En este viaje os invitamos a recorrer algunos de los pueblos más bonitos de Navarra, monumentos históricos que son un referente como el Castillo de Javier y el Monasterio de Leyre, además de otros sitios secretos que te desvelaremos en el artículo. Esta es, sin duda, una ruta perfecta para los amantes de la historia y la cultura.
Vistas desde Gallipienzo. © Pepa G./ Etheria Magazine Navarra es naturaleza y gastronomía, en mayúsculas, pero también historia y cultura, aunque a veces queden ocultas en los recodos menos transitados del camino. En una escapada de sólo 3 días en Navarra tendrás tiempo suficiente para visitar los encantadores pueblos que te proponemos y también hacer una pausa en un puñado de visitas arquitectónicas, monumentales y arqueológicas que se encuentran a pocos kilómetros de los mismos. ¡Sube al coche porque salimos!
Pueblos bonitos de Navarra Existen decenas de pueblos bonitos en Navarra, pero en la zona media y pirenaica hay tres que son espectaculares y que, además, podrían ser buenos campamentos base para hacer excursiones cercanas.
Sangüesa Atravesada por el Camino de Santiago y refrescada por el río Aragón, la ciudad de Sangüesa sorprende a cada paso con nuevos tesoros monumentales. Cuando caminas por sus calles y el tañido de las campanas inunda el aire el tiempo parece retroceder diez siglos atrás.
En ese paseo hay algunas construcciones que no pueden pasar desapercibidas por su llamativa fisonomía. Entre ellas se encuentra la iglesia de Santa María la Real , que fue declarada Monumento Nacional en 1989 y que está considerada una de las grandes obras del románico. Es imposible pasar de largo frente a su portada, en plena rúa Mayor, que reúne elementos singulares como un arco apuntado, figuras alargadas y dispuestas de manera longitudinal, algunas estatuas columnas… e, incluso, el sello de Leodegario, uno de los maestros que tuvo a bien dejar por escrito que había intervenido en la decoración de la iglesia. En el libro de la estatua-columna de la Virgen verás una inscripción que reza: Leodegarius me fecit , es decir, “Leodegario me hizo”.
Portada de la iglesia de Santa María la Real, en Sangüesa. © Pepa G./Etheria Magazine Pero esta es sólo la primera parada en Sangüesa, ya que la ruta turística también debe contemplar visitas del ámbito religioso como las iglesias de Santiago y de San Salvador o el convento de San Francisco. El patrimonio civil cuenta igualmente con exponentes de interés como el palacio del Príncipe de Viana y el palacio de Vallesantoro , que funciona como Casa de Cultura y que cuenta con un impresionante alero de madera. Pasa también al interior porque merece la pena. Sin duda, Sangüesa es otra de esas poblaciones ideales desde las que recorrer la Navarra Media.
Ochagavía Que Ochagavía es uno de los pueblos más bonitos de Navarra no es ningún secreto. A pesar de su reducido tamaño, cada una de sus calles es capaz de ocultar un secreto o narrar una historia. Las casas de piedra de cuyos balcones bajan las flores en cascada confirman el mimo con el que se cuida su casco histórico. También la seguridad y tranquilidad de la población se refleja en las puertas entreabiertas de las casas que dejan entrever espaciosos zaguanes con suelos alfombrados de guijarros que configuran curiosos diseños. Aperos agrarios o domésticos también suelen adornar las plantas bajas. El casco histórico dividido por el río Anduña y unido por un precioso puente medieval de piedra es una invitación al paseo y a la fotografía de postal.
✅ Ochagavía es una de las puertas de entrada a la Selva de Irati , si deseas hacer alguna visita a este precioso espacio natural haz una parada en su oficina de turismo y hazte con un plano para moverte con más confianza por el bosque.
Puente medieval de Ochagavía. © Pepa García/ Etheria M. Gallipienzo Gallipienzo antiguo es piedra, historia, silencio, recuerdos… Este pequeño pueblo donde el viento se escucha silbar en cada esquina invita a la calma y a la reflexión. Todo en él es auténtico, desde sus calles de piedras desiguales que retan al traspiés hasta sus viviendas donde pugnan por crecer brotes verdes entre las piedras. Unas pocas personas son las privilegiadas que cada día gozan del paisaje formado por lomas tapizadas de vegetación y surcadas por el caprichoso curso de un río que se abre paso a sus pies.
Su posición elevada ya da una pista de su origen como enclave defensivo que se remonta a la época romana, pero que también supuso una pieza estratégica en la lucha contra los musulmanes y de vigilancia en la frontera con el Reino de Aragón. De su castillo no queda nada pero sí permanece la iglesia de San Salvador , que estaba anexa. Además de este templo, declarado Bien de Interés Cultural, también se debe visitar la Cripta de Santa Margarita , una de las siete criptas románicas de España, cuya decoración interior es sorprendente. El paseo puede seguir por la parroquia de San Pedro, los restos de la ermita de Nuestra Señora de la Peña y la plaza del Matadero. Como curiosidad, fíjate en los pequeños pasillos entre casa y casa, que antaño denotaba la nobleza de esas residencias.
Gallipienzo está dividido en dos núcleos de población, el antiguo y el nuevo, aunque según dice su padrón no alcanzan las tres cifras en su número de habitantes.
Gallpienzo, Navarra. © P.G./Etheria Magazine Visitas sorprendentes con toque histórico y cultural Santa Criz de Eslava A pesar de encontrarse a sólo 40 minutos de Pamplona, el yacimiento de Santa Criz de Eslava (santacrizdeeslava.com) es uno de los secretos mejor guardados de Navarra. Esta antigua ciudad romana, de la que sólo se ha excavado una pequeña parte, fue descubierta en 1917 por el sacerdote Juan Castrillo. Hoy día se puede visitar tanto la excavación como un pequeño museo en el pueblo de Eslava que alberga algunas de las piezas encontradas y que resultan una introducción perfecta antes de recorrer el yacimiento.
Aunque el acceso a Santa Criz no está limitado y se puede conocer por libre, es muy recomendable hacer la visita guiada (90 minutos, 5 euros por persona) para contextualizar los elementos presentes. Allí se pueden identificar los restos de un foro con sus tabernae , la basílica, la necrópolis que tiene más de 2.000 m2… y, aunque queda mucho por excavar, merece la pena la visita. Puedes reservarla en el Tel. 680 131 807 o en santacrizdeeslava@gmail.com.
✅ En el museo virtual de Santa Criz de Eslava se encuentran descritas algunas de las piezas encontradas en el sitio.
Yacimiento romano de Santa Criz de Eslava. © Pepa García/ Etheria M. Iglesia de San Pedro de Etxano En una vía secundaria del Camino de Santiago aparece un templo que incluso despista a los más doctos en el arte románico. Hasta su ubicación en una zona rural de Oloriz acuden expertos de diversos lugares del mundo para analizar la que se considera la “biblia del románico rural”, elementos que conoce bien Javier Intxusta, el guía que suele realizar las visitas. El templo exhibe tal dispendio de símbolos que se necesitarían muchas horas para que un estudioso como él pudiese explicarlo a fondo. La ausencia en la portada de la habitual figura de Cristo acompañado de los 24 reyes del apocalipsis deja perplejos a los visitantes, pero aún más que se hayan sustituido por una figura barbuda acompañada de otras muchas que parecen celebrar una fiesta de carnaval.
No escasean las teorías que explican dicha portada, al igual que tampoco lo hace la interpretación de los muchos canecillos que rodean la nave y su ábside semicircular. Si haces la visita por tu cuenta, podrás admirar el exterior, no así el interior.
Iglesia de San Pedro de Etxano. © Pepa García/ Etheria Mag. Castillo de Javier Hay visitas que exigen cierto ejercicio de imaginación, pero otras donde el nivel de conservación es tal que parecen seguir ancladas en sus tiempos fundacionales. Ese es el caso del famosísimo Castillo de Javier, una fortaleza medieval levantada en el siglo X con una espigada torre del Homenaje, puente levadizo y todos los elementos propios de este tipo de construcciones defensivas. Situado en la frontera entre los reinos de Aragón y Navarra, fue edificado a conciencia. Pero su fama va un poco más allá ya que es el lugar de nacimiento de San Francisco Javier, el patrón de Navarra y uno de los misioneros más reconocidos de España.
Otra buena noticia es que el castillo está musealizado y se puede recorrer para disfrutar del gran número de objetos que exhibe en las tres plantas habilitadas para ello. A las antiguas caballerizas se les ha dado una segunda vida como escaparate de obras artísticas, documentos e interesantes maquetas. Incluso se puede ver un lienzo de Sorolla. No te pierdas la capilla del Cristo con frescos del siglo XV y una talla de madera de Cristo que aseguran que sudó sangre el día que Francisco falleció frente a las costas de China. Junto al castillo se encuentra la basílica, también magnífica, donde se ofician misas a diario.
Castillo de Javier, en Navarra. © Pepa G./ Etheria Magazine Monasterio de Leyre La siguiente visita es el monasterio de San Salvador de Leyre, cuyo magnífico edificio estará presente en el paisaje en muchos de tus recorridos en esta ruta por Navarra . Su silueta parece brillar aún más cuando el sol comienza a caer y la oscuridad amenaza con cubrir los bosques que la rodean. Una visita a este importante centro espiritual, panteón de los primeros reyes del antiguo Reyno, regala no pocas sorpresas. Las dos que más impactan son la cripta , donde grandes columnas parecen soportar el peso de la construcción, y la porta Speciosa (preciosa), con una profusa decoración escultórica.
Este monasterio sigue en activo, habitado por una comunidad de monjes benedictinos que podrás ver en las misas. Con un poco de suerte, escucharás cantos gregorianos resonando en la iglesia abacial.
Cripta del monasterio de Leyre. © Pepa G./ Etheria Magazine Museo de las Estelas Una de las visitas más curiosas por temática y por su forma de presentación es el Museo de las Estelas, que está situado en Abaurrea Alta, en pleno valle de Aezkoa. Planteado como un jardín en el antiguo cementerio de la iglesia de San Pedro, este museo al aire libre exhibe dentro de un laberinto vegetal una serie de estelas medievales. Estas lápidas talladas en piedra narran la vida de aquellos que reposaron bajo las mismas. La visita se plantea como un juego en el que descubrir a partir de un organigrama las 25 personalidades del laberinto.
Museo de las Estelas. © Etheria Magazine Real Fábrica de Armas y Municiones de Orbaizeta A priori puede sorprender que una fábrica armamentística se haya convertido en un atractivo turístico pero basta visitar su centro de interpretación y recorrer los vestigios de la Fábrica de Armas del municipio de Orbaizeta para justificar una parada en este lugar. La excelente musealización de Aezkoako Kultur Ola, en el antiguo palacio de la fábrica, invita a viajar en el tiempo para comprender que esto era mucho más que una factoría y que alrededor de la misma se organizaba una auténtica forma de vida que comprendía oficinas, las viviendas de los más de 150 empleados, una iglesia… Este espacio también se detiene a analizar el patrimonio, la naturaleza del entorno y la emigración del valle.
La fábrica, que se instaló en el siglo XVIII sobre una antigua ferrería para aprovechar su excelente ubicación cerca de minas de hierro y cursos fluviales, sufrió diversos avatares que la llevaron al abandono. Lo mismo sucedió con el resto de construcciones que formaban el poblado. Hoy en día se puede recorrer por libre y asomarse a los antiguos edificios vestidos de nostalgia y con ese romanticismo que envuelve a los lugares que han sido presa de la historia…
Real Fábrica de Armas y Municiones de Orbaizeta. © Pepa G./Etheria Magazine Navarra tiene tanto por descubrir que cualquier artículo se queda corto. En función de los días que tengas disponibles, te sugerimos ampliar la estancia para incluir otras visitas como la Selva de Irati o la foz de Arbaiún.
Guía práctica de Navarra Dónde dormir Navarra dispone de un amplio abanico de propuestas de alojamiento entre las que destacan las Cabañas en los árboles de Iratiko Kabiak , situadas a un paso de Orbaizeta y de la Selva de Irati; el hotel Heredad Beragu , en Gallipienzo Antiguo, lleno de encanto, con un buen restaurante y un entorno espectacular; y la Hospedería Santa Fe (santafehospederia.com), con unas instalaciones sencillas, pero rodeada de paz y naturaleza, además de un restaurante abierto al público.
Dónde comer La gastronomía navarra se caracteriza por su excelente materia prima y el celo con el que han cuidado las recetas tradicionales. Algunos restaurantes que te pillan en ruta y que no decepcionan son los siguientes: Restaurante Xabier , con vistas al castillo de Javier, e Ibarraetxea , con una deliciosa cocina casera, en Garayoa (reserva en 948 374 038). Y si pasas por Pamplona al empezar o terminar la ruta, merece la pena recobrar fuerzas en La terraza del Baluarte , donde degustar su exquisito menú de tapas.
Si te apetece una experiencia enogastronómica, no dejes de visitar la Bodegas Caudalia (bodegascaudalia.com) donde disfrutarás conociendo sus viñedos, visitando la bodega o incluso creando tu propio vino.
Más información en la web oficial de Turismo de Navarra
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