Las siguientes excursiones en Lleida, en la comarca del Pallars Jussà, están repletas de apasionantes experiencias, rutas que descubren icnitas de dinosaurios, paseos entre lagos de montaña, observación de animales, desfiladeros de vértigo y vinos exquisitos. Cada viaje supone un descubrimiento pero este, además, te ofrece un fuerte vínculo con la naturaleza y con el pasado.
Ruta hasta el refugio Colomina desde la presa de Sallente. © Pepa García Si buscas rutas y excursiones en Lleida porque vives o estás de vacaciones en Cataluña, estás de suerte porque cada comarca leridana brinda un buen número de experiencias. Esta variedad facilita que organices tu agenda de viaje en función de quienes te acompañan en la escapada. Si vas en familia , los dinosaurios seguro que tomarán bastante peso en el programa. En cambio, si viajas con deportistas preferirán recorrer el desfiladero de Mont-Rebei y hacer un trekking por la montaña. Incluso aquellos que prefieran los planes pausados tendrán la oportunidad de conocer aquí interesantes museos y bodegas . ¡Qué más se puede pedir!
En este artículo nos centraremos en distintas experiencias en la comarca del Pallars Jussà, por lo que no será necesario desplazarse mucho entre cada una de ellas. Si quieres ubicar la comarca en un mapa de Lleida, localiza el Prepirineo y traza un óvalo entre el Pallars Sobirá y La Noguera. Ya estás preparada para conocer estas 8 emocionantes experiencias en el Pallars Jussà.
Localizar huellas de dinosaurio, divertido y «fácil» con los guías adecuados. © P. García 1. Identificar huellas de dinosaurio Si hay algo que sorprenda más que cualquier otra cosa en la comarca del Pallars Jussà, son sus formaciones geológicas y yacimientos paleontológicos. Y esto, ¿por qué? Es así porque en la Sierra del Montsec, al sur, y en los Pirineos, al norte, las rocas que en otros lugares del mundo se hallan a miles de metros de profundidad aquí están más superficiales o accesibles. La diversidad de estratos y ambientes geológicos, sobre todo pertenecientes al período Cretácico, atraen a la comunidad científica e, incluso, a compañías petroleras, pues en los afloramientos de esta era es donde se forma el petróleo. Y si nos referimos al Cretácico tenemos que hablar de dinosaurios .
Debes saber que alrededor de la población de Isona hay más de 100 yacimientos con restos fósiles relacionados con estos animales prehistóricos, ya sean huesos, huevos o icnitas, unas huellas petrificadas que sirven para convertirte en aprendiz de paleontólogo. Lo más recomendable es acercarse al Museo de la Conca Dellà donde explican las características del territorio y, sobre todo, el tema de los dinosaurios. En una de sus salas incluso podrás ver un hadrosaurio (o dinosaurio de pico de pato), uno de los últimos grandes reptiles del planeta. Además, puedes apuntarte a sus actividades guiadas (consulta en la web) para conocer mejor el terreno y localizar icnitas por el camino.
El Pallars Jussà es una de las zonas de mayor diversidad geológica y paleontológica de nuestro país.
En una visita a la Bodega Vila Corona podrás recorrer la finca y hacer una cata. © Pepa García 2. Catar vinos entre viñedos Si eres más de vino que de dinosaurios, no pasa nada, porque en la comarca del Pallars Jussà también hay bodegas, una de ellas es la de Enric Vila (en la imagen). En la Bodega Vila Corona (en Vilamitjana) se pueden hacer visitas guiadas, que incluyen un paseo por las viñas y cata de sus monovarietales. Cuando nosotras estuvimos, probamos el Tu rai , un coupage de morastell (monastrell), garnacha y tempranillo que busca los sabores de antaño, de lo autóctono. De ahí también el nombre, que tiene ver con una expresión local. Este verano no organizarán jornadas especiales, como han hecho otros años, pero seguirán con sus visitas a los viñedos y degustación de vinos siguiendo las medidas sanitarias oportunas (limitación del tamaño de los grupos en el interior). Anímate a hacer esta actividad.
Aparte de buenos, los nombres de los vinos de la Bodega Vila Corona son muy originales. © P. García 3. Ver animales en la Reserva Nacional de Caza de Boumort Seguimos las excursiones en Lleida con los descendientes de los dinosaurios, es decir, las aves. Según algunos científicos (hay quien no está de acuerdo), son fruto de la evolución de un antiguo grupo de dinosaurios terópodos que surgió durante la era Mesozoica. Si te gusta ver animales y, sobre todo, aves rapaces, no desaproveches la ocasión de hacer una ruta guiada en 4×4 por la Reserva Nacional de Caza de Boumort . De entre los animales que viven en este espacio, el ciervo y el jabalí son objeto de aprovechamiento cinegético, ya que tienen poblaciones importantes. El resto de especies está vedado. La ruta comienza casi de madrugada, ya que algunos animales como los ciervos, los corzos o los rebecos pastan a primera hora del día.
En la Reserva Nacional de Caza de Boumort se pueden ver diversos animales. © P. García Si os dormís no veréis muchos animales, pero lo que es seguro es que podréis «cotillear» desde los observatorios cómo se alimentan las aves carroñeras. Las casetas o “hides” se sitúan junto al comedero donde los guardas forestales dejan restos de carne recogidos en carnicerías y granjas cercanas. Es un momento muy emocionante, ya que los buitres empiezan a arremolinarse, y planean en círculos antes de lanzarse al festín. Pero, ¡ojo! aquí también hay un código en la mesa: primero comen los buitres leonados, después los alimoches y los buitres negros y, por último, los quebrantahuesos, que aprovechan los restos pelados de carne. Tú sólo tendrás que guardar silencio y observar o hacer fotos. Puedes reservar la ruta en la web de Rutes 4×4 Ignasi o en los teléfonos 626 466 816 / 608 130 923.
Una escena impactante desde un «hide», buitres alimentándose a escasos metros. © P. García 4. Caminar entre lagos en la Vall Fosca Para hacer esta excursión por la comarca del Pallars Jussà tienes que dirigirte a su franja norte. Según avances con el coche notarás que la vegetación va cambiando, y las coníferas van desapareciendo según te acercas a la alta montaña. Antes de que te des cuenta estarás en la Vall Fosca (el Valle Oscuro), un nombre muy ilustrativo porque es tan cerrado que apenas deja pasar luz.
El agua de los lagos es aturquesada y muy cristalina. © Pepa G. El paseo comienza junto al embalse de Sallente, una de las entradas al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, desde donde sale el teleférico que te lleva hasta los 2.200 metros de altitud en sólo 14 minutos (funciona de julio a septiembre). Si vas en otra fecha, tendrás que hacer el camino andando (se puede, aunque si no estás en forma cuesta un poco). Una vez arriba, en la base del teleférico comienza la excursión que te lleva de lago en lago, a través de senderos de piedra y turba junto a los que nacen flores silvestres como las orquídeas o las árnicas. En esta zona hay más de 30 lagos de origen glaciar (o estanys) y el color del agua es hipnotizante.
Están conectados por canales excavados en la montaña, debido a un proyecto para generar energía hidroeléctrica de comienzos del siglo XX. La meta de este trekking es el refugio de Colomina, un buen lugar donde descansar y tomar un aperitivo. Incluso podrías quedarte a dormir (tiene 49 plazas). Nosotras no lo hicimos pero nos quedamos con las ganas…
El paisaje está salpicado de lagos durante la ruta hasta el refugio de Colominas. © P. García En la Vall Fosca siempre encontrarás alguna actividad interesante que hacer, como el VI Festival de Senderismo que tendrá lugar a mediados de julio de 2021. Consulta todas las propuestas de su oficina de turismo.
5. Visitar el Museo Hidroeléctrico de Capdella Esta visita en la población de La Torre de Capdella se puede hacer a continuación de la ruta anterior, ya que ese proyecto que te comentábamos relacionado con la energía hidroeléctrica cobra vida en la antigua central donde se ha situado el actual Museo Hidroeléctrico de Capdella. Tan interesante es conocer la infraestructura faraónica que fue necesaria (funiculares, carreteras, campamentos para los obreros) como el cambio radical que sufrió este valle apenas poblado a principios del siglo XX. En esta central llegaron a trabajar hasta 4.000 personas llegadas de distintas partes del país. Tened en cuenta que en 1911 los 19 pueblos del valle sumaban escasamente 1.400 habitantes.
El actual museo, englobado en el Sistema del Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya, muestra todo el proceso desde que surgió la idea hasta que empezó a generar electricidad en 1914. En la visita guiada se recorren dos edificios, el primero donde se narra mediante imágenes, objetos y audiovisuales la historia de la central; y el segundo, la “sala de máquinas” donde se generaba la energía. Ambos espacios son sumamente ilustrativos y didácticos.
Precio: 3,50 €, con visita guiada, 5 €. Consulta descuentos.
Interior del Museo Hidroeléctrico de Capdella. © P.G. 6. Conocer la iglesia de Sant Vicenç de Capdella La situación de esta ermita románica no podría ser más privilegiada, con el bellísimo Vall Fosca como telón de fondo desde que la construyeron en los siglos XI-XII. El edificio ha sufrido algunas alteraciones con el transcurso del tiempo, pero conserva su campanario de torre cuadrado y un ábside con arcos lombardos de piedra caliza. En su interior se hallaron piezas de gran valor que fueron trasladadas a lugares más seguros, como un Cristo románico del siglo XII, que ahora está en el MNAC, y en cuyo interior había un relicario de madera. El Museo Diocesano de L’Urgell, por su parte, guarda una arqueta-relicario que también encontraron aquí.
Aunque falten estas piezas (ahora hay una réplica del Cristo), la panorámica desde la iglesia es muy bonita, y también merece la pena recorrer este pueblo que hará las delicias de los Instagramers.
Iglesia de Sant Vicenç en Capdella. © P. García 7. Pasear por el desfiladero de Mont-Rebei El desfiladero de Mont- Rebei, en la sierra del Montsec, entre Aragón y Cataluña, es otra de las excursiones de Lleida que no debes perderte. El río Noguera Ribagorzana ha excavado durante millones de años un cañón de 500 metros de altura, con lugares donde la anchura no pasa de 20 metros. Para atravesarlo, se creó ya entrado el siglo XX un camino de herradura excavado en la roca caliza (antes se cruzaba por la montaña) que es poco apto para quien sufra de vértigo. Se ha convertido en un lugar muy visitado por lo que es recomendable ir muy temprano o fuera de temporada.
Además del paisaje de roca y agua, fíjate en la flora y fauna, ya que en este lugar crecen plantas como la corona de rey o la oreja de oso, y habitan animales como la nutria, el alimoche, el quebrantahuesos y más de cien especies de mariposas.
📌 Consulta todos los datos prácticos en este enlace para hacer la caminata del desfiladero de Mont-Rebei.
Ruta por el desfiladero de Mont-Rebei, en Lleida. © Pepa G. 8. Viajar al pasado en las Tiendas-Museo de Salàs de Pallars Una farmacia, un estanco, una barbería, una mercería, una tienda de ‘ultramarinos y coloniales’ y un bar de época son los espacios que se agrupan en un interesante proyecto museográfico con el que se da a conocer la historia del antiguo comercio y de la publicidad. Las Tienda-Museo de Salàs de Pallars son recreaciones de estos antiguos establecimientos en los que no falta ni un detalle. Todo forma parte de la colección privada de Xisco Farras , un profesor de instituto que comenzó guardando algunos de estos objetos para explicar mejor sus clases de historia y terminó montando este museo repartido por todo el pueblo.
Traspasar el umbral de cada uno de estos espacios es viajar unas decenas de años en el tiempo y con cada uno de los objetos profundizamos un poco más nuestro pasado cercano: la aparición del Anís del Mono (y sus imitadores), la creación de la maquinilla de afeitar desechable para los soldados durante la Primera Guerra Mundial, etc.
Precio de la visita guiada: Adultos (6 €), niños hasta 7 años (gratis), de 8 a 13 años (2 €). Puedes realizar la reserva en su web o en el Tel. 973 676 266
Creador de la Tiendas-Museo de Salàs de Pallars. © Pepa García Preguntas frecuentes Cómo llegar a la comarca del Pallars Jussà En AVE (Renfe) hasta Lleida desde Madrid, Barcelona o Zaragoza y una vez allí lo mejor es alquilar un coche. Desde Lleida, la C-12 y la C-13 te conducirán hasta Tremp, capital de la comarca.
Dónde dormir en Pallars Jussà • El Portal de la Irene. El antiguo pajar de una casa de pueblo de finales del siglo XIX alberga hoy dos apartamentos bien equipados. Claverol. Tel. 973 680 537.
• Hotel Alegret. Sencillo pero confortable y con un trato muy cercano. Dobles entre 60-75 €. Pl. de la Creu, 30. Tremp. Tel. 973 650 100.
• Casa Teresina . Hotel rural con numerosos espacios comunes en La Plana de Montros.
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