Poco visitadas por los viajeros españoles, el archipiélago de Madeira es una propuesta muy recomendable para las amantes de la naturaleza y de los lugares poco masificados. Este 2019 ha sido elegido ‘Mejor destino insular de Europa’. Te damos 10 motivos que justifican una escapada madeirense sola o con amigas.

Mirador de la levada de Ribeiro Frío.
Madeira y Porto Santo son las únicas islas habitadas del archipiélago de Madeira, pero junto a ellas también lo integran otros dos conjuntos insulares: Desertas y Selvagens. El primero está formado por tres islas pequeñas: el Ilhéu Chão, la Deserta Grande y el Bugio, consideradas el último reducto del lobo marino. Y a 250 km de Madeira se encuentran las Selvagens, declaradas reserva natural en 1971, y sobre las que Jacques Cousteau dijo que tenían las aguas más limpias del mundo. Se requiere una autorización especial para visitarlas.
Para lo que no necesitarás ningún permiso especial es para viajar sola a Madeira o para hacer una escapada con amigas. Te ofrecemos a continuación diez recomendaciones que te vendrán bien en tu visita.

Fachada marítima de Funchal.
1. Funchal.
La capital de la isla de Madeira es un buen lugar donde alojarte durante tu estancia en el archipiélago, ya que te permite disfrutar de su vida cultural y buen ambiente, además de resultar un punto de partida idóneo para emprender excursiones. En esta ciudad vive casi la mitad de la población de toda la isla, unas 130.000 personas.
En Funchal no debes perderte un paseo por el Barrio de Santa María, un trayecto en teleférico, bajar a toda velocidad en un ‘carro de cesto’ empujado por un carreiro, el Museo de Cristiano Ronaldo (si te gusta el fútbol), una visita al Centro de Arte de Nini Andrade o el Mercado de los Labradores.

Ruta senderista de la levada de Ribeiro Frío.
2. Senderismo por las levadas.
El curioso nombre de levada corresponde a unos canales de riego que se construyeron entre el siglo XVI y la década de los 40. Tenían una doble finalidad: regar los campos y llevar el agua a las centrales hidroeléctricas. Hoy día, los 3.000 km de levadas se han convertido en rutas senderistas que conducen al corazón más verde de Madeira. Las levadas se incluyen dentro de las áreas protegidas de la isla. Te sugerimos hacer el tramo que parte de Ribeiro Frío, transcurre entre laurisilva y culmina en un maravilloso mirador.

Vista desde el teleférico de Faja dos Padres.
3. Relax en Faja dos Padres.
Esta pequeña franja de litoral es uno de los secretos mejor guardados de Madeira. Recibe el nombre de Faja dos Padres porque originalmente aquí se encontraba una comunidad religiosa de la que apenas queda las ruinas de una capilla. Se puede acceder al pie del acantilado por medio de un teleférico que, tras recorrer los 350 metros de desnivel, te deja junto a una plantación de frutas tropicales de donde sale un sendero que debes seguir hasta una playa de guijarros y un restaurante (no dejes de pedir el pescado a la brasa y los helados de frutas). Este rincón invita a la tranquilidad, a pasear por su pequeño malecón, a darse un baño y a disfrutar del silencio. Absolutamente maravilloso.

Ponta de São Lourenço.
4. Ponta de São Lourenço.
Hasta este punto situado en el extremo este de la isla se puede llegar en coche o mediante una caminata de unos 4 km. Encontrarás un mirador y un sendero desde donde obtendrás unas estupendas panorámicas de los acantilados. El color cambia en función de cómo incida el sol. Las agujas de piedra que emergen del agua completan la imagen. Toda esta zona está protegida como reserva natural y se pueden ver focas monje.

Pico do Areeiro. © O.T. Madeira
5. Pico do Areeiro.
Esta cumbre, la tercera más alta de Madeira, se encuentra a 1.818 metros sobre el nivel del mar. Se puede ascender en coche para admirar las vistas o el mar de nubes. Si el tiempo no acompaña es mejor no subir ya que el viento a ese nivel sopla fuerte y frío y apenas se ve nada. Arriba hay un bar y una tienda de regalos donde esperar por si cambian las condiciones meteorológicas.

Viviendas típicas de Madeira.
6. Casas de Santana.
Aunque puede parecerte una turistada, las viviendas de Santana, con su peculiar aspecto de barraca son una de las visitas que se suelen incluir en todos los itinerarios. El nombre de Santana proviene de una capilla del siglo XVI que se encontraba en este lugar, la iglesia de Santa Ana. Alrededor de la misma los campesinos fueron construyendo estas casas con tejados de paja, jardines y ventanas de colores. Actualmente quedan muy pocas habitadas por familias autóctonas.

Mirador de Cabo Girão. © O.T. Madeira
7. Mirador de Cabo Girão.
Si no sufres de vértigo, acércate al Cabo Girão para caminar por la plataforma de cristal situada a casi 600 metros de altitud. Las vistas de los acantilados y de la ciudad al fondo, son inolvidables.

Espetada en Chalet Vicente Restaurant.
8. Espetada y bolo-do-caco.
Si te decimos que en una isla pidas pescado no te sorprenderá pero en Madeira además de buena materia prima del mar también ofrece algunos platos sencillos que deberías probar. Para entretenerte mientras te preparan la comida, pide el típico ‘bolo-do-caco’, que es un panecillo con mantequilla de ajo, y como plato principal una ‘espetada’, que es una brocheta con carne de ternera que suele venir acompañada acompaña de maíz frito. Y como postre tradicional, puedes tomar el ‘bolo-de-mel’, un bizcocho muy especiado, o el pastel de queso. Los vinos de Madeira son suaves y con un sabor muy singular, pruébalos. Tras una cena copiosa, nada mejor que tomar una poncha, una bebida local a base de aguardiente y fruta.

Tomar el té con glamour.
9. Tomar el té en el Belmond Reid’s Palace Hotel.
Una experiencia deliciosa en un entorno histórico y con unas bellas vistas de Funchal. El plan completo que propone este hotel es llegar en un coche clásico para disfrutar de una merienda donde no falta una amplia variedad de tés y de bocados dulces y salados (desde 36 euros/persona). El servicio es tan exquisito como la porcelana o el ambiente de este histórico establecimiento. Puedes leer la reseña completa del Belmond Reid’s Palace Hotel.

La playa de Porto Santo tiene 9 km de arena dorada.
10. Excursión a Porto Santo.
Las mejores playas del archipiélago de Madeira se encuentran en la isla de Porto Santo. Toma un ferry y disfruta de una jornada playera en esta isla donde además podrás disfrutar de otros rincones naturales de gran valor. En este artículo (Porto Santo, la isla tranquila) te contamos todo lo que puedes hacer en este lugar.
CONSEJOS ETHERIA
Cómo llegar en el verano 2019
Desde Canarias con Binter Canarias.
Desde Madrid y Santiago de Compostela con Air Nostrum.
• Consulta vuelos chárter desde otras ciudades españolas.
• Desde Madrid puedes llegar todo el año, con conexión en Oporto o Lisboa, con TAP.
Dónde dormir
• Hotel The Vine. Situado en el mismo edificio de un centro comercial ofrece todo lo que necesitas para una estancia en Funchal. No te pierdas las vistas desde la piscina de su terraza ni los masajes que ofrece en su spa.

Vistas desde el hotel The Vine (Funchal).
Dónde comer
• Quinta do Furão. Platos tradicionales y excelentes vistas.
• Nini Design Center Restaurant. Situado en un peculiar edificio del puerto de Funchal, este restaurante que lleva la firma de la diseñadora Nini Andrade te invita a vivir una experiencia completa a través de su cocina y del lugar donde se ubica.
• Chalet Vicente Restaurant. Un establecimiento acogedor donde tomar una de las mejores espetadas de la isla.
Más información
Turismo de Madeira.