Es el Alentejo. No es El Algarve ni Lisboa ni Oporto. Tampoco es el primer destino en el que pensamos cuando planeamos un viaje a Portugal. Pero, precisamente por esto, la región del Alentejo ofrece propuestas alejadas del turismo de masas. A través de estas 5 experiencias, disfrutarás de un fin semana diferente donde se combina la historia, la naturaleza y la gastronomía. Molinos del Alto de S. Bento, el mejor lugar para ver el atardecer en Évora. ©P.G. En primer lugar, vamos a situarnos. La región del Alentejo es colindante en Portugal con la Región de Lisboa, con la Región Centro y con El Algarve, y con las provincias españolas de Badajoz, Cáceres y Huelva. La proximidad a España le otorga rasgos similares (grandes dehesas, pueblos blancos, vida rural, etc.) pero con una evolución perceptible a nivel arquitectónico y cultural en las ciudades. El fin de semana que os proponemos comienza en la zona central del Alentejo, en la capital de la región, en Évora.
Propuestas originales en el Alentejo 1. Évora, capital del Alentejo Majestuosa y monumental, Évora es considerada una ciudad-museo por méritos propios. El paso de la historia ha dejado en su casco urbano recuerdos celtas, romanos, visigodos y árabes. Con sencillez, pero sin olvidar que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, exhibe monumentos como el Templo Romano , del siglo I-II d.C., o la Catedral del siglo XIII. Que ha sido (y es) una ciudad importante, y que ha representado desde el siglo XV un gran centro político y cultural, lo evidencia la cantidad de palacios con el escudo de armas en la fachada, conventos, iglesias e instituciones presentes en el centro histórico.
Templo romano de Évora. ©P.G. En Évora la frialdad propia de la piedra con la que se han levantado sus edificios se compensa con la alegría de los estudiantes, unos diez mil jóvenes, que van de acá para allá ocupando terrazas y subiendo las empinadas callejuelas con energía.
El mejor lugar para tomar el pulso a la ciudad si el día está soleado es la Praça do Giraldo , y si no lo está, siempre se puede entrar en algún restaurante como los recomendados en la guía práctica para disfrutar de la buena mesa portuguesa.
Praça do Giraldo, el centro social de Évora. © P. García 2. Paseo en tractor (y no es una broma) La historia en el Alentejo parece concentrarse en las ciudades porque, una vez que se sale de ellas, el tiempo aparenta haberse detenido. La vida sencilla, propia del mundo rural, se percibe en las pequeñas poblaciones, en las fincas agrarias, en los kilómetros de olivares y alcornocales –el corcho es la principal actividad económica de la zona– y en las heredades dedicadas a la ganadería. Para sentir el contacto con el campo os sugerimos una actividad curiosa: pasear en un remolque tirado por un tractor (aunque no sea el amarillo que decía la canción) en una finca ganadera. Esta actividad, que se ha comenzado a realizar en la Herdade de la familia Passanha , trata de compartir y dar a conocer cómo es la vida en una ganadería de reses bravas.
Herdade de Passanha, cría de reses bravas. © P.G. La visita está planteada como un paseo por la finca, admirando a los animales, y luego una comida tradicional en la casa de la familia. Diana y Diogo Passanha, grandes anfitriones, explican con pasión su día a día mientras los visitantes tratan de imaginar cómo debe ser vivir y trabajar en un lugar donde el reloj marca todas y cada una de las horas.
Paseo en remolque en Herdade Passanha. ©P.G. 3. Tomar un vino con vistas Siendo el Alentejo una de las regiones vitivinícolas más importantes de Portugal sería casi un pecado no disfrutar de sus vinos. En sus más de 22.000 hectáreas de viñedos se intercalan bodegas con gran tradición y otras que aún siendo más recientes como Adega Mayor (produce vinos desde 2002) ya cuentan con una gran aceptación. Esta bodega, por su arquitectura y la calidad de su vino, merece una visita. Adega Mayor representa el sueño del empresario Rui Nabeiro, un apasionado del vino y de su pueblo, Campo Maior, donde se ubica.
Tejado de la Bodega Adega Mayor (en Campo Maior, Alentejo). © P.G. Externamente llama la atención por sus volúmenes y el color blanco dominante. En el interior los espacios siguen siendo grandes pero transmiten una mayor calidez. Los entendidos en arquitectura identificarán el inconfundible sello del arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira, quien dijo agradecido por el encargo que “no es fácil encontrar la oportunidad de construir en el interior de un paisaje hermoso e incólume. Es una enorme responsabilidad”.
Vinos de Adega Mayor. © P.G. La bodega está preparada para recibir a visitantes. Estos comienzan con un audiovisual sobre la historia de Adega Mayor, continúan recorriendo las diferentes salas de producción y finalizan en la azotea con una degustación. Arriba, en el tejado, lo que inicialmente se identifica como un estanque, tiene sólo unos pocos centímetros de profundidad pero son suficientes para absorber el exceso de calor en los días más soleados. En la tienda, situada en la planta baja, puedes adquirir alguno de sus vinos (como Caiado, Monte Mayor, Solista o Reserva do Comendador) o algún producto gourmet como aceite y sal.
Cata de vinos en el hotel Tivoli Evora Ecoresort. © P.G. Otra bodega que también produce vinos de calidad es Lima Mayer , que cuenta con un refrescante Rosé y tintos de calidad como su Petit Verdot y el Reserva de 2015. Sus propietarios, franceses, han aportado su savoir faire . Si, además de vinos, también os gusta tomar de vez en cuando un gin-tonic, en el Alentejo cuentan con buenas ginebras como Sharish , que se destila en un alambique de cobre tradicional portugués y se emplean 9 botánicos; Bluwer , que es de color azul pero que se vuelve rosa en contacto con la tónica (el secreto está en el empleo de una flor tailandesa, butterfly pea, junto a otros 14 botánicos más) y, también, Bica Gin , una excelente ginebra artesanal realizada por la destilería Monte da Bica.
4. Museo del Café El café es un producto que tradicionalmente relacionamos con Portugal pero hasta que no se visita el Centro de Ciencia do Café , situado en Campo Maior, no alcanzas a comprender los lazos tan estrechos o la importancia que tiene para los portugueses. El nombre de Centro de Ciencia lo diferencia de un simple museo y le hace justicia, ya que en este gran, grandísimo, espacio de más de tres mil metros cuadrados se realiza un recorrido desde la plantación hasta la degustación.
Centro de Ciencia do Café (Campo Maior, Alentejo). © P.G. A través de sus diversas salas, adaptadas para todo tipo de público (también infantil), tratan de estimular la curiosidad y transmitir el conocimiento sobre el café. Son especialmente entretenidos los paneles interactivos que se han instalado a modo de juego, la sección que lo relaciona con el mundo de la literatura, la música, el cine… y la sala de degustación donde, a modo de show , Pedro Marmelo, ganador en varias ediciones del Campeonato de Baristas de Portugal, elabora especialidades tradicionales y creativas. ¡Qué mejor manera de terminar la visita que tomando una bica (un café espresso ) o un café con hielo, sirope de pistacho y leche condensada!
Rincón de Fernando Pessoa en el Centro de Ciencia do Café. © P.G. 5. Cante Alentejano Puede gustar o no gustar pero es, ciertamente, curioso. El cante alentejano ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, como lo fue también el flamenco, y es una de las manifestaciones más características de los municipios del Bajo Alentejo. Es un coro de voces, masculinas y femeninas, que cantan sobre emociones, amores o situaciones cotidianas del mundo rural. La primera agrupación se formó en 1926 y estuvo compuesta por obreros de las minas de Sao Domingo (ya abandonadas).
Actuación de grupo alentejano en hotel Ecork Hotel Évora. © P.G. Si antaño cantaban mientras realizaban las labores del campo, hoy día lo hacen en fiestas populares o privadas, tabernas o asociaciones. Si estás interesada en asistir a alguna representación puedes preguntar en la oficina de turismo y te informarán.
Guía de El Alentejo | Portugal ¿Dónde dormir en el Alentejo? El Ecork Hotel Évora es un 4 estrellas superior situado a escasos kilómetros de Évora. Es, por tanto, una excelente opción para recorrer la región y para que te organicen las 5 experiencias mencionadas anteriormente. Este hotel de diseño moderno ha sido construido basándose en criterios ecológicos, sostenibles y de eficiencia energética. Sus 56 habitaciones, integradas entre olivos, encinas y robles, ofrecen privacidad y un patio privado donde relajarse admirando el paisaje alentejano. También disponen de suites de lujo con piscina privada. Que no te extrañe si aparece un burro o algunas ovejas por delante de tu puerta.
Si te planteas una escapada de relax te recomendamos disfrutar de su buena mesa en el restaurante Cardo , de los tratamientos en el spa y de la piscina situada en la azotea, con vistas a Évora y a los campos de alcornoques.
Interior del hotel Tivoli Évora Ecoresort. ¿Dónde comer en el Alentejo? Café Alentejo (Rua Raimundo, 5. Évora). Platos alentejanos (prueba el rabo de buey), ricos quesos y vinos de calidad.Restaurante Dom Joaquim (Rua Penedos, 6. Évora). Cocina tradicional. No dejes de probar su magnífica empanada de caza. Déjate aconsejar por Joaquim.Luar de Janeiro (Travessa do Janeiro, 12/12 A. Évora). Platos alentejanos en un ambiente familiar.Restaurante Fialho (Travessa Mascarenhas, 14. Évora). Un establecimiento muy renombrado y con ricos platos regionales. Delicioso su medallón de cerdo negro.
Enoteca de Évora. • Más información Turismo de Alentejo
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