Si estás dispuesta a dejarte llevar por ese ritmo “despacito” tan de moda a la hora de viajar, sigue estas pistas por el Empordà. Te contamos qué ver en Girona, concretamente en la zona del cabo de Creus, un lugar reluciente con pueblos tan bonitos como Cadaqués o Peratallada.
Cadaqués. Haciendo slow travel olvidarás las prisas cotidianas y te delitarás en los detalles del paisaje del cabo de Creus. Siente la luz mediterránea y descubre la relajada huella que deja en ti. Camina, no corras, para recrearte en estas experiencias que te desvelamos y que puedes realizar en la provincia de Girona.
Medieval entre arrozales Sin darte cuenta harás un viaje en el tiempo cuando entres en el recinto amurallado de Peratallada , uno de los pueblos medievales más hermosos del Baix Empordà. Recorriendo sus calles empedradas sentirás que un noble a caballo podría dar la vuelta a la esquina en cualquier momento. Una impresión que te perseguirá por los rincones de cuento de Pals . Al llegar a Palau Sator busca su preciosa iglesia visigoda de Sant Julià de Boada y echa un vistazo a la notable colección de su museo rural. En Monells creerás que te has colado en una película cuando pises su Plaza Mayor… efectivamente aquí se rodó Ocho apellidos catalanes . Para reponer fuerzas hazlo con un excelente producto de kilómetro 0. Los campos de arroz entre los pueblos te muestran como madura el arroz de Pals, orgullo de los agricultores de esta tierra. En Es Portal , una masía de 500 años, saborea el paisaje a través de sus deliciosos platos protagonizados por el arroz cultivado con criterios amigos del medioambiente.
Villa medieval de Pals, en el Bajo Empordá. Marinera entre sepias Que un pescador amigo del mar, Isaac Moya, y un biólogo marino, Boris Weitzman decidieran salvar los huevos de sepias y calamares que encontraban en las redes de los pescadores se ha convertido en un proyecto de pesca artesanal sostenible y sensibilización del gremio marinero y la sociedad. Además ofrece una inolvidable experiencia ecoturística. Ya que su proyecto Sepia (proyectsepia.com), después de desarrollar los huevos hasta lograr ejemplares juveniles de sepias y calamares en una jaula que ellos diseñaron, te invita a participar en su liberación en el fondo del mar. De paso te llevarás una de las visiones más hermosas del litoral del macizo de Montgrí . Con sus calas y ancestrales caminos de ronda, es uno de los miradores más apetecibles de la Costa Brava.
Proyecto Sepia. Pirata entre anchoas Puedes pasarlo realmente pirata si navegas la Costa Brava entre L’Escala y Estartit, ya que estás ante uno de los tramos más espectaculares del litoral peninsular. Pégate un baño en alguna de sus calas, como Pedrosa o La Calella, y culmina la navegación en las islas Medes , auténtico refugio de piratas hoy convertido en reserva natural. Basta con que practiques esnórquel a su alrededor para asomarte a la gran riqueza animal de sus fondos marinos. Al desembarcar no abandones el espíritu marinero para catar el mejor secreto de la Costa Brava: la elaboración artesanal de las anchoas de L’Escala . Entonces sí podrás confirmar que están entre las más ricas del mundo.
Factoría de conservas de anchoas Solés, en L’Escala. Espiritual en la catedral que nunca lo fue Al traspasar el portal de la Gallarda del pueblo de Castelló d’Empúries te entrarán ganas de caminar más despacio. Te detendrás en las huellas medievales de este pueblo emblemático del Alt Empordà . Busca sus plazas porticadas, palacios, monasterios y su monumental iglesia de Santa María. Aunque popularmente se la conoce como la catedral, nunca llegó a consagrarse como tal por mucho que se empeñaran los condes de Empúries. Es imponente y de bellísima portada en mármol gótica aunque levantada sobre la originaria románica, de la que solo conserva su torre del campanario de estilo lombardo y la enorme pila bautismal de inmersión. Solo una vez al año podrás dejarte llevar por el ambiente medieval más auténtico del pueblo. Es a comienzos de septiembre, durante el festival Terra de Trobadors cuando entrarás en una sinagoga de las que poseyera la judería o bailarás al ritmo de la música del medievo.
Basílica de Santa María, en Castelló d’Empúries. Paciente como el ave que salvó un humedal El paisaje de cañas entre láminas someras de agua que un día debió cubrir toda la llanura a orillas del golfo de Rosas está hoy únicamente representado por los Aiguamolls de l’Empordà . En este valioso terreno pantanoso, que tiene gran importancia para las aves, puedes pasear entre lagunas, irte a una de sus playas vírgenes o sentarte pacientemente en alguno de sus escondites o hides para lograr una buena perspectiva de algunas de las más de 300 especies de aves que frecuentan sus diversos ambientes naturales. Disfruta con los sobrevuelos del martín pescador, descubre a la cerceta carretona, el emblema del parque natural, y, en tus recorridos, lleva a mano esta guía para reconocer a sus 50 especies más habituales.
Parque natural de Aiguamolls de l’Emporda. Enamorada del hombre que veía salir el sol Afirmaba Dalí que desde su cama, y gracias a un espejo orientado a levante, era el primer español que veía salir el sol. En la visita a su casa-museo, en la bonita cala de pescadores de Portlligat podrás comprobarlo, así como el placer por la vida que poseía Salvador Dalí junto a su musa Gala en la que fuera su residencia. Recorre las diversas estancias en que fue convirtiendo su vivienda a medida que abarcaba varias casas de pescadores. Después déjate impregnar por ese paisaje que enamoró al artista internacional, porque estás en el Cabo de Creus . Una península de rocas singulares con formas modeladas por el viento de la tramuntana y el salitre marino. Llega hasta su faro y respira hondo, habrás llegado 10 kilómetros mar adentro hasta el punto más oriental de la península Ibérica.
Casa museo de Salvador Dalí. Enóloga al sol Las viñas al sol en pleno Alt Empordà dan la bienvenida a La Vinyeta , una finca ecológica que empezó su andadura productiva mirando hacia cepas viejas de más de 50 años de edad. Los olivos centenarios también hicieron que los propietarios se enamoraran del lugar y su aceite de oliva extra virgen es otra de las señas de identidad de su amor por la tierra, junto a las tres variedades de vino que elaboran. No dejes de apuntarte a algunas de sus numerosas actividades como un paseo nocturno, probar sus huevos estrellados –producidos por gallinas que viven bajo las estrellas- o dormir en el viñedo, y acaba de una manera muy chic tu visita con un picnic entre viñas.
Vinos ecológicos de la Bodega La Vinyeta. Apasionada del mercado La proximidad de un mercado a la vida local en Olot se convierte en una experiencia sensorial ligada a la sostenibilidad porque hasta el mismo edificio posee un diseño arquitectónico comprometido con el medioambiente. En Olot los productos de proximidad están de moda. Cuando el Empordà se une a la Garrotxa es momento de sacarle el gusto a la leche de oveja y de cabra, así como a sus derivados como yogures, helados y quesos. No te marches sin probar los deliciosos embutidos payeses, la pasta fresca hecha en el día o un plato del mercado en alguno de sus dos restaurantes. De recuerdo, compra legumbres de la tierra, algún postre artesano o bacalao salado para evocar en casa el lugar de donde viene lo que comes. Después date un paseo por las calles salpicadas de arquitectura modernista de esta ciudad rodeada de volcanes como el Montsacopa , situado en pleno casco urbano.
Jordi Vilarrasa vende productos de cerdo. Embobada mirando las estrellas A mitad de camino entre Olot y Figueres, en el valle de Albanyá, creado por el río Muga, estamos en territorio de estrellas porque su nula contaminación lumínica lo convierte en el mejor rincón gerundés para quedarse prendida mirando el universo. Tienes que llegar a la zona alta del valle donde, junto al camping Bassegoda Park, abre sus puertas el Observatorio Astronómico de Albanyà . Estás en el primer campamento que recibió en 2015 su reconocimiento como reserva Starlight por su compromiso en dar a conocer el cielo estrellado. Ciencia y turismo se dan la mano gracias a la astronomía pues en este valle estrellado sentirás que casi puedes tocar el universo.
Observatorio astronómico de Albanya. Amante del baño de bosque Basta con que adecúes el ritmo de tu zancada a tu respiración para empezar a sentir el bosque de otra manera. En apenas unos metros sentirás que entras a formar parte de la naturaleza, que el bosque te envuelve y despierta tus sentidos. Los sonidos y la perspectiva desde el interior del bosque te trasladan a otra dimensión donde los aromas se intensifican y el susurro del viento en las hojas te hacen sentir parte de un ser vivo único que es el bosque. Puedes hacerlo a tu aire, pero deja que los amigos de los bosques de la Asociación Selvans (sevalns.ong) te inicien en un bosque maduro gerundés a través de una experiencia natural que te reconecta con tu lado más salvaje.
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