Aprovecha el buen tiempo para conocer los paisajes y el ambiente que han seducido en Deià a nobles, actores, literatos y artistas desde hace siglos. Te contamos qué tienes que ver y hacer para sentirte un vecino glamuroso más de este bello pueblo mallorquín. Panorámica de Deià. © Pedro Grifol Jordi, el propietario del chiringuito de C’an Lluch , quiere aprovechar lo que le queda de verano para seguir ofreciendo su clásica parrillada de pescado a los veraneantes de la cala de Deià. Igual que él, los demás restauradores y hoteleros del idílico pueblo mallorquín están dispuestos a aprovechar este verano.
Si no conoces Deià , irremediablemente tienes que ir a visitarlo. Tienes que comprobar por qué ricos y famosos han elegido este pueblo como refugio veraniego, como fuente de inspiración o como lugar especial para pasar el resto de su vida.
Chiringuito de C’an Lluch. © Pedro Grifol Famosos en Mallorca En el Hotel D’es Puig , inaugurado en 1917, aterrizó en 1929 Gertrude Stein , la millonaria americana conocida (sobre todo) por el retrato que le hiciera Picasso en París y que no guardaba (en teoría) ningún parecido con la retratada, pero del que el pintor dijo: “Si no te pareces… ya te parecerás”. Fue ella quien recomendó al escritor inglés Robert Graves el pueblo de Deià como un lugar idílico donde desarrollar sus ideas: “Es el paraíso, si puedes resistirlo” dijo Gertrude. Cuando Don Roberto (como le llamaban los lugareños) visitó el pueblo en 1930, confesó abiertamente: “Buscaba sol, mar, árboles umbrosos… y poca política”. Deià era el sitio exacto. El lugar supuso dar carpetazo a su tierra natal. Posteriormente plasmó sus poéticas impresiones en ‘Adiós a todo eso’, y en ‘Por qué vivo en Mallorca’.
Histórico hotel D’es Puig. © Pedro Grifol Su casa, Ca n’Alluny –casa alejada (en mallorquín)– es ahora el museo que conserva su legado. Allí escribió ‘Yo, Claudio’, su obra más famosa, que versa sobre el homónimo emperador romano; y famosa también gracias a una popular serie de televisión. Vivió en Deià hasta su muerte, acaecida en 1985, y está enterrado en el cementerio de la colina , un lugar peculiar, sin cruces ni estatuas mortuorias, por el que todos los turistas transitan, aunque no precisamente para buscar la tumba del poeta, sino para gozar de las impresionantes vistas que ofrece sobre un altozano a 200 metros de altitud.
Ca n’Alluny, la casa de Robert Graves. Una variopinta lista de invitados: Jorge Luis Borges, Ava Gardner, Anäis Nin, Stephen Hawking… desfilaron por Ca n’Alluny.
No solamente Robert Graves encontró algo magnético en Deià porque, aunque nadie ha logrado definirlo, el lugar con sus empinadas callejas de piedra ocre, los macetones floridos de geranios, sus fuentes en las esquinas, y sus bajorrelieves de piedra policromada representando un peculiar vía crucis callejero, continuó atrayendo a pintores, músicos, poetas, actores…
Al albor de la intelectualidad, también los hippies hicieron su aparición en los años ochenta; y para rematar el desfile de visitantes curiosos, los últimos en llegar han sido los ‘ricos y famosos’.
Vistas desde el cementerio de Deià. © Pedro Grifol Las románticas villas del primo de Sissi El primer rico en aparecer por el pueblo fue el archiduque Luis Salvador de Habsburgo , noble austríaco a la sazón primo de la legendaria emperatriz Sissi. El Archiduque (así se le conoció nada más pisar tierra mallorquina) llegó por primera vez en el verano de 1867, contando poco más de diecinueve años. Después de recorrer la isla, eligió Deià para instalarse. Abandonó la Corte de Austria y empezó a construir ‘refugios’ en la isla. “El clima y el carácter del país satisfacen mis anhelos de turista” fueron sus palabras (que suena a frase de folleto publicitario de no hace tanto tiempo).
Luis Salvador de Habsburgo y templete de San Marroig. © Pedro Grifol De entre sus residencias destaca Son Marroig , una laberíntica mansión (a 3 km del pueblo) llena de muebles de época, que es visitable. Un empinado sendero a través de olivares, pinos y ovejas conduce cuesta abajo –¡después hay que subirla!– a Sa Foradada , una roca junto al acantilado con un agujero por el que se cuela una fascinante puesta de sol. Imprescindible visita.
Sa Foradada. © Pedro Grifol Joaquín Mir, Santiago Rusiñol, Manuel de Falla, Julio Cortázar o Gabriel García Márquez también fueron turistas-artistas del icónico pueblo de Deià.
Otro sendero nos lleva al mirador La Herradura , que ofrece una espectacular vista cenital de S’Estaca , un nido de amor –o de reclusión (según se mire)– para su amante Catalina Homar; y que ahora es propiedad de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones (también según se mire). En los viñedos de la ladera se produce el vino que la pareja sirve a sus invitados: ‘Cameron’, un tinto joven; ‘Kirk’, gran reserva; y ‘S’Estaca’, el blanco malvasía especial de la casa. Abstenerse paparazzis porque este año, por razones obvias, la famosa pareja no ha venido.
Casa de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones. El archiduque fue a morir, en el año 1915, al Castillo de Brandeis (perteneciente ahora a la República Checa) pero eso ya no pertenece a la historia del pueblo.
De entre el selecto grupo de poderosos del mundo establecidos en Deià, destaca por su fuerza arquitectónica, situación y extensión la residencia veraniega del compositor Andrew Lloyd Webber … ¡nada que ver con ‘la austeridad’ de Jesucristo Superstar !
Cala de Deià. © Pedro Grifol Cuando llega el atardecer Cuando el mar se torna azul oscuro, la Cala de Deià se queda solitaria, y Jordi –el del chiringuito de la cala echa el cierre–, es el momento de pensar en serio sobre la gastronomía del lugar. Puedes salir a la búsqueda de una pizza… o comprar sobrasada (el embutido rojo mallorquín por excelencia) en la tienda de ultramarinos local: Forn Deià –también tienen buen pan–, y comértela en la terraza del hotel.
Calles de Deià (Mallorca). © Pedro Grifol Para degustar el tumbet (hortalizas de verano, fritas y melosas), la coca de escalivada (torta crujiente con berenjenas, cebollas y anchoa), o el trempó (ensalada mallorquina) lo mejor es reservar mesa en Ca Na Marca (@canamarca ), donde Antonia Rullán , actual propietaria y descendiente de la familia de pescadores establecida en el lugar, te atenderá personalmente y te explicará los secretos de esta cocina desde que en 1916 todo empezó en la plataforma rocosa de la cala en C’as Patró March . Raciones grandes, tal como les gusta a los deianencs.
Antonia Rullán, propietaria de Ca Na Marca. © Pedro Grifol Las raciones pequeñas, o de diseño, están en Sebastian . Sebastian Pasch, chef y propietario del restaurante se especializa en el uso de productos de temporada y deja que los sabores de dichos productos hablen por sí solos. Es un referente de la cocina fusión. Bueno y caro. Menú clásico degustación (5 platos) a unos 60 € (vinos aparte).
La estrella de Deià es para Es Racó d’es Teix . Inaugurado en 1999, merecedor de la estrella Michelin en 2002 y propiedad del chef Josef Sauerschell. Su cocina no es tan extravagante como la de otros restaurantes de este tipo, pero el resultado es espectacular. Precios ad hoc con la estrella.
Cafè Sa Fonda, en Deià, Mallorca. © Pedro Grifol El gin tonic puede tomarse en el Cafè Sa Fonda , que es, desde los años ochenta, el sitio del pueblo para disfrutar de la buena música. Personajes tan conocidos como Kate Moss, Susan Sarandon, Tim Robbins o Tom Hanks han pasado por su terraza para vivir su ambiente.
Se dice que quien bebe agua de las fuentes de Deià queda cautivo… Estás a tiempo para quedar prendado del paraíso.
A la mañana siguiente –y solo si es miércoles– el mejor café del pueblo está en un kiosco del mercadillo, donde Eduardo instala su perfecta parafernalia de cafés del mundo y pastas artesanales de pistacho, naranja y chocolate: Café Social . Todo un placer. Después, ya podemos volver a bajar a darnos un baño en la cala. Por la tarde: siesta y opcional paseo por algún camino costero, como el que conduce a hasta la aldea de Llucalcari ¡y a pensar en otro día feliz!, que el verano se acaba.
Eduardo, de Café Social. © Pedro Grifol GUÍA ETHERIA Cómo llegar a Deià Deià se encuentra a 34 a kilómetros de Palma de Mallorca, capital de la isla. El taxi desde el aeropuerto hasta Deià cuesta 60 €. Lo mejor es alquilar un coche para moverte por los alrededores.
Punto clave Si alquilas un coche tendrás que poner gasolina (obvio). La gasolinera está en el km 71 de la carretera Deià a Valldemossa, y se llama S’Estaca –como la casa de Michael Douglas (que está cerquita)–. Quédate a comer alguno de sus guisos mallorquines porque es otro de los restaurantes recomendados en la zona. Los camiones aparcados son buen motivo para creerlo.
Sobrasada ‘adiction’ Si optas por degustar una ‘vieja’ sobrasada en la terraza de tu hotel, no basta con untarla en pan. El manjar debe de acompañarse con olivas maceradas en agua salada con pimienta y hojas de limón, hinojo marino (que lo venden en bote) y, si puede ser, untarlas en galletas de Inca. Las cosas de comer ¡como tienen que ser! Buen provecho.
Pack completo: sobrasada, olivas, hinojo… © Pedro Grifol Dónde dormir Hotel D’es Puig . Las ocho habitaciones de esta joya situada en el medio del casco antiguo reflejan un gusto moderno dentro de los antiguos muros de piedra. Aparece en un cuento de Robert Graves. En la parte trasera hay secretos imposibles de adivinar desde la calle, como la piscina y la terraza.
Hostal Villaverde . Situado también en pleno casco antiguo, esta casa familiar repleta de antigüedades lleva más de un siglo alojando a mochileros de todo el mundo. Habitaciones a 75 €.
Hostal Villaverde, en Deià, Mallorca. © Pedro Grifol Otro de los hoteles más emblemáticos es La Residencia . El empresario Richard Branson compró esta propiedad en 1987 y la mimó hasta que tuvo que venderla en 2002. Tiene 80 habitaciones completamente integradas y situadas escalonadamente en la ladera de la montaña que no perturban el conjunto del paisaje de Deià.
Allí se alojó Lady Di poco antes del fatal accidente que quebró su vida; y no hay músico inglés que se precie que no haya dormido por lo menos una noche en La Residencia. Ahora es propiedad del Grupo LVMH (Louis Vuiton). El mes pasado estuvo alojado Cristiano Ronaldo… aunque no se observaba ningún coche fantasma desde fuera.
Más información Ayuntamiento de Deià .
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