Tras recorrer el Altiplano boliviano y los paisajes lunares del Salar de Uyuni, Sania se dirige a la región minera de Potosí, un lugar complejo para una mujer que viaja sola. Después, el viaje por Bolivia continúa por dos grandes ciudades: Sucre, la capital administrativa, y La Paz, una gran urbe a tres mil quinientos metros de altura. Una etapa donde se acerca a las tradiciones bolivianas y a mujeres empoderadas como las cholitas luchadoras. Y, como siempre, nos lo cuenta en primera persona.
Sania en Sucre. © Sania Jelic. Después de varios días de travesía por el nevado Altiplano boliviano desde San Pedro de Atacama, pasando por paisajes con lagunas coloradas y colonias de flamencos, grupos de llamas y guanacos, y el indescriptible Salar de Uyuni, llegué de noche ya a Potosí . La capital minera de Bolivia, la ciudad a pie de Cerro Rico, el cerro que financió durante siglos a la Corona española y que ahora está en plena decadencia.
La ciudad de Potosí La ciudad de Potosí fue fundada en 1545 y se hizo famosa por el Cerro Rico, monte del que se extraía plata y oro, en aquel momento, y ahora plata y estaño. En sus inicios la plata de las minas de Cerro Rico representaba el cincuenta por cien de la producción de plata de América Latina y se exportaba íntegramente a la Corona española. La ciudad está llena de casas coloniales, pero la más llamativa es la ocupada por el museo de la Casa de la Moneda.
Potosí tiene unos 250.000 habitantes y está a una altura media de 4.067 metros. Hace unos meses, una empresa canadiense descubrió a cuatro kilómetros del casco urbano un nuevo yacimiento de plata , tan grande como el inicial de hace quinientos años. Se prevé que la extracción se realice con métodos modernos (al aire libre). Supondrá una renovación de la ciudad, aunque la extracción manual seguirá en el Cerro Rico . De las aproximadamente 465 entradas a túneles en el cerro, ahora se usan unas 200.
Torre de la catedral de Potosí. © SJ El duro trabajo en la mina La extracción en las minas es un trabajo físico muy duro ya que requiere de mucha fuerza. Además de ser peligroso para la salud por la inhalación de partículas, hay que mencionar el riesgo al manejar la dinamita y los derrumbes de los pasillos. La expectativa de vida de los mineros no suele superar los 45 años.
Los mineros están organizados en cooperativas (unas cincuenta) y la extracción se hace en grupos de diez personas que tienen asignada un área de trabajo. Se reúnen los lunes para coordinar las rutas. En el grupo siempre hay un accionista, una o dos personas con más experiencia, y los otros son jóvenes, a partir de 16 años, que se hacen cargo del duro trabajo manual de acarreo de piedras y carros. Los turnos son de 12 horas durante las cuales no se come, se consume solo hojas de coca (unas cien al día). A todo esto, la calidad de la plata que se saca hoy es bastante inferior a la de antaño y no genera apenas sueldos aceptables.
Unos 8.000 mineros trabajan en la mina y es la principal fuente de ingresos de la ciudad. La nueva mina no aportará mucho a esta mano de obra.
Sania antes de entrar a la mina de Potosí y ofrendas el Día del Compadre. © SJ El Día del Compadre En Potosí, el Día del Compadre, que se celebra el jueves antes de la semana del carnaval, es una gran jornada. Esta fiesta celebra la hermandad entre los varones/compadres, y en ella se agradece a las herramientas y augura la prosperidad y durabilidad a los instrumentos de trabajo. Los compadres se felicitan mutuamente y se adornan con serpentinas al cuello, mientras consumen bebidas alcohólicas. ¡Una fiesta de varones en toda regla!
Se aprovecha la ocasión para agradecer a Pachamama en el Cerro Rico la bondad que despliega al permitir la extracción de plata y demás minerales.
Hasta ahora, viajando por América Latina, no había sentido mucho nivel de machismo. Aquí sí. Es un territorio de hombres , donde se espera que todos sean viriles y fuertes. Y no todos lo son, pero es lo que se les presupone. Para sentirse fuertes, necesitan ser superiores a la mujer, por lo menos. Y son violentos. Aquí todos sufren y todos pierden. El patriarcado es un sistema degenerativo, que no permite prosperar a la sociedad, porque excluye a la mitad de sus miembros, las mujeres, y pone una tremenda presión sobre la otra mitad, los hombres.
El Chef sin Fronteras Estando en Potosí, y con hambre, me indicaron un local cercano, La Casona de Pascualita . Al entrar ya eran las 14.30 horas y no quedaba casi nadie. Me recomendaron el plato “kalapurca”, una espesa sopa de maíz con una piedra volcánica caliente en medio. Cuando me lo trajeron era la única cliente en ese momento, y la pareja de gerentes y los empleados se sentaron a comer en la mesa grande de al lado. Me pareció tonto comer sola y les pregunte si estarían de acuerdo en que compartiese mesa con ellos y así comenzamos a hablar.
Resulta que estaba en el restaurante insignia del Chef sin Fronteras boliviano, Emilio Garnica , que tiene su ONG y una escuela de cocina en Cochabamba, además de su show en la TV boliviana donde presenta la cocina ancestral y andina. Es a la vez el embajador de la comida tradicional boliviana y en su gastronomía presta especial atención a la preservación de las recetas originales y la fusión con la cocina moderna.
Bolivia tiene treinta y cuatro naciones originarias y su gastronomía tiene raíz en las comida aimara, quechua y europea. Se diferencian los platos de las regiones andinas (papas y carne); vallunas (maíz, verduras, frutas); y oriental (yuca, fruta y verdura). Hay treinta y tres tipos de papas, la quinua ésta muy presente y abundan las sopas espesas.
Este restaurante lo regenta el hermano del Chef sin Fronteras, Edwin Garnica, y su esposa Rosario Mendoza. Suelen acoger a becarios y el grupo actual es muy simpático.
Sucre, la capital de Bolivia Sucre es la capital de Bolivia desde 1839. Actualmente es la sede del poder constitucional y judicial, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y tiene unos 280.000 habitantes. A diferencia de Potosí, es elegante, limpia y está cuidada. La herencia colonial luce y hay buenos restaurantes.
Universidad Andina Simón Bolívar. © SJ Alberga la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Javier de Chuiquisaca, que recibe al año 47.000 estudiantes que estudian 54 carreras en 16 facultades y que el próximo año celebrará su 400 aniversario. Es la segunda más antigua de Latinoamérica. La mayor demanda de carreras está en el ámbito de la Salud, luego Derecho y Ciencias Políticas, Ingeniería Civil, Arquitectura y Empresariales. El 55% de los alumnos son varones y están becados. También cuenta con la Universidad Andina Simón Bolívar , de estudios de posgrado. El turismo no es masivo en la ciudad ya que el aeropuerto turístico de Uyuni desvia a los turistas en su recorrido por el país.
El Mercado Central es un lugar pintoresco de esta ciudad que se siente segura y donde hay suficiente oferta de ocio. Entre esa oferta destacan las visitas a Tarabuco, el centro de la manufactura de tejedoras de la región de Chacabuco. Todo esto hace que una estancia de tres a cinco días sea muy agradable.
Alojamientos a buen precio en Sucre Sucre tiene una variada oferta de alojamiento en el segmento Backpackers/hostels, Airbnb y hoteles a buen precio. Me detengo en el último porque tienen una relación calidad precio que no he visto hasta ahora en el viaje. Yo estaba alojada en un Airbnb, WASI apartamento, donde la dueña Cristina Bubba me trató de maravilla, y de hecho con su ayuda pude optimizar mi estancia. Fue ella la que me habló de El Parador Santa María La Real Hotel , que tenía una fabulosa vista. Visité el hotel que es un buen ejemplo de casa colonial preservada y adaptada. También hay otros hoteles de calidad a buen precio: ON Hotel Boutique, MI pueblo Samary Hotel, Hotel San Felipe… También hay suficiente alojamiento accesible para los estudiantes.
La historia tejida de Bolivia Bolivia tiene un fuerte arraigo cultural visible en su gran riqueza de tejidos, folclore y festividades. En las comunidades indígenas, los tejidos contienen la historia visual del pueblo, las tradiciones de su cultura, el contexto del momento y la creatividad de las tejedoras. Representan sus “libros de historia”.
Cristina Bubba Zamora, la propietaria del AirBnB WAZI en Sucre, es ganadora del Premio Rolex Emprendimiento por la labor de recuperación de tejidos/bienes culturales que hizo a finales de los años noventa en la comunidad de Coroma . En este pueblo habían “desaparecido” uno 200 tejidos pre-colombianos, algunos de los cuales aparecieron en una exposición en San Francisco. A través de su ONG, y con ayuda de colaboradores y antropólogos, consiguió recuperar algunos. Puedes ver la historia en este vídeo .
La tradición tejedora yampara en Tarabuco El pueblo de Tarabuco está a unos 65 kilómetros de Sucre. En su mercado central reúne los domingos a las tejedoras de la región y es el mercado rural más grande de Bolivia. No pude ir el domingo, pero sí fui a Tarabuco, donde pude visitar el Museo Yampara de Julia Pachacopa y Casto Limachi y el pueblo cercano Puca Puca donde hablé con Daisy, la tejedora más habilidosa y rápida de la región.
Además de la explicación del arte de tejer que nos hace Julia, ella y su marido nos explican parte de la cultura o comunidad social Aillu. En estas unidades sociales se pretende conseguir el auto sustento, y los miembros tienen obligaciones recíprocas. En este caso, Julia y Caso tenían la responsabilidad de ser consultores para parejas.
Tejidos y tejedoras en Tarabuco. © SJ Un testimonio muy interesante y valioso, donde hablan de temas como que “la pareja, una vez creada, debe hacerlo todo juntos. Las cosas se tienen que dialogar y sólo a través del diálogo se puede conseguir el equilibrio en la pareja. Ninguno puede ir por delante del otro en la calle ni tener más razón que el otro. Cuando las cosas se rompen, se arreglan; en la pareja igual. Y cuando la gente joven se casa es bueno asistirles para que aprendan a convivir y solucionar las cosas del día a día a través del diálogo”. Escucharlos fue una muy grata sorpresa en medio de tanto machismo.
El folclore boliviano La tradición folclórica de Bolivia es muy rica. De hecho, se considera la “Capital folclórica del mundo” ya que cuenta con unos 1.200 festivales donde se despliegan ricos trajes, acompañados de danzas y música propia, que reflejan su gran mezcla de culturas, razas, orígenes, geografía e historia. Tanto es así que el carnaval de Oruro está incluido en el Patrimonio Inmaterial de la Unesco, junto con otras 15 danzas originales.
No pude ir a Oruro, pero me hago una idea a través del inicio del carnaval que viví en Sucre. El ambiente era tan alegre, las caras iluminadas de risas de los adultos y el recuerdo de las caras y el pelo de los niños llenos de espuma me siguen haciendo reír.
Carnaval en Sucre. © SJ Para ver una representación de la variedad de folclore de Bolivia fui al espectáculo Orígenes . Durante la cena, que es opcional, en el podio actúan bailarines representando las danzas y trajes de todo Bolivia. Bellísimo. El espectáculo dura unas dos horas y es un auténtico placer observar a los profesionales transmitiendo el colorido y ambiente de las diferentes regiones. Absolutamente recomendable.
Cholitas luchadoras Había escuchado sobre las cholitas escaladoras, incluso hay películas y documentales sobre ellas. Otra cosa muy diferente es ver a las cholitas luchadoras en acción y estar sentada delante de ellas. Son mujeres que impresionan, con su fuerza mental, mirada clara y aguda, sonrisa femenina y una autoconfianza enmascarada.
Tenía muchas dudas de si ir a ver el combate, porque solo pensar en una pelea de mujeres para divertir al público me sonaba, sinceramente, poco afortunado. No me gusta la violencia y mucho menos gratuita y, aún peor, entre mujeres. Pero si las cholitas lo hacen, por algo es. Quería intentar entenderlo.
Sania con las Cholitas Luchadoras. © SJ Pude grabar algunas entrevistas en las que explican las razones que las llevaron a la práctica del deporte y a elegir una vida de luchadoras, entre ellas a la fundadora de la ONG de las Cholitas Luchadoras , Denys Sanjines. Además, charlé con las luchadoras Silvina, Daniela, María y Benita. Su mensaje es poderoso: «estamos haciendo este deporte de alto riesgo porque nos empodera como mujeres , nos da libertad, abre el camino a otras mujeres y nos anima a no resignarnos ante las circunstancias de la vida». Vale la pena escucharlas.
La Paz, la más alta del mundo A una altura media de 3.650 metros, La Paz es la metrópoli más alta del mundo. Se nota. Al poco tiempo de caminar cuesta arriba (me pareció que todas las calles eran así) te quedas sin aliento y te cansas más rápido. Así que mis paseos por La Paz fueron un tanto limitados, pero ¡el teleférico es una maravilla! Hay diez líneas que atraviesan y conectan la ciudad, y es limpio, ordenado y cómodo. Me gustó tanto que di la vuelta dos veces (cada ronda es como dos horas y media). Además, brinda la oportunidad para hablar con otros pasajeros. Me encantó.
El teleférico de La Paz sobrevuela las casas que parecen a medio construir. © SJ La Paz tiene alrededor de un millón de habitantes y la ciudad que lo bordea en la cima, El Alto, otro millón y medio de personas más. El Alto es conocido como el mercado más grande al aire libre de América Latina (es los jueves y domingos). Toda la ciudad se ve extraña, porque debido a una ley fiscal, las casas acabadas (con techo y pintura) están sujetas a impuestos superiores. Así que la mayoría de la gente deja sus casas de ladrillo en un estado de semi-acabado. Por lo que se mimetizan completamente con el color de las montañas. Un efecto óptico extraño.
Dicho eso, me pareció ver un alto número de mujeres con polleras (faldas grades típicas que llevan las cholitas), a menudo vendedoras ambulantes.
✅ Canal de YouTube con mirada de mujer: Durante este viaje he conocido a mujeres con historias impresionantes. He podido grabar alguna que otra breve entrevista para que puedan ser escuchadas directamente. Los vídeos están hechos en las mejores condiciones que se podían montar en aquel momento y lugar. En un futuro intentaré subtitularlos, pero de momento están en su versión original, o sea, excepto una todas en español. He ido recopilándolas en un canal de YouTube .
✅ Lo que aprendí: La libertad que tienen las mujeres en Europa “vale un Potosí”. Ojalá veamos en un plazo razonable cambios políticos en los países latinoamericanos o se implementen medidas que reviertan en una mayor seguridad para las mujeres, así como más igualdad de género.
✅ Lo que no aprendí: A medir mis fuerzas físicas. El tiempo pasado en las alturas bolivianas me cansó. No tuve mal de altura ni nada de eso, pero sí es raro tener la actividad física limitada por falta de aire.
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