Considerada por muchos como uno de los grandes paraísos naturales del mundo, Sri Lanka despliega un manto verde bajo el que se ocultan, entre otros animales, tigres, cocodrilos, pavos reales y los habitantes más ilustres de la antigua Ceilán: los elefantes. Un viaje a Sri Lanka, la gran isla con forma de lágrima situada frente a India, nos depara momentos muy emocionantes y algunos sueños cumplidos. Y en Etheria Magazine no hay nada que nos guste más que cumplir sueños. Este artículo te interesará si ya estás en Sri Lanka y buscas planes para hacer, o si estás buscando destino para las vacaciones. Sri Lanka es un país bastante seguro para viajar sola , en pareja o plantear un viaje con amigas . Ana Vara nos cuenta su experiencia allí y su fascinación por los elefantes.
Orfanato de elefantes de Pinnawela Son casi las dos de la tarde, la hora de salir al recreo de los elefantes del orfanato de Pinnawela , el centro de acogida, cría y recuperación más antiguo y grande del mundo de estos grandes mamíferos. El ritual diario del baño es uno de los momentos más ansiados por los turistas y también por los paquidermos, cuya excitación, expresada en alzado de trompa y aleteo de orejas, se puede palpar. Me sitúo detrás de una rudimentaria valla junto con un montón de escolares vestidos de uniforme, esperando ansiosa el comienzo del desfile.
Orfanato de elefantes en Sri Lanka. Dos en punto, se abren las puertas. La imponente manada de más de medio centenar de ejemplares camina, como si fuera un ejército, a paso ligero por las calles del pueblo de Rambukana hasta llegar al río Maha Oya. Allí, durante un par de horas, las crías gozan del agua al lado de los especímenes más mayores. Se zambullen, se tiran agua con la trompa por encima de la cabeza para combatir el calor, juegan entre ellas y se tumban para ser masajeados por los “mahouts”, sus cuidadores, de los que se dice que desarrollan con ellos un vínculo especial que durará toda su vida.
Emocionada con el espectáculo, acepto sin dudar cuando me proponen un paseo en uno de estos enormes y preciosos animales. Y en un santiamén, me encuentro a lomos de un mastodonte de varias toneladas de peso, sintiendo bajo mis manos su áspera piel y contemplando desde las alturas la belleza de los exuberantes bosques que caracterizan Sri Lanka.
Los elefantes se dirigen al río para beber agua y darse un baño. De safari por los Parques Nacionales de Uda Walawe y Minneriya Tras la experiencia, no dudo en hacer varios safaris por los parques nacionales para ver a los elefantes en su hábitat natural. Y es que Sri Lanka ofrece un espectáculo de vida silvestre que rivaliza con el Serengeti de África. Por recomendación de Kiran, el ‘mahout’ que me prestó el lomo de su compañero para hacerme sentir por unas horas como una princesa cingalesa, elijo el Parque Nacional de Uda Walawe , con un paisaje propio de la sabana africana, donde disfruto de las grandes concentraciones de búfalos, cocodrilos, infinidad de aves y centenares de elefantes.
También me uno a una expedición para adentrarme en el Parque Nacional de Minneriya , un tesoro de lagunas y praderas. Nombrado santuario de vida salvaje en 1938 y declarado parque nacional en 1997, aquí las manadas de paquidermos salvajes se desplazan en busca de pastos bajo la atenta mirada de las grandes colonias de aves. Accedo al parque en un 4×4, un vehículo que me permite entrar en la jungla. Ver las manadas de elefantes es el objetivo del safari que he contratado. Después de atravesar las llanuras, llegamos a los lagos; ahí están.
Un paseo en elefante es una experiencia inolvidable. Los mamíferos acuden un par de veces al día a hidratarse y a darse el habitual baño, con lo que no es difícil encontrarlos. Aunque los elefantes no son la única atracción del parque de Minneriya; también podemos sorprender a los leopardos, los búfalos de agua, ciervos, flamencos y muchas de las más de cien especies de aves que aquí habitan.
«Escritores y poetas de todos los tiempos han definido a Sri Lanka como el país de los rubíes, de las especias y del té»
Su encanto ha quedado plasmado en el transcurso de la historia en el libro de viajes de Marco Polo y, después, en los cuadernos de navegantes y mercaderes portugueses, holandeses e ingleses que, fascinados por su rico y variado reino de especias y sus paisajes, agrandaron su fama de paraíso perdido. Tampoco ha pasado desapercibido en mi cuaderno de viajes, en el que he podido tachar de mi lista de deseos el pasear a lomos de un elefante.
Elefantes en Sri Lanka. Ceilán, edén de Buda o vergel del Índico son algunos nombres que recibe y que le hacen honor. Es, también, la isla que Noé hubiera convertido en arca sin cargar en ella nada que ya no tuviera.
CONSEJOS ETHERIA Este viaje a Sri Lanka que os proponemos se presta tanto para un viaje con amigas, como en familia, en pareja o sola. Si os gusta la naturaleza y sois unas enamoradas de la fauna, no lo dudéis porque os encantará.
Cómo llegar No hay, por el momento, vuelos directos a Sri Lanka. Consulta las frecuencias y tarifas de Qatar Airways, Emirates y Turkish Airlines.
Requisitos de entrada Necesitas pasaporte y, también, un visado que puedes tramitar online y que sale por unos 20 dólares. Si quieres hacer una visita en tránsito durante dos días no tendrás que pagar nada.
Cuándo ir a Sri Lanka Aunque se puede viajar durante todo el año, la mejor época para visitar Sri Lanka es entre febrero y abril (el tiempo es más estable). Su temporada alta se sitúa entre diciembre y marzo.
Consejos para hacer un safari en Sri Lanka Udawalawe y Minneriya son los Parques Nacionales de Sri Lanka donde más elefantes verás. Durante los meses de agosto y septiembre se produce un fenómeno denominado “la concentración”, en la que decenas de elefantes se reúnen al atardecer en las inmediaciones de un embalse. Si no vas en estos meses, también podrás ver numerosos elefantes, aunque en grupos más pequeños. Los paisajes son asombrosos y verás muchos otros animales.
Entre los elefantes y los cuidadores se establece un vínculo especial. Para contratar un safari puedes hacerlo a través del hotel en el que te alojes, en las empresas que están en las inmediaciones del parque, o simplemente puedes ir a la puerta del parque, donde hay jeeps esperando, y contratarlo minutos antes de entrar. Suelen durar unas 3-4 horas y hay opción de mañana (de 6 a 10 h) y de tarde (de 15 a 18 h). El precio ronda los 90 dólares y generalmente incluye agua y algún snack.
No te pierdas: el Festival Esala Perahera El Esala Perahera en la ciudad de Kandy es uno de los más grandes y antiguos festivales budistas en Sri Lanka. Durante una semana entre los meses de julio y agosto, dependiendo de la luna llena, las calles se llenan de bailarines, malabaristas, músicos, lanzafuegos, y elefantes majestuosamente adornados que dan vida a este magnífico desfile, considerado uno de los más bellos de Asia. Los elefantes, vestidos de seda y con el cuerpo totalmente iluminado, secundan al ejemplar más grande que porta en su lomo la sagrada reliquia del diente de Buda. Con el Esala Perahera se conmemora la llegada del diente desde India así como la decisión de un Rey Kandyano de compartir por unos días con su pueblo tan adorado símbolo. Si tienes oportunidad de coincidir con esta festividad, que en 2019 se celebrará del 7 al 17 de julio, no te lo pierdas.
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