Ponemos rumbo a Getxo, el municipio vizcaíno que con su fachada marítima de playas, acantilados y pintoresco puerto no nos cansamos de admirar. En esta ocasión nos animamos a dar 10 pasos sostenibles para visitar el pueblo que marca el fin de la ría del Nervión. Desde movernos en bici o consumir productos de proximidad hasta elegir arenales sin barreras, su compromiso con el futuro es una tentación.
Acantilados de Arrigunaga y molino Aixerrota, en Getxo. No sabes qué tipo de viajera eres hasta que empiezas a probar otras maneras de conocer un destino. Incluye en tu lista de experiencias viajeras moverte con medios afines al medioambiente, dejar volar la imaginación con el viento o comprobar que la playa es para todas y estarás dando 10 pasos sostenibles para visitar Getxo . En el municipio situado en la margen derecha, la fachada más atractiva de la ría del Nervión, puedes disfrutar al mismo tiempo de la autenticidad de la cultura, conocer su naturaleza y causar un impacto mínimo en su espectacular litoral costero salpicado arenales y acantilados de vértigo, para acabar sentada a una mesa de temporada donde catar delicatesen como nunca antes habías hecho.
Getxo, turismo con el medioambiente por bandera Dale que dale al pedal Las modernas estaciones de bicicletas de Getxobizi distribuidas por los lugares más accesibles y concurridos del municipio te llamarán la atención. Por 2 euros al día no puedes resistirte a desplazarte con un vehículo amigo del medioambiente. Abre la puerta y escoge una bici, decide si pedaleas únicamente con tu esfuerzo o te dejas ayudar usando una bici pública eléctrica. Melena al viento y de una manera saludable, es gratificante recorrer a pedales desde la fachada marítima cualquier rincón de los barrios del municipio (Las Arenas, Neguri, Algorta, Romo y Andra Mari). Siguiendo las rutas autoguiadas o a tu aire, disfrutarás de buenas claves para conocer la zona al ritmo que pongas a tu pedalada.
Dos datos curiosos que nos han llamado la atención son que los carriles bici en Euskadi se llaman “bidegorri” (bide significa camino y gorri, rojo) y también que las bicis las puedes subir en los ascensores. Puedes consultar la red de bidegorris en Google maps . Baja de la bici cuando desees, haz una foto única o admira sin prisas los palacetes y las bonitas viviendas levantadas hace más de un siglo, cuando la burguesía industrial bilbaína puso de moda Getxo como lugar de veraneo.
📌 Un itinerario recomendable es recorrer en bici el paseo marítimo (por el bidegorri) que es plano, desde el Puente Bizkaia hasta la playa de Ereaga, y luego subir cómodamente con la bici en ascensor hasta Algorta (llega a la avenida Basagoiti). La cabina tiene aire acondicionado y el precio es únicamente de 0,20 euros (0,18 con tarjeta Barik). En verano abre de 9 a 23 horas, viernes y sábado de 9 a 00.30 horas.
Aparcamiento Getxobizi. Andra Mari, el lugar donde todo comenzó Viajamos a las raíces, al kilómetro cero del municipio. Era la época medieval cuando el pequeño núcleo rural de Santa María de Getxo (localidad conocida actualmente como Andra Mari ), envuelto de verdes prados y caseríos dispersos, era el único núcleo de población. Hoy su ambiente tranquilo y residencial invita a pasear la huella histórica del primer asentamiento. Destaca la piedra anaranjada de la iglesia de Andra Mari , de austera apariencia, mezcla de románico y barroco, y rematada por una torre coronada por el campanario. Al pie de sus cuatro cuerpos, bajo el escudo de Getxo, están grabados los nombres de los caseríos que había en el lugar, nombrados con el apellido de su dueño. El portal de la iglesia acoge una mesa de piedra donde nació el sentir de comunidad, ya que a su alrededor se celebraron las primeras reuniones del Consistorio.
Imposible no fijarse en el aprecio por los deportes rurales, reflejado en un monumento junto al polideportivo, o en la pequeña ermita del Ángel de la Guarda . Con su ubicación señala el cruce con el Camino Real , como parte de la red pionera de carreteras de Vizcaya/Bizkaia. Es la vía más histórica de la localidad y comunicaba con el vecino pueblo de Berango.
Iglesia de Andra Mari, Getxo. La Galea, el rincón secreto de las aves Los acantilados de La Galea son una cita imprescindible en nuestra visita a Getxo. Un lugar donde, de paso, podemos hacer turismo ornitológico partiendo desde el aparcamiento más cercano a la playa de Gorrondatxe-Azkorri . El buen estado del entorno natural, con retazos boscosos, así como los densos arbustos de brezo que tapizan el borde del cantil bajo el que se despliega la extraordinaria geología del flysch de Bizkaia , son un paraíso para avistar pequeñas aves y escuchar su canto. Entre ellas están la curruca cabecinegra y capirotada, la tarabilla común, el chochín, el jilguero, el verdecillo e incluso el alcaudón dorsirrojo. En los acantilados anida el cernícalo común, el halcón peregrino, revolotean ágiles los vencejos y descansan las aves migratorias en sus pasos estacionales.
Observación de aves en La Galea. Aixerrota, energía renovable pionera Una gran sequía en el año 1726 trajo el que acabaría convirtiéndose en uno de los mayores hitos turísticos de Getxo, el molino de viento de Aixerrota (aixea o haizea significa viento en euskera y errota , molino). En el barrio de Andra Mari busca el borde del mar y lo encontrarás sobre los acantilados de Arrigunaga . De estructura troncocónica, sus aspas miran al mar, concretamente hacia el noreste de donde llegan los vientos más fuertes.
Lo construyó un noble irlandés, Edmund O’Shea (más conocido como Edmundo Shee), dedicado al comercio y la fabricación de curtidos. Se alquilaba para moler el maíz cultivado en los campos aledaños y con la harina alimentar tanto a los habitantes como a sus rebaños hasta el año 1787. Después fue vivienda y almacén de aperos de campo antes de acabar en ruinas y de convertirse en propiedad municipal en 1955.
Los atardeceres soleados junto a uno de los más admirados enclaves del litoral vizcaíno encienden el colorido de su piedra y la magia del momento hace que sus aspas parezcan a punto de volver a girar.
Molino Aixerrota al atardecer. Kilómetro cero a la vasca ¿Y si en vez de comprar productos de un país remoto te abasteces con aquellos que crecen y se crían en tu proximidad? Estarás alimentándote de kilómetro 0 y a la vez contribuyendo a la sostenibilidad de tu entorno y del planeta. Es un plan fácil en Getxo, tanto degustando la oferta de sus restaurantes y tabernas , como acudiendo a su mercado . Aquí los agricultores y ganaderos aprovechan a diario para ofrecer sus hortalizas, frutas o verduras de estación. Los pescados están tan frescos que parecen saltar directamente del mar al puesto y los derivados de la actividad ganadera son delicias que prometen sabores vascos auténticos.
El mercado de abastos que, con su arquitectura racionalista de líneas sencillas y funcionales, responde a los movimientos arquitectónicos de mediados del siglo XX, se halla en la calle Torrene . A su larga historia para mejorar la vida de la gente y que es uno de los pocos edificios de hormigón de la localidad suma el haber sido refugio durante la guerra civil española.
No te pierdas los restaurantes de Puerto Viejo. Amar la tierra a pie, Amalurra Las investigaciones científicas confirman que dedicar al menos 20 minutos al día a pasear o sentarse en un lugar que te haga sentir en contacto con la naturaleza reduce los niveles de estrés. En Getxo desconectamos desde uno de los miradores más espectaculares del Cantábrico con una ruta autoguiada para amar la Madre Tierra. Es el significado de Amalurra en euskera y una conexión directa con ella recorriendo el acantilado de La Galea (ruta en pdf ). Al parque de la Borobia , su inicio, se puede llegar en metro desde Bilbao. La estación en la que tienes que bajar es la de Bidezabal (el orden de las estaciones en el municipio es de Areeta, Gobela, Neguri, Aiboa, Algorta, Bidezabal e Ibarbengoa). En esta última si llegas a Getxo en coche y te mueves en metro, puedes dejar el vehículo todo el día por 0,70 euros.
Bilbao se encuentra a 20 kilómetros de Getxo pero viajamos en el tiempo hasta ese momento en el que los acantilados se hallaban bajo el agua, millones de años en pocos minutos. El oleaje llegaba entonces hasta la senda que pisamos.
Donde se ven lavas de volcanes submarinos, surge el molino de Aixerrota y el cementerio de Nuestra Señora del Carmen. De este último lugar afirman que posee conductos subterráneos que permiten a las gentes del lugar volver al mar en otra vida.
Al borde del acantilado los restos del Fuerte de La Galea , un enclave de gran valor militar, sirvieron también de faro. El actual faro de La Galea ilumina 43 kilómetros mar adentro y es señal de que entramos en la zona más natural de la costa de Getxo. En ese lugar donde el flysch vizcaíno y las vistas a mar abierto estrechan su conexión se desdibuja nuestro estrés.
Faro La Galea. El Gasolino, el transporte más chic El bote más popular es el que atraca bajo el Puente Bizkaia . Conocido popularmente como el Bote o Gasolino , funciona como un ferry pequeño y lleno de encanto. Realmente es un barco que, a modo de autobús náutico, inició su singladura impulsado por la agrupación de boteros de Portugalete para atravesar la ría. Desde 1757 permite a los vecinos acudir a las playas de Getxo en barco, primero lo hacía con botes de remo y ahora a motor. En la actualidad, además de un pintoresco modo de admirar el Puente Bizkaia, sigue prestando una importante labor a diario como pasaje de viajeros y trabajadores, muchas mujeres trabajan en Getxo, para atravesar de una margen a otra de la ría del Nervión en sólo un minuto (0.40 euros).
El Bote o El Gasolino, una experiencia más en Getxo. Un humedal para pasear con el perro, Bolue También nuestras mascotas son bienvenidas a un municipio de perspectivas abiertas hacia la sostenibilidad. No tendrás dificultad, ya que cuenta con restaurantes y alojamientos amigos de los perros . También son bienvenidos, a su vez, en uno de los entornos naturales más valiosos del municipio, el humedal de Bolue . En la confluencia del arroyo Bolue y el río Gobelas, junto a la ciudad deportiva de Fadura , encontrarás un agradable paseo donde tu mascota, debidamente controlada, disfrutará contigo de su frescor. Puedes consultar las zonas y horarios de esparcimiento canino donde los animales gozan de una mayor libertad. Además de avistar alguna de las 120 especies de aves que frecuentan sus aguas y buscan refugio entre los fresnos, alisos y sauces del bosque de ribera.
Humedal de Bolue. El Camino Real, la ruta con más estilo A finales del siglo XVIII, cuando los viejos caminos carreteros entre mercados y pueblos se convirtieron en las primeras carreteras del país, la conexión entre Las Arenas (Areeta en euskera) y Algorta hizo que el Camino Real fuera uno de los principales ejes viarios urbanos. Hoy es la Avenida Basagoiti , peatonal y jalonada de magníficas casas residenciales y palacetes, que debe su actual denominación a Antonio Basagoiti y Arteta, un oriundo de Algorta que emigró a México. Un merecido reconocimiento a su estratégica intervención para que esta orilla de la ría no acabara como contramuelle del puerto bilbaíno, algo que hubiese destruido lugares tan significativos como la playa de Ereaga y el Puerto Viejo.
Una forma agradable de conocer las historias que esconde el origen de sus notables viviendas es con una visita teatralizada que desvela el porqué de una casa encantada en uno de los espacios urbanos más bonitos de Getxo.
Ventana de un palacete de la Avenida Basagoiti. Playa para todas (y todos) Es difícil desdibujar barreras, tanto más cuando deseas acudir a la playa. En Getxo lo han logrado en arenales y entornos como los de la playa de Ereaga donde puedes acceder al agua sin ninguna barrera para las personas con discapacidad. Rodeada de jardines y con las vistas de las grandes villas asomándose desde el acantilado, allá vamos al baño sin barreras para disfrutar del sol y el mar desde una de las playas más tranquilas de Getxo. Porque el agua activa nuestra circulación pero también incide en mejorar nuestro equilibrio, coordinación y agilidad de movimientos. Mientras te refrescas, comprobarás desde esta o cualquiera de las otras playas accesibles del municipio (Las Arenas y Arrigunaga ) que el turismo en Getxo se mueve con otra onda.
Ereaga, una playa sin barreras de Getxo. 📌 Desde junio hasta septiembre, la playa de Ereaga cuenta con aparcamiento controlado de 10 a 20 horas pero se puede dejar el vehículo durante bastante tiempo mientras te das un chapuzón (0,75 €/ hora).
Más información en Turismo de Getxo .
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