Venecia es una cita viajera esencial, una ciudad que por mucho que hayas leído sobre ella supera cualquier expectativa. Su corazón, el barrio de San Marco, alberga una historia fascinante y una arquitectura en su basílica y palacio que es el reflejo perfecto del poderío que tuvo este lugar. Te contamos cuáles son las visitas imprescindibles de San Marco para que aproveches el tiempo en una ciudad de la que volverás con una colección de estampas irrepetibles. Góndola en el Gran Canal. © Susana García/ Etheria Magazine La ciudad de Venecia se agolpa en un puñado de islas que, apretadas y formando lo que parece un pez, parecen no ser suficientes para acoger a tantas casas y palacios. Entre esas islas, los famosos canales, que definen barrios y manzanas. En estas calles marineras conviven las góndolas para turistas, el transporte de mercancías y los servicios de policía y bomberos. Cuando viajas a Venecia percibes rápidamente que esos canales, que en tu mente van asociados irremediablemente a una actividad turística, son la vía principal de comunicación de los venecianos, incluso en el barrio de San Marco que es el más turístico. Si madrugas, podrás ver la intensa actividad de barcas con frutas y verduras para servir a restaurantes y hoteles, además de transporte de todo tipo de cosas.
Y luego está el Gran Canal , que son palabras mayores. Un escaparate de palacios que no puede ser mejor embajador del poderío que tuvo esta ciudad durante muchos siglos. Y sus estampas, sobre todo al amanecer y al atardecer, son de película. Uno de esos lugares en el mundo que son casi imposibles de describir con palabras por la emoción que transmiten.
Vista del barrio de San Marco desde San Giorgio Maggiore. © S.G./ Etheria Magazine Los barrios de Venecia Venecia se divide en varios barrios, cada uno con su personalidad y atractivo. El más visitado es sin duda el de San Marco, donde se agolpan los principales edificios históricos de esa Venecia que fue capaz de desafiar a grandes estados e, incluso, a los poderosos papas. Junto a él, San Polo, Castelo y Dorsoduro muestran también suficientes alicientes para acercarse a ellos si se dispone de tiempo; y Santa Croce y Cannaregio son los más alejados de la zona turística.
Barrio de San Marco En este reportaje nos vamos a centrar en el barrio de San Marco que, con la Basílica y el Palazzo Ducale, es el lugar que sí o sí hay que recorrer en un viaje a Venecia. Aquí, además de sus grandes iconos arquitectónicos, hay que vagar por sus calles, de puente en puente, de campo en campo. Los «campos» son las plazas abiertas de Venecia, lugares de encuentro, de niños jugando, de terrazas donde tomar un aperitivo, en sustitución de unos parques imposibles en un ordenamiento urbano como el veneciano.
Góndolas en los canales del barrio de San Marco. © S.G./ Etheria Magazine Y, entre calles y campos, los siempre presentes canales, con las puertas de las casas asomando al agua y los amarres por todas partes. Puedes llegar a pensar que un paseo en góndola es una “turistada” innecesaria, que no aporta nada, pero es imprescindible en un viaje a Venecia precisamente porque son el único medio de transporte que te puede introducir en el laberinto de canales. Y además, las barcas son bonitas, tienen un toque retro- kitsch muy molón y los gondoleros con sus camisetas a rayas siempre quedan bien en las fotos.
Plaza de San Marco Hay pocas plazas en el mundo que definan tanto a una ciudad como San Marco lo hace a Venecia. Por aquí pasan todos, venecianos y viajeros, y la convierten en un lugar ocupado y transitado a casi cualquier hora del día. Además, es el escaparate a la maravillosa basílica y guarda su campanile , de casi cien metros de altura y antiguo faro para navegantes, como una inmensa torre cuadrada que promete unas vistas de infarto.
Piazza San Marco. © S.G./ Etheria Magazine Entre los lugares en los que centrar la mirada, destacan la Torre dell’Orologio con su famoso reloj, el Museo Correr (que guarda parte de la historia de Venecia) y, por supuesto, el Caffè Florian (www.caffeflorian.com/en). Este emblemático local que lleva abierto desde 1720 mantiene muchas de sus tradiciones y parece que por sus salas no ha pasado el tiempo. Es un lugar inmejorable para ver pasar la vida veneciana desde su terraza y los conciertos que se organizan en ella. Y sí, tomarse aquí un café es caro, pero ¿es sólo un café? Darse un capricho como éste en Venecia debería ser casi obligatorio.
Basílica de San Marco La basílica de San Marco es uno de esos edificios históricos que atraen tu atención como un imán. No sabes donde mirar y todo es tan sorprendente, tan distinto a los edificios cristianos que estamos acostumbrados a ver en forma de iglesia o catedral que te aseguramos que pasarás un buen rato observando sus detalles. La historia de esta basílica es fascinante y nace, como casi todos los grandes edificios, del ego personal. En este caso del de los duques de Venecia, que buscaban remarcar su poder frente a la iglesia. Porque este recinto es en realidad la capilla privada de estos duques, y así se mantuvo hasta 1807 cuando fue nombrada catedral. Pero, independientemente de su historia y las remodelaciones que ha vivido, es un lugar cautivador. Su fachada, decorada con sus característicos mosaicos que brillan como el oro, anticipa la riqueza de un interior único.
Detalle del interior de la basílica de San Marco. © S.G./ Etheria Magazine Aquí, no dejes de contemplar los mosaicos de las cúpulas , en total 8.500 metros cuadros donde predominan las teselas cubiertas con oro de 24 quilates. Acércate al altar, tras el sarcófago de San Marcos, para asomarte a la riqueza de su retablo conocido como Pala d’Oro , con todo tipo de piedras preciosas incrustadas. Y hay que prestar atención al suelo, ondulante, como casi todo en Venecia, debido a la inestabilidad de un terreno al que los suelos formados con piezas pequeñas se adaptan perfectamente y hacen de esa característica un elemento más que recuerda al mar que la rodea.
Palazzo Ducale Situado justo al lado de la basílica de San Marco, es fácil imaginar la impresión que debía de causar a los dirigentes extranjeros cuando se acercaban por la laguna veneciana y veían este elegante y brillante palacio de piedra blanca que parecía flotar sobre el mar. Y es que este palacio fue el representante del poderío del poder ducal y sede del gobierno durante más de setecientos años.
Sala del Consejo Mayor del Palazzo Ducale. © S.G./ Etheria Magazine Su delicado exterior de aire gótico anticipa unas salas de recepción inmensas, donde los embajadores hacían un recorrido preciso, desde la sala de las Cuatro Puertas pasando por la antecámara del Colegio hasta llegar al Colegio, diseñadas por el arquitecto Andrea Palladio y decoradas con obras de grandes artistas venecianos como Tintoretto, Giovani Cambi o Veronés. Además, el recorrido pasa por la sala del Senado, la sala del Consejo de Diez y la sala del Consejo Mayor. En esta última se encontraba el trono del dux, acompañado de dos magníficos cuadros, el Paraíso de Tintoretto y la Apoteosis de Venecia , de Veronés.
Cárcel y Puente de los Suspiros Después de este recorrido por la historia política y el arte veneciano, merece la pena acercarse a visitar la cárcel que se encontraba junto al palacio y a la que se llegaba por el famoso Puente de los Suspiros, construido en estilo barroco a principios del siglo XVII en el mismo momento en el que se construyeron las Nuevas Prisiones al otro lado del canal.
El Puente de los Suspiros. © S.G./ Etheria Magazine Desde el exterior, una foto imprescindible es desde el Ponte della Paglia . Aunque debes saber que su misión, trasladar a los presos ocultos por motivos de seguridad, dista mucho de la de un «lugar romántico» para los enamorados que quieren pasar en góndola bajo su arco.
Puente de Rialto Al Puente de Rialto se llega siempre callejeando, salvo que prefieras coger el vaporetto por el Gran Canal desde la estación de San Marco, que siempre es una buena opción. En cualquier caso, este famoso puente es una de las fotos más icónicas de Venecia, esa que todos los viajeros quieren hacer y que hace que sea uno de los lugares más concurridos de la ciudad.
Puente de Rialto. © S.G./ Etheria Magazine Construido a finales del siglo XVI por Alberto Ponte, atraviesa el Gran Canal para llegar hasta el famoso Mercado de Rialto , en el barrio de San Polo, donde si te acercas por la mañana los martes y los viernes vivirás el ambiente más auténtico de la ciudad.
Palacios del Gran Canal Recorrer el Gran Canal en vaporetto o barco-taxi es uno de los paseos más deliciosos que podrás hacer en Venecia, sobre todo si eliges el amanecer o el atardecer. De hecho, puedes hacerlos varias veces porque seguro que en cada uno descubrirás un palacio nuevo, el detalle de un cúpula o la elegante entrada a uno de los hoteles que se asoman la gran arteria veneciana.
El Gran Canal, entre el Puente de Rialto y su apertura a la laguna que marca la imponente figura de la iglesia de Santa Maria della Salute , separa el barrio de San Marco de los barrios de San Polo y Dorsoduro. En este recorrido, a ambos lados, se suceden los palacios que son el testigo que nos ha quedado de cómo las familias adineradas venecianas competían por demostrar su poderío a orillas de la arteria principal de la ciudad. Así, los palazzos Grimani, Papadopoli, goldoni, Mocenigo o Foscari, entre otros, muestran estilos arquitectónicos y colores diversos formando un conjunto sorprendentemente armónico.
Atardecer en el Gran Canal. © S.G./ Etheria Magazine Dos de los más importantes son el el Palazzo Grassi , sede de la colección de arte de François Pinault; y el Palazzo Franchetti , que muestra su herencia veneciana, austriaca y francesa y es sede de exposiciones de arte.
Al canal, ya en su tramo final y en lado del barrio de Dorsoduro, también se asoman el palacio que alberga la colección de arte de Peggy Guggenheim con obras de numerosos artistas de vanguardia como Jackson Pollock, Picasso, Mondrian o Kandinsky; y uno de los museos más famosos de la ciudad, la Gallerie dell’Accademia (ww.galleriaaccademiafirenze.it), con algunas de las obras más famosas de Venecia de autores como Tiziano, Tintoretto o El Veronés.
San Giorgio Maggiore Esta majestuosa iglesia terminada a principios del siglo XVII tiene un interés que va mucho más allá de la arquitectura de Palladio o la piedra blanca de Istria que reluce en su fachada. Tiene las mejores vistas del conjunto que forman la basílica de San Marco, su campanario y el Palazzo Ducale. A su campanile sube cómodamente en ascensor y hay mucha menos gente que para subir al de San Marco, por lo que es una elección perfecta para ver Venecia desde las alturas. Una vez arriba, los cuatro lados de la torre ofrecen vistas maravillosas y diferentes de las islas que forman Venecia.
Gondola con San Giorgio Maggiore al fondo. © S.G./ Etheria Magazine Guía de viaje barrio de San Marco | Venecia Dónde dormir en Venecia La oferta de alojamiento en Venecia es extensa, incluso dentro del barrio de San Marco donde se encuentra los hoteles más caros. Muchos están ubicados en antiguos palacios, así que si quieres darte un capricho de los buenos, alójate en uno de ellos para vivir en primer persona la historia de Venecia. Te recomendamos el Gritti Palace o The St. Regis Venice .
Dónde comer en Venecia Encontrarás multitud de lugares para comer y cenar en el barrio de San Marco. Una buena opción con vistas al Gran Canal y muy cerca de la basílica es Ombra del Leone , con buenos platos de pasta y pescado. En Venecia pasa como en otras localidad italianas, que la pizza se suele tomar en la calle en porciones y hay pocos restaurantes especializados en este producto, que en realidad es más típico del sur. Si no soportas la idea de viajar a Italia y no probar una pizza, puedes acercarte a Aquapazza , que tiene una bonita terraza en el campo de Sant’Angelo.
Campo veneciano. © SG Para darte un capricho, una buena opción es Quadrino , donde se degustar una excelente gastronomía veneciana en un bonito local y en la misma plaza de San Marco. Es la versión ‘bistro’ del reconocido restaurante Gran Caffè & Restaurante Quadri , los dos bajo la batuta de los hermanos Alajmo.
Que no falte un helado… o chocolate En Venecia verás muchos puestos de helados pero la mayoría no son artesanales. Te damos dos direcciones para probar un buen helado artesano: la heladería Suso , cerca del puente de Rialto, un lugar para comprar un delicioso helado (tras hacer una larga cola) y comerlo por la calle; y Gelati Nico , en el barrio Dorsoduro, al que llegarás tras cruzar el puente de la Academia. Aquí, además de los helados, podrás disfrutar de su bonita terraza.
Degustación de chocolates y dulces típicos en Vicio Virtù. © SG Para probar el mejor chocolate (y te aseguramos que te lo llevarás a casa) puedes ir a Vicio Virtù , cerca del puente de Rialto. Una chocolatería artesana con trufas y pralinés deliciosos donde organizan degustaciones de sus productos.
Cómo moverse por Venecia La forma más barata de moverse por Venecia es en vaporetto , que tienen paradas en los principales lugares turísticos ubicados en los canales principales. Si quieres disfrutar de los canales con más privacidad y comodidad, puedes recurrir a los taxis de agua , que parten de precios de unos 85 Euros (una de ellas es Venice Taxi Boat , www.venicetaxiboat.com). Las góndolas son más una actividad turística que un traslado, cuestan 80 Euros por el paseo de 40 minutos y pueden ir hasta seis personas. Puedes cogerlas en numerosos puntos del barrio de San Marco.
Más información: Turismo de Venecia : www.veneziaunica.itTurismo de Italia: www.italia.it/es
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