Encantadoras masías, platos con flores, pueblos pintorescos, ricos vinos, quesos, colmenas y hasta un castillo. Estos son los protagonistas de algunos de los planes en la Costa Brava y el Pirineo de Girona que os proponemos para sentir la magia de este territorio y de sus gentes.
Bonitas calles de Pals. © Yolanda Cardo En el dinámico mundo del turismo, los proyectos de autor redefinen el modo en que los viajeros interactúan con el destino encapsulando en originales propuestas la esencia cultural, gastronómica y patrimonial del territorio. Experiencias identitarias con narrativas auténticas e inolvidables que nada tienen que ver con el turismo genérico y globalizado. Por eso, en este artículo no enumeraremos las muchas bondades de la Costa Brava y su cercano aliado el Pirineo de Girona . Pero sí vamos a contar historias, las que hay detrás de algunos de los proyectos más originales y sorprendentes que hemos descubierto, para ofreceros una nueva versión de este espléndido territorio.
Mas el Mir, sentirse como en casa en el Ripollés A Eva Arbonés le llevó cerca de 9 años encontrar un lugar especial donde establecer su proyecto más personal, un alojamiento rural “con alma” donde los “huéspedes se sientan como en casa”. Lo encontró en Mas el Mir (maselmir.com), una preciosa masía del siglo XIV emplazada en plena naturaleza, en la antesala de las cumbres pirenaicas, muy cerca de Ripoll. Un territorio de abrumadores parajes naturales que alberga una de las mayores concentraciones de arte románico del Pirineo.
La historia de Eva es un ejemplo de que los sueños, a veces, se cumplen, aunque para ello hagan falta altas dosis de paciencia y coraje. El esfuerzo ha merecido la pena. Concebido como un refugio donde la naturaleza marca su ritmo, el acceso a través de un camino sinuoso ya nos deja alguna pista de lo que nos espera. Un lugar donde cada rincón, cada detalle amplifican el significado del lujo verdadero: disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Desde el patio principal con su bonita piscina con vistas a las montañas y su espacio chill out ; los antiguos establos abovedados que comunican con un idílico jardín interior; los distintos ambientes de la planta principal o las cinco habitaciones y la pequeña caseta con capacidad para seis personas, aquí todo está pensado para disfrutar de las cosas sencillas.
Mas el Mir, el proyecto más personal de Eva Arbonés. © Yolanda Cardo. Avalada por una sólida trayectoria en el ámbito de la restauración, ella es también la ideóloga y chef de la propuesta culinaria. Su cocina es un elogio a la sencillez, con el producto de proximidad y de temporada como protagonista. Se surte de los pequeños productores de alrededor y el menú degustación (solo cenas bajo demanda) es una sorpresa, todo depende de lo que haya ese día en el mercado.
La ubicación del hotel es perfecta para hacer todo tipo de actividades en la naturaleza o visitar alguna localidad cercana como Castellfollit de la Roca o Besalú , uno de los conjuntos medievales mejor conservados de toda Catalunya. Pero si preferís no “salir de casa” podréis disfrutar de un relajante masaje, un taller de cosmética natural o de una sabrosa e instructiva cata de quesos de la mano de Neus y Guillem, artífices de Som Formatgers , un original proyecto que pone en valor la labor de las queserías de la zona y promueve el consumo de quesos catalanes de calidad.
Eugenia, propietaria de Mas Generós. © Yolanda Cardo Mas Generós, experiencias transformadoras y el paisaje en el plato Filóloga de formación, Eugenia no quería hacer un hotel más, tenía que ser un lugar donde sucedieran cosas, donde la gente saliera transformada, donde hubiera experiencias sensoriales tan maravillosas como las que Iolanda Bustos, la chef de las flores, puede generar con sus flores, con sus aceites, explicándonos a qué saben las cosas. Una antigua masía del siglo XVII ubicada en Fonteta , a escasos minutos de La Bisbal y muy próxima a la villa medieval de Pals y a la encantadora localidad costera de Calella de Palafrugell, le dio la oportunidad de hacerlo realidad acomodando en un proyecto coral todos los lazos de su vida: la cultura, la botánica, el diseño y la hospitalidad.
Así, tras una cuidada restauración, respetando la esencia del edificio, nació Mas Generós (masgeneros.com), un exquisito alojamiento rural sostenible perfecto para desconectar y reconciliarse con uno mismo y con el mundo en un entorno privilegiado. Y esa paz se percibe en el magnífico jardín con su huerto y sus recovecos, en la pequeña biblioteca, en el salón del piano o en las habitaciones que, cuenta Eugenia, llevan los nombres de “personas que a mí me gustaría sentar a mi mesa una noche cualquiera”: Virginia Wolf, Mercè Rodoreda, Josep Pla, Leonard Cohen, Colette o Gala y Salvador Dalí.
De embelesar a los huéspedes alrededor de la mesa se encarga Iolanda Bustos, la chef de las flores, el corazón gastronómico del hotel. Hija de un pastor de ovejas y una cocinera , la naturaleza está muy presente en sus platos. Con las flores y las hierbas que ella misma recolecta refuerza los atributos de cualquier receta, ya sea un guiso, una carne, un postre o un pescado. Pequeños ecosistemas comestibles elaborados con ingredientes de km 0, “nunca compro nada que no sé de dónde viene”. Ya lo decía Josep Pla, “la cocina es el paisaje llevado a la cazuela”.
Iolanda Bustos es el alma de la propuesta gastronómica de Mas Generós. © Yolanda Cardo La Vinyeta, mucho más que vinos Josep y Marta , ingenieros agrónomos, se embarcaron en esta arriesgada aventura siendo muy jóvenes y “más temerarios”, confiesan. Todo empezó por casualidad cuando trabaron amistad con un anciano viticultor de Mollet de Peralada, dueño de unas pocas hectáreas de viñas viejas de cariñena y garnacha, variedades tradicionales del lugar. Él producía uva que luego mal vendía a una cooperativa. Soltero, sin hijos y cansado de no ver futuro a su esfuerzo, les propuso comprar su viñedo. Al principio pensaron que era una locura, pero finalmente accedieron con una condición: que aceptarían si él les ayudaba. Este reto que comenzó en 2002 es, a día de hoy, uno de los proyectos más comprometidos, sostenibles y queridos de la zona.
En La Vinyeta no sólo elaboran vinos, también producen quesos. © Yolanda Cardo. En La Vinyeta (lavinyeta.es) han recuperado modelos tradicionales de gestión agrícola y son pioneros en producción integrada. Por ejemplo, las ovejas pastan en los viñedos durante el invierno, una práctica muy beneficiosa para mantener el ecosistema; las abejas contribuyen a la biodiversidad y certifican el trabajo ecológico; utilizan feromonas en lugar de insecticidas y con las pepitas y los hollejos de las uvas alimentan a sus gallinas.
Porque en esta explotación vitivinícola, sostenible, ecológica y circular, no solo elaboran vinos de gran calidad (prueba de ello es que en 2017 recibieron el Premio Nacional de Enoturismo y en 2018 fue distinguida como mejor bodega de Cataluña), sino que también producen quesos o miel que venden en la tienda del celler, un bonito espacio en el que además organizan visitas y catas. Y si la tramontana lo permite, podréis hacer un pícnic o una cena con productos de la casa entre viñedos o disfrutar de un concierto o una noche de astronomía.
El Castillo de Peralada más allá del festival A poco más de seis kilómetros se encuentra el Castillo de Peralada (perelada.com), famoso por el festival de música clásica que se celebra cada verano en sus magníficos jardines. Pero el recinto de esta fortaleza medieval, flanqueada por dos imponentes torres, esconde un sorprendente espacio que bien merece una visita, el museo del castillo. Emplazado en un antiguo convento carmelita del siglo XIV, el edificio acoge las colecciones privadas de los Suqué Mateu, sus propietarios.
La Biblioteca del Castillo de Peralada contiene numerosas joyas bibliográficas. © Yolanda Cardo. Los puntos de interés son numerosos, comenzando por el mismo claustro del convento, la iglesia gótica con su artesonado o la antigua bodega donde siguen elaborando el cava Gran Claustro. Muy interesantes son también las extraordinarias colecciones de monedas, de cerámica o de vidrio y la bellísima biblioteca, con cerca de 100.000 volúmenes entre los que hay auténticas joyas bibliográficas como son sus 195 incunables o sus más de 1.000 ediciones diferentes del Quijote. Además, no hay que perderse la exposición permanente dedicada a la legendaria marca de automóviles Hispano-Suiza. La visita continua en la Nueva Bodega Perelada diseñada por RCR Arquitectes, los ganadores del Pritzker en 2017. Enoturismo a otro nivel.
Abellaires Empordanesos, apicultoras por un día Las abejas son insectos realmente complejos y fascinantes y su jerárquico mundo está lleno de curiosidades. Por ejemplo, saben de manera innata que el hexágono es la figura geométrica que mejor aprovecha el espacio, por eso las celdas donde elaboran la miel tienen esta forma. En primavera pueden llegar a triplicar la población de la colmena en apenas dos semanas. Otros datos interesantes son que la reina solo se alimenta de jalea real y que practica el llamado “vuelo nupcial”, a una altura de unos 700 metros, para ser fecundada.
Todo esto lo hemos aprendido de Marc Arumí, un apasionado de las abejas y miembro de Abellaires Empordanesos (abellaires.com), una pequeña empresa de apicultura de Garriguella. Además de dedicarse a la producción y comercialización de miel y polen, brindan la oportunidad de sentirse “apicultores por un día” en el maravilloso Paraje Natural de la Albera (un espacio protegido por su interés paisajístico, situado en la parte más oriental de los Pirineos) donde tienen el apiario.
BO.TIC, el restaurante de Albert Sastregener con dos estrellas Michelin. © Yolanda Cardo BO.TIC, un dos estrellas Michelin para chuparse los dedos “Somos unos amantes de plagiar la cocina tradicional de las abuelas”, confiesa Albert Sastregener, chef y propietario del restaurante con dos estrellas Michelin Bo.Tic (Corçà, Girona. bo-tic.com). Toda una declaración de intenciones que pone en práctica en los fogones y traslada con ilusión a los platos y a los comensales. Porque, dice, su finalidad es ser feliz con lo que hace, “disfrutarlo y hacer disfrutar” a la gente que viene a su casa. “Queremos que cuando vayas a un restaurante de 1, 2 o 3 estrellas sea una fiesta, que puedas reír, que puedas poner los codos encima de la mesa, que te puedas chupar los dedos”.
Y así es. Todo aquí invita a ello, desde el espacio en sí mismo, de diseño depurado y atmósfera amable y relajada, hasta el sofisticado y delicioso festín que llega a la mesa. Un homenaje culinario, con mayúsculas, a la cocina tradicional ampurdanesa con la mejor materia prima como mejor aliado. Una sabrosa manera de conocer un poquito mejor el territorio, la cultura y la gastronomía de esta hermosa tierra.
Más información en la web oficial de Patronato Turismo Costa Brava Pirineo de Girona .
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