Situada a orillas del mar Báltico, la ciudad polaca de Sopot ha sido un imán para aristócratas, artistas y veraneantes que buscaban en su mar y en sus famosos balnearios un refugio de las grandes ciudades. Su animada vida cultural y ese encanto de destino con clase asomado a la costa lo convierten en un lugar perfecto para escaparse en cualquier momento del año.
Atardecer en Sopot. Actualizado en abril de 2024
Sopot forma parte de la Triciudad del voivodato (provincia) de Pomerania. Ésta incluye a la culta y bella Gdansk , urbe hanseática y cuna de Gunter Grass; a Gdynia , uno de los puertos más relevantes de Polonia donde se gestó el movimiento de Solidaridad; y a la ciudad que nos ocupa, Sopot , cuya fama y glamour le vienen de antaño.
Un poco de historia… Su idónea situación al sur del mar Báltico, al norte de Polonia , no les pasó desapercibida a todos aquellos que dejaron su impronta en la ciudad costera, acotada por bosques y abierta al mar. Desde su asentamiento eslavo en el siglo VII, cuando era punto de intercambio comercial con sus vecinos del Báltico, atravesó por diversas vicisitudes históricas y políticas. Fue parte de Prusia, época durante la cual magnates y nobles de Gdansk construyeron en Sopot sus palacetes.
Vista del muelle de Sopot, el Molo, y la playa. Más tarde, ya a principios del siglo XX, fue lugar de descanso del Kaiser Guillermo II de Alemania y de la aristocracia de Varsovia y Berlín. Encontrar aguas subterráneas curativas, añadido a sus excelencias topográficas, hicieron que el doctor de las tropas de Napoleón, Jean Georg Haffner, la convirtiera en una ciudad balneario . Haffner mandó construir instalaciones adecuadas para canalizar el beneficio de sus aguas saladas y dulces, frías y calientes. Los efectos curativos de estas aguas atrajeron afluencia de público y la consiguiente construcción de más establecimientos donde recibirlas, como el Centro Balneológico, vecino del muelle.
Monte Casino, Paseo de la Fama de Sopot Testigo de esta fama son las calles del pueblo donde se concentran todos los posibles estilos de la arquitectura polaca a través de los siglos: la Mansión Española (la residencia familiar más antigua de Sopot), edificios medievales convertidos en colegios con capillas neogóticas, coquetas casas construidas bajo la influencia de renacimiento italiano… Y el bonito faro de Sopot , que fue construido en 1903 como parte del Instituto Balneológico. Hoy día este faro nos sirve para contemplar desde arriba las mejores vistas de la ciudad báltica.
Instituto Balneológico de Sopot. © O.T. de Polonia Sin embargo, la arteria principal de Sopot es la calle de los Héroes de Monte Casino –llamada así en honor a la batalla homónima– donde se encuentra la Casa Torcida , obra de los arquitectos Szotynsky y Zaleski. Se inspiraron en los cómics de Jan Marcin Szancer (polaco) y Per Dahlberg (sueco). Es un ejemplo vanguardista de la arquitectura contemporánea polaca. Aquí se encuentran, entre otros lugares de ocio, un centro comercial y Radio Muzyka.
Casa Torcida. © O.T. de Polonia Gastronomía y vida cultural en Monte Casino Monte Casino y sus calles adyacentes están adornadas por cafés decimonónicos y restaurantes para todos los gustos, empezando por el famoso Club Spatif . Aquí se concentraba la vida veraniega de los artistas polacos cincuenta años atrás y sigue guardando su encanto bohemio. Sztuczka Bistro goza de una carta selecta y se jacta de ser uno de los más cotizados de la ciudad. Le secunda en categoría: Blekitny Pudel que, bajo una decoración hilarante y precios asequibles, ofrece opciones veganas, vegetarianas y sin gluten.
Como en un pueblo marinero es obligado probar su pescado y marisco, es altamente aconsejable Fisherman , célebre por su gastronomía marinera y la calidad de sus vinos. La ciruela y la compota de frutas son dos clásicos polacos donde los haya. Para probarlos en deliciosas metamorfosis está el restaurante Sliwka w Kompot .
Barcos de pesca en Sopot. No hay lugar de veraneo que no presuma de tener la mejor heladería del mundo. Sopot no iba a ser menos y, sin desviarse de Monte Casino, Grycan deleita a sus veraneantes con creativos helados artesanos.
Por Monte Casino desfilan cada temporada las estrellas que acuden al Festival Internacional de la Canción . Fue fundado en 1965 por el compositor Wladyslaw Szpilman, figura en la que se basó Roman Polánski para su película de El Pianista . Por aquí pasean todos aquellos que anualmente acuden a alguno de los muchos festivales que se convocan en la ciudad costera.
Sopot Jazz es el preludio del famoso Jazz Jamboree que tiene lugar en Varsovia cada cinco años y atrae a figuras internacionales del jazz.
Sopot Film International se celebra desde 2001 durante el mes de julio y es punto de encuentro de los más renombrados cineastas y las más vanguardistas películas. También en julio, Sopot Classic reúne a los amantes de la música clásica en conciertos que se alargan hasta principios de agosto. En este mes la ópera se apodera del marco onírico del bosque Opera Lesna en plena frondosidad. Este mes de agosto termina con Sopot Literario , evento donde conocer autores, escuchar parte de sus obras y estar al día sobre el mundo literario internacional.
El Molo, mayor muelle de madera de Europa Volviendo a Monte Casino, la calle confluye con la de Tadeusz Kosciuszki, presidida por la iglesia neogótica de St. George . Lugar estratégico para, tras visitar la bella iglesia, seguir paseando hasta alcanzar el muelle de Sopot, apelado El Molo . Fue construido como lugar de recreo y punto de amarre para los cruceros que llegan de Gdansk. Con sus quinientos metros de longitud es en el muelle de madera más largo de Europa.
El Molo, el embarcadero de Sopot. © O.T. de Polonia. Paraje imprescindible para ver y dejarse ver, y contemplar el Báltico, que pasa por diferentes tonos de azules hasta volverse prácticamente negro en días de tormenta. También para echar un vistazo a las innumerables exposiciones de todo tipo que allí tienen lugar.
El Molo es un observatorio de primera para disfrutar de las competiciones de vela, de triatlón, de los muchos conciertos y cafés, y, por supuesto, de los puestecillos del cotizado ámbar que tiene en Sopot su razón de ser.
Al muelle le ampara la omnipresencia del legendario Grand Hotel . Al igual que El Molo, ha sido testigo y sobreviviente de fuegos, naufragios e inclemencias climatológicas y económicas. Además de vivir las dos guerras mundiales, que no dejaron impune a esta ciudad balnearia.
El Grand Hotel, la historia de Sopot El Grand Hotel , que ahora opera Sofitel tras una meticulosa renovación, se construyó en 1924 cuando Gdansk era el Dánzig alemán. Levantado como casino, fue el no va más de aquella zona y de aquel entonces. También sirvió como cuartel general de Hitler durante la guerra. Llegó a ser receptáculo de reuniones secretas –véase la operación soviética Mewa– y utilizado para motivos mucho más lúdicos e intelectuales.
Fachada del Grand Hotel. Era el lugar habitual, el hogar, del gran compositor y político Ignacy Jan Paderewski que, tras sus viajes por el mundo, regresaba al Grand Hotel de Sopot. Aquí la flor y la nata de la sociedad le esperaba para disfrutar de sus conciertos y de su carismática compañía.
En el hotel se ha alojado el mundo del cine. Aún cuelgan de sus paredes fotos de Greta Garbo y Marlene Dietrich.
Joséphine Baker y Charles Aznavour fueron algunos de los muchos músicos que lo visitaron. Y, entre los políticos, están Henri Kissinger y recientemente Vladimir Putin. Científicos como María Sktodowka, Madame Curie, literatos de la talla de Henryk Sienkiewicz… Incluso el rey de España Alfonso XIII y el presidente de Cuba, Fidel Castro, gozaron del emblemático Grand Hotel. Un lugar donde socializar a placer, ya que todo el mundo estaba allí, fuera verano o invierno, el momento en el que por la playa cubierta de hielo patinan los cisnes blancos que contrastan con el agua oscura del mar.
Los cisnes pasean por la playa de Sopot. Sopot y sus balnearios de lujo El Grand Hotel sigue siendo un mito cinco estrellas por su leyenda, la belleza de su edificio, su situación a orillas del mar y por esos tratamientos de wellness que están a la orden del siglo XXI. Sin embargo, también se suceden a lo largo de la costa otros hoteles de categoría que se han sumado a la oferta hotelera de wellness de Sopot. Ideales para complementarlos en verano con los baños de mar y de sol. Y en invierno con los paseos por las playas kilométricas o los frondosos bosques.
Entre otros hoteles wellness & spa están el Sopot Marriot Hotel & Spa , recién renovado, con vistas al mar y una magnifica situación cerca de los eventos deportivos y musicales.
Sheraton Sopot Hotel y playa de Sopot. © Oficina de Turismo de Polonia. También destaca el Sheraton Sopot Hotel , sito en la misma playa, al lado del Molo. Y el hotel Haffner que, llamado así en honor a aquel que puso a Sopot en el mapa como destino saludable, se sitúa a pocos metros del muelle y goza de tratamientos escogidos y excelente gastronomía. El Radisson Blu Hotel Sopot , a la orilla del mar y envuelto en bellos jardines, es un lugar magnífico para disfrutar de la brisa marina, de su spa y de un restaurante que se abastece de su propio huerto para crear deliciosos platos.
La casa solariega que ocupa el hotel con encanto Dworek Sopot alberga el restaurante Manca , uno de los establecimientos más recomendables de gastronomía polaca, que además incluye el pescado local en su carta.
Guía de viaje | Etheria Magazine • La Catedral Oliwa , apenas a seis kilómetros de Sopot, cuenta con una joya única: un órgano de madera oscura del siglo XVIII, cuyos 7.876 tubos consiguen una incomparable potencia sonora. Durante todo el año se celebran conciertos gratuitos.
• Aquapark en Sopot está asociado al entretenimiento familiar de la Triciudad. Tiene numerosos juegos acuáticos, bolera, saunas y spa.
Más información en la Oficina de Turismo de Polonia .
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