Laura Soruco, directora del hotel Las Terrazas de Abama (5*), en Tenerife, comparte en Etheria Magazine sus inicios en el sector turístico, sus primeros recuerdos viajeros y los destinos que la han marcado y que recomienda a todas las mujeres viajeras.
Laura Soruco, directora del hotel Las Terrazas de Abama. © Karina Sánchez
Tras cursar cuatro años de Ingeniería Informática, Laura Soruco decidió que esa no era la senda profesional que deseaba seguir, así que continuó su formación en estudios de Filología Inglesa. Ese dominio del idioma fue el que le facilitó su primer contacto con el sector turístico al realizar funciones de intérprete en rutas turísticas demandadas por hoteles y touroperadores. Dicho acercamiento al turismo fue crucial para darse cuenta de su atracción por este segmento.
Aunque nacida en Argentina, su trayectoria profesional la ha llevado a vivir en Dublín, Madrid, Barcelona, Londres, Lanzarote y, ahora, Tenerife, siempre trabajando en empresas relevantes del sector, como Doyle Collection, Jumeirah Hotels, NH Hotels y Meliá Hotels International. Esto le ha permitido conocer, según nos cuenta, “diferentes productos fundamentalmente en el servicio de lujo, lo que ha enriquecido mi experiencia personal y profesional y me ha llevado al proyecto actual que, con orgullo, tengo en Las Terrazas de Abama”.
Hotel Las Terrazas de Abama.
Laura se considera una persona emprendedora, directa y enfocada a resultados, aunque con un fuerte componente idealista. Su personalidad le ha ayudado a no tener miedo a afrontar los retos que se le han presentado, aunque reconoce que «ser mujer es el rasgo que más me ha perjudicado a la hora de escalar puestos directivos; este es un sector en el que tienes que demostrar mucho más que los hombres”.
Le hemos pedido un consejo para aquellas mujeres que actualmente se encuentran en línea de salida y señala que fundamentalmente “el miedo hay que aparcarlo a un lado. Las mujeres contamos con algo innato que es la empatía. Es algo que nos permite llegar a los equipos de mejor manera y también al cliente final. Esa sensibilidad hay que saber explotarla, de forma que podamos mejorar el servicio que ofrecemos y la competitividad de nuestro producto al máximo”. De su faceta de mujer viajera nos habla largo y tendido a continuación.
1. ¿Cuál es el primer viaje que recuerdas?
Mi familia tiene una larga tradición viajera, así que el primero que recuerdo fue uno que realicé con ellos a las Cataratas del Iguazú, siendo yo pequeña.
2. ¿Cuál es tu principal motivación al viajar?
Más allá de que siga siendo uno de mis hobbies preferidos, viajo también para no desconectarme de cómo se mueve la industria. Conocer la estructura turística de cualquier lugar al que voy es un must. Me refiero a la oferta cultural, gastronómica y hotelera de los destinos que visito. Cuando viajo a cualquier sitio me obligo a seleccionar dos ofertas totalmente diferentes: una de carácter tradicional (normalmente algún hotel de cinco estrellas ya que el segmento del lujo es en el que me muevo), y otro de carácter totalmente alternativo, ya sea un alojamiento rural, un B&B, o un hostel, para ver hacia donde se mueven las tendencias.
Cataratas del Iguazú. © Diego Rezende
«Conocer la estructura turística de cualquier lugar al que voy es un must»
3. ¿Qué consideras que te han aportado los viajes? ¿Por qué los aconsejarías?
Muchísimo en lo personal y en lo profesional. Viajar es algo que ayuda a abrir la mente, y si además te dedicas al sector, te ayuda a ver otras formas de trabajar y a introducir nuevos patrones que pueden mejorar el entorno en el que te mueves.
Mi deseo y misión como directora, por ejemplo, de Las Terrazas de Abama, es ofrecer una experiencia extraordinaria a todos los niveles y que nuestros huéspedes sean nuestra mejor carta de presentación. Si me limitara a copiar lo que se hace en el entorno estoy segura de que no estaríamos ofreciendo un producto diferenciado y de la calidad. Los huéspedes no se sorprenderían, y perdiendo la capacidad de sorprenderles seríamos anodinos, como la mayoría de hoteles en Europa, cuya carta de presentación es muy similar. En nuestro caso, ya nos distingue ofrecer los mismos servicios que un hotel en las 151 residencias de lujo con que contamos y un sinfín de experiencias adaptadas a cualquier gusto.
Piscina de Las Terrazas de Abama.
4. Si pudieses elegir un compañero de viaje. ¿Quién sería y por qué?
En este caso sería alguien real, mi marido. Él también trabaja en el sector turístico y es un compañero ideal de viajes. Hemos formado un tándem perfecto a la hora de viajar y estamos trasladando ese espíritu viajero a nuestros hijos, para que puedan conocer cómo viven los demás y sepan lo afortunados que somos de poder hacerlo.
«Viajar es algo que ayuda a abrir la mente, y si además te dedicas al sector, te ayuda a conocer otras formas de trabajar y a introducir nuevos patrones que pueden mejorar el entorno en el que te mueves»
5. ¿Sueles planificar con antelación tus viajes o prefieres improvisar?
Siempre planifico el viaje, pero dejo un 20 o un 30% a la improvisación. Me gusta investigar, pero una vez en el destino creo que es importante tomar nota de las recomendaciones locales. Si hay algún restaurante, museo, experiencia que me recomienden o algún punto en el itinerario que no he marcado y del que me dicen que es imprescindible conocerlo para captar la esencia del lugar, no dudo en realizar cambios sobre mi hoja de ruta inicial.
Machu Picchu (Perú).
6. ¿Cómo te entretienes en las esperas de los aeropuertos?
Con el Duty free, la lectura y con el teléfono, para ser honesta. Todo depende del aeropuerto. A mí me gusta llegar bastante antes a los vuelos, me gusta comenzar la experiencia del viaje reposadamente y conociendo la oferta de los aeropuertos. Para mí, aquí en España, el espacio mejor preparado por su diversidad es la T4 de Madrid.
7. ¿Cuál ha sido el mejor viaje de tu vida hasta el momento? ¿Por qué?
He viajado muchísimo, pero, sin lugar a dudas, elegiría Tailandia. Estuve casi un mes y me sorprendió la diversidad cultural y la gran oferta de experiencias que podías encontrar en el país. Muy completo. Es además un destino con un enfoque muy profesional y con una oferta de alojamiento adaptada a todos los gustos y bolsillos, en el que el personal que atiende al visitante sabe que debe dejar una huella positiva.
8. ¿Y tu último viaje?¿Qué es lo que más y lo que menos te ha gustado de ese destino?
Estuve en Playa del Carmen, en Méjico. Lo que más me gustó fue la naturaleza en su estado virgen. Pude disfrutarla en su esencia alojándome en el Azulik, un establecimiento alternativo y ecológico en medio de la selva, con cero impacto medioambiental, que te permite, por ejemplo, preparar de forma comunitaria la comida y cenar en la copa de los árboles, donde vas totalmente descalzo, y donde te explican con orgullo la esencia de la cultura maya. Este tipo de experiencias permite al visitante ir más allá del concepto de lujo, vivir una experiencia que dejará una huella imborrable en tu vida.
Quizás lo menos que gustó, precisamente, fue que aunque cuentan con instalaciones asombrosas, no han integrado esa conciencia medioambiental. El impacto de la basura que generan es enorme en los alrededores. No es suficiente contar con un resort maravilloso. Los hoteles no pueden constituirse en una burbuja a espaldas de un destino, deben colaborar con las autoridades locales para generar la infraestructura adecuada que permita la conservación del entorno, de la riqueza de la tierra y su paisaje, de la pureza de las aguas del mar.
Perito Moreno, en Argentina. © Rachel Jarboe
9. ¿Qué tres viajes que hayas realizado recomendarías especialmente a una viajera?
Si es española, y ya conoce bien el país, recomendaría tres destinos extranjeros: Perú (Machu Picchu), Tailandia (Asia en general es una maravilla) y, por supuesto, Argentina.
10. Tres viajes pendientes…
Mis destinos pendientes ahora están todos en Asia, que es un continente que quiero conocer en profundidad. Japón, Singapur y Nepal están en mi agenda.
Patán (Nepal).
11. ¿Qué país te ha ganado con su gastronomía?¿Destacarías algún plato o producto?
España, por supuesto. Yo soy muy arrocera, así que me decanto por un buen arroz valenciano como los que ofrecemos en el restaurante Melvin by Martín Berasategui de Las Terrazas de Abama, donde tenemos un jefe de cocina ilicitano.
12. ¿En qué medio de transporte prefieres viajar?
El avión es el más cómodo para moverte a larga distancia, luego ya dentro del país todo depende de las infraestructuras.
13. ¿Qué hotel te ha impresionado más y por qué?
Aquí en España, Las Terrazas de Abama, y no es porque trabaje aquí. Me parece que, sin pretensiones, hemos logrado crear una oferta alternativa de lujo a la que siempre se da en Canarias. Luego a nivel mundial me encanta la marca americana 1 Hotels, con un perfil también muy sostenible y ecológico. Su hotel en Brooklyn, Nueva York, es impresionante.
Brooklyn. © Kyler Trautner
14. ¿Qué es lo que nunca falta en tu bolsa de mano?
Teléfono y maquillaje. Estar conectada en todo momento es esencial hoy día a nivel profesional y personal, y la presencia también es importante. Tanto para hombres como para mujeres.
15. ¿Escribes un listado antes de hacer la maleta? ¿Cuáles son tus cinco imprescindibles?
No, no escribo ningún listado. Soy muy práctica y mi cabeza la tiene ya grabada. Por poner cinco, te diría que un blazer, unos jeans, unos tacones, mi bolsa de aseo y un pijama. Sé que es anecdótico, pero no puedo dormir sin pijama.
16. ¿Cuál ha sido el souvenir más extravagante que has comprado?
Una pieza tallada de proporciones un poco desmesuradas que me compré en Chang Mai, en el norte de Tailandia.
17. Para terminar. ¿Nos recomiendas a alguna mujer que consideres que debe estar entre nuestras Mujeres que inspiran?
Las dos primeras en las que he pensado son: Sonia Cheng, CEO de Rosewood Hotels; y Noreen Chadha, Project Manager de citizenM hotels.