La costa guipuzcoana nos ha atrapado con sus pueblos, gastronomía y retazos de historia recortada por el oleaje, mientras que en tierra adentro han sido sus paisajes pastoriles los que nos han embelesado. En esta guía esencial hemos elegido algunas de esas maravillas que tienes que ver en Gipuzkoa, sí o sí, sin perder nunca el norte.
Vistas de Mutriku desde el monte Arno. © Basquetour. Como en Gipuzkoa todo está cerca, puedes estar dándote un baño en la costa por la mañana y por la tarde caminando por la comarca del Goierri, un altiplano entre montañas que bien parece las Highlands guipuzcoanas . Entre el mar y la montaña, cuanto tengas bajo tus pies estos 15 imprescindibles que ver en Gipuzkoa, te darás cuenta de que la vida late aquí con un fuerte apego a la tierra. Allá donde te detengas hay una historia, un quehacer e incluso algún producto de la gastronomía vasca, convertida en un referente mundial, íntimamente ligado al paisaje y a sus gentes.
Déjate llevar con los ritmos pescadores de los enclaves más activos de su costa, Hondarribia y Getaria . Comprueba cómo el territorio se convierte en aliado de los pueblos como en Orio cuyos barcos utilizan la ría como puerto, que para eso desemboca en ella el río Oria, el más importante de la provincia. Descubre que, bajo el aspecto de fiordo de la bahía de Pasaia , hay un valle hundido. Entra en cualquier mercado y disfruta con los aromas y frutos generosos llegados directamente del caserío o el barco, muchos de ellos distinguidos con el sello de calidad Eusko Label. Sigue el Camino de Santiago y a su paso por Zumaia entra en la casa del pintor Ignacio Zuloaga. Para acabar en límite con tierras vizcaínas descubriendo las escondidas calas que el bello litoral de Deba acoge.
Qué ver en Gipuzkoa, imprescindibles en tu visita Lo de San Sebastián es amor a primera vista. En esta ciudad, extendida entre dos montes alrededor de la curva perfecta de la bahía de La Concha, reside la elegancia y la buena vida al estilo vasco. Toda estancia en la ciudad se te hará corta, salvo que te plantees escapadas tomándola como base a la que regresar. Incluso estando en ella, te pilla cerca la frontera para explorar el País Vasco francés. Pero nosotras nos quedamos en esta provincia española donde no hemos dejado rincón por explorar. Ni siquiera bajo tierra, donde hemos hallado minas y cuevas que te van a sorprender.
Paseo martímo de San Sebastián sobre la playa de la Concha y con el Ayuntamiento al fondo. © Basquetour La costa vasca bien merece un viaje por sí solo, así que no queremos que dejes de pasear cada una de sus villas marineras, aunque no podrás resistirte a la llamada de las montañas tierra adentro. Déjate guiar por el mosaico en verde de sus paisajes agrícolas y pastoriles. Acogen la auténtica vida alrededor de los caseríos y de esas pintorescas ovejas de morro alargado. Son las latxas, una raza autóctona vasca y un símbolo rural que verás hasta en pegatinas en los vehículos. Si no quieres perderte lo esencial de este destino, sigue leyendo para averiguar qué ver en Gipuzkoa.
Qué ver en San Sebastián La bella Donosti o San Sebastián tiene en su fachada marítima el principal eje urbano. Sigue la característica barandilla de la playa de la Concha para tomar el pulso de una de las ciudades más atractivas del norte peninsular. Uno de sus extremos está vigilado por el monte Urgull, cuyo piedemonte está marcado por la escultura Construcción Vacía de Jorge de Oteiza. Después hallarás el puerto con sus casas de pescadores y el casco viejo, una invitación urbana siempre irresistible. Sigue la calle Mayor y al llegar a la basílica de Santa María del Coro verás que entras en territorio pintxo . Si eres más de sentarte, la plaza de la Constitución, con sus balcones y su ambiente de terrazas, es el lugar ideal.
Si te atrae la cultura vasca, los fondos del museo San Telmo (santelmomuseoa.eus) te van a dejar boquiabierta; son una extraordinaria puerta a la historia y las tradiciones vascas.
El Peine del Viento y las playas En el extremo opuesto de la bahía, bajo el monte Igueldo, se encuentra la escultura del Peine del Viento de Eduardo Chillida. Incrustada en la roca, se convierte en un espectáculo de agua y sonido bajo la embestida del oleaje del Cantábrico. Para llegar hasta ella, en bici, tren turístico o navegando por la bahía de La Concha, no hay que dejar de admirar las dos playas, La Concha y Ondarreta, que orlan la ciudad. A mitad de La Concha llama la atención la arquitectura inglesa del palacio de Miramar . Una residencia real con las mejores vistas urbanas y marítimas que fue residencia estival de las reinas españolas.
El Peine de lo Vientos en San Sebastián. Con vistas a la playa 📌 Busca el puente Kursaal, donde las aguas del río Urumea y el océano se encuentran. Aquí comienza la Ruta de las Estrellas , pues es la misma que frecuentan los artistas durante el Festival Internacional de Cine. Frente al mar verás el Palacio de Congresos, diseñado por Moneo, y apenas a unos metros del puente reconocerás el teatro Victoria Eugenia y el hotel María Cristina. Después hay que seguir la avenida del Boulevard, con su alameda y su quiosco, para conocer este eje comercial y su límite con el Casco Viejo. Un poco más allá, identificarás el Ayuntamiento, instalado en el antiguo casino de la ciudad, al pie de la bahía.
El Acuario En un extremo del puerto se halla el espectacular Aquarium (aquariumss.com). Entrar en su túnel es sumergirse bajo las aguas del Cantábrico sin mojarse un pelo. Además de su rica muestra de fauna y flora submarina exhibe el esqueleto de 11 metros de una de las últimas ballenas capturadas en estas aguas.
Aquarium de San Sebastián. © Basquetour. 📌 Ascender al monte Igueldo puede hacerse a pie o en coche pero lo más encantador es hacerlo por el funicular que lleva en funcionamiento desde el año 1912. En su cumbre hay que llenarse con las vistas urbanas y la costa para acabar disfrutando como una niña en su decimonónico parque de atracciones (monteigueldo.es).
Bajo tierra Conocer Gipuzkoa con la mirada de sus primeros habitantes o adentrarse en su cultura del hierro requiere entrar bajo tierra. Con estas experiencias te llevamos por las explotaciones mineras abiertas en su paisaje que han quedado como una huella de la historia. Bajo tierra también exploramos las cuevas que habitaron los primeros habitantes guipuzcoanos, animales prehistóricos desaparecidos y aquellos hombres y mujeres que con sus pinturas rupestres invocaban la fortuna cazadora.
Minas de Arditurri Los dos milenios de explotación –prácticamente ininterrumpida– bajo las Peñas de Aia (macizo montañoso de Aiako Harria) hacen de la entrada a las minas de Arditurri un viaje extraordinario desde Oiartzun . La extracción de hierro, plomo y plata, entre otros minerales, hace que sean montañas horadadas desde la Edad de Hierro. Recorriendo los 580 metros de longitud de su galería Arditurri 20 o Mina Grande, nos llegan los sonidos de una explotación minera. También descubrimos lagos y grandes cavidades que despliegan sorpresa a nuestro paso.
Minas de Arditurri. © Basquetour 📌 Si necesitas un poco de aire libre recorre la Vía Verde de Arditurri a pie o en bici. Sigue el trazado del ferrocarril que llevaba los minerales en explotación hasta la bahía de Pasaia. Incluso puedes subir al Tren Verde para llegar como una auténtica minera. Incluye parada en el Centro de Interpretación Geológica Luberri (luberrimuseoa.eus) donde comprobarás cómo han evolucionado las rocas del paisaje hasta convertirse en un tesoro mineral.
La cueva de Ekain Las pinturas rupestres más impresionantes del País Vasco se encontraron en el valle de Sastarrain , a treinta minutos de San Sebastián, concretamente en la cueva de Ekain. Un conjunto de caballos pintados por los cazadores recolectores del Paleolítico hace 15.000 años. Entrar a la cueva permite ver tanto las pinturas como algunos detalles que te sorprenderán: las lanzas y flechas con que los abatían e incluso una osa y su osezno. Estás a tiempo de convertirte en una arqueóloga y experimentar con pigmentos orgánicos para dibujar como aquellos artistas prehistóricos, cazar con lanza e incluso aprender a hacer fuego.
Centro de Interpretación de Ekain. © Basquetour. 📌 La visita se realiza guiada en la neocueva Ekainberri. Se trata de una magnífica réplica donde sentirás el viaje en el tiempo y las emociones que te provoca esta cueva declarada Patrimonio de Humanidad por la Unesco.
Mineras por un día en la montaña del hierro Unas las visitas curiosas que tienes que ver en Gipuzkoa es el Parque Minero del Goierri , donde se ubica la Montaña del Hierro, una explotación de mineral de hierro que ha durado casi 1.000 años en las inmediaciones de Zerain. Entra en sus galerías para conocer el pasado industrial ligado a la minería que dio pujanza a la región gracias a las minas de Aizpea . También puedes conocer de cerca todas las tareas que se desarrollaban en el complejo minero. También ver los trenes que llevaban el mineral a las ferrerías de las cabeceras de los valles cercanos, desde donde se llevaba al puerto de Pasaia rumbo a Europa.
Minas de Azpeia. © Edaki/CC 4.0 📌 Las visitas guiadas de la mina e instalaciones anejas a la extracción del mineral en la Montaña del Hierro las organiza la oficina de Turismo de Zerain los sábados, domingos y festivos desde abril hasta octubre salvo que vayas en grupo.
Cueva de Arrikrutz En las montañas de Aizkorri , en las inmediaciones del imponente santuario de Arantzazu , una basílica que une devoción e interés cultural gracias a las obras de reputados artistas como Oteiza, se halla la cueva de Arrikrutz . Es un paraíso espeleológico de 14 kilómetros en cuyo interior se encontró un esqueleto de un león de las cavernas . Es el único descubierto en la península Ibérica y uno de los mejores del mundo por conservarse el ejemplar completo. También se hallaron restos de rinoceronte lanudo, hiena o perro salvaje asiático, así como ciervos gigantes, que habitaron estas montañas hace 300.000 años. Una emocionante historia prehistórica bajo tierra por la que nos guían desde el centro de interpretación .
Pueblos bonitos de la Costa Vasca El vínculo de los pueblos guipuzcoanos y el mar es estrecho y sin límites. Insignes navegantes como Juan Sebastián Elcano y aguerridos marineros han salido de sus puertos rumbo a lo desconocido o a medirse en la caza de seres gigantes como las ballenas. En cada rincón costero descubrimos que hay un idilio eterno entre sus habitantes y el mar.
Hondarribia La zona amurallada medieval y el casco antiguo barroco de Hondarribia se asoman a la bahía de Txingudi , frente a la localidad francesa de Hendaya, mostrando su fachada más bonita. A la ciudad se entra por la puerta de Santa María , así que nuestro consejo es que callejees por su empedrado, explores el castillo de Carlos V (convertido en Parador de Turismo) y acabes el paseo entre el alegre ambiente de La Marina . Este barrio pesquero presenta coloristas fachadas gracias a las balconadas en madera pintadas en intensos colores bajo las que se respira la animación de sus bares de potes y pintxos. La fachada marítima de Hondarribia está rodeada por una playa de 800 metros que muestra ese abrazo histórico y estratégico al Cantábrico desde su nacimiento.
Si te gusta caminar, toma el sendero de la Bahía . A lo largo de 14 kilómetros recorrerás las tres ciudades (Hendaya, Irún y Hondarribia), que contornean la bahía y habrás pisado dos países.
📌 No te pierdas: Artículo de la costa del monte Jaizkibel con nuestras ocho pasiones.
Fachadas de Hondarribia. © Eric Prouzet Getaria Sabrás que has llegado a la cuna de algunos personajes tan ilustres como Juan Sebastián Elcano y el modisto Cristóbal Balenciaga cuando avistes el ratón de Getaria . Se trata del monte San Antón , una pequeña colina rocosa unida a tierra pero que fue una isla. En la costa se identifica plenamente la fachada marítima de Getaria, situada entre dos atractivas playas, Gaztetape y Malkorbe . De su espíritu pescador podrás dar fe al catar la variada y rica oferta gastronómica de productos del mar recién capturados. Su vinculación con la tierra la probarás al beber txakoli , un vino blanco y joven que madura gracias a la influencia marina del Cantábrico y sus fríos vientos.
📌 Sobre una colina, abarcando las vistas de la villa marinera, el espacio destinado a uno de los más admirados hijos de la localidad, Cristóbal Balenciaga Museoa (cristobalbalenciagamuseoa.com), nos lleva por un mar de tejidos, volúmenes y colores a través del universo del gran genio de la alta costura. Este espacio cultura es una cita imprescindible, de esas que tienes que ver en Gipuzkoa.
Getaria. Pasaia Hay que llegar hasta el pueblo de San Pedro de Pasaia (San Pedro Pasai) para conocer la patria de marinos que surcaron las aguas oceánicas hasta las remotas tierras de Terranova en busca de capturas valiosas como el bacalao. También es tierra de históricos astilleros donde se armaron algunas de las embarcaciones que más historia han dado a la navegación española. Siguiendo la calle con más tipismo del pueblo encontrarás la casa museo de Víctor Hugo donde residió durante su exilio.
📌 En la orilla opuesta de la bahía de Pasaia hay que cruzar para llegar hasta Pasaia San Juan (Pasai Donibane) y encontrar ese espíritu emprendedor de los marinos vascos en el astillero Albaola (www.albaola.com/es), donde se está reproduciendo la nao San Juan. Una nave de madera del siglo XVI y primera embarcación comercial de la localidad que, cargada de aceite de ballena, se hundió en aguas del estrecho de Bering.
Pasaia San Juan. Zarautz La playa más larga de la costa vasca se extiende a lo largo de 2,5 kilómetros frente a la localidad de Zarautz. Es cita obligada para los amantes del baño tranquilo y los baños de sol sobre su arena dorada. Hasta la reina Isabel II la convirtió en su preferida. También es destino de primera para los surfistas. En su zona central disfrutan del mejor oleaje durante el otoño, la mejor época del año para practicarlo. Puedas recorrer la playa siguiendo el paseo marítimo e incluso prolongar la caminata hasta la vecina localidad de Getaria, pues solo la separan 4 kilómetros.
Playa de Zarautz. © Basquetour 📌 Antes de partir de la localidad donde se armó la nao Victoria, que daría la primera vuelta al mundo comandada por Fernando Magallanes y en la que regresó Juan Sebastián Elcano a España, admira la Torre Luzea , magnífica torre vigía gótica que prevenía de ataques por el mar. Después asciende hasta la ermita de Santa Bárbara . Entre viñedos de txakolí abarcarás la mejor vista de la localidad y su renombrada playa.
Mutriku Entre las playas de Mutriku y Saturrarán , el pueblo de Mutriku concentra su esencia marinera entre el caserío apiñado sobre el mar en la ladera que asciende hasta el monte Arno . Sin duda, esta localidad la tienes que ver en Gipuzkoa sí o sí. Es un placer descubrir su esencia medieval entre lo abigarrado de sus calles, estrechas y con adoquines, que acogen palacios y casonas monumentales. No dejes de llevarte el sabor del mar Cantábrico enlatado gracias a sus deliciosas conservas de bonito y anchoas.
Mutriku. © Basquetour Qué ver en el interior de Gipuzkoa Las montañas de esta provincia están recortadas por mosaicos de prados, con caseríos aquí y allá y vida sencilla alrededor de la agricultura y un milenario pastoreo. Son el paisaje sereno que guía cualquier escapada por el interior de Gipuzkoa.
Goierri Dos sierras, Aralar y Aizkorri , marcan los perfiles grisáceos de montaña de la comarca de Gipuzkoa con los mejores bosques. Un altiplano o tierras altas –lo que significa literalmente su nombre– donde el pastoreo llega hasta casi las cumbres de sus montañas señeras, el Txindoki y el monte Aizkorri , a las que da un sabor único, el del queso Idiazabal. Detente en los hitos de su paisaje como los abundantes dólmenes que son la huella de sus primeros pastores prehistóricos.
Ascenso al monte Aizkorri. 📌 Apenas a media hora de San Sebastián se llega a Beasain . Es la capital del Goierri y donde, además de probar la sidra, alubias o mermeladas de la tierra es posible viajar hasta el Medievo. Para ello, tendrás que entrar al molino hidráulico en funcionamiento situado en el barrio de Igartza , junto a la ferrería y palacio del mismo nombre.
Pagoeta Con vista al mar, la montaña de Pagoeta es una cita indiscutible para descubrir uno de los mejores miradores del litoral entre Orio y Zarautz. Estamos en el lugar de las hayas por excelencia, como su propio nombre indica (pagadi significa hayedo). Las viejas hayas, antaño podadas para la obtención de carbón vegetal, con sus ramas como candelabros, son uno de los paseos más atractivos desde casi cualquiera de los once barrios de Aia , el municipio que abarca estas montañas.
📌 Acude al Centro de Interpretación del Parque Natural de Pagoeta, situado en un bonito caserío del siglo XVIII. Está en Iturraran y aquí se pueden conocer los valores naturales y culturales de la zona. Además los más pequeños pueden disfrutar de un colmenar didáctico y junto a los mayores perderse entre la variedad de plantas de su Jardín Botánico . Después toca descubrir un maravilloso conjunto de molinos fluviales y la ferrería de Agorregi realizando un agradable paseo en sus alrededores.
Geoparque de la Costa Vasca Mutriku, junto con las localidades de Zumaia y Deba, comparte la singularidad de un litoral de rocas marcadas por la historia de la Tierra durante los últimos 60 millones de años. A través de los extraordinarios paisajes de la roca que, como un hojaldre, caracteriza sus agrestes acantilados o flysch , a lo largo de 13 kilómetros, pisamos el Geoparque de la Costa Vasca .
Flysch de la costa vasca. © Basquetour. 📌 Desde la ermita dedicada al patrón de los navegantes, San Telmo , en Zumaia se obtiene una espectacular panorámica de costa tan agreste y extraordinaria. En el Museo Nautilus o Centro de Interpretación Geológica en Mutriku podrás seguir los acontecimientos que, en millones de años, han hecho tan valioso este litoral.
Marismas Txingudi En la desembocadura del río Bidasoa se sitúa una abrigada ensenada junto a la bahía rodeada por las localidades de Hondarribia, Irún y Hendaya. Entre los montes y el mar, no solo las aves, sino peces y anfibios, hacen de este humedal un reino animal. Sobre todo durante la migración pues las aves lo utilizan para descansar y como refugio en sus vuelos transcontinentales entre Europa y África.
Desembocadura del Bidasoa. 📌 El parque ecológico Plaiaundi, con su mezcla de agua dulce y salada y sus observatorios sobre la marisma, es garantía de observar el ajetreo de aves que lo frecuentan a lo largo de sus 2 kilómetros de itinerarios; además organiza visitas guiadas cada sábado.
Faros de Gipuzkoa Cuando los vascos se dedicaban a la captura de ballenas, los faros resultaban privilegiados miradores para avistarlas. Los faros continúan formando parte del paisaje y de la historia guipuzcoana. El de la Plata, ante la angosta entrada de la bahía de Pasaia, señala la llegada a puerto seguro aunque parezca que la embarcación no tiene paso marino. No menos vistoso resulta el faro de Getaria , ubicado sobre el conspicuo monte de San Antón. Hasta la misma ciudad de San Sebastián ilumina sus noches con los faros de la isla de Santa Clara y de Igueldo .
📌 El que más nos ha gustado y que tienes que ver en Gipuzkoa es el de Higuer , el más oriental. Tiene un bonito estilo neoclásico sobre los acantilados de Jaizkibel. También resulta un privilegiado mirador donde cruzar los dedos y apostarse a ver ballenas y a las numerosas aves que pasan durante las migraciones. Así como a las aves marinas que, en los temporales invernales, se refugian acercándose a la costa.
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