panorámicas más espectaculares , ya que nos lleva de isla en isla por puentes que parece que estén suspendidos en el aire y no vayan a ninguna parte. En Geitøya podemos coger un pequeño ferry para llegar a la minúscula isla de Håholmen, un antiguo pueblo pescador de bacalao, abandonado durante años, reconvertido ahora en un idílico hotel que parece anclado en el pasado, pero con las comodidades modernas. Todas las habitaciones están ubicadas en las casas de pescadores originales del siglo XVIII que han sido cuidadosamente rehabilitadas. No hay que perderse las puestas de sol, tan bellas que cualquier descripción se queda corta.
La Carretera del Atlántico, la ruta panorámica más espectacular de Noruega. Noruega para foodies La gastronomía noruega es deliciosa y más variada de lo que puedas imaginar. Entre sus platos estrella encontramos la sopa de pescado, el salmón en todas sus versiones, el bacalao, el ciervo, las albóndigas de pescado, el cangrejo de río o incluso la ballena, todo ello acompañado siempre de patatas hervidas y verduras. En cuanto a los dulces, las waffels son las reinas , así como el chocolate Kvikk Lunsj. A primera vista parece una copia del Kit Kat, pero acaba de ganarle un pleito al gigante alimentario que admite que el Kvikk Lunsj surgió antes y que la receta es diferente –y según los noruegos, mejor–.
La minúscula isla de Haholmen se ha reconvertido en un pintoresco hotel.
Guía Noruega | Etheria Magazine Cómo llegar La compañía Norwegian tiene vuelos directos a Bergen desde Madrid, Alicante, Málaga y Gran Canaria y con escala en Oslo desde Barcelona y Palma de Mallorca.
Dónde alojarse En Noruega está permitido acampar en cualquier lugar durante un máximo de 48 horas, siempre y cuando se mantenga una distancia de 150 metros a la casa más cercana. Para las que busquen un poco más de comodidad, en Bergen el Magic Hotel Korskirken está muy céntrico, es moderno y funcional. En Balestrand hay que pasar como mínimo una noche en el histórico Kviknes Hotel ubicado en un impresionante edificio de estilo suizo construido en 1877 a orillas del fiordo, repleto de obras de arte y antigüedades.
A pesar de contar con una población de tan solo 200 habitantes, Geiranger cuenta con una gran oferta hotelera. Destaca el hotel Geiranger con vistas al fiordo y a un tiro de piedra del muelle. En Molde el Thon Hotel Moldefjord es moderno y acogedor, y cuenta con detalles muy especiales, como la fruta natural que encontrarás en la habitación y que proviene del jardín de la directora.
Más información en Turismo de Noruega y www.nasjonaleturistveger.no/en/routes
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