En el interior del Reino Unido se esconde la Inglaterra más bucólica. Un área gobernada por la tranquilidad de los prados y por la belleza de pueblos de cuento con palacios señoriales, mercados con siglos de historia y establecimientos donde palpar la tradición local. Todo ello rodeado de las verdes colinas inglesas. ¿Lo recorremos? A dos horas de Londres y muy cerca de Birmingham, Oxford o Bristol, los verdes “wolds” (colinas ondulantes) esconden encantadores pueblos rurales donde el tiempo parece no importar. Hemos llegado a la zona donde vamos a realizar nuestro ‘road trip’ por los Cotswolds, una pintoresca región conformada por los condados de Gloucestershire, Wiltshire, Worcestershire, Warwickshire y Oxfordshire que hechiza a todo aquel que pone el pie en ella.
Los Cotswolds. © Elena Ortega La esencia del lugar no reside solo en su belleza. El amplio bagaje cultural de las ciudades que lo rodean (como Oxford , situada al este, y Bath , al suroeste) es un aliciente más del atractivo de los Cotswolds. Además, la zona se ha convertido en el lugar de retiro de personas célebres como el ex primer ministro David Cameron o Alex James, el bajista de Blur, que ahora tiene su propia ‘granja’ de queso.
Aquí también será posible seguir la huella de escritores como Lewis Carroll, Jane Austen, Tolkien e incluso Shakespeare, y recorrer las páginas de sus libros a través de estos idílicos paisajes.
La arquitectura de los pueblos se compone de elegantes casitas de tejados en pico construidas en piedra caliza de tonos tostados, el material común de los Cotswolds. Viviendas rodeadas de jardines, que nos sumergen en una vida de cuento.
Una zona llena de senderos para el disfrute de todos. © E.Ortega De estos pueblos parten numerosos senderos que discurren entre bosques , tierras de cultivo y prados abiertos para el disfrute de cualquier amante de la naturaleza que quiera transitar sus más de 4.800 kilómetros.
Un destino para todo el año Los Cotswolds ofrecen encantos en cualquier época del año. Durante los inviernos, la tranquilidad de la zona se hace aún más notable. La campiña y las casas cubiertas de nieve equilibran su frío frente a la hoguera en alguna de las acogedoras tabernas. En primavera, las flores de las tonalidades más inverosímiles impregnan de color los campos, mientras que en otoño son los tonos ocres de las hojas los que engalanan las vistas. Durante el verano, una zona de lagos ofrece refrescantes baños en su propia playa interior, entretenimiento que se complementa con una agenda de actividades ecuestres.
Cualquier época del año es perfecta para conocer el corazón de Inglaterra. © E.Ortega Todos estos atractivos se suman al hecho de poder degustar una gastronomía llena de sabor de la mano de históricos pubs en los que mantener interesantes conversaciones con los lugareños y restaurantes de alta gama para degustar las delicias locales.
La mejor manera de recorrer esta zona declarada Área de Especial Belleza Natural es hacerlo en coche, sin prisas y disfrutando de cada uno de sus sorprendentes rincones.
En carretera por los Cotswolds Las distancias entre los pueblos de los Cotswolds no son largas. Los trayectos discurren por carreteritas que zigzaguean entre bosques de hayas y prados de flores silvestres. Cada pueblo premiará con maravillosas panorámicas, bonitos paseos y los mejores descansos en sus coquetos establecimientos.
Campos salpicados de ovejas melenudas. © E.Ortega Una ruta desde el norte Nos adentramos en los Cotswolds desde el norte, pasando por Stratford-upon-Avon , la ciudad donde nació William Shakespeare. La primera parada es el frecuentado pueblo de Burford , que atrae a los amantes de las compras por sus tiendas de firmas inglesas como Barbour y Oxford Co. En la empinada calle del centro, High Street, ascenderemos entre pubs y tiendecitas hasta la parte más alta, donde aguardan las casas más hermosas.
El río Windrush en Bourton on the Water. © E.Ortega Seguimos la ruta entre caminos que serpentean por campos invadidos de ovejas melenudas para llegar a Bourton-on-the-Water . Se trata del pueblo más pequeño de la región y el mejor para coger fuerzas con un excelente desayuno compuesto por huevos benedictinos y un té servidos en el jardín de The Dial House , una agradable casa que ofrece alojamiento desde 1698. Muy cerca del hotel, The Model Village expone una réplica en miniatura del pueblo.
The Dial House. © E.Ortega La joya de Bourton-on-the-Water es el cristalino río Windrush , con puentecitos de piedra y sauces llorones que acicalan el mágico entorno. No es de extrañar que sea de los destinos más elegidos por los lugareños para evadirse durante los fines de semana o hacer picnics alrededor del río. Si continuamos junto al río, un sendero nos llevará hasta el hechizante pueblo de Lower Slaughter . A la entrada nos recibe un antiguo molino de lo más fotogénico.
Un molino nos recibe en Lower Slaughter. © E.Ortega Desde Lower Slaughter también es posible caminar hasta Upper Slaughter, famoso por su iglesia St. Peters.
Stow-on-the-World y Moreton-in-Marsh Volvemos al coche para poner rumbo a Stow-on-the-Wold , presidido por mercados con siglos de tradición en los que hacerse con productos orgánicos y antigüedades de todo tipo. Galerías de arte, librerías, refinados salones de té, tiendas de decoración y una chocolatería completan la oferta de este pueblo en el que desearemos quedarnos varios días para experimentar la sosegada vida local.
A tan solo nueve minutos en coche, Moreton-in-Marsh es otra parada indispensable en nuestra ruta. Su tradición comercial, que se remonta nada menos que al siglo XIII, también está muy latente, especialmente los martes cuando se montan más de 200 puestos.
Moreton in Marsh. © E.Ortega Nuestra ruta continúa hasta la famosa torre del castillo de Broadway , desde donde se puede divisar Gales. También caminaremos por la calle principal, una de las más largas del país y alrededor de la cual se distribuyen casas con la arquitectura típica.
De Chipping Camden al sur Volvemos unos kilómetros atrás para deshacer el camino por la A424 en una de las carreteras más bonitas de los Cotswolds que nos dirigirán, entre los deslumbrantes colores de la campiña, hasta Chipping Campden . Por el camino disfrutaremos de inmensos prados de flores silvestres, campos de cultivo y áreas boscosas. Un paisaje de lo más espectacular.
Chipping Campden se convierte en una de las paradas favoritas por tratarse de uno de los pueblos menos concurridos por hordas de turistas, que suelen optar por visitar Burford o Bourton-on-the-Water. El centro de Chipping Campden está ocupado por un soportal con columnas donde, desde el siglo XVII, tiene lugar el mercado. A su alrededor se reparten cafés llenos de vida y tabernas con solera escondidas en patios secretos.
Chipping Campden. © E.Ortega Campden fue precursor de la recuperación del trabajo artesano, algo que se puede apreciar en el museo de Court Barn y en las tiendecitas de la calle principal Lower High. La iglesia de St. James , a la entrada del apacible pueblo, es una visita obligatoria. Desde allí podremos perdernos por caminos de infinitos prados y los más osados podrán avecinarse a hacer a pie el famoso sendero Cotswolds Way, que en 160 kilómetros lleva hasta la ciudad termal de Bath, Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
Iglesia St. James. © E.Ortega En el vecino y pequeño Paxford , The Churchill Arms nos deleitará con platos locales.
El sur de los Cotswolds también posee grandes encantos como Castle Combe , considerado el pueblo más bonito de Inglaterra, los verdes valles de Stroud o el mismo Stroud , con sus mercados de productores donde probar los suculentos productos de la tierra como queso, mostaza, manzanas o salchichas.
En este lugar, cualquier recoveco será perfecto para asomarse entre los prados para descubrir el secreto mejor guardado de Inglaterra.
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