Más de un millón de mujeres en España padece endometriosis, una enfermedad crónica que no tiene cura ni tratamiento. Dos de sus mayores problemas son que, al ser el dolor su síntoma más frecuente, se suele confundir con la regla, y las afectadas tardan una media de nueve años en ser diagnosticadas. En líneas generales, las mujeres que padecen endometriosis se sienten abandonadas por un sistema sanitario que dicen que desprecia sus síntomas. La endometriosis es una enfermedad crónica para la que no existe cura ni tratamiento. © Endomadrid Más de 175 millones de mujeres de todo el mundo padece endometriosis, una enfermedad crónica para la que no existe cura ni tratamiento. Aunque se desconoce su incidencia real, se calcula que una de cada 10 mujeres sufre sus síntomas, según la OMS. En España la padecerían más de 1 millón de mujeres de los 15 a los 49 años. La mitad de ellas con mucha sintomatología y sin diagnóstico.
La endometriosis afecta a más personas que los pacientes con asma, diabetes, VIH y tuberculosis todos juntos. Aunque generalmente aparece entre los 25 y 50 años, cada vez hay más casos en adolescentes. La enfermedad es asintomática en el 15 al 30 % de las pacientes y en muchos casos hereditaria, pues se transmite de madres a hijas.
Síntomas de la endometriosis El malestar gastrointestinal y los fuertes dolores abdominales son el síntoma más frecuente junto al dolor menstrual, al orinar y defecar o con la penetración. Estos dolores son discapacitantes en 1 de cada 4 casos y no suelen coincidir con la zona afectada, sino que puede dolerte un área donde no haya endometriosis.
Además, el dolor es capaz de despertar mecanismos de reacción del organismo que, a su vez, producen más dolor. “Puedes tratar a la mujer, pero le sigue doliendo igual, lo que genera una frustración muy alta”, explica el Dr. Francisco Carmona, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínic de Barcelona, que asegura que “una muy buena manera de tratar esos dolores es con fisioterapia ”.
Concentración por el endometriosis. © Endomadrid. Medio millón de mujeres con endometriosis están sin diagnóstico y son cuestionadas
Uno de los problemas principales es que estos dolores se suelen confundir con el dolor de regla y, como tradicionalmente se dice que la regla duele, la mujer es cuestionada. Esta una de las razones por las que las afectadas tardan una media de 9 años en ser diagnosticadas desde que aparecen los síntomas y acuden por primera vez al médico.
“No se puede dejar a medio millón de mujeres sin diagnóstico”, denuncia la sexóloga Irene Aterido. “Si el ginecólogo no te hace caso o te dice que exageras, cambia de ginecólogo”, recomienda Nuria Osorio, autora de “Vivir sin el tabú de la Endometriosis”.
Nadie va al médico por capricho Expertas y afectadas insisten en que menstruar no tiene que doler. “Los síntomas siempre se han pasado por alto, no se toman por importantes”, asegura Irene Aterido. La sexóloga reclama la validación de que los síntomas son reales, que no se los inventan: “el dolor es real y hay que atenderlo”, recuerda.
“La endometriosis es un tumor benigno , pero es un tumor”, explica Aterido, afectada por la enfermedad, que denuncia que “el sistema público está hasta arriba pero las mujeres jóvenes están dejadas. Un varón joven es atendido antes, sus síntomas no se desdeñan, mientras que los de las mujeres se desprecian”, dice. “Nadie va al médico por un capricho, cuando una mujer joven se queja deberíamos hacerle caso. Luego se junta con la hipocondría de la chica, que tiene una enfermedad de la que solo se oyen cosas malas y así se dificulta el tratamiento”, asegura la sexóloga y paciente.
Expertas y afectadas insisten en que menstruar no tiene que doler. © Sam Manns Cambia de ginecólogo si no te hace caso Otros síntomas son los cólicos menstruales, períodos de sangrado abundante, náuseas y/o vómitos, diarrea o estreñimiento, fatiga y dolor crónico pélvico, de espalda o de cabeza, con migrañas frecuentes, e infertilidad. Ésta afecta a entre un 30 y un 50% de las mujeres con endometriosis y en muchos casos se debe a las intervenciones quirúrgicas, al tratar de extirpar quistes o adherencias por personal no cualificado para ello. Las mujeres que padecen endometriosis profunda pueden tener afectados más lugares del cuerpo.
“La endometriosis no es una enfermedad ginecológica , está hasta en 37 tejidos de todos los sistemas del cuerpo, como el cardiovascular, digestivo, urinario… es decir, que trasciende los límites de la ginecología”, explica Irene Aterido. Se trata de una enfermedad multisistémica muy compleja que avanza y “no sabemos qué casos van a ir lentos y cuáles rápidos”, asegura. La sexóloga se queja de que uno de los principales problemas a la hora de abordar la enfermedad es la falta de investigación básica que se pueda aplicar.
Conocer los síntomas ayuda a identificar la endometriosis. © EndoMadrid Se deja de lado la parte psicoemocional Genes, hormonas, ambiente, alimentación, inmunología y dolor son los ingredientes asociados a la enfermedad. Los factores de riesgo están relacionados con la reproducción y la menstruación, el fenotipo y los estilos de vida de la mujer. El tabaco, el alcohol y la cafeína estarían asociados a la incidencia de endometriosis, junto a factores genéticos y ambientales asociados a los tóxicos, que actúan como disruptores endocrinos.
Muchas mujeres sufren la extirpación de órganos reproductores o digestivos. La atención a la salud mental es la gran olvidada para Irene Aterido, que recuerda que ésta está afectada por factores sociales y sin embargo, no hay reconocimiento legal. “La parte psicoemocional se está dejando de lado, nos centramos solo en la infertilidad cuando hay que usar técnicas de reproducción asistida”, asegura esta sexóloga.
Cuidados si padeces endometriosis En 2013 se editó la Guía de Atención a Pacientes con endometriosis (puedes descarga el pdf en el enlace) para mejorar la calidad y la equidad en la atención de la enfermedad dentro del sistema nacional de salud. En la publicación se insistía en que “es importante elaborar, desde enfermería, planes de cuidados para mejorar la calidad de la atención prestada a la paciente”. El ejercicio físico, la alimentación y el estado anímico son los pilares de esos cuidados.
Francisco Carmona, doctor en Ginecología y Obstetricia, reconoce que hay tratamientos complementarios que se pueden utilizar frente a la endometriosis, como la dieta, el ejercicio físico, el yoga o mindfulness. “Son terapias que ayudan a cuidarse mejor, el consejo es que sean complementarias y no alternativas”.
El deporte, la buena alimentación y el estado anímico son fundamentales para afrontar la enfermedad. © Bruce Mars Los suplementos no son siempre necesarios Tomar alimentos procedentes de animales más de dos veces al día se asocia a un aumento de los estrógenos, que también se incrementan por el consumo de alcohol (incluido el vino tinto), soja, lácteos y café, y de los filoestrógenos, incluidos los azúcares, que suben el índice glucémico, o el gluten. Algunos alimentos que funcionan bien en algunos casos de endometriosis son el brécol, la granada, las uvas, el té verde, linaza, el aceite de onagra, el cacao o el ajo negro, así como el omega 3. Tomar suplementos no siempre es necesario, depende de cada caso.
Para la Dra. Miriam Al Adib , la endometriosis no siempre tiene que suplementarse. “Algunas mujeres no necesitan ningún tratamiento porque son asintomáticas”, dice. En el resto de pacientes, la enfermedad “es un complejo puzzle en el que tienes que encajar todas las piezas que puedas”, explica. “A veces si quieres desmedicalizar tienes que tirar de suplementación e intentar buscar la forma menos medicalizada posible, pero hay casos que no se pueden desmedicalizar en absoluto”, reconoce esta ginecóloga y obstetra que pasa consulta en Extremadura.
La granada, las uvas, el té verde, el aceite de onagra, el cacao y el ajo negro ayudan a las afectadas con endometriosis. También te puede interesar… El ayuno, una práctica milenaria de purificación que beneficia tu salud .
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