María Zambrano, Gloria Fuertes, Josefina Aldecoa y Emilia Pardo Bazán son las autoras con las que iniciamos la serie ‘Ruta por la España de las grandes escritoras del siglo XX’. Conoceremos su trayectoria y aquellos lugares –en este caso, Vélez Málaga, Madrid, La Coruña y León– donde se pueden seguir sus huellas en una ruta literario-turística. Imagen reinterpretada de ‘Las sinsombrero ‘, grupo del que formaban parte Rosa Chacel y Mª Zambrano. Fueron excepcionales escritoras y grandes mujeres. Sortearon zancadillas y codazos de sus coetáneos en su transitar por el siglo XX, pero se pusieron el mundo por montera en un tiempo inestable y difícil. Ahí están sus obras literarias, a disposición de todos. Su aportación a las letras se estudia en el mundo entero. Y las ciudades donde nacieron presumen de haber dado a luz a creadoras tan célebres como luchadoras.
Hoy proponemos una ruta por las ciudades que amaron y recrearon escritoras esenciales del siglo XX. Por esos lugares donde dieron sus primeros pasos, aprendieron a vivir, trazaron sus textos tempranos y, en muchos casos, fueron el escenario de su trayectoria vital. Hablamos de Emilia Pardo Bazán (La Coruña), María Zambrano (Vélez-Málaga), Josefina Aldecoa (La Robla, León), Gloria Fuertes (Madrid), Carmen de Burgos (Rodalquilar, Almería), María de Maeztu (Vitoria), Carmen Martín Gaite (Salamanca), María Moliner (Paniza, Zaragoza), Rosa Chacel (Valladolid) y Ana María Matute (Barcelona). En esta primera entrega hablaremos de las cuatro primeras.
María Zambrano y libro ‘Claros de bosque’. La España de las grandes escritoras del siglo XX (Parte I): 1. Vélez-Málaga y María Zambrano . 2. Gloria Fuertes y Madrid . 3. La Coruña y Emilia Pardo-Bazán . 4. León y Josefina Aldecoa .
Vélez-Málaga y María Zambrano (1904-1991) La ciudad que vio nacer a María Zambrano, Vélez-Málaga, ha trazado una ruta por los escenarios donde la escritora y pensadora dejó su huella. El itinerario comienza en la casa familiar , en pleno centro histórico, y continúa en la singular plaza de la Cruz Verde y en la Tribuna de los Pobres , donde se encuentra una estatua que representa a la filósofa de niña en brazos de su padre, maestro en la Escuela Graduada de Vélez.
La escritora, que en 1988 obtuvo el Premio Cervantes, pasó aquí sólo sus primeros años infantiles porque pronto el clan familiar se trasladó Madrid, luego a Segovia (aquí conoció a Antonio Machado y a León Felipe) y, definitivamente, de nuevo a Madrid, donde transcurrió su vida hasta que en 1939 salió para el exilio con su madre y su hermana.
Palacio del Marqués de Beniel, sede de la Fundación María Zambrano. La autora de ‘Claros del bosque ‘ estuvo más de 45 años fuera de ruta , y aquella lejanía, durante ese inmenso invierno, siempre estuvo aliviada por los gatos. Unos animales que adoraba y que le obligaron a un exilio dentro del exilio cuando sus vecinos de Roma la denunciaron, poniendo los felinos como excusa, y tuvo que huir con ellos a La Pièce, a Francia. Lo más curioso de todo es que ahora nunca faltan gatos callejeros en la tumba del cementerio de Vélez-Málaga donde reposan los restos de la escritora, a la sombra de un naranjo y un limonero. Quizá porque se sienten seguros.
Fundación María Zambrano La Fundación María Zambrano , situada en el Palacio de Beniel, en el antiguo barrio de San Francisco de Vélez-Málaga, conserva el legado (manuscritos, correspondencia, biblioteca…) de la figura femenina más importante del pensamiento español del siglo XX. Una institución que reivindica también los ideales y la generosidad de una mujer que, desde su exilio, seguía teniendo contacto con los jóvenes poetas españoles, con los cantaores flamencos andaluces, con los intelectuales del exilio… Con su tierra.
Gloria Fuertes y Madrid (1917-1998) Madrid recuerda con mucho cariño a Gloria Fuertes , donde la Fundación que lleva su nombre se encarga de velar por su obra literaria y su memoria. De hecho, existe una ruta por los escenarios que dejaron huella en la escritora , un recorrido que comienza en la Puerta de Toledo , continúa por Lavapiés , el barrio donde transcurrió parte de su vida, y termina en la Taberna de Antonio Sánchez , la taberna más antigua de Madrid y donde la escritora pasó mucho tiempo componiendo poemas.
Retrato de Gloria Fuertes. © Archivo Ayto. Madrid En el número 3 de la calle de la Espada , en el castizo barrio de Lavapiés, se puede ver una placa en la que fue su casa natal. Sus juegos infantiles se desarrollaron en la plaza del Progreso (hoy Tirso de Molina) y en las calles del centro histórico de la ciudad. Y le pilló la guerra civil, “in-civil” según ella, en un Madrid asediado que ella combatía con palabras y versos.
Trabajó como contable en la fábrica Talleres Metalúrgicos, daba recitales en Radio Madrid , fue secretaria en “horribles oficinas” hasta que la contrataron como redactora de la revista infantil “Maravillas”, donde publicaba sus textos. A partir de ahí su obra se fue dando a conocer mientras organizaba la primera Biblioteca infantil ambulante, llevando libros a donde no había, y siempre cerca de los niños.
Taberna Antonio Sánchez. Foto de El Tenedor Feminista y pacifista Le gustaba comprar libros usados en la Cuesta de Moyano y a Madrid le dedicó buena parte de su obra. Sin embargo, y aunque poca gente lo sabe, esta poeta feminista y pacifista fue profesora de Literatura Española del siglo XX en diversas universidades de Estados Unidos de 1961 a 1963. A su vuelta, fijó su residencia en el número 42 de la calle de Alberto Alcocer. Después llegaron los programas de televisión que le catapultaron a la fama: “Un globo, dos globos, tres globos…” o “La cometa blanca”.
Gloria Fuertes murió en 1998 y sus restos reposan en el Cementerio de la Paz de Alcobendas , con un epitafio que dice: “Ya creo que lo he dicho todo y que ya todo lo amé”.
La Coruña y Emilia Pardo-Bazán (1851-1921) Prosista, articulista, cronista y viajera, Emilia Pardo Bazán volcó Galicia en su obra literaria, especialmente A Coruña, su ciudad natal, a la que denominaba Marineda en homenaje a una vieja fábrica de tabacos de la ciudad que ella glosó en su novela ‘La Tribuna’. Para rastrear la huella de esta escritora que hubo de luchar contra la misoginia de la época y encajar insultos como “gorda”, “fea” o “marimacho”, nos podemos acercar a la casa familiar, en el número 11 de la calle de las Tabernas de A Coruña , donde pasó su infancia y su juventud. Hoy es la Casa Museo de Emilia Pardo Bazán y la sede de la Real Academia Galega.
(Izq.) Emilia Pardo-Bazán en la puerta de las Torres de Meiras. © Fundación EPB (Dcha.) Torre de Hércules en La Coruña. Si avanzamos por el Paseo Marítimo en dirección a los Jardines de Méndez Núñez, nos encontraremos con el monumento dedicado a la autora de ‘Los pazos de Ulloa ‘, una escultura que fue inaugurada en 1916, el mismo año en que Alfonso XIII la nombró “catedrática numeraria de Literatura contemporánea de las Lenguas neo-latinas de la Universidad Central”. Y nos encontraremos con otros escenarios de su ciudad natal que quedaron inmortalizados en su obra: plaza de María Pita , la Colegiata de Santa María del Campo , el Castillo de San Antón , el Jardín de San Carlos …
Palacio del Ayuntamiento en la plaza de María Pita. Emilia Pardo-Bazán en otras localidades gallegas Además de A Coruña, merece la pena rastrear el paso de Emilia Pardo Bazán por otras localizaciones gallegas, como Sada , en cuyo Pazo de Meirás pasaba largas temporadas, especialmente en verano, antes de que fuera ocupado por la familia Franco; Oleiros , donde su castillo de Santa Cruz fue adquirido en subasta pública por su marido; O Carballiño , en cuya plaza mayor se encuentra la casa familiar de su familia política, escenario de la novela ‘El cisne de Vilamorta’, o los balnearios de Mondariz y A Toxa , donde iba a tomar las aguas.
¿Una anécdota? Abandonó a su marido cuando éste le pidió elegir: “La literatura o yo”. No tuvo dudas. Decidió ganarse la vida por sí misma. Y le fue muy bien.
León y Josefina Aldecoa (1926-2011) León es una tierra que ha nutrido a muchos escritores. También a Josefina Rodríguez Álvarez, más conocida como Josefina Aldecoa, al tomar como suyo el apellido de su marido, el también escritor Ignacio Aldecoa. Desde La Robla que la vio nacer, una localidad que vivía entre la tradición minera y la agrícola, se trasladó a León para estudiar Bachillerato en los “años fríos y oscuros de la posguerra”. Ya para entonces había descubierto que la literatura era su verdadera vocación.
Josefina Aldecoa (León) y dos de sus obras. © Retrato Efe Los años leoneses de Josefina Aldecoa quedan muy bien reflejados en su obra más autobiográfica, la trilogía ‘Historia de una maestra ‘, en la que está muy presente la relación que mantuvo con su madre y su abuela. Y es que a su faceta literaria, Josefina Aldecoa incorporó la de pedagoga, no en vano era hija y nieta de maestras que participaron del proyecto intelectual de la Institución Libre de Enseñanza. Esa inquietud le condujo a fundar en Madrid el Colegio Estilo , al que dedicó buena parte de su vida.
Interior de la Iglesia de San Isidoro, en León, una de las joyas poco conocidas de la ciudad. También te puede interesar: II Ruta por la España de las grandes escritoras del siglo XX
III Ruta por la España de las grandes escritoras del siglo XX