Lagos naturales, praderas exuberantes y pueblos con identidad y gastronomía propias. La comarca zamorana de Sanabria, al oeste de la provincia, fue creada para sanarnos de los males urbanitas. Y si no nos crees, te proponemos un fin de semana para descubrir el lago de Sanabria y todos los atractivos que lo rodean.
Panorámica del lago de Sanabria desde el Mirador de los Peces, en San Martín de Castañeda. © Kelu Robles En un cruce de caminos hacia Portugal y Galicia, pero acurrucada en tierras castellanoleonesas, la comarca zamorana de Sanabria ha protagonizado durante décadas el destino estival típico del ‘turista menos acaudalado’. O así se consideraba antiguamente al veraneante de la meseta que no podía permitirse un viaje hasta la costa. En los años setenta, el concepto de turismo sólo podía significar dos cosas: sol y playa, y Sanabria suponía ese ‘quiero y no puedo’ de quien soñaba con las playas del Mediterráneo, pero se consolaba con un trampantojo marino como el lago de Sanabria .
Hoy en día, Sanabria y sus lagos se han convertido en uno de los caprichos viajeros más deseados por los aficionados al turismo de interior.
Flanqueado al sur por la sierra de la Culebra, al oeste por la Segundera y al norte por la Cabrera Baja, el clima atlántico sanabrés se torna en continental en los mil doscientos kilómetros cuadrados que abarca la comarca. Esta transformación, sumada a su altura, provoca que aquí llueva y nieve con más frecuencia que en el resto de la provincia. De ahí sus verdes y frondosos pastos.
Turistas en el lago de Sanabria en el año 1979. © Santiago Robles
Unamuno y la intrahistoria de Sanabria La Edad de Hierro puso en marcha la relación del ser humano con Sanabria. La Vía de la Plata discurre cerca, así que por sus lides también han peregrinado los romanos que se dirigían hacia Las Médulas en búsqueda de su preciado oro (para saber más: ‘Las Médulas, prestosidad a la leonesa’ ) . Tiempo después, los visigodos y algún que otro musulmán llegaron a estas tierras desconectadas que sirvieron de refugio a numerosos eremitas. Al abrigo de bosques de abedules, alisos y rebollos –un tipo de robles pirenaicos–, se elevaron por toda la comarca pequeñas aldeas, cruciales durante la Edad Media. Hoy representan la prueba viva de la historia y de la intrahistoria de los sanabreses, esto es, la vida de la gente, la que describió Miguel de Unamuno en San Manuel Bueno, mártir , inspirado por la autenticidad de pueblos como Ribadelago , Trefacio o San Martín de Castañeda .
Aldeas perfiladas por una arquitectura claramente influenciada por la gallega, con casas de adobe y de piedra que sostienen pequeños balcones y galerías repletas de flores, cuando la meteorología lo permite. La localidad de Galende , que discurre a orillas del río Tera, muestra numerosos ejemplos con viviendas de dos alturas donde la planta superior se dedicaba a la vida familiar, mientras la inferior se dirigía al cuidado del ganado, a guardar los aperos y a servir como cuarto de baño.
En el ámbito rural español los inodoros no llegaron hasta la segunda mitad del siglo XX.
Los tejados de pizarra son un icono de Puebla de Sanabria. © Ayto. Puebla de Sanabria El lago de Sanabria y sus leyendas Estamos ante el lago de origen glaciar más grande de la península Ibérica y uno de los más grandes de Europa. Testigo de la glaciación, todavía permanecen dispersas por su orilla algunas morrenas. El lago de Sanabria se extiende por 368 hectáreas de superficie traducidas en 3 kilómetros de largo y 1,5 kilómetros de ancho (una hectárea equivale a un campo de fútbol, aproximadamente). Una ruta hacia San Martín de Castañeda por la carretera ZA-103 nos conducirá por diferentes miradores del lago de Sanabria (mapa en el enlace) donde contemplaremos su mejor perfil.
La impresionante imagen recuerda a otros embalses de nuestra geografía, con la diferencia de que el lago de Sanabria es una formación totalmente natural.
Hora azul sobre el lago de Sanabria. © Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León Como no hay historia sin leyenda , y viceversa, los sanabreses cuentan que bajo las aguas del lago de Sanabria no duerme un gran reptil –por mucho que nos recuerde al lago Ness–, sino una pequeña aldea llamada Valverde de Lucerna , en la que, según dicen, sus habitantes eran conocidos por su desconfianza y por su tosquedad. De hecho, una noche de San Juan, un anciano desamparado llegó a sus puertas para pedir cobijo y ningún vecino le ofreció un techo. Sólo un grupo de mujeres que trabajaban en un horno de leña a las afueras del pueblo le ofrecieron ayuda. ‘Sólo vosotras sois dignas de ser salvadas. No salgáis esta noche, voy a castigar a este pueblo’, les advirtió el peregrino que, como venganza, clavó su bastón en la tierra y provocó un tsunami que inundó toda la aldea, salvando exclusivamente la vivienda de aquellas señoras tan hospitalarias.
Como recuerdo de aquel suceso, cada noche de San Juan se escucha el tañido de una campana que quedó atrapada en el fondo del lago. O eso dicen.
Panorámica del lago de Sanabria desde la playa de Viquiella. © Kelu Robles El Centro de interpretación de San Martín acoge un interesante museo etnográfico que resume las leyendas y la historia sanabresa, alguna tan trágica como la de Ribadelago . Junto al museo, se eleva el monasterio de San Martín de Castañeda , fundado en época visigótica. El edificio actual fue erigido en el siglo XII por la orden del Císter y alberga un retablo renacentista, así como minuciosos sepulcros góticos tallados en nogal. Sin embargo, lo más inspirador del monasterio no se encuentra en su interior, sino en su ubicación, sobre un excelso praderío repleto de huertas y de robledales.
Desde el monasterio parten numerosas rutas de senderismo, una de las más resultonas llega hasta la cascada de Sotillo, también de origen glaciar y donde nace el río Truchas.
Monasterio de San Martín de Castañeda (izq.) y praderío que lo rodea (dcha.). © Miguel Galguera y Kelu Robles Una parada en el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León Félix Rodríguez de la Fuente de Robledo de Sanabria nos mostrará todo lo relacionado con el mundo del lobo y podremos observar lobos ibéricos en semi libertad. La mayoría de los lobos del centro han nacido en cautividad y han sido cedidos por parques de naturaleza.
Laguna de los Peces, inspiradora y mágica La laguna de los Peces es el rincón natural más inspirador y mágico de Sanabria. Su acceso corona un serpenteante trayecto de carreteras que parecen dirigirse al fin del mundo. Y, de alguna manera, allí termina un mundo y comienza otro: los bosques desaparecen progresivamente dando paso a laderas enmoquetadas por arbustos perennes. Durante el invierno, la laguna se transforma en hielo y nieve, así que si te planteas una ruta desde allí, debes tenerlo en cuenta en tu equipación. La excursión más exigente se dirige hacia la cima de la peña Trevinca , a más de dos mil metros de altura. Es el pico más alto de toda la provincia.
La laguna de los Peces también es de origen glaciar. © Miguel Galguera Pueblos de Sanabria que no te puedes perder Puebla de Sanabria Alzamos la vista para identificar en lo alto uno de los pueblos más bonitos de España. Flanqueado por el el río Tera y por el Regato Candanedo, Puebla de Sanabria colecciona suficientes argumentos para defender este status , al que podríamos añadir el sambenito de que ‘parece un pueblo de cuento ’. Acceder a su casco histórico, declarado Conjunto Histórico Artístico, supone dejar atrás una realidad de asfalto para adentrarse en un mundo medieval dominado por murallas, tejados de pizarra, casonas de piedra, iglesias románicas –y románticas–. Con casi mil quinientos habitantes, la localidad desprende una sensación de poder claramente superior al del resto de la comarca. En el siglo XV, los condes de Benavente dominaron la villa y la comarca de Sanabria desde el castillo más emblemático de la localidad, cuyas alcobas sirvieron como mazmorras durante la Posguerra. No te pierdas la colección de gigantes y cabezudos que guarda su interior.
Conscientes de su excelente ubicación geográfica, los sanabreses explotaron al máximo su faceta como comerciantes, lo que trajo consigo el periodo de mayor esplendor a la comarca después de la dominación de los condes. De esa época, hoy quedan importantes monumentos como la ermita barroca de San Cayetano o el convento de San Francisco.
Las casas solariegas de Puebla de Sanabria se elevan sobre sillares y mampostería de granito. © Ayto. Puebla de Sanabria Puebla es una postal continua de callejuelas de granito y pizarra que conducen a templos románicos tan puros y austeros como la iglesia de Santa María del Azogue.
A nivel práctico, la capital de Sanabria combina los aspectos más positivos de lo puramente rural con aquellos que facilitan la vida en cuestiones del día a día, con la disponibilidad de locales comerciales de todo tipo, oficinas bancarias y con suficiente oferta hotelera y hostelera como para dar rienda suelta a quienes busquen rematar el viaje con un poco de ocio nocturno.
Ribadelago, un trágico recuerdo La memoria de Ribadelago, otro de los pueblos imperdibles en esta ruta por Sanabria, no olvidará jamás la madrugada del 9 de enero de 1959 cuando, en menos de quince minutos, fallecieron 144 de los 532 habitantes de la localidad debido a la rotura de la Presa de Vega de Tera. El accidente, uno de los más devastadores de la historia de los embalses de España, no impidió que los pueblos de Ribadelago y Ribadelago Nuevo , este último construido después de la tragedia, se hayan reintegrado por completo en la vida de la comarca. Aunque las blanquecinas fachadas de Ribadelago Nuevo chocan profundamente con el estilo arquitectónico de Sanabria debido al desconocimiento de la arquitectura tradicional sanabresa del arquitecto encargado en su construcción.
Escultura de Ricardo Flecha en recuerdo a las víctimas de la tragedia de Ribadelago. © Fund. Patrimonio Natural de Castilla y León Gastronomía sanabresa Con tanta riqueza fluvial, se entiende que uno de los bocados históricos de estas tierras tenga como protagonista la trucha sanabresa , de color asalmonado, preparada frita, crujiente y aromatizada con finas hierbas. Hasta el rey leonés Ordoño II se enfrentó a los monjes de San Martín de Castañeda en el año 952 para quedarse con el derecho a la pesca de este manjar.
Con sólo un vistazo a las cartas de los mesones sanabreses, repararemos en la influencia gallega de sus platos: el caldo sanabrés, con berzas, el pulpo , al que se añade ajo, o el bacalao a la tranca, cocinado con ajo y pimentón. Sabores contundentes y elaboraciones recias que en ocasiones tienen a las legumbres como elemento principal. Habones servidos con magro de cerdo o unas sencillas costillas de cordero dejan claro que la gastronomía zamorana se aleja de lo frugal. Nada es casual, las recetas calóricas compensan el trabajo tradicional en el campo de los ganaderos. La sopa castellana, también conocida como sopas de ajo, templan el alma, sobre todo si se escaldan con pimentón picante.
Ración de pulpo sanabrés del Mesón Abelardo. © Kelu Robles Quienes no conciban un viaje a Castilla y León sin detenerse en un asador, deben saber que la ternera alistana-sanabresa es autóctona de la comarca y la reina de sus prados y restaurantes. (Sigue leyendo: ‘Los mejores asadores de Castilla y León’ )
Guía práctica de Sanabria ¿Dónde comer bien en Sanabria?
Mesón Abelardo , en Puebla de Sanabria. Ideal para disfrutar desde su azotea de las vistas del río Tera. Especial maestría en la preparación del pulpo y de sus habones.
El fuellero-La casa del pulpo , en El Puente. Pequeño local muy concurrido -con terraza- especializado en pulpo. Los callos también merecen especial atención.
Trattoria del Lupo , en Galende. Original y romántico italiano ubicado en un chalet de piedra a orillas del río Tera. Perfecto para un escarceo con la cocina transalpina y para hacer un paréntesis entre tanta gastronomía zamorana.
Casa Paca , en Puebla de Sanabria. Combinación infalible del trío de ases sanabreses: ternera, pulpo y trucha.
Gran Casona de Sanabria , en Puebla de Sanabria. Ubicado en el Hotel Enrimary. Buena relación calidad-precio. Cocina tradicional y especial atención a sus postres.
Asador Montelueñ o, ubicado en la N-525, en Puebla de Sanabria. Típico gran local de carretera que rinde homenaje a su carne autóctona.
El castillo-fortaleza de Puebla de Sanabria (s.XV) fue construido por D. Rodrigo Alonso de Pimentel y Dª María Pacheco, condes de Benavente ©. Ayto. Puebla de Sanabria ¿Dónde dormir en Sanabria? Hoteles y campings recomendables.
Villa Lucerna . Ubicado dentro de la estación deportiva Sanabria Lake , aúna en un mismo concepto actividades de aventura en plena naturaleza, relax y alojamiento con vistas. ¡Atrévete a deslizarte por sus tirolinas!
Parador de Puebla de Sanabria . Desde algunas de sus habitaciones podrás contemplar el conjunto histórico monumental de Puebla de Sanabria. Con acabados modernos, conserva el espíritu austero y rústico de la zona.
La oferta de alojamiento rural en toda la comarca es tan extensa como variopinta. La Posada de Pedrazales es, sin duda, uno de los alojamientos rurales con mejor relación calidad-precio. Ubicado en la pequeña aldea de Pedrazales, la desconexión con lo urbanita está garantizada.
Camping El Folgoso , con vistas al lago y ubicado en pleno bosque, en un emplazamiento totalmente natural, ideal para los campers y familias aficionadas al turismo de acampada.
Perspectiva del lago de Sanabria desde la playa de Los Enanos. © Kelu Robles ¿Cu´áles son las playas de interior de Sanabria?
La faceta lúdica del lago es muy reciente, pero anteriormente este lugar ha protagonizado otros capítulos históricos de tipo bélico, como el de después de la Batalla de Trafalgar en 1805, cuando se propuso construir en él un navío que enseñara a los montañeses el oficio de marinero para evitar otra derrota de la armada española.
La información más práctica hoy en día para adentrarse en el lago es conocer dónde están sus playas y cuáles son: Viquiella , la más famosa y la más grande del lago, cuenta con chiringuito, aunque solo abre en verano, al igual que el de la playa de Los Enanos , más pequeña y escondida. Una gran peña da acceso al lago en la playa de Rocanegra , ubicada en la cara opuesta de Viquiella. En verano, es común ver a bañistas experimentados saltar al agua desde su gran roca. Para alquilar piraguas, kayaks o patines –las barcas con pedales–, deberemos dirigirnos a la playa Custa Llago .
Casa del Parque Lago de Sanabria brinda información para conocer la naturaleza, valores naturales, culturales, y sociales del entorno. © Fund. Patrimonio Natural de Castilla y León Más información de la comarca de Sanabria
Visita la Casa del Parque Lago de Sanabria para conocer todos los aspectos relacionados con la naturaleza del Parque Natural.
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