La Mezquita-Catedral de Córdoba es uno de los edificios histórico-artísticos más valiosos del mundo. Aunque sobran las razones para viajar a Córdoba, conocer este monumento justifica cualquier escapada. Te damos algunas claves de su historia y diez rincones imprescindibles que debes ver en la Mezquita. Vista aérea de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Es fácil que cuando nos encontramos ante edificios históricos de la envergadura y la importancia de la Mezquita-Catedral de Córdoba nos dé un ‘stendhalazo’ de tal magnitud que paseemos como zombis entre sus columnas sin prestar toda la atención que merecen cada uno de sus rincones. Para tratar de que eso no pase, antes de una visita a la mezquita de Córdoba lo mejor es documentarse de forma previa, aunque sea brevemente, de su historia y prestar atención a los 10 hitos arquitectónicos que os señalamos m´ás adelante (aunque hay muchos más) y que no pueden faltar en tu recorrido.
Breve introducción histórico-artística Los datos históricos de este conjunto que ha estado en continuo desarrollo desde el siglo VI hasta la actualidad son tan extensos y complejos que es fácil que abrumen antes de la visita. Así que es mejor centrarse en los fundamentales, que son las sucesivas ampliaciones de la mezquita y las intervenciones más importantes que los reyes cristianos realizaron tras la conquista de Córdoba.
Sobre una antigua basílica visigoda de mediados del siglo VI Abderramán I realizó la primera mezquita en el siglo VIII con once naves y el muro de la qibla orientado hacia el sur y no hacia la Meca como era habitual.
Después se realizan tres ampliaciones : Abderramán II prolonga la mezquita con ocho naves hacia el sur (siglo IX); Alhakén II añade doce tramos hacia el sur y aporta una riqueza artística única en el mihrab y la maqsura (siglo X); y Almanzor realiza la última ampliación, esta vez con ocho naves hacia el este que modifican el aspecto alargado de la mezquita de Alhakén II.
Detalle de la puerta de San Ildefonso en el exterior de la mezquita. En 1236 Córdoba fue conquistada por Fernando III el Santo y la mezquita pasó a convertirse en iglesia católica. Se utilizó primero como altar mayor el mihrab de la mezquita y a finales del siglo XV se construyó una Capilla Mayor. Ya en el siglo XVI, se inicia una reforma que otorga el aspecto de catedral dentro de una mezquita que presenta actualmente, con sus cúpulas, cruceros y bóvedas. El siglo XVII aporta el Retablo Mayor y el XVIII la sillería del coro.
En 1882 fue declarado Monumento Nacional Histórico-Artístico, en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en 2014 Bien de Valor Universal Excepcional también por la Unesco. Pero al entrar en este edificio único sobran las calificaciones externas porque te cautivará desde el primer instante.
10 lugares imprescindibles de la mezquita de Córdoba Patio de los Naranjos Es el lugar que te recibirá cuando llegues a la mezquita-catedral. Ocupa el antiguo patio de abluciones musulmán y su aspecto característico con naranjos y acequias conocido por todos se lo dio el obispo Francisco Reinoso en los últimos años del siglo XVI. Si te fijas, te darás cuenta de que las hileras de naranjos siguen el patrón de las filas de columnas de la sala de oración.
Los arcos bicolores Si pensamos en la Mezquita-Catedral de Córdoba, incluso aunque no hayamos estado, la primera imagen que vendrá a nuestra cabeza será sin duda la de un mar que parece infinito de arcos rojiblancos. Son la seña de identidad del templo y en ellos se percibe, tanto en su forma como en su construcción, la influencia que los romanos tuvieron en la arquitectura árabe. Esta sucesión de arcos está formada por dos arquerías superpuestas, capaces de transmitir una increíble sensación de ligereza. Fueron definidos en la mezquita original y continuados en la ampliación de Abderramán II.
En la Mezquita-Catedral de Córdoba conviven los símbolos cristianos y musulmanes. © SG Mezquita fundacional de Abderramán I Como ya os hemos recordado, la mezquita comenzó bajo el gobierno de Abderramán I. Su construcción se realizó con planta basilical, siguiendo los modelos de las mezquitas de Damasco y Jerusalén. Presta atención a los capiteles y basas de las columnas de esta zona de la mezquita y descubrirás que son diferentes entre sí, ya que en esta primera construcción se reutilizaron de otros lugares romanos y visigodos. Es la parte que marca la estructura y estilo de las siguientes ampliaciones, sobre todo a través de sus arcos únicos.
La Maqsura Forma parte de la ampliación de Alhakén II y muestra toda la suntuosidad y riqueza del estilo árabe. La vista se irá en busca de los preciosos atauriques, los mármoles únicos y los elaborados mosaicos. En la maqsura podrás distinguir cuatro lucernarios , uno de acceso a esta parte de la mezquita y otros tres frente al mihrab, que aportan un extra de luz y ofrecen una preciosa bóveda de arcos entrecruzados.
Arquerías polilobuladas de la maqsura. © SG El Mihrab Es probablemente el lugar más delicado y bello de todo el conjunto arquitectónico de la mezquita-catedral. Pertenece también a la ampliación de Alhakén II y aquí los artesanos árabes echaron el resto: preciosos mosaicos de inspiración bizantina realizados por los artesanos del emperador Nicéforo II, elaborados atauriques y una maravillosa cúpula que cubre la planta octogonal. Lo que era el lugar al que orientar el rezo fue convertido en una auténtica obra de arte. Podrás pasar muchos minutos contemplando todos sus detalles.
Mihrab de la ampliación de Alhakén II. © SG La Capilla Mayor: el crucero y el coro Es el lugar donde se percibe de mejor manera la intervención cristiana en la mezquita, donde el poderío del gótico, el arte renacentista y el manierismo toman una forma descomunal que configura el eclecticismo arquitectónico del lugar y lo llena de luz. La Capilla Mayor (la segunda tras la anterior capilla de Villaviciosa) es del siglo XVI. Levanta la vista al techo para admirar el crucero con sus ocho contrafuertes y la bóveda de crucería dedicada a la Asunción en la que aparece incluso en emperador Carlos V. Bajo la contigua bóveda de cañón, aparece una maravillosa sillería del coro de mediados del siglo XVIII donde hay que prestar atención a la iconografía y al trono episcopal coronado por San Rafael, arcángel custodio de la ciudad de Córdoba.
Cúpula sobre la Capilla Mayor de la Mezquita-Catedral de Córdoba. La custodia La custodia es el elemento que durante la festividad del Corpus Christi sale en procesión por la ciudad portando la hostia consagrada que simboliza el cuerpo de Cristo. El de la Mezquita-Catedral de Córdoba lo realizó un platero de origen alemán, Enrique de Arfe, y es una auténtica obra de arte de la orfebrería llena de detalles realizada en un estilo puente entre el Gótico y el Renacimiento. Presta atención a su estructura de torre con cuatro cuerpos y a todo lo que cada uno de ellos alberga: columnas, arcos, ángeles, guirnaldas… Con cada mirada descubrirás un detalle nuevo.
Los arcos de Almanzor La ampliación que realizó Almanzor de la mezquita tiene importancia más que a nivel artístico (es una ampliación pobre en la que incluso se imita el juego de colores de distintos materiales de los arcos con pintura) a nivel arquitectónico, ya que cambia el eje y la estructura del edificio con ocho nuevas naves hacia el este. La ampliación también afectó al patio (al que se añadió un aljibe) y dentro del edificio aporta una perspectiva diferente que potencia el efecto infinito de las columnas.
Arcos de la Mezquita-Catedral de Córdoba. © SG La parroquia del Sagrario En un rincón de la mezquita-catedral de Córdoba, sobre la ampliación de Almanzor, se ubica esta parroquia que destaca por sus pinturas murales, que comenzaron a realizarse en 1583 y que recogen la tradición italiana en la representación de los santos mártires cordobeses entre paisajes y símbolos. Tiene tres naves y está cubierta por una bóveda de crucería. Es un lugar que te sorprenderá en la Catedral por su contraste con el resto del templo.
El alminar-campanario Del alminar queda el emplazamiento y algunos vestigios del original construido por Abderramán III (la torre fue destruida en un terremoto a mediados del siglo XVI). Hoy luce con el aspecto de una torre-campanario que se ve desde distintos puntos de la ciudad y marca el perfil de la ciudad de Córdoba con sus 54 metros de altura. Es un compendio de estilos arquitectónicos derivado de la intervención de varios arquitectos y destacan sus conocidas campanas, cada una con un nombre, que siguen tocando cada día.
Torre-campanario y Patio de los Naranjos. © SG Preguntas frecuentes ¿Cómo comprar las entradas de la Mezquita de Córdoba?
La mejor forma de organizar la visita es comprar previamente las entradas de forma online en la web , así evitarás esperas, colas e imprevistos.
¿Cuánto cuestan las entradas?
La entrada general cuesta 11 Euros pero para menores de 10 años es gratuita. Existen varios tipos de tarifa reducida que puedes consultar en su web. El precio de la visita nocturna “El alma de Córdoba” es de 18 Euros. También puedes optar a hacer la visita gratuita de lunes a sábado de 8.30 a 9.30 horas.
¿Qué horario tiene la Mezquita-Catedral de Córdoba?
El horario es de 10 a 19 horas de marzo a octubre y de 10 a 18 horas de noviembre a febrero.
¿Cómo reservar una visita guiada?
Puedes contratar un guía en la Asociación Profesional de Informadores Turísticos de Córdoba a través de su web . Civitatis también ofrece una visita guiada por la Mezquita de Córdoba que puedes reservar con antelación.
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