Magia, sofisticación y elegancia. Viena es la ciudad ideal para disfrutar con nuestras madres –o con nuestras mejores amigas– porque nos invita a soñar con historias de aquella época dorada en la que por sus avenidas paseaban las emperatrices camino de sus lujosos palacios. Si hubiese que elegir dos elementos en Viena serían la música y el arte. ©Pixabay Viena es una de las ciudades más elegantes y sofisticadas de Europa. Su imperial historia, la música clásica que la envuelve en todo momento, la arquitectura y el arte que custodia entre sus calles, y una filosofía de vida tranquila y segura la convierten en la capital perfecta para visitar en una escapada madre-hija . Podréis contemplar imponentes e históricos palacios; sumergiros en el museo de Sisí para conocer de cerca cómo vivía la emperatriz más famosa del mundo; perderos por sus calles y jardines disfrutando de la serenidad de la ciudad; admirar el grandioso edificio de la ópera estatal de Viena –y asistir a una de sus funciones si tenéis suerte–; e incluso visitar los numerosos mercadillos y ferias gastronómicas que realizan a lo largo del año, perfectos para descubrir la cultura culinaria del país y hacer un break en el camino de lo más delicioso.
Te lo pondremos muy fácil porque hemos preparado un itinerario para disfrutar con tu madre durante cuatro días en Viena .
Palacio de Hofburg. ©Pixabay Qué ver en Viena en 4 días Primer día: palacio de Hofburg y Museo de Sisí Una vez hecho el check-in en nuestro alojamiento y, dependiendo de la hora de llegada, merece la pena dar un paseo por la parte antigua de la ciudad para ubicarnos y visitar algunos enclaves imprescindibles de la misma. Acercarse a la famosa y céntrica Heldenplatz o Plaza de los Héroes es un paseo agradable a orillas del Danubio en el que podemos admirar desde fuera el Palacio Imperial de Hofburg. Es el más antiguo y grande de Viena, conocido como residencia de invierno, y albergó durante más de 600 años a grandes personajes de la realeza austriaca. Hoy en día es hogar del presidente de la República y acoge en su interior el Museo de Sisí , los salones imperiales y una asombrosa colección de platería, repartidos en sus más de 2.600 estancias.
Para reponer fuerzas y sumergirnos de lleno en la gastronomía local con un buen wiener schnitzel (un enorme escalope de ternera empanada), una buena opción en el centro histórico de Viena es el mítico Figlmüller (en la Vollzeite), abierto desde 1905 y donde sirven además delicioso cordon bleu de pollo y un queso emmental empanado que es una auténtica perdición.
Palacio Belvedere. ©Pixabay Segundo día: palacios Belvedere y Schönbrunn La segunda jornada la dedicaremos a los otros dos palacios más importantes de Viena: el Palacio Belvedere y el Palacio de Schönbrunn, dos construcciones que, además de por sus dimensiones, son admirables por su belleza.
El Palacio Belvedere, de hermosa arquitectura barroca, lo conforman dos edificios (Belvedere Alto y Belvedere Bajo), unidos por sus extensos y coloridos jardines. Fue construido entre 1714 y 1723 para el príncipe Eugenio de Saboya, y en su interior custodia “El beso” de Klimt, uno de los cuadros más reconocidos a nivel mundial, entre otras obras de arte medieval, barroco, romántico e impresionista.
Palacio de Schönbrunn. ©Pixabay Continuamos el día visitando el Palacio de Schönbrunn, también conocido como residencia de verano de los Habsburgo o “el Versalles austriaco” por sus impresionantes jardines y su laberinto floral. Tiene su origen en una mansión de caza que en 1642 fue reconvertida a palacio, y en 1996 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Desde su pequeña cocina las vistas del conjunto son una auténtica maravilla. Como añadido, dentro del recinto se ubica el Tiergarten Schönbrunn que, inaugurado en 175, se trata del zoo más antiguo del mundo.
Tercer día: plaza y catedral de San Esteban A primera hora pondremos rumbo a la Plaza de San Esteban o Stephansplatz , el centro geográfico de Viena, que tiene como protagonista la Catedral de San Esteban o Stephansdom con su alta torre en forma de aguja. De estilo gótico -sobre una primera planta románica del siglo XII- y admirablemente cuidada y conservada, es el principal monumento religioso del país, un edificio admirable que ha sobrevivido a numerosos acontecimientos bélicos. En su interior encontramos obras y restos históricos tan interesantes como la imagen del Cristo crucificado, las Catacumbas, la Campana Pummerin y el Púlpito de Pilgram.
Si el tiempo acompaña podemos aprovechar para pasear por Stadtpark , el parque más famoso de la ciudad. Este rincón verde de Viena esconde numerosas esculturas y monumentos como el homenaje dorado a Johann-Strauss. Un plan perfecto es escoger algo apetitoso de comer en alguno de los mercadillos que podemos encontrar por los alrededores y hacer un pequeño pícnic mientras respiramos aire fresco y nos relajamos.
Vistas del edificio de la Ópera desde el Museo Albertina. ©Pixabay La Ópera de Viena Por la tarde, nos acercaremos a la prestigiosa Ópera de Viena, que este año celebra su 150 aniversario desde su inauguración el 25 de mayo de 1869 con la representación del “Don Giovanni” de Mozart. Además de contemplar su fachada exterior, merece la pena acceder a su interior y podemos hacerlo de dos formas: a través de una visita guiada en la que os llevarán por muchas de las estancias del edificio; o comprando una entrada para asistir a una de sus funciones, la que para mí es la opción más auténtica y emocionante. Un paseo en carruaje de caballos y deleitarse con una porción de la famosa sacher-torte del Hotel Sacher conseguirán que rematemos la jornada de la manera más idílica posible.
Fachada de HunderwasserHaus o Casa Hundertwasser. ©Pixabay Cuarto día: el anillo de Viena Si tenemos tiempo antes de despedirnos de la capital austriaca podemos dar un paseo por el Ringstraße , conocido también como el Ring de Viena . Esta avenida circular ofrece maravillosas vistas de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, y puede recorrerse también a bordo de un tranvía. Fíjate con atención en la Ópera de Viena, el Parlamento, el Teatro Nacional, el Museo de la Historia del Arte y el Museo de la Historia de la Naturaleza.
Otra visita de interés es la Casa Hundertwasser (HunderwasserHaus) del artista Friedensreich Hundertwasser es otra de las fachadas que merece la pena visitar durante unos minutos. Colorida, irregular y repleta de vegetación que se asoma por sus ventanas, se convierte en una estampa tan sorprendente como divertida en la que no os podréis resistir a sacar una foto.
Una excursión complementaria El Castillo de Lichtenstein, situado en el extremo sur de los Bosques de Viena, es la excursión perfecta para completar el viaje. Este edificio románico que data del año 1130 es la sede familiar del Príncipe de Liechtenstein, un lugar repleto de historia y cultura desde el que admirar una de las vistas más hermosas de la ciudad. La visita al interior se debe realiza con un guía y tiene una duración aproximada de una hora. Para llegar hasta el castillo podemos coger un tren directo desde Wien Mitte (56 min), en autobús cogiendo la línea 1109 desde Oper/Karlsplatz U (1h y 30min con un transbordo) o en coche (26min).
Guía de Viena | Etheria Magazine ¿Qué necesito para viajar a Viena? Al pertenecer a la Unión Europea, para viajar a la capital de Austria únicamente necesitamos nuestro Documento Nacional de Identidad (DNI).
¿Cómo llegar a Viena? Para volar hasta Viena desde España no es necesario realizar escalas. Hay diversidad de vuelos desde los principales aeropuertos españoles, con horarios y precios flexibles, según compañías. Con Laudamotion , aerolínea low cost austriaca, podemos encontrar propuestas muy asequibles y con diversidad de horarios. Otras líneas aéreas que conviene revisar son Iberia , Vueling , Level , Volotea , Wizzair y Eurowings .
¿Dónde dormir en Viena? La oferta hotelera en Viena es amplia y variada, con alojamientos de calidad a precios que van desde las opciones más asequibles hasta las propuestas más lujosas. Mi recomendación es guiarse por la localización para evitar la necesidad de abusar de los transportes y poder caminar por la ciudad lo máximo posible. El Hotel NH Wien City es un buen ejemplo de alojamiento económico, confortable y con una ubicación excelente. Si buscáis una estancia más exclusiva y especial, en los clásicos, históricos y grandiosos Grand Hotel Wien y Hotel Sacher Wien os sentiréis como auténticas emperatrices de Austria.
©Sacher Café. ¿Dónde merendar una tarta Sacher en Viena? La original sacher-torte del Hotel Sacher, famosa en el mundo entero. La receta original data de 1832 y se trata del secreto más custodiado de la casa. A diario se elaboran artesanalmente cientos de estas tartas de chocolate jugoso y esponjoso, relleno de una fina capa de mermelada de albaricoque y perfeccionado con una fina cobertura. Se puede degustar en el Café Sacher del hotel, o pedirla para llevar, tanto en raciones individuales (mini tartas perfectas para llevar un detalle en su propia caja de madera) como en tamaños más grandes para compartir.
¿Es interesante comprar una tarjeta turística? Si tenéis pensado acceder a los tres palacios principales, merece la pena comprar la tarjeta turística Vienna Pass . Con ella podréis acceder además a otras atracciones sin necesidad de realizar colas de espera. Se puede adquirir con validez máxima de seis días.
Más información Sobre actividades, transporte, atracciones, alojamiento y otros consejos para preparar vuestro viaje en Turismo de Viena (www.wien.info/es)
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