Te proponemos un viaje de tres días a la capital aragonesa, destino enogastronómico de moda, perfecto para una escapada con amigas. La autora, Elisabeth G. Iborra, te descubre de primera mano los mejores bares de Zaragoza. Zaragoza con la Basílica de la Virgen del Pilar al fondo. En Zaragoza no salimos de noche, hacemos vermú torero . Esto viene a significar que empezamos tomando un vermucito con unas tapas, croquetas o vinagrillos; luego nos vamos a comer; seguimos con la sobremesa de cafés con copa; y luego nos vamos de tardeo a bailar. Y, para volver a empapar, tapeamos de nuevo y aún nos tomamos un combinado o un cóctel para bajar la cena. Si quieres una escapada perfecta para viajar con amigas os descubrimos los mejores bares para un viaje a Zaragoza.
Zaragoza, destino gastronómico Satisfacer este tipo de estómagos insaciables ha tenido un efecto colateral sobre la gastronomía de la ciudad, que se ha convertido en los últimos años en un preciado destino gastronómico en el mapa internacional. Es algo que ha favorecido, sobre todo, el Concurso de Tapas de Zaragoza y provincia , que es el más antiguo de España.
¡Cómo os cuento yo el alarde culinario que hacen cientos de bares para demostrar su creatividad sacándole el mejor partido a los productos autóctonos, especialmente al ternasco y a la borraja, que son nuestras especialidades menos comunes!
De bares por la zona de El Tubo. Y fíjate tú que mucha gente está descubriendo, gracias a su curiosidad gastronómica, que aquella Zaragoza de la que sólo había visto la basílica del Pilar y la vieja estación de autobuses, mola infinitamente. Y hasta es bonita, oye. ¿Te vienes de mi mano a descubrirla? Te prometo que no te vas a aburrir porque te voy a ir llevando de ruta turística a la vez que te voy metiendo en bares para que conozcas lo que es un vermú torero maño en toda regla. Y no te vas a querer ir porque, qué quieres que te diga, he vivido en media España, he recorrido medio mundo… y aquí, en «mañolandia», se vive de maravilla, con una calidad de vida (y del aire) incomparable. ¿Aún no te he convencido? Pues espera, porque encima todo esto es barato . Átate los machos.
Vermú torero por el centro histórico Primero vamos a empezar por el casco histórico, pero no por el mítico Tubo, para que veas que hay bares mucho más allá. Pongamos que vienes de la Estación Delicias , que es un edificio mastodóntico que hicieron para la Expo del Agua en 2008 y congrega todos los trenes y autobuses que salen y entran en la ciudad. Puedes coger un autobús urbano que te deje por la puerta del Carmen o el Mercado Central, depende de donde tengas el hotel, y de ahí bajarte hacia las murallas romanas (lo poquito que queda de ellas) y adentrarte en la inmensa Plaza del Pilar .
Basílica de la Virgen del Pilar. A tu izquierda verás la basílica de la Virgen, patrona de la Hispanidad, entra a verla y mira al techo porque ahí hay arte. Por no contarte el Patrimonio Universal de la Unesco que alberga la catedral de La Seo , pasando el Ayuntamiento al fondo de la plaza. Vete a su lateral izquierdo y alucinarás con la mejor muestra del espectacular patrimonio mudéjar que nos dejaron los musulmanes.
Te has ganado el vermú y, pasando por el Arco del Dean, nos vamos hacia la plaza de Santa Marta a tapear al Papagayo, con su perrigamba y su kebab de ternasco; sin olvidar la mítica barra del Meli Meló, en la calle Mayor.
Por ahí, subiendo por la peatonal Don Jaime, nos vamos a buscar el Anfiteatro Romano , muy cerca del Teatro Principal, donde por la tarde-noche tendrás ocasión de ver alguna obra o concierto, si te va más la cultura que el bebercio, que siempre hay que ser ecléctica en esta vida.
¡Pero todavía no, que aún te queda comer! Siguiendo por el Coso o antiguo corso latino en dirección a la Magdalena, uno de los dos barrios de moda donde has de fijarte en el bello torreón mudéjar de su iglesia. El chuletón del Saputo o su marisco son una óptima opción, así como las tapas del Windsor ; pero también tienes el menú degustación de Casa Pedro , que fue el ganador del Concurso Nacional de Tapas 2018 de Valladolid, entre otros muchos concursos a nivel regional. Un café con cava y tarta casera en el Café Nolasco de la plaza homónima se impone.
‘Trucha Pyrinea marinada en jugo especiado de remolacha’ del menú degustación de © Casa Pedro. Bienvenida al ‘tardeo’ Después de semejante bacanal, entenderás que sólo deseemos bailar para bajarlo, ¿verdad? Pues bienvenida al concepto de ‘tardeo’. Ese momento que en otros lugares aprovechan para la siesta y aquí se convierte en meterte en un pub a tomar gin-tonics o similares con música pinchada en directo en bares como Dolche y Chilimango , a cargo de los dj’s de Copacabana, organizado por Meganimals.
A las nueve se acaba el fiestón y, aunque tú no te lo creas, tienes hambre. Deseo concedido, que sé que te mueres de ganas: vamos al famoso Tubo . Empezamos por las Bodegas Almau , para que pruebes los ricos vinos aragoneses de las Denominaciones Campo de Borja (Palmieri Navalta o Román), Calatayud (Samitier, Brega), Somontano (12 lunas o Pagos del Moncayo) y Cariñena (8.0.1 o los Vinos del Viento de Michael Cooper, en cuya vinoteca puedes comprar todos los anteriores vinos y muchos más para llevar o te los envía a casa para que vayas ligera de equipaje).
Fachada de © Bodegas Almau. El momento estelar de la cena va a ser elegir entre los huevos rotos con foie y las famosas croquetas de Doña Casta ; o las infinitas formas de probar el ternasco que te permite, por tapa, La Ternasca . Cristian Picazo, el chef, te explicará, por fin, que el ternasco es un cordero adolescente. Pero también lo puedes probar escabechado en La Maribel, ¡exquisito!
De ahí, o te vas a tomar un cóctel de lo más original a la coctelería Moonligth, para conversar con un buen trago largo; o bien al cabaré de El Plata en la sesión golfa, para terminar bien la noche.
Si quieres alargar la noche, el Bis de Bez , también en el Tubo, pincha musicón. Y para bailar, la sala Oasis o el Canterbury , donde te agitará nuestro mejor dj, Mario Soares.
Segundo día de vermú torero Vale, ¿has descansado? Nos vamos a ir al Palacio de la Aljafería de buena mañana para apreciar su arquitectura hispano-musulmana del siglo XI; y después a almorzar al Cervino , a comer montaditos y croquetas de lo más creativas o casquería en su mejor versión. Y de ahí, volvemos hacia el centro atravesando El Gancho donde, con un poco de suerte, encontrarás el mercadillo de las Armas con sus vermús de conciertos. También es parada obligatoria la iglesia de San Pablo, para tapear y seguir probando buenos vinos de la tierra en El Broquel (que tiene carnes exóticas para alucinar, ojo).
Calle Alfonso I. Para comer-comer, Palomeque , tanto la barra como la carta son un verdadero espectáculo de máxima calidad y mejor atención. El café con cava lo vamos a hacer en la Terraza Libertad o en la coctelería Umalas , para que pasees un rato por la Calle Alfonso I, la más bonita de la capital. Otro tardeo, ¿a que sí? Pues al Viva La Vida que monta Antílope León. Y cuando salgas, te invito a cenar en el Marengo o La Bocca , a cuál mejor. Y, también en La Zona, para el copeo noctámbulo, o La Belle Epoque . O si prefieres algo más canallita, damos un paseo hacia la calle Asalto. Aquí en La Cepa Dorada y en La Dolores se montan unas buenas fiestas muy eclécticas con jam sessions (a veces improvisadas) de oriundos tocando la guitarra, cantando hasta flamenco y arrancándose a bailar.
Chuletillas de ternasco con costra de sésamo del © Restaurante Palomeque. ¿Te quedan fuerzas? Tercer día de vermú torero A la mañana siguiente recorreremos toda la arteria principal de la ciudad, desde la Plaza de España, por el Paseo de la Independencia, que cambia de nombre a Gran Vía, Fernando el Católico, Isabel la Católica… Vete fijando en las fachadas, porque parece que no, pero algunas te sorprenderán. Lo importante está a la izquierda, en el parque Grande o José Antonio Labordeta, nuestro poeta y político más querido.
Barra de El Descorche. © Elisabeth G. Iborra El vermú, por supuesto, en El Bandido ¡qué tapas! De ahí, damos un pequeño rodeo al estadio de fútbol de la Romareda para llegar al Descorche , más tapas y croquetas (las de toro, ¡por dios!) extraordinarias. Aquí o te quedas a comer o bien te pasas al Nativo , donde el menú no te lo vas a poder acabar, la relación cantidad-calidad-sabor-precio es inigualable a nivel nacional. Es el tercer día, sé que necesitas una siesta… y te voy a dejar porque después nos iremos al Teatro del Mercado o al Teatro de las Esquinas, a disfrutar de su excelente programación, y en este último se puede cenar si eres capaz, no te digo más.
Salón de El Nativo. © Elisabeth G. Iborra ¿A que ya no se te pasa por la cabeza ese falso mito de que Zaragoza es una ciudad de paso sólo porque esté a hora y cuarto de Madrid y a hora y media de Barcelona en AVE? Pues venga, ¡te esperamos!
TU RUTA GASTRONÓMICA ETHERIA
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