¿De verdad existe el paraíso? Nosotras hemos encontrado uno. Uno bañado por las aguas del Caribe, donde la vida es lenta y tranquila, las palmeras campan a sus anchas y la playa se funde con la selva. Te contamos qué ver en Tulum, el nuevo edén mexicano .
Costa de Tulum. Nos fascina México. No podemos remediarlo. Amamos a su gente, su colorido, su gastronomía, su diversidad… No podemos dejar de recorrer de cabo a rabo la gran metrópoli de Ciudad de México o caer rendidas a los pies de San Miguel de Allende o Guanajuato. Pero lejos del interior del país, se encuentran sus costas bañadas por el mar Caribe. Y hoy no nos iremos a zonas como Cancún o Playa del Carmen, donde el gigante del turismo ha hecho estragos en lo que podía haber sido un paraíso tranquilo. Hemos encontrado otra zona que, a pesar de ser también turística, todavía conserva ese halo de tranquilidad y sosiego, un lugar donde no hay grandes resorts de cadenas internacionales y pulserita, sino más bien pequeños hoteles boutique ideales para soñar y dejarse llevar. Bienvenidas a Tulum , el último paraíso mexicano.
Organiza tu viaje a Tulum Llegar a esta localidad no es difícil, pero tampoco es algo que se haga de manera fortuita. La mejor forma de acceder a esta zona de la Península del Yucatán es volando al aeropuerto de Cancún. Desde allí, bien podéis tomar un autobús hasta Tulum pero lo mejor, sobre todo si vais en grupo, es contratar un traslado que os lleve a este lugar de belleza absoluta. El trayecto que separa Cancún de Tulum se hace atravesando las grandes áreas turísticas mexicanas: Playa del Carmen, Isla Mujeres… y, a hora y media de trayecto, se encuentra esta zona, conocida como el pueblo mágico del mar Caribe .
Playa de Tulum. © Joanna Szumska Tulum cuenta con dos partes diferenciadas, el pueblo en sí y la zona de playa. En la playa, una carretera de un carril de ida y otro de vuelta, separa hotel tras hotel, chiringuitos, tiendas y restaurantes en la selva.
Y es que Tulum se ha puesto de moda en los últimos años. Sus playa de arena blanca, el azul turquesa del mar Caribe y los numerosos establecimientos que han nacido alrededor de este yacimiento, han hecho que viajeros de todo el mundo, personajes relevantes e influencers lo hayan elegido como lugar de vacaciones.
Hoteles llenos de encanto Ahora bien. ¿Cómo elegir el alojamiento perfecto? Todo depende de tu presupuesto, pero hay lugares que son dignos de visitar y disfrutar. Es el caso del impresionante Azulik (www.azulik.com), un eco-resort a pie de playa, que se dispone en cabañas sobre los árboles e integradas en la jungla. Si buscáis desconectar del mundo y conectar con la naturaleza, éste es vuestro sitio. En las habitaciones no hay televisión ni teléfono, así que lo mejor es dejarse llevar y entrar en comunión con el lugar.
Otro hotel para soñar es Mi Amor Tulum (www.tulumhotelmiamor.com). Como su propio nombre indica, es un hotel donde el amor fluye, pero lejos de los que podáis imaginar, no solo está pensado para parejas, sino también para grupos de amigos… eso sí, es un espacio adults only . Cuenta con 18 habitaciones, muchas de ellas con vistas al mar y otras a la jungla. Os enamorará desde el momento de la llegada la maravillosa hospitalidad de todo el que trabaja en el hotel. ¡Son para adorarlos! Mi Amor cuenta con una piscina infinity con el mar Caribe como telón de fondo, un restaurante a cargo del reconocido chef australiano Paul Bentley y todo lo que necesitáis para descansar en un refugio de calma y serenidad.
Hotel Mi Amor Tulum: tumbonas en la playa y piscina. © Macarena Escrivá Otra buena opción, para las amantes del arte, es el hotel Casa Malca (www.casamalca.com). Ubicado en la misma Carretera de Boca Paila, pero en dirección contraria y cercano a la reserva de la Biosfera Sian Ka’an, Casa Malca se trata de un espectacular hotel concebido por el galerista Lío Malca.
También dicen que fue la mansión del narco Pablo Escobar en Tulum. No sabemos si es cierto, lo que sí es verdad es que es uno de los hoteles más espectaculares de la zona.
Todo allí destila arte por los cuatro costados, de hecho, el hotel se decora con piezas originales de artistas internacionales . Todo ello sin perder un ápice de su esencia caribeña. Además, este hotel a pie de playa, cuenta con una espectacular piscina al aire libre y otra ‘escondida’, camas balinesas para relajarse, hamacas colgantes en cada habitación y un restaurante grill donde degustar pescados y mariscos a la brasa. Y no se qué pensaréis, pero pedir una Corona fresquita y unos camarones o langosta al grill y tomarlo frente al mar, nos parece uno de los mejores planes posibles.
Hotel Casa Malca: tumbonas en la playa y Corona fresquita. © Macarena Escrivá Para comer en la playa, podéis dejaros caer por lugares de precios módicos como la Taquería la Eufemia o por otros como el restaurante del hotel El Pez, Beso Tulum (de los mismos dueños que el de Formentera), Rosa Negra o Arca (www.arcatulum.com), un restaurante en la selva de la mano del chef Jose Luis Hinostroza, un cocinero mexicano que trabajó en Noma.
Ahora bien, seguro que habréis oído rumores e historias. ¿Qué pasa realmente con la playa de Tulum? No te vamos a mentir. La zona está teniendo un problema medioambiental debido al calentamiento global y está llegando sargazo a sus costas. El sargazo es un alga que, si bien antes era algo anecdótico, ahora se está empezando a convertir en un problema muy real que está sufriendo esta costa mexicana. No obstante, nos parece un lugar digno de ser visitado por sus muchos alicientes.
Vestigios mayas en Tulum Nos hemos relajado en la playa, conectado con la naturaleza, comido con los pies en la arena… ¿Qué más se puede hacer aquí? El punto cultural referencial de Tulum se lo da el que fuera una antigua ciudad maya y el que conserve una de las ruinas más bellas de todo México. Éstas se encuentran al final de la carretera, situadas sobre un acantilado frente al Caribe. No en vano, los lugareños bromean con que aquella fue la casa de veraneo de los mayas. En efecto, la elección del lugar no puede ser más idónea. Por 70 pesos mexicanos puedes acceder a todo el recinto de la zona arqueológica.
Antigua ciudad maya de Tulum. Podéis hacerlo a vuestro ritmo o contratar un guía que os explique todo sobre las edificaciones que todavía están en pie. Estas ruinas son unas de las mejores conservadas de la Península del Yucatán y datan de entre el año 1200 y el 1450. El edificio más importante recibe el nombre de El Castillo, situado en lo alto del sitio arqueológico y dicen que hizo las veces de faro para los navegantes. Otros hitos de estas ruinas son el templo del Dios del Viento, el templo del Dios Descendente o la Casa de las Columnas.
La pequeña cala a los pies de las ruinas se considera un santuario para las tortugas porque es ahí donde anidan y van a desovar.
Nuestra principal recomendación es que intentes llegar temprano porque hacia el mediodía aparecen numerosos autobuses y turistas procedentes de Cancún o Playa del Carmen. ¡Ah! Y protégete bien del sol, porque apenas hay sombras en todo el recinto arqueológico.
Báñate en un cenote Otra de las actividades imperdibles en Tulum es visitar alguno de sus cenotes. Para los mayas estos lugares eran sagrados y significaban que, al bañarte en sus aguas cristalinas, salías de allí rejuvenecido, aunque también eran puertas de entrada al inframundo. Los más reconocidos de la zona son el Cenote Dos Ojos, el Cenote Encantado o el de Zacil Ha, entre otros.
Souvenirs en Tulum y tacos en la Taquería Eufemia. © Macarena Escrivá Cuando cae la tarde, podéis daros un paseo por la zona del pueblo mágico de Tulum. Aquí es donde se ve la vida real de los mexicanos que habitan en esta zona. Podréis traeros algunos souvenirs , comer en taquerías a pie de calle o disfrutar del ir y venir frenético de este pueblo bohemio y singular.
¿Necesitáis más razones para empezar a planear el viaje?
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