Gran Canaria es mucho más que sus maravillosas playas. Guarda un interior verde donde los paisajes de montaña conviven con unos cultivos llenos de personalidad. Te contamos los secretos gastronómicos en forma de productos únicos como el café, los plátanos y el ron que van a hacer que se te haga la boca agua en tu próximo viaje a esta isla canaria. Prepara ya tu ruta por la gastronomía de Gran Canaria.
Salinas de Tenefé. © Salinas de Tenefé Gran Canaria es uno de los grandes destinos turísticos de España: no hay sorpresa alguna en esta afirmación. Tampoco la hay en el hecho de que la mayor parte de quienes llegan durante todo el año a esta isla lo hacen atraídos por el sol, el mar y sus kilométricas playas. Pero, una vez disfrutados esos placeres, conviene saber que Gran Canaria alberga una gran biodiversidad y un impresionante corazón verde.
Esto se traduce en la existencia de parajes de gran valor naturalístico, como los parques naturales de Tamadaba y el de Pilancones, las reservas naturales de El Brezal, Tilos de Moya, Güigüí y las Dunas de Maspalomas o el Parque Rural del Roque Nublo, entre otros. Y también en la proliferación de cultivos impensables en cualquier otra parte del territorio europeo. Si quieres saber qué comer en Gran Canaria y dónde darte un capricho gourmet sigue leyendo…
El mayor cafetal de Europa Uno de los imperdibles gastronómicos de Gran Canaria se encuentra en la Finca La Laja (bodegalosberrazales.com), en el inesperado y verdísimo Valle de Agaete. Desde hace dos siglos se lleva produciendo aquí buen vino, en la bodega Los Berrazales, bajo la roca de la montaña de Tamadaba, considerada sagrada por los primeros pobladores. En torno a esta bodega, la familia propietaria, los Lugo-Jorge, también ha plantado naranjas, mangos, aguacates, guayabos y, sobre todo, cafetos. Es decir, las plantas del café.
Café en © Finca La Laja. De hecho, Finca La Laja es el mayor cafetal en territorio europeo y su producción de café, aunque limitada, destaca por su calidad, aroma y sabor. Consecuencia lógica de un cultivo respetuoso con el medioambiente y un proceso de secado y tueste realizados de forma tradicional, con mucho mimo y azúcar cero. Su café se vende en la propia tienda de la finca a 70 euros/kg. Y lo normal es que se agote, lo que evidencia que el precio es más que justo.
Restaurante de la Casa Romántica Muy próximo a Finca La Laja está el centro de interpretación del producto de Gran Canaria, situado en la Casa Romántica (casaromanticaagaete.com), donde están representados todos los municipios de la isla. Un lugar de visita imprescindible para amantes de lo bueno, pues su restaurante ofrece, sin duda, una de las mejores experiencias culinarias de la isla. El menú degustación Alonso Quesada (en referencia al célebre poeta modernista) hace un recorrido por los mejores ingredientes locales y también por platos emblemáticos (como el escaldón de gofio o el cochinillo), a través de presentaciones y técnicas muy poco convencionales. Desde luego es un comedor bastante alejado en concepto de las tradicionales casas de comida o los restaurantes “para turistas” del sur de la isla.
Plátanos de todos los colores Si continuamos hablando de producto, el principal cultivo en Gran Canaria es el plátano: y no resulta extraño en un archipiélago que suministra de esta fruta al resto del país y a buena parte de Europa. Eso sí, variedades de plátano hay muchas (se calcula que unas 400). Esto y mucho más sobre esta planta es lo que desvelan a diario los responsables y trabajadores del Museo del Plátano situado en Hacienda La Rekompensa (www.haciendalarekompensa.es).
Plantación en la © Hacienda La Rekompensa. En esta finca agrícola producen fundamentalmente la variedad Cavendish , con seguridad la más cultivada y comercializada en Canarias. Pero, entre las 25 subespecies que crecen en La Rekompensa, también hay una pequeña producción del sorprendente plátano rojo. Su nombre viene del llamativo color de su piel y resulta algo más dulce que otros plátanos, con toques que recuerdan al sabor de la frambuesa. En la visita al museo se incluye una degustación de diversos tipos de plátanos y, quien lo desee, también puede probar algunos productos procesados a partir de esta fruta, como vino, mermeladas y otros dulces.
La ciudad del ron Las plataneras comparten protagonismo en esta zona del Norte de Gran Canaria con otro cultivo: la caña de azúcar. Con ella se nutre una industria que lleva el nombre de esta isla más allá de los límites del archipiélago, el ron.
Dos especialidades del © Ron Arehucas. La localidad grancanaria que se asocia de forma automática con esta bebida es Arucas. Y es así gracias a Arehucas (arehucas.es), destilería que lleva en activo desde finales del siglo XIX y en cuyas naves, de recomendable visita, se elabora la mayor parte del ron producido no solo en la isla, sino en todo Canarias. No se trata solo de volumen, también de calidad. Algo que se manifiesta en aromas y sabores que denotan grandes dosis de mimo y paciencia para conseguir el producto final. Entre sus etiquetas destaca Capitán Kid , elaborado a partir de un aguardiente de caña que lleva envejeciendo en las barricas de la casa desde los años 80 del siglo XX. ¡Nada menos!
Una visita a Arucas Una vez visitada la destilería y catados algunos de sus rones, conviene no dejar pasar la oportunidad de dar un paseo por Arucas (turismoarucas.com) que, con seguridad, es una de las localidades más bonitas y armónicas de Gran Canaria. Sus casas y palacios, muchos de estilo colonial canario, se distribuyen en torno a la llamada “Catedral de Arucas”, que no es tal, sino la parroquia de San Juan Bautista. Es normal llevarse a engaño por los volúmenes y formas de este templo neogótico levantado durante siete décadas del siglo XX.
El pueblo de Arucas con su iglesia de San Juan. © Ron Arehucas La Catedral Bistró, la nueva cocina canaria En una de las dos plazas anejas al templo un par de jóvenes y atrevidos cocineros han abierto un local con terraza, La Catedral Bistró , en el que bien merece la pena pararse para descubrir por dónde irán los vientos de la nueva cocina canaria. Siempre con un loable respeto al producto local, pero asimilando técnicas y fusiones adquiridos en alguno de los mejores restaurantes peninsulares (Aponiente y Poemas) para convertir cada comida o cena en toda una sorpresa gustativa.
La sidra canaria También es una sorpresa saber que en Gran Canaria se produce sidra de altísima calidad, reconocida incluso en certámenes internacionales como los “Wine & Spirit Awards”. Alentados por el éxito de El Lagar de Valleseco , todo un referente en este tipo de bebidas, nuevos productores de ese municipio se animan con el negocio. Uno de ellos es Vicente Oliver Marrero, creador de la marca Tuscany , que ha comenzado con una pequeña producción de unos 2.000 litros a partir de manzanos propiedad de su padre, pero que tiene grandes ideas para elaborar sidras naturales, gasificadas y espumosas de doble fermentación.
Botellas de sidra © Tuscany, producida en Gran Canaria. Valleseco, en pleno corazón de Gran Canaria, es uno de los valles que desde el volcánico centro isleño declinan hacia el océano en profundos barrancos. Para conocer esta zona, presidida por el icónico Roque Nublo, es preciso disponer de un vehículo motorizado y, al conducir por las carreteras de la zona, tener tanto cuidado como paciencia si se quiere acceder a los diferentes núcleos de población y atractivos naturales. Entre los primeros figura en lugar destacado Tejeda . Desde hace años presume, con razón, de su pertenencia a la lista de “Los pueblos más bonitos de España”, con sus casas blanqueadas construidas a base de grandes bloques de roca volcánica.
Al pie del Roque Nublo Tejeda es, por definición, el pueblo más dulcero de la isla. Y lo es por la ancestral producción de almendras y de miel en el entorno de la localidad. Con ellos se elaboran delicias como el bienmesabe, los polvorones, los mazapanes o las almendras rellenas. Todos ellos y más (las palmeras de sabores tienen fama merecida) se venden en la Dulcería Nublo (Doctor Domingo Hernández Guerra, 15), establecimiento centenario al frente del que está la entusiasta Rosa Medina, siempre dispuesta a bromear con los clientes y también a mostrar los entresijos de su obrador.
Postres en la © Dulcería Nublo. Tejeda es también, como todo el interior de la isla, tierra de rebaños ovinos y caprinos. Se puede ver a estos animales ramoneando por los matorrales que se asoman a escalofriantes desniveles. Con su leche, luego, productores como Escolástica y su familia, de El Manjar de Tejeda , elaboran quesos con una gran personalidad e intensidad de sabor. Desde luego su semicurado de leche de cabra y oveja es de esos quesos que dejan un gran poso gustativo (también en la memoria) durante bastante tiempo.
Las delicias del Sur El turístico Sur de Gran Canaria depara alguna que otra sorpresa en materia de productos gastronómicos. Por sus valles se extienden amplias plantaciones de plataneras y, además, se explotan recursos naturales como la sal marina. En este sentido, las salinas de Tenefé (www.salinasdetenefe.com), en el municipio de Santa Lucía, son todo un ejemplo de tradición. Aquí se producen, envasan y comercializan flor de sal, escamas y sal de grano medio y fino, con el sello ecológico que otorga la Unión Europea. La visita guiada a esta producción con más de 250 años de historia resulta de lo más instructiva y agradable.
Sal de las © Salinas de Tenefé. Hoteles con buenos restaurantes Pero el sur, como ya hemos dicho, es ante todo la zona más indicada de la isla para disfrutar del sol y el mar. Por ejemplo, en la playa que enmarcan las célebres Dunas de Maspalomas , un lugar tan enorme como impresionante. No muy lejos, quien busque una cierta privacidad puede decantarse por lugares con estilo y tan confortables como Perchel Beach Club (perchelbeachclub.com), complejo en torno a una gran piscina de agua dulce con vistas al mar y en cuyo restaurante se pueden disfrutar frituras y otros platos de pescados capturados en el Atlántico más cercano a las Canarias.
La Arrocería en el © Perchel Beach Club. Este club forma parte de una empresa hotelera con varios establecimientos en la isla. Entre ellos, el Hotel Cordial Mogán Playa , que destaca, aparte de por sus confortables 432 habitaciones, por sus piscinas, el restaurante Los Guayres (losguayres.com), reconocido con una estrella Michelin, y por albergar un impresionante jardín botánico entre sus instalaciones, con más de 450 especies diferentes. También hay dentro del propio hotel un significativo complejo arqueológico de la época guanche.
Todo ello junto al Puerto de Mogán , idílica población entre canales decorados con buganvillas que, sin duda, es el mejor colofón a esta ruta por la gastronomía grancanaria más inesperada.
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