A pesar de estar tan en el medio de todo, suele ser el pequeño gran olvidado en las rutas por el centro de Europa. Luxemburgo es uno de esos grandes secretos que merece la pena descubrir para darse el gustazo de disfrutar con tanto en tan poco espacio. Castillos, palacios, paisajes de anuncio… ¿Empezamos? Pintorescas viviendas de Grund. © Paul Hilbert / LFT Luxemburgo es el claro ejemplo de que el tamaño no es tan importante –o no debería serlo– para seducir. Cuando faltan otros atributos, como el de las dimensiones, habría que centrarse más en cuestiones que van desde los atractivos naturales o los que hacen que al final merezca la pena pararse en un determinado sitio. Encontrar planes en Luxemburgo es sencillo si sabes mirar bien desde sus miradores, caminas por sus puentes y te introduces en sus barrios más apartados.
Tanto si eres de paisajes o de las que encuentran la belleza en el interior de un museo, en Luxemburgo no te vas a aburrir ni un minuto.
Empezando por el principio y para situarnos: nuestro pequeño protagonista ocupa algo más de espacio que Vizcaya y está rodeado por los grandes invasores –Bélgica, Francia y Alemania– que en otros tiempos le fueron quitando territorio. No por ello se ha quedado al margen de las grandes decisiones en el continente ya que, en parte gracias a su empeño, nació la Unión Europea. También fue cofundador de la ONU, de la Unesco y del FMI.
Este es uno de los países más ricos del mundo pero ofrece la posibilidad de pasearlo con calma, sin estrés, entre bosques y castillos de cuento. No te pierdas estos 6 planes en Luxemburgo con amigas porque formarán parte de vuestro recuerdo toda la vida.
Romántica imagen de Luxemburgo. © Exclusief.be / LFT 1. El balcón más bello de Europa Así llaman a Le Chemin de la Corniche , el paseo por el que te puedes asomar a la parte baja del centro histórico de la capital. Y a priori debería ser la razón para que estuvieras reservando ya tu viaje a Luxemburgo. Desde aquí, la panorámica es la de una típica postal de ciudad de montaña europea, con casas de suaves colores pastel y tejados a dos aguas de pizarra en la ribera de un río.
También es un buen comienzo para hacerse una idea de cómo es la estructura de la capital. La zona histórica está atravesada por los ríos Alzette y Petrusse, que dan forma a los cañones y cortados, separando la ciudad en dos alturas. Si te estabas haciendo ilusiones con endurecer piernas a base de escaleras, sentimos decirte que hay unos cómodos ascensores gratuitos para evitarte el cansancio. Y se agradecen mucho, por cierto.
El barrio de Grund al atardecer es aún más misterioso. © Alfonso Salgueiro / LFT 2. Grund, un barrio para perderse Siguiendo el paseo de Le Chemin de la Corniche hacia la parte baja se llega al barrio de Grund , uno de los más pintorescos que puedes encontrar en Europa. Es la postal de antes vista desde abajo, así que es una oportunidad para ver de cerca las casas que han crecido entre las rocas a la orilla del Alzette. Además, si hay que hacer un alto, es el lugar ideal para reponer fuerzas en alguno de los tantos restaurantes con terrazas que encontrarás por el camino.
Abadía de Neumünster. © Exclusief.be / LFT Uno de los imprescindibles en el barrio de Grund es la abadía de Neumünster . Construida por los benedictinos inicialmente a principios del siglo XVII y reformada después para varios usos -entre otros, el de prisión-, en la actualidad es un centro cultural con actividades durante todo el año. No hay abadía sin iglesia y la de Sant Jean también se puede visitar, siempre que no haya servicios religiosos.
3. Galerías en la roca: Casamates del Bock Desde Grund se puede ver el perfil de las Casamates del Bock , unas de las construcciones militares más peculiares del mundo. Hay que tener en cuenta que Luxemburgo ocupa una posición estratégica, en el medio de todo y sobre rocas, que hay que defender. En la Edad Media se excavaron una veintena de kilómetros de galerías piedra adentro, que, con el tiempo, resultaron ser toda una fortaleza bajo tierra. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y es la gran atracción de Luxemburgo, ya que se puede visitar desde febrero a noviembre.
Desde Grund se pueden ver las construcciones de Casemates. © Paul Hilbert / LFT 4. Un palacio de cuento Luxemburgo es tan singular que siendo tan pequeño, es un reino, pero sin rey. El Gran Duque y su familia viven casi a pie de calle en el palacio Ducal , en la parte alta de la ciudad. Solo con verlo por fuera recuerda un poco a los castillos Disney y en medio de la capital luxemburguesa luce espléndido. Para quienes quieran ser princesas por un día, pueden pasear por sus salones en los meses de verano, cuando la familia real se va de vacaciones.
Palacio ducal de Luxemburgo, en la Ciudad Vieja. © Exclusief.be / LFT El palacio es el aperitivo para recorrer el centre de Ville, tan apetecible como paseable. Todo como sacado de un cuento del siglo XVII, como la plaza Marché-aux-Poissons: la del antiguo mercado del pescado. También merece la pena el paseo para llegar hasta la plaza de Guillermo II, con el mismo rey cabalgando en su estatua y el neoclásico Hôtel de Ville. Sin dejarnos por el camino la catedral de Notre Dame, que no tiene nada que ver en estilo con la de París, pero con el mismo encanto de cuento de toda esta zona de la ciudad.
Luxemburgo,una ciudad más verde de lo que se cree. © Frédéric Collin / LFT 5. Conocer Europa desde dentro Luxemburgo comparte con Bruselas y Estrasburgo la capitalidad de Europa. Por eso quizá la imagen del país que más te suene tenga que ver con algún ministro yendo o viniendo al barrio de Kirchberg . Porque ya no solo es que este país esté en el corazón de Europa, es que aquí laten algunas de las instituciones europeas más importantes, como el Tribunal de Cuentas, el de Justicia y la Secretaría del Parlamento Europeo.
Barrio de Kirchberg. © Pulsa Pictures / LFT Si tienes la suerte de estar en Luxemburgo el Día de Europa -el 9 de mayo- puedes acceder a algunas de estas instalaciones de forma gratuita. El resto del año, hay visitas guiadas para grupos al edificio Shuman, el que fuera el primer Parlamento Europeo.
En este barrio tampoco te puedes perder el edificio de la Filarmónica de Luxemburgo. Su modernodiseño es otro de los símbolos de la ciudad y encaja a la perfección con la Place d’Europe, obra de Ricardo Bofill.
Filarmónica de Luxemburgo. © Ministère l’Économie / LFT 6. Y aún hay más: castillos, bosques y bodegas No todo se queda en la capital. Pequeño, pero con bastante contenido, en una escapada a Luxemburgo puedes descubrir alguno de los castillos mejor conservados de Europa, como el de Vianden. Es un buen aperitivo cuando se está de ruta hacia la Selva Negra . O visitar alguno de los siete parques nacionales del país, como el de Mullerthal , donde se puede practicar senderismo del fácil, apto para cualquier urbanita.
Para aderezarlo con buen vino, te recomendamos que incluyas una parada en la región del Mosela y dar un paseo por el río desde la localidad de Grevenmarcher . En Schengen podrás visitar, además de viñedos, el museo del famoso Tratado gracias al cual no hace falta llevar pasaporte por Europa.
Los Kniddelen, un plato tradicional de Luxemburgo. © Passion meets Creativity Fotos cedidas por Visit Luxembourg
Guía Luxemburgo | Etheria Magazine Cómo llegar a Luxemburgo Para llegar a Luxemburgo puedes hacerlo directamente en avión con Luxair , que tiene rutas desde varias ciudades españolas, o bien con Ryanair . Te recomendamos que alquiles un coche y no te quedes solo en la capital.
En una escapada de 2 o 3 días podrás darte un homenaje de carreteras de anuncio combinado paisajes y pueblos de cuento. Para moverte por Luxemburgo y visitar sus principales atractivos, hazte con una Luxembourg Card . La principal ventaja es que se puede utilizar en todo el país, no solo en la capital.
Desde el 1 de marzo de 2020 Luxemburgo se convertió en el primer país con transporte público gratuito del mundo. Es una medida del gobierno para promover el transporte sostenible.
Dormir en Luxemburgo Para quienes quieran sentirse como en casa, el Meliá Luxembourg . El ibis Styles Luxembourg Centre Gare está en pleno centro y a un paso de la Estación Central. Para despertarse con unas vistas excepcionales, el Parc Bell Vue , y para un homenaje a lo grande, el Sofitel Luxembourg Gran Ducal .
Comer en Luxemburgo Teniendo en cuenta que hay una constelación de 11 estrellas Michelin en el país, comer aquí es un placer. Por ejemplo, en el restaurante La Distillerie que, además de tener estrella, está en el castillo de Boulingster. Si se quiere disfrutar de un buen codillo alemán acompañado de cerveza en pleno Grund hay que ir a The Big Beer Company . Y para probar la gastronomía luxemburguesa sin arruinarse en el intento: Am Tiirmschen .
Excursiones y visitas en Luxemburgo Si quieres despreocuparte, o te apetece que te cuenten curiosidades, puedes realizar algunas visitas guiadas en Luxemburgo.
Freetour por Luxemburgo .
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