Viajamos a las entrañas de un valle con lengua de trovadores. Un maravilloso entorno geográfico cuyos rincones con encanto son perfectos para organizar mil y una escapadas. Acompáñanos a descubrir las rutas y pueblos imprescindibles del valle de Arán. Espectacular imagen de la Artiga de Lin. Existen muchos lugares en España donde no existen las aglomeraciones, donde la tranquilidad te atrapa desde el primer instante como si se tratara de una trampa bien urdida de la que no querrás huir. Destinos a los que apetece escapar en cualquier momento del año en busca del preciado sosiego. El valle de Arán (o Val d’Aran, en catalán) es uno de ellos. Un edén natural situado en un enclave privilegiado, el Pirineo central. Este espectacular valle de la vertiente atlántica, bendecido por una hermosa geografía, se extiende a lo largo de 620 km y el 30% del territorio sobrepasa los 2.000 metros de altitud.
Frontera histórica y natural con la vecina Francia con la que comparte miradores increíbles y a la que cede la custodia de las aguas del Garona que, tras avanzar por Aquitania y fluir junto al Dordoña por la señorial Burdeos, desemboca en el Atlántico.
El otoño es perfecto para recorrer los bosques araneses. Una omnipresente naturaleza en la que cohabitan impresionantes cascadas, majestuosos valles, montañas de infarto, frondosos bosques, verdes prados y coquetos pueblos, adornado discretamente por un gentil patrimonio histórico que lo convierten en el emplazamiento perfecto para disfrutar con amigas, en familia o con tu pareja.
Circo glaciar de Colomérs. Es el destino ideal para los amantes de la naturaleza y un santuario para los senderistas. La comarca leridana ofrece infinidad de excursiones inolvidables que invitan a disfrutar y descubrir paisajes extraordinarios.
Lagos del circo glaciar de Colomèrs Aunque pertenece al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici , el circo de Colomèrs se encuentra en territorio del valle de Arán. Se trata de una hermosa cadena acuosa con más de 30 “estanys” o lagos, que labran este espectacular valle de origen glaciar fruto de los deshielos durante el Cuaternario. La ruta de los Siete Lagos es un recorrido imprescindible para disfrutar y conocer este hermoso paraje. Aunque no exento de dificultad, este itinerario con sus espectaculares vistas merece la pena.
El circo glaciar de Saboredo o el lago de Liat destacan también en este amplio catálogo espléndido y natural.
Lago de Liat. Los Ojos del Diablo Seguimos disfrutando del líquido elemento, esta vez en forma de cascada. Los Ojos del Diablo es una impresionante cascada fruto del deshielo del glaciar Aneto. El recorrido que hacen sus aguas es bastante excepcional ya que desaparecen en el valle de Benasque para reaparecer, tras recorrer 4 km, en el valle de Arán muy cerca de la Artiga de Lin . Es especialmente llamativo en los meses de primavera como consecuencia de la licuación de los hielos. Un entorno muy bello donde se alternan barrancos, extensos prados y frondosos bosques.
Cascada de los Ojos del Diablo. El Garona es uno de los grandes ríos de Europa Occidental. Su origen es español pero la mayor parte de su vida transcurre por territorio francés hasta desembocar en el Atlántico junto al Dordoña en el estuario de la Gironda. A su nacimiento le envuelve cierto halo de misterio ya que se le atribuyen distintas fuentes: el macizo de La Maladeta, el circo de Saboredo y Pla de Beret. Sea cual sea el origen de sus aguas, una buena opción es explorarlas todas y de paso descubrir algunos de los más bellos enclaves que nos ofrecen estas latitudes.
Un festival de colores en la cascada del Saut Deth Pish. Bosques de ensueño en el Valle de Arán La intensidad del azul combina a la perfección con la variedad cromática de sus bosques . Mágicos, excepcionales. Generosas extensiones de frondosos árboles por los que pasear en paz y dejar volar nuestra imaginación. El de Conangles es un santuario de hayas y abetos, de hecho es uno de los mejores de toda la península Ibérica. Su abanico de colores va de los verdes en primavera y verano a los ocres en los meses de otoño, un delicioso espectáculo de la naturaleza en cualquier época del año.
El bosque de Baricauba , con singulares ejemplares de abetos, algunos sobrepasan los 30 metros, o los pinos negros del bosque de Montgarri no os dejarán indiferente en esta ruta por el valle de Arán.
Encantadores pueblos y mucha naturaleza. Pueblos de altura La abrumadora naturaleza de la Val d’Aran arropa recoletos pueblos, auténticas joyas en los que merece la pena hacer una parada.
Vielha Rodeada de altas montañas con la característica arquitectura de piedra y pizarra, no solo es la capital aranesa sino que custodia un magnífico patrimonio medieval en su entramado. Una visita cultural que pasa por varios puntos imprescindibles que configuran un estimulante itinerario.
Uno de ellos es la iglesia de San Miguel , un claro ejemplo de románico tardío con su impresionante torre campanario del XVI. En origen formaba parte de una fortaleza defensiva construida por Fernando el Católico en 1506. Su interior guarda una talla de Cristo datada en el siglo XII, su pieza más emblemática. El museo de la Lana ubicado en una antigua fábrica de lana del XIX, el interesante museo Etnográfico ubicado en un edificio del XVII, así como diversas casas señoriales completan esta instructiva jornada.
Escena nocturna de Vielha. Arties Está considerado uno de los pueblos más bonitos de todo el valle de Arán. Aquí además podemos alojarnos en su parador, un excepcional edificio emblemático de la arquitectura aranesa de los siglos XIV y XV, la antigua residencia de Don Gaspar de Portolá, célebre descubridor y gobernador de Las Californias. Su iglesia de Santa María (siglo XII) es el resultado de una amalgama de estilos en la que se superponen una magnífica torre gótica sobre una nave de época románica que custodia diversos retablos barrocos.
Es Bòrdes, uno de los encantadores pueblos del valle. Es Bòrdes Esta hermosa localidad goza de un enclave excepcional. Situada a 852 metros de altitud y bordeada por dos ríos: el Garona y el Joeu. Su ubicación es el punto de partida ideal para realizar algunas de las rutas más hermosas del territorio aranés: la Artiga de Lin y Era Bordeta.
Bossòst Situada a escasos kilómetros de territorio francés, esta localidad destaca por varios motivos que la convierten en parada necesaria. El río Garona dibuja a su paso por el municipio un bonito paseo fluvial conocido como Eth Grauèr . Árboles, comercios y restaurantes pueblan este animado recorrido. El lugar perfecto donde descansar y planificar la agenda de nuestra siguiente jornada.
Bossòst cuenta además con un extraordinario ejemplo de arquitectura románica del siglo XII, la iglesia Era Mair de Diu dera Purificación en cuyo interior se observan fragmentos de una pintura mural que representa la epifanía.
Por si esto fuera poco el pueblo está rodeado por 7 capillas construidas durante el XIX, según cuenta la tradición, para proteger a sus habitantes de la temida peste.
Si atravesamos el puente del Rey en la población de Les nos adentramos en territorio francés. Esta población fronteriza es famosa por sus aguas termales y por la producción ecológica del caviar Nacarii, muy apreciado en todo el mundo.
San Miguel de Vielha. Ruta de las iglesias románicas Estas vetustas construcciones llevan siglos ancladas en este sublime paisaje de valles y cumbres. Morada de símbolos religiosos y refugio de almas piadosas. La gran mayoría datan de los siglos XII y XIII. Cada uno de los 33 pueblos que configuran esta región tiene la suya. Algunas de ellas son auténticos tesoros y de obligado peregrinaje para todo curioso. Una ruta por este sublime patrimonio cultural nos invita a sumergirnos en una apasionante travesía por la historia y la tradición.
Ya hemos visto algunas de ellas en el apartado anterior: La iglesia de San Miguel en Vielha , Era Mair de Diu dera Purificación en Bossòst o Santa María en Arties . Veamos otras joyas arquitectónicas de este devoto recorrido.
Sant Fèlix de Vilac Su portada románica de cuatro arcos de medio punto y su torre campanario de época más tardía, legado gótico del XIV y XV, incitan a la observación y al recogimiento.
Pueblo e iglesia románica de Vilamòs. Santa María de Vilamòs Este es otro de estos preciados tesoros que nos aguardan y junto a la iglesia de Bossòst son los dos únicos templos de este estilo románico puramente aranés. Una de las peculiaridades de Santa María son las lápidas funerarias romanas encajadas en sus muros.
Sant Andrèu de Salardú Esta población condensa una delicada amalgama de estilos contenidos en una estructura del románico tardío con un interior gótico y pinturas murales del XVII, y Santa Eulària erigida a los pies del imponente Poi de Unha es otra de las imprescindibles de este estimulante trazado patrimonial.
Todos los escenarios de este fascinante valle nos brindan poderosas razones para conocerlo y disfrutarlo. Sólo hay una condición: dejarse llevar y rendirse a la contemplación.
Postal de invierno de Santa Eulària de Unha y detalle del Pantocrátor interior. CONSEJOS ETHERIA Cómo moverse por el Valle de Arán La mejor manera de desplazarnos a lo largo y ancho de este espectacular territorio es en coche para poder recorrer el valle como nos plazca.
Dónde dormir Existen numerosos alojamientos en sus poblaciones, aunque como es lógico, existen más opciones en los grandes núcleos como pueden ser Vielha, Baqueira o Bossòst. O, ¿por qué no?, alojarnos en el bello parador de Arties o alquilar un apartamento para disfrutar a nuestro aire.
Excursiones Si viajan en los meses más fríos, sobra decir que es el momento ideal para disfrutar de la nieve y de los deportes de invierno, aunque posiblemente algunas excursiones serán más difíciles de disfrutar.
Y, por supuesto, en cualquier excursión hay que llevar el equipamiento necesario y la suficiente información para que todo transcurra de forma segura.
Más información Web oficial de Turismo de La Val d’Aran
*Fotos cedidas por Foment Torisme Val d’Aran.
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