No sólo existe una Ruta de Ava Gardner en Madrid sino que es un itinerario turístico por 12 lugares clave que te acercan a la personalidad de esta glamurosa actriz. Recorrer sus restaurantes, tablaos, coctelerías y hoteles favoritos es un plan con amigas en Madrid que no se puede rechazar. Hotel Intercontinental (anterior Hilton). © Pedro Grifol. Ava Gardner llegó a España en 1950. Vino para rodar la película ‘Pandora y el holandés errante’ en el pueblo gerundense de Tossa de Mar . En los descansos del rodaje, el fotógrafo de bodas del pueblo, Manel Fábregas, hizo los primeros posados en la playa del ‘animal más bello del mundo ’, apodo que ya tenía la actriz cuando aterrizó en Madrid.
Frank Sinatra , por aquellos tiempos novio de la actriz, se presentó inesperadamente en Tossa de Mar con un importante ataque de cuernos, ya que se rumoreaba que Ava tenía un romance con el torero Mario Cabré ¡el primer torero que Ava toreaba! Así, Manel, a modo de paparazzi , tuvo más trabajo, porque las andanzas de la actriz por la Costa Brava empezaban a ser escandalosas para aquella puritana época franquista.
El fotógrafo Manel Fàbregas en 2011, ante su foto de Ava Gardner. © Pedro Grifol La atracción de la temperamental estrella americana por las costumbres españolas fue inmediata y quedó constatada cuando en 1953 volvió a pasar unos días en Madrid, esta vez como turista. Posteriormente, en 1956, volvió para instalarse definitivamente. Compró una casa a las afueras de Madrid… ¡pero estaba muy lejos del bullicio! y en menos de un año se mudó a un pisazo en El Viso, el barrio fino de Chamartín. Tenía como vecinos al exiliado expresidente argentino Juan Domingo Perón y al político fascista Blas Piñar, que fueron los primeros en denunciar los afterhours en el piso de la Gardner , donde las guitarras y el zapateado amenazaban muchas noches con reventar los tabiques.
Ruta de Ava Gardner en Madrid Doce años vivió Ava Gardner en España, entre 1954 y 1968 . España era un país muy barato en el que era fácil socializar ¡y donde se ‘bebía bien’! No tardó en hacer amigos que le descubrieron el mundo de las fiestas nocturnas, con esa mezcolanza de artistas, flamencos, pseudoaristócratas, toreros y gente de la farándula.
Ava se sentía libre en Madrid , lejos de las imposiciones de Hollywood que la obligaban a cumplir con el arquetipo de la mujer tentadora. De hecho, en 1957 rompió su contrato con la Metro Goldwyn Mayer. En Madrid encontró las pasiones de su vida: los toros, el flamenco, el whisky barato, las noches de juerga y también amores…
📍Sigue leyendo para conocer los lugares que más frecuentaba y anímate a hacer la auténtica Ruta de Ava Gardner en Madrid .
Museo Chicote. © Pedro Grifol Cócteles, flamenco y churros Para empezar, Chicote La coctelería del carismático barman Perico Chicote tuvo su época de esplendor en las décadas de 1950 y 1960, cuando las estrellas de Hollywood la convirtieron en el lugar de moda cuando venían a rodar a España, bien porque su paso por Madrid era para rodar en los Estudios de Samuel Bronston o porque estaban de paso promocionando alguna de sus películas. No solo Ava empezaba su vía crucis verbenero en Chicote (Gran Vía, 12), también en sus sofás carmesí se sentaron Grace Kelly , Rita Hayworth , Sofía Loren , El Cid (Charlton Heston) o Jesús de Nazaret (Jeffrey Hunter). El músico Agustín Lara –que tiene una estatua en Lavapiés– rindió homenaje al bar en su canción Madrid , cuando canta: “en Chicote un agasajo postinero con la crema de la intelectualidad”.
Ava Gardner y Perico Chicote. © Museo Chicote Luis Buñuel bautizó a la coctelería Chicote como «la Capilla Sixtina de los martinis».
Villa Rosa La dolce vita madrileña continuaba en Villa Rosa (Plaza de Santa Ana, 15), el tablao flamenco más antiguo de la ciudad, que no ha podido resistir la pandemia del Covid y ha cerrado definitivamente. Todavía podemos ver su extraordinaria fachada de azulejos pintados a mano donde se representan los monumentos de las principales ciudades andaluzas.
Tablao Flamenco Villa Rosa. © Pedro Grifol Corral de la Morería Sin embargo, el Corral de la Morería (Morería, 17) otro de los templos del flamenco preferidos por Ava, ha reabierto sus puertas después de 15 meses de ERES, ERTES y todo tipo de penurias. En la actualidad, su restaurante tiene una estrella Michelin, razón por la cual merece la pena reservar mesa en esta nueva etapa de su transcurrir. Su escenario protagonizó algunos de los hitos más memorables de la historia del flamenco en Madrid, como la presentación del disco ‘Entre dos Aguas’ de Paco de Lucía. En los años en los que Ava recalaba por allí, podían estar sentados a su vera Rudolf Nurèyev, el Sha de Persia, o Dalí (con un pan en la cabeza).
Chocolatería San Ginés. © Pedro Grifol Chocolatería San Ginés Era habitual que las noches de jarana terminaran en la Chocolatería San Ginés (Pasadizo de San Ginés, 5). En la actualidad la famosa chocolatería no solo no ha tenido que cerrar, sino que ha aprovechado el tiempo de confinamiento para adquirir los locales adyacentes y ampliar el negocio. Abre 24 horas todos los días del año ¡y tiene más de 125 años de historia! Siempre fue el socorrido lugar donde acaba la noche… entre chocolate con churros, rímel corrido y palabras chapurreadas en cualquier idioma… o ni eso ¡solo besos!
Pastelería La Mallorquina. © Pedro Grifol Tapas, cocido y pasteles La Mallorquina Casualmente, también 125 años contemplan a la más variopinta clientela de La Mallorquina (Puerta del Sol, 8), una de las pastelerías más antiguas de Madrid. Desde los ventanales del primer piso, donde estaba –y está– el salón de té, se han visto alguno de los momentos cruciales de la historia de España, desde la proclamación de la II República hasta la acampada del 15 de marzo de 2011. Palmeras, napolitanas, ensaimadas y bombones… nada ‘deformaba’ las formas esculturales de la figura de Ava.
El antiguo hotel Hilton Para relajarse y coger fuerzas para la madrugada siguiente, nuestra artista se refugiaba en alguna suite del Hotel Hilton –el Hilton actualmente es el Hotel Intercontinental– (Paseo de la Castellana, 49). Allí tenía siempre a alguien con quien hablar en inglés, porque en aquella época de rodajes de superproducciones era el meeting point de los actores extranjeros. Bette Davis, John Wayne, Charlton Heston, David Niven, Romy Schneider, Audrey Hepburn… son solo algunas de las estrellas que desfilaron por el fastuoso vestíbulo de suelo ‘asfaltado’ con mármoles relucientes. Cuentan los empleados jubilados ¡que todavía los hay! que nunca olvidarán el sensual ritmo de los tacones de la reina de la noche de Madrid. Ava salía impecable, aunque nunca se sabía si volvería, ni cómo.
Interior y exterior de Lhardy. © P. Grifol Lhardy Lhardy (Carrera de San Jerónimo, 8) ha estado a punto de desaparecer con la pandemia, pero parece que sobrevive. Fue el primer restaurante a la europea abierto en la ciudad del ‘sol y sombra y las tapas’. Ava alternaba ociosamente en cualquiera de sus seis salones, el Isabelino, el Japonés, el Blanco, el Sarasate, el Gayarre y el Tamberlick. En el espejo de Lhardy, Ava se esfumaba en la eternidad.
“Lhardy pone corbata blanca a los bollos de tahona”. (Benito Pérez Galdós)
Café Comercial de Madrid, paso obligado en la Ruta de Ava Gardner en Madrid. © Pedro Grifol El Café Comercial Otro superviviente es el Café Comercial (Glorieta de Bilbao, 7). En la década de los 50 raro era el personaje popular que no se sentara alguna vez en alguna de las mesas que rodean su fachada. Todos los mortales madrileños, aunque no seamos populares, nos hemos citado alguna vez en El Comercial: “quedamos en la boca del metro de Bilbao, junto al quiosco de periódicos”. Por cierto, el sobreviviente quiosco de prensa, que sigue ahí plantado, tiene la mayor colección de películas en DVD de todo Madrid ¡muchas de Ava Gardner!
Cabarets, shopping y toros Florida Park En Madrid los cabarets se llamaban Pasapoga, Morocco, Las Palmeras o Florida Park; y ‘el Florida’ –Florida Park (Fernán González, 65)– fue la sala de fiestas más sonada durante décadas. Su historia tenía pedigrí: situado en el parque de El Retiro, fue un capricho arquitectónico de Fernando VII, al que llamó la Casa del Contrabandista .
En los 90 actuó allí Liza Minelli (como si de su verdadero Cabaret se tratara). Allí fue donde Ava conoció a Lola Flores , y allí fue donde Lola Flores perdió un pendiente durante la retransmisión -en directo- de un programa de TVE: “Perdón ¡parar el chow !, porque se me ha caído un pendiente de oro. Ustedes me lo vais a devolver, que mi trabajo me ha costao ”. Y allí Ava Gardner se enamoró de un palmero gitano, que se llevó a…
El Rastro. © Pedro Grifol Tienda de Loewe En la icónica tienda de marroquinería de lujo Loewe (Gran Vía, 8), Ava compró un bolso de piel de cocodrilo en el año 1958. Sin ella proponérselo, aquel bolso dio a conocer la marca Loewe fuera de nuestro país. En lugar de pagar por el aquel bolsito, ahora sabemos que tenía que haber cobrado… pero en los tiempos de Ava todavía no había influencers … ni twitter, ‘ni ná’.
El Rastro y la plaza de toros La venta de preservativos era ilegal en aquel Madrid del nacionalcatolicismo. No es que Ava necesitara usar de esos instrumentos profilácticos, porque tenía otros medios (americanos) para no quedar embarazada; pero le dijeron que pidiera en El Rastro (Ribera de Curtidores): “una funda para el paraguas”, que se iba a reír un rato. Desde que probó los paseos dominicales mañaneros por el El Rastro, se convirtió en una asidua mirona y preguntona de todo tipo de cachivaches.
Plaza de toros de Las Ventas. © Pedro Grifol Ava buscaba emociones constantemente, y encontró en la plaza de toros de Las Ventas (Alcalá, 237) un lugar donde su corazón se aceleraba con aquella rara tragedia desconocida para ella. El binomio ‘sangre y arena’ parecía excitarla más. Enloqueció con el espectáculo taurino , con los aplausos, con los colores, con el griterío… y enloqueció con un torero, Luis Miguel Dominguín. Ava y Luis Miguel no consiguieron entenderse bien ni en inglés ni en español, pero la pasión y el amor tienen otros recursos. Había duende entre ellos.
La anécdota es famosa: Después de la primera noche de pasión, cuando el torero Luis Miguel Dominguín se levantó raudo de la cama, Ava le preguntó: “¿A dónde vas?”. La respuesta fue: “¡A contarlo!”.
Recorte de una noticia de Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín. Años más tarde, cuando la pasión se disipó, él la seguiría recordando como “la más guapa y la más fiera”. Hacia mitad de los años sesenta, su luminaria comenzó a apagarse, y un atardecer de 1967 se fue a vivir a Londres… Y las noches de Madrid dejaron de oler a Ava.
Mapa de la Ruta de Ava Gardner en Madrid Ahora podemos conocer de primera mano los lugares que frecuentaba la actriz gracias a El Madrid de Ava , un mapa ilustrado por Jorge Arévalo, que ha publicado el Ayuntamiento de la capital y que está disponible en los principales puntos turísticos de la ciudad. Descárgatelo gratis en pdf .
Mapa ‘El Madrid de Ava’. © Turismo de Madrid Etheria Magazine recomienda… Si quieres saber más sobre Ava Gardner y sacar tus propias conclusiones, te recomendamos tres libros y tres películas:
📌 Libros:Beberse la vida: Ava Gardner en España , de Marcos Ordóñez (Ed. Aguilar, 2004)Ava Gardner. Una diosa con pies de barro , de Lee Server (Ed. T&B, 2012)Ava en la noche , de Manuel Vicent (Ed. Alfaguara, 2020)
📌 Películas:Pandora y el holandés errante (Albert Lewin, 1951)Mogambo (John Ford, 1953)55 días en Pekín (Nicholas Ray, 1963)
Carteles de películas de Ava Gardner. También te puede interesar Ruta por el Madrid más libre (de gluten) .
Sierra del Rincón, una bonita escapada a los pueblos y hayedos de Madrid .