Pamplona nos brinda una atractiva combinación de monumentos, paseos y bares de pintxos para pasar un fin de semana sin echar nada en falta ¡y en cualquier momento del año! Además, puedes hacer alguna excursión a lugares cercanos como el pantano de Yesa o el monasterio de Leyre. Esta ruta gastronómica por Pamplona la ha realizado in situ Elisabeth G. Iborra y nos trae las mejores recomendaciones en la capital navarra.
Iglesia de San Saturnino, conocida como de San Cerin. ©Turismo Navarra Las ciudades no ganan fama por casualidad, y la de Pamplona va muchísimo más allá de los Sanfermines. Es más, si puedes, vete en cualquier otra fecha del año porque la ciudad está mucho más hermosa, limpia, despejada y, sobre todo, menos masificada. Lo que significa que, con el buen servicio que tienen en la mayoría de los bares, serás perfectamente atendida y disfrutarás de la excelente calidad y creatividad de sus pintxos . Te vas a dejar una pasta, eso sí, pero la experiencia culinaria merece la pena.
La calle Estafeta y el Ayuntamiento Todo empieza por la plaza del Castillo , donde, además de admirar sus fachadas rehabilitadas, te puedes tomar un café en el mítico Café Iruña (cafeiruna.com), con su decoración en madera, columnas de hierro forjado y lámparas que se reflejan en sus enormes espejos desde el siglo XIX.
Plaza del Castillo.*©Turismo Navarra De ahí a la calle Estafeta, famosa por los encierros, pero infinitamente más agradable cuando no los hay. En el archiconocido Sarria (bodegonsarria.com) hay muchos pintxos y grandes y perfectos para compartir. Pero déjate un hueco lo más grande posible para llegar con ganas al Iruñazarra (irunazarra.com) porque, aparte de los pintxos que verás en barra, mantiene una carta con las tapas premiadas en pasadas ediciones de concursos varios, ¡y te las querrás comer todas!
Fachada del Ayuntamiento. Desde la calle Mercaderes, si te metes hacia la calle Mayor , vas a contemplar un edificio histórico tras otro. Mira hacia arriba, por favor, y te toparás con el Ayuntamiento , con su fachada de estilos del barroco tardío al neoclásico, desde cuyo balcón se lanza el chupinazo y se terminan los Sanfermines con el famoso “pobre de mí”. Le sigue la iglesia gótica de San Saturnino o San Cernin con sus dos torres frente al Pocico, donde fueron bautizados los primeros cristianos de la ciudad (criaturicas). Continúa por el palacio del Condestable y el museo Sarasate, construido entre 1550 y 1560 por Luis de Beaumont, IV Conde de Lerín y Condestable de Navarra, reconocido Bien de Interés Cultural desde 1997.
Por palacios medievales, iglesias recónditas y jardines La Cámara de Comptos , en la calle Ansoleaga, fue un antiguo palacio medieval y es el único ejemplo del gótico civil en Pamplona. Inspecciona por sus pasadizos, que hay sorpresa. Al antiguo caserón renacentista del palacio de Redín y Cruzat le supera el palacio de Ezpeleta , la mejor muestra de la arquitectura señorial barroca de la capital del Reyno de Navarra .
La iglesia de San Lorenzo tiene un gran valor sentimental para los adeptos a San Fermín porque, paradójicamente, ahí se ubica su capilla.
Al llegar a la basílica de las Agustinas Recoletas, ya estás a las puertas de los Jardines de la Taconera , donde se erige un quiosco estupendo para tomarte un café tranquilamente a la sombrita, antes de dar un paseo hasta los parques de Larraina y de Antoniutti. De ahí, puedes ir a visitar la Ciudadela de Pamplona, una fortaleza pentagonal del sigo XVI donde hay exhibiciones y esculturas interesantes.
Ciudadela de Pamplona.*©Turismo Navarra Volviendo por el paseo de Sarasate, pasando por el Parlamento y el monumento a los Fueros, arribas a la plaza de la iglesia de San Nicolás . En la calle perpendicular y homónima destacan varios bares, como Casa Otano (casaotano.com), la Vermutería Río (riovermuteria.com), con sus conocidos fritos de huevo rellenos, o La Vieja Iruña (laviejairuña.es) que está pisándole los talones en originalidad culinaria al premiadísimo Baserriberri (baserriberri.com): no dejes de probar la ‘ostra con leche de tigre’, el ceviche, ‘los txurros y merinas untados en foie con trufa’, el ‘sándwich de toro con pesto marino y bechamel de mejillón’ y el ‘pan de leche de oveja con cordero thai’.
Pintxos de © La Vieja Iruña. De paseo por su patrimonio cultural Al día siguiente, te espera una bonita ruta partiendo del Puente Nuevo , con sus dos torres gemelas que abren el paseo paralelo a la muralla y al río Arga. A partir de ahí, tienes mucho que aprender en el histórico Museo de Navarra , ubicado en el antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia. Fíjate en la fachada barroca de la iglesia de Santo Domingo y, dentro, en su órgano del siglo XVII. Del mismo estilo es el seminario de San Juan y Archivo municipal.
Puente Nuevo.*©Turismo Navarra El Palacio Real ha sido, desde el siglo XII, el Palacio de los Reyes de Navarra, de San Pedro, del Virrey o de Capitanía. Ahora es el Archivo Real y General de Navarra gracias a la restauración de Rafael Moneo. El patrono también tiene la basílica de San Fermín de Aldapa desde el medievo.
Calle de Pamplona con la catedral de Santa María la Real al fondo. Y no dejes de fijarte en el palacio Marqués de Rozalejo y en la catedral de Santa María la Real que, tras su fachada neoclásica, esconde un apabullante templo gótico sobrio pero con una joya universal como el claustro. Aunque veas el Museo Diocesano, vete a visitar también el palacio Arzobispal, en la plaza de Santa María la Real, puro barroco.
La plaza de toros, el frontón y más pintxos ¡Anda, mira! ¡La plaza de toros! Qué hambre, ¿no? Pues aprovecha porque enfrente hay unos cuantos bares de pintxos donde los camareros te van a tratar como si fueras todas las mañanas a desayunar. En La Olla (laolla.com), variedad clásica de la buena; y en La Botería (barlaboteria.com), para pasarte la tarde de vinos y canapés de salazones varios.
Seguimos la ruta turística por el Frontón Labrit , ¡a ver cómo juegan esos hombretones a la pelota vasca! Merecen un vistazo la iglesia de San Agustín y el palacio de los Goyeneche, que tiene ¡tres fachadas! El monumento al Encierro es obra del escultor Rafael Huerta y, ya que estás en la temática, visita la exposición de Carteles de San Fermín en el Zaguán de Civivox Condestable y el Museo de la Plaza de Toros. Puedes acabar tu paseo por las murallas en el Fortín de San Bartolomé , actualmente Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Pamplona.
Monumento al Encierro. Para terminar en la capital con el mejor sabor de boca, de cabeza a un clásico: el Gaucho (www.cafebargaucho.com), probablemente el más famoso por sus creativas miniaturas cocinadas al momento, que han ganado numerosos premios y están tan deliciosas como el erizo, el esturión, la anguila y el canelón de pato. Colindante, más moderno pero igualmente original, está el Guria , que se atreve a plantarte delante una cresta de gallo con foie, un bogavante con verduras y un canelón de mousse de morcilla que no puedes perderte.
Pantano de Yesa y monasterio de Leyre Si te pilla de paso de vuelta a casa (y si no, siempre es una bonita excursión), el pantano de Yesa se considera el mar del Pirineo, pues se extiende colindante entre los valles pirenaicos aragoneses y la provincia de Navarra, y te conquistará con su azul paradisíaco. Así como el milenario monasterio de Leyre , en cuya parte medieval puedes alojarte y comer en su hotel-restaurante. Tienes que visitar los ábsides, la torre del siglo XI, la cripta, el túnel de San Virila y la preciosa iglesia que da a la plazoleta, donde se erige el hermoso pórtico del siglo XII, la llamada puerta Speciosa.
Monasterio de Leyre.*©Turismo Navarra Déjate inundar por la paz del Patio de la Hospedería, como hacen los monjes que comparten su vocación en el monasterio antiguo rehabilitado para su hospedaje y para retiros espirituales de los visitantes. Y aprovecha para relajarte en su Espacio Musical escuchando sus conciertos de órgano o de canto gregoriano antes de emprender la marcha hacia la frenética rutina.
* Fotografías cedidas por el Servicio de Marketing Turístico de Navarra .
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