Cristina Calvo se dedica desde hace casi dos décadas al sector turístico y, además de tener un espíritu inquieto, es copropietaria de Asuaire Travel, una empresa especializada en viajes a Centroamérica. Su pasión por los viajes y su necesidad de comunicarse con los demás la convierten en una mujer que encaja con los valores que destacamos en esta sección de Mujeres Etheria.

Viaje a Bolivia.
Cristina creció en Costa Rica, aunque toda su familia es asturiana y ha vivido muchos años en Madrid. Es una apasionada de la tecnología, la sostenibilidad, el bienestar, el deporte, los viajes y el crecimiento personal. Considera que “todos ayudan a conectar, generar mejores relaciones y lograr que la gente se sienta mejor y más feliz”. Las historias que escucha de aquellos que se cruzan en su camino le confirman, una y otra vez, “que, más que diferencias, tenemos cosas que nos unen”. En esta entrevista comparte generosamente recuerdos, sensaciones en diversos países y sueños.
1. ¿Cuál es el primer viaje que guardas en tus recuerdos?
Chichen-Itzá, en México. Hice este viaje con mis padres con unos 15 años. Me encanta la historia, bueno en realidad me encantan las historias, y hubo una época en la que quería estudiar Arqueología. En Chichen-Itzá tuve la oportunidad de conocer a arqueólogos que estaban trabajando en una de las pirámides. Me explicaron tanto sobre la cultura maya y su trabajo… ¡Fue inolvidable!
2. ¿Cuál es tu principal motivación al viajar?
Aprender y conectar. Para mí viajar no es solo conocer, es conocerme a mí misma en contextos diferentes, en lugares nuevos con personas desconocidas y distintas a mí. Viajo para descubrir lo que es verdaderamente importante para mí. Me motiva viajar porque he aprendido que cada persona, sin importar que no hablemos el mismo idioma, con una religión o raza distinta, tiene una historia que contar con aprendizajes increíbles.
“Escuchar sus historias nos acerca y agrega valor a nuestra vida. Me motiva viajar para conocer el planeta, pero más aún para conocerme a mí misma y entender cuál es mi lugar y legado en el mundo”

3. ¿Qué consideras que te han aportado los viajes? ¿Por qué los aconsejarías?
Viajando he aprendido que cada persona, sin importar el idioma, el lugar de donde sea o la religión que practique, tiene algo que aportar. Todos tienen una historia que contar y compartir, y escucharla contribuye a la mía. Viajar lo que me ha enseñado es a darme cuenta que lo poco que sé, y lo mucho que quiero aprender me mantiene abierta y curiosa y, sobre todo, me ayuda a no generalizar ni emitir juicios de valor.
“Los viajes aportan sentido de responsabilidad. He aprendido a resolver problemas y he ganado en flexibilidad y paciencia”
4. Si pudieses elegir un compañero de viaje. ¿Quién sería y por qué?
Elegiría a Melinda Gates. Es una mujer que siempre me ha inspirado, es una de las defensoras más importantes en los últimos 10 años de los derechos de las mujeres y niñas alrededor del mundo. Tuve el privilegio de asistir a una de sus conferencias en San Francisco y poder escuchar de primera mano su experiencia construyendo puentes y transformando desde pequeñas aldeas en África y la India hasta lugares desarrollados. Su empatía y sentido de propósito son verdaderamente contagiosos y poder viajar con ella sería más que inspirador, y si Michelle Obama se une al viaje sería más que un sueño.
5. ¿Sueles planificar con antelación tus viajes o prefieres improvisar?
Depende del viaje: si es un destino nuevo planifico con antelación los lugares que quiero visitar, lo que se puede hacer. Me encanta conocer e interactuar con locales entonces dedico bastante tiempo para encontrar esos lugares, como por ejemplo restaurantes donde la única extranjera soy yo. Evito seguir la listas de imperdibles como “10 lugares que no debes perderte en…” porque al final todo el mundo está siguiendo esa lista. Prefiero hacer mi propia lista en función de lo que quiero descubrir y llevarme de recuerdo del lugar.

Viaje a Sri Lanka.
6. ¿Cómo te entretienes en las esperas de los aeropuertos?
Audiolibros, podcasts y escribir mi diario. También aprovecho para planificar o avanzar en proyectos actuales y en otros nuevos.
7. ¿Cuál ha sido el mejor viaje de tu vida? ¿Por qué?
No puedo decir uno solo porque cada vez que termino uno digo “¡el mejor hasta ahora!”. Un viaje transformador para mí fue en 2016/2017 cuando me fui a pasar la Nochevieja a Dubái donde vive una gran amiga. De ahí hice un viaje sola a Nepal, Bután, Jordania e Israel. Era un viaje importante, con mucho significado para mí. Acababa de firmar mi divorcio y elegí destinos retadores y diferentes para viajar como mujer sola.
Quería romper paradigmas y etiquetas que tenía, quería sentirme incómoda y a la vez completa. Visité en un mismo viaje culturas y religiones diferentes.
En todos los lugares conocí gente increíble con historias fascinantes. Compartí con locales, medité con monjes en Bután, aprendí en Jordania, floté sola en el Mar Muerto, recogí a una amiga de Israel, en la frontera, para descubrir Petra y en un coche de alquiler recorrimos Israel.
Un viaje inolvidable donde entendí que el mundo es grande y pequeño a la vez, que es más lo que nos une que lo que nos divide y que todos tenemos algo que contar, algo que escuchar, que todos estamos aprendiendo mientras vivimos y que la empatía hace que a pesar de nuestras diferencias podamos disfrutar de nuestra humanidad.

Viaje al Salar de Uyuni (Bolivia).
8. ¿Y tu último viaje? ¿Qué es lo que más y lo que menos te ha gustado de ese destino?
Mi último viaje fue a Bolivia, un viaje precioso. Mi madrina es boliviana y hacía 20 años que no la veía. Me fui unos días antes para pasar tiempo con ella y su familia en Cochabamba. Desde ahí me dirigí a Sucre para encontrarme con una amiga e iniciar el recorrido por Bolivia. Es un país maravilloso, con una gran una riqueza de culturas y diversidad de naturaleza.
«El salar de Uyuni es algo para apuntar en la lista de cosas para ver, especialmente al atardecer».
No es un destino “fácil” porque tienes que adaptarte a la altura, porque en lugares como Potosí estás a un poco más de 4.000 metros. Es un país con mucha historia y contrastes. Tienen un amor especial por la pachachama (la tierra): hacen muchas ofrendas y tienen rituales para ella. Los bolivianos son cariñosos y amables. Me gustó visitar los mercados, aprender sobre sus creencias y ver la fortaleza de sus mujeres, trabajadoras incansables.
Me encantó el concepto de «Yapa» cuando vas a un mercado a comprar algo, te “yapan”, es decir te dan algo extra de lo que compraste. Me parece tan generoso: compras fresas, te regalan unas cuantas más para darte las gracias. También descubrí que el vino en Bolivia es muy bueno y desconocido.
«Una visita retadora de gran aprendizaje fue entrar a la mina de Potosí, está en uso, pasas a comprar regalos para los mineros. Tiene un alto riesgo visitarla, sin embargo, es muy aleccionador poder aprender de primera mano cómo funciona uno de las fuentes de empleo más importante del país».
9. ¿Qué tres viajes que hayas realizado recomendarías a cualquier mujer?
Jordania – Israel, Bután y Sri Lanka. Y como bonus: Islandia.

Viaje a Islandia.
10. Tres viajes pendientes…
Ruanda combinado con Botswana, Etiopía y Japón con Filipinas. Y como bonus: Irán.
11. ¿Qué país te ha ganado con su gastronomía? ¿Destacarías algún plato o producto?
Sri Lanka fue una gran sorpresa para mí. Mi tiempo de comida favorito es el desayuno y allí es delicioso. Tienen hoppers que pueden ser desde fideos hasta una tortita (pancakes) hecha a base de harina de arroz con leche de coco, y dentro le ponen huevo o lo que uno quiera. Tienen muchos tipos de curry y los mariscos son buenísimos. Y lo mejor, ¡el precio!
12. ¿En qué medio de transporte prefieres viajar?
Avión para llegar lo más rápido al lugar. Si en el destino que voy merece la pena probar diferentes transportes, lo hago para conocer el máximo que pueda. Algunas experiencias hay que vivirlas, como ir desde el aeropuerto de Shanghai a la ciudad en el tren más rápido del mundo a 450 km/h. También hacer recorridos en autobús público o en tren en la India y Sri Lanka, viajar en tuc-tuc, trufi en Bolivia. En un mismo viaje podría combinar avión, tren, tuc-tuc, autobús y alquiler de coche.
13. ¿Qué hotel te ha impresionado más y por qué?
En Bolivia estuvimos en un hotel hecho de sal en medio del Salar de Uyuni. Se llama Luna Salada y tienes unas vistas impresionantes a ese mar de sal. Salir por la noche a ver las estrellas fue un momento mágico e inolvidable.
14. ¿Qué es lo que nunca falta en tu bolsa de mano?
Mi ordenador, mi móvil con sus respectivos cargadores (los adaptadores de corriente), auriculares, pasaporte, monedero, crema de manos, cacao para los labios, cuaderno para escribir (me encantan los de hojas blancas). Si es viaje de trabajo y facturo maleta, siempre llevo ropa extra por si se pierde la maleta no tener problemas al día siguiente.

Viaje a Costa Rica.
15. ¿Escribes un listado antes de hacer la maleta? ¿Cuáles son tus cinco imprescindibles?
No hago una lista para hacer la maleta, soy bastante práctica y suelo llevar cosas que me sirvan para varias ocasiones. Solo uso cosas que me gustan y que me hagan sentir cómoda. Mis imprescindibles serían:
1. Recipientes pequeños para rellenar con mis cosas cada vez que voy a viajar. Lo que más espacio me va a ocupar o lo que más pesa me lo llevo puesto.
2. Botella de agua.
3. Zapatillas negras, sirven para todo: ejercicio, caminar y vestir casual durante el día
4. Camisas y Camisetas, la mayoría blancas que son más fáciles de combinar
5. Toalla de microfibra (la uso para todo, ya sea que me apunte a una clase de yoga, para la playa o porque en algún lugar que me quede no tengan).
Bonus: tengo copia de todos mis documentos en google drive, así si se te pierden puedes acceder rápidamente a ellos para cualquier cosa.
En mi primer viaje a China compré sábanas de seda. Fui a unos 6 lugares para comparar calidades y las mandé hacer a medida. Cuando volví a casa, las puse, eran tan suaves que se caían al suelo y nunca las pude usar. ¡Ahora sólo compro imanes! También artículos de diseño local, me encanta visitar tiendas de diseñadores alternativos en cada país donde voy.