Viajar a Centroeuropa en invierno es un placer. Vale, hace frío y anochece pronto, pero ¿hay una experiencia navideña comparable a deambular por un mercadillo entre las luces, los adornos y el aroma del vino caliente? Te ayudamos a organizar un fin de semana para conocer los mercados de Navidad de Zúrich.
Vista desde el puente Rathaus Brücke. ©Switzerland Tourism/Christof Sonderegger Suiza es uno de los mejores destinos para disfrutar de un fin de semana en la época del Adviento (periodo que incluye las cuatro semanas con los cuatro domingos antes de Navidad), que es cuando se celebran la mayoría de estos mercados. ¿Los motivos? Está cerca y bien comunicada con numerosos vuelos y el tamaño de sus ciudades hace que sean muy manejables en pocos días. Y, dentro de las ciudades suizas, Zúrich es la más cosmopolita y aporta un extra en animación y gastronomía. Te contamos cómo aprovechar un fin de semana para conocer los mercados de Navidad de Zúrich.
Viernes por la tarde, primer contacto con la ciudad Toda la ciudad de Zúrich está en modo Navidad durante el Adviento. Hay mercadillos en algunos lugares determinados y además hay puestos navideños en calles y plazas, y toda la ciudad huele a vino caliente (el famoso Glühwein), garrapiñadas y dulces navideños. Seguro que nada más llegar los pasos te lleva a la Bahnhofstrasse , la arteria principal de la ciudad llena de tiendas, luces y puestos.
La Bahnhofstrasse en Navidad. ©Switzerland Tourism/Ivo Scholz La animación se concentra en torno al río Limmat, que es la zona que también ocupa su casco histórico. A un lado, a un paso de la Bahnhofstrasse, el mercado de la Werdmühleplatz con su original “Singing Christmas Tree” donde escuchar el repertorio navideño de distintos coros de la región. Al otro, el mercado más tradicional y antiguo de la ciudad, ubicado en la Hirschenplatz, en el barrio de Nierderdorf , con puestos de artesanos de todo tipo.
En esta zona se encuentra uno de los símbolos arquitectónicos de Zúrich, la hermosa Grossmünster, la catedral que fue el centro de la Reforma de Zwinglio, protestante que dividió a la iglesia católica en el siglo XVI y que consiguió hacer calar en la población su mensaje de austeridad, culto al trabajo y recogimiento.
Es una zona en la que merece la pena perderse por sus sugerentes callejuelas y asomarse a las fachadas de las casas gremiales de la Limmat Quai , frente al río, como las de la Casa del Azafrán (de los boticarios) o la de los Carpinteros.
Mercado de Navidad de la Estación Central Zúrich, además, goza de una ventaja frente a otras ciudades europeas: tiene el mercado de Navidad cubierto más grande de Europa . Es una excelente opción si aprieta el frío o aparece la lluvia. Está ubicado en la Estación Central y cuenta con puestos de artesanía donde comprar los mejores adornos para la casa y el árbol de Navidad.
Puesto de decoración navideña en la Estación Central. ©SG. Para cenar, hay que introducirse en la gastronomía suiza con una fondue . Una opción que no defrauda es Le Dézaley en Römergasse (una pequeña calle cerrada perpendicular al río, imprescindible reservar con antelación).
Sábado por la mañana, excursión a Lucerna Una buena opción para el sábado por la mañana es acercarse a la vecina ciudad de Lucerna. Como en casi cualquier excursión que se haga en Suiza, el tren es la mejor opción, y se tarda únicamente 45 minutos. Aunque sólo fuese por divisar desde su orilla el magnífico lago de los Cuatro Cantones y pasear por el puente cubierto de madera merecería la pena. Este puente del siglo XIV, conocido como el Kapellbrücke , ardió en su parte central en el verano de 1993 pero ha sido fielmente restaurado. Su techo de madera es precioso y guarda pinturas renacentistas del siglo XVII que cuentan historias de la ciudad.
Lucerna, con el puente y la Torre del Agua. ©STST-STTP. Pero aquí no terminan las propuestas, el casco antiguo de Zúrich muestra lugares encantadores como la Kapellplatz , plaza que alberga la fuente Fritschi que representa el carnaval y la primavera; la Kornmarkt , plaza con la bonita fachada del Antiguo Ayuntamiento y con un animado mercado los sábados por la mañana; las casas históricas del Mercado del Vino (con una deliciosa fachada en el edificio de la Farmacia); o la plaza del Ciervo (Hirschenplatz).
Un parada imprescindible en Lucerna es frente a la enorme y dramática escultura del León Moribundo, del siglo XIX, que conmemora los mercenarios de la Guardia Suiza muertos en la Revolución Francesa.
Sábado por la tarde, un paseo por Zúrich Ya de vuelta a Zúrich , la tarde puede dedicarse a pasear por el margen occidental del río. Un buen punto de partida puede ser Lindenhof , un parque elevado con unas vistas magníficas del cauce y la ciudad donde, desde la época romana, se ubicaron las fortalezas. Desde aquí, se puede descender a Schipfe , el callejón de los artesanos, y seguir los pasos hasta la iglesia de St. Peter , la más antigua de la ciudad y de la que se dice que sus esferas del reloj son las más grandes del mundo con sus casi nueve metros de diámetro. Después, hay que detenerse a admirar la Fraumünster , en la bonita plaza de Münsterhof, con una afilada aguja en su torre y bellos vitrales de Chagall y Giancometti.
Panorámica de Zúrich, con la Grossmünster y la Fraumünster. ©swiss-image.ch/Jan Geerk Si esta noche se quiere descansar de las delicias suizas, una muy buena opción es volver a cruzar el río para cenar en el restaurante italiano Santa Lucía .
Domingo, mercado en la Sechseläutenplatz Para despedirse de la ciudad, lo mejor es acercarse paseando por el centro histórico, mientras se disfruta de escaparates, portales y callejuelas, al pueblo navideño de la Sechseläutenplatz , cerca del lago, un animado mercado navideño con productos de diseño y pista de patinaje sobre hielo para niños y mayores. Podrás tomar un chocolate caliente y deambular entre los puestos para hacer las últimas compras antes de las fiestas. Y para comer, una de las mejores vistas de la ciudad la ofrece el Julius Verne Panoramic Bar (www.jules-verne.ch).
Puesto con imágenes de San Nicolás. © Susana García Recomendaciones en Zúrich Si viajas con niños, una visita interesante y divertida es el Museo FIFA , con la historia de los mundiales, las selecciones y juegos relacionados con el fútbol.
En Zúrich la oferta gastronómica es casi infinita y en Navidad se suman los puestos de crepes y salchichas de los mercadillos. Hay que probar el Leberkäs con Brötchen (una especie de bocadillo de queso con hígado). En torno a las calles Niederdorfstrasse y Munstergasse hay muchos restaurantes. Para probar comida típica de la zona, una buena opción es Zeushauskeller (www.zeughauskeller.ch), con mesas con bancos corridos y un ambiente muy animado.
Cisnes del lago de Zúrich. Hay muchas opciones de alojamiento en la ciudad. Para darse un capricho, una alternativa céntrica y elegante es el Hotel Schweizerhof (www.hotelschweizerhof.com), situado frente a la Estación Central.
Más información en la Oficina de Turismo de Suiza .
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