La ciudad de Roma puede abrumar cuando planificas un viaje ante la inabarcable cantidad de lugares históricos, museos y plazas famosas. Aquí hemos seleccionado los 15 lugares imprescindibles que tienes que ver en Roma en un primer viaje. Y te aseguramos que algunos de ellos te gustarán tanto que repetirás cada vez que vuelvas a la Ciudad Eterna.
Mirador de Villa Borghese. © Susana García/ Etheria Magazine Roma es tan sorprendente que en tu primer viaje, da igual a la edad que lo hagas, te seducirá como pocas ciudades y querrás volver seguro. Su patrimonio artístico es tan potente que cuesta mucho elegir qué ver en Roma en cuatro o cinco días, que serán los mínimos para disfrutar de esta capital como se merece. Porque en Roma, además de visitar restos arqueológicos, museos increíbles y plazas llenas de encanto, hay que pasear para perderse. Sin rumbo, cruzando sus calles adoquinadas entre motos, coches y bicicletas para ver qué te depara la siguiente esquina; probablemente un palacio o un vestigio romano que parece no tener ni cabida en las guías turísticas.
En este artículo hemos seleccionado 15 sitios que tienes que ver sí o sí, si no en tu primer viaje a Roma, en el segundo, que seguro vas a realizar en cuanto quedes hechizada por el encanto romano. Pero hay muchos más, tantos que no te cansarás de repetir.
15 lugares imprescindibles que ver en Roma Roma Clásica La República y el Imperio Romano marcaron la historia del mundo conocido a lo largo de muchos siglos. Y Roma es sin duda el lugar donde acercarse a su cultura ya que conserva los más importantes restos arqueológicos de este periodo. Tantos, que es casi imposible hasta para los propios romanos estar al día de todos los vestigios catalogados y de los que se van descubriendo cada año. Eso sí, hay algunos hitos que no pueden faltar en tu viaje por su importancia histórica y arquitectónica.
1. El Foro Romano El Foro Romano era el centro vital de la Roma Clásica, que es como decir que era el centro del mundo. Aquí se reunían todos los poderes políticos, judiciales, religiosos y comerciales en un espacio que hoy conserva su amplitud y majestuosidad. Además de numerosos restos arqueológicos que nos permiten hacernos una idea de los edificios que albergaba: los templos (de Saturno, de la Concordia, de Antonio y Faustina, de César, de los Castores…), el Tabularium (sede del archivo del Estado), la Basílica Julia, el Arco de Tito, la casa de las Vestales y la basílica de Majencio son sólo algunos de ellos.
Foro de Roma. El espacio merece un paseo, si es con un guía que pueda explicar dónde y cómo se ubicaba cada elemento mucho mejor, ya que no hay mucha señalización y aunque las ruinas son majestuosas es importante ponerlas en contexto. No hay que olvidar que con la caída del Imperio de Occidente Roma quedó reducida a una aldea y la ciudad fue saqueada, en particular esta zona del foro que era la más rica en materiales.
2. El Palatino La visita del Palatino se puede hacer junto a la del Foro romano, ya que se encuentran al lado. Eso sí, tendrás que dedicar casi una mañana a recorrer los dos espacios si quieres hacerlo con detenimiento. Esta área palaciega donde se apartaron los emperadores romanos del bullicio del Foro, en el lugar donde se decía que había sido fundada Roma, se encuentra entre este mismo y el Circo Romano, y su posición elevada ofrece unas vistas inmejorables de ambos. No te pierdas el Estadio ni las ruinas de la Domus Flavia.
3. El Coliseo El inmenso anfiteatro que es el Coliseo romano es uno de los lugares imprescindibles si tienes poco tiempo en Roma. Sus dimensiones son apabullantes, y más si se piensa que fue levantado en el siglo I y construido en menos de diez años . Conserva su porte y su visita es imprescindible tanto para comprender el nivel arquitectónico que alcanzaron los romanos como para entender cómo eran sus espectáculos, que incluían hasta batallas navales. No te pierdas el graderío (la cávea), su arcada de entrada y el hipogeo (las galerías subterráneas donde se preparaban los espectáculos).
4. El Panteón El Panteón es uno de esos edificios que surgen entre las calles de Roma y que no te esperas. Con la imagen de un impresionante templo romano, conserva la estructura circular que le dio Adriano en el siglo II, su enorme fachada clásica que se eleva en una plaza que parece no ser suficiente para albergarla y su cúpula, la mayor de Roma, por delante de la de la basílica de San Pedro del Vaticano. Por dentro conserva la estructura romana, aunque desde el siglo VII es una iglesia, algo que ha contribuido a su excelente estado de conservación.
Es un lugar increíble, donde seguro que pasas muchos minutos elevando la vista a la cúpula y deteniéndote en las estatuas, las capillas cristianas y las tumbas, como la del artista Rafael.
Interior del Panteón de Roma. © SG 📍 Entradas : existen entradas conjuntas al Coliseo, Foro Romano, Palatino y Museos Capitolinos y hay que comprarlas en la web del Parco Archeologico del Colosseo (parcocolosseo.it), donde también podrás descargar mapas con rutas turísticas para aprovechar el tiempo. La entrada al Panteón es gratuita y no se puede reservar, no hay más remedio que hacer la fila.
📌 Nota gastro : a medio camino entre la zona del Coliseo y el Foro Romano y el centro de Roma se encuentra uno de los restaurantes con mejores pizzas de Roma, la Pizzeria Emma (ww.emmapizzeria.com), una institución local y uno de los pocos lugares donde podrás comer buena pizza en una mesa, ya que lo habitual es venderla para llevar. Imprescindible reservar.
Roma Cristiana La idea romántica de las catacumbas como escondite de los cristianos ha sido totalmente descartada por la historiografía, ya que, entre otras cosas, se desarrollaron después de las persecuciones, ya en el siglo III. Fueron lugares de sepultura sencillos, cuando se buscaba establecer las necrópolis fuera de la ciudad. En cualquier caso, nada puede quitarles su aire misterioso y descubrir las sencillas pinturas a la luz de la linterna es una experiencia única y diferente en Roma.
5. Las Catacumbas de Domitila No son las únicas catacumbas de Roma, pero sí unas de fácil acceso, de las más extensas y muy bien conservadas. Albergan incluso una basílica en su interior, la de los Mártires Nereo y Aquiles, construida por el papa Dámaso en el siglo IV en honor de dos soldados que fueron ejecutados durante la persecución de Diocleciano contra los cristianos. Desde este amplio espacio, cuyas dimensiones sorprenden al estar ya prácticamente bajo tierra, se accede a las catacumbas, siempre con guía especializado, que conoce este intrincado laberinto en el que es muy fácil perderse.
Catacumbas de Domitila. Una vez dentro, rápidamente se van viendo los huecos donde estaban las tumbas y se van sucediendo los espacios donde se conservan algunos de los delicados estucos, como la cripta de Veneranda, el Hipogeo de los Flavios o el cubículo de Orfeo. Son tan frágiles, que los arqueólogos desistieron en sus intentos de trasladarlos a los museos ya que se deshacían casi solo con tocarlos.
📍 Sugerencia : puedes visitar también las Catacumbas de San Calixto , la más cercana a Roma y la más antigua. Aquí fueron enterrados los primeros papas de Roma. No te pierdas la Cripta de los Papas y la Cripta de Santa Cecilia.
El centro de Roma Esta es la Roma de los hitos turísticos más conocidos, la más bulliciosa y la que recorrerás de arriba abajo en cualquier viaje que hagas a esta ciudad. Tiene tantos rincones que irán asomando según caminas por ella que es casi imposible seleccionar solo unos pocos. Aquí hemos elegido cuatro, pero entre uno y otro te asaltarán lugares como el colorido y siempre animado Campo de’Fiori, el Palazzo Farnese o la iglesia Santa María Sopra Minerva. Y desde este centro histórico hacia el norte, llega la elegante calle de caros comercios que es via dei Condotti y que lleva hasta la magnífica Piazza di Spagna.
6. Piazza Navona Es la plaza por la que pasarás en Roma aunque no quieras, ya que parece estar en el centro de todo. Impresiona por su forma y dimensiones (fue construida sobre el estadio romano de Domiciano), por los palacios que la rodean y por sus fuentes. En el medio de la plaza está la impresionante Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini en la que, alrededor de un obelisco romano, se ubican esculturas de la personificación del Ganges, el Nilo, el Danubio y el río de la Plata, un río por cada continente conocido en el Renacimiento.
Piazza Navona al amanecer. 7. Fontana di Trevi Ir a Roma y no tirar una moneda en la Fontana di Trevi es como no haber estado en la ciudad. A pesar de la “turistada” (no sufras por ella, las monedas se recogen diariamente para obras benéficas), el poderío de esta inmensa fuente es innegable y, con moneda o sin ella, no podrás dejar de mirarla. Este delirio barroco en mármol blanco, obra de Nicola Salvi, muestra al dios Océano transportado por sus tritones entre columnas y estatuas.
Fontana di Trevi. © SG 8. Piazza di Spagna La Piazza di Spagna es uno de los lugares más icónicos de Roma. Y, en ella, su escalinata del siglo XVIII, que sube hasta la Chiesa della Trinità dei Monti, lugar obligado de fotos y selfies . Da igual a la hora del día a la que vayas, siempre habrá gente, aunque sobre todo en horario comercial ya que es el origen de alguna de las calles de tiendas más famosas de Roma, como Via Condotti o Via dei Babuino, que lleva hasta la Piazza del Popolo.
9. Villa Borghese Este enorme pulmón de Roma es fácilmente accesible desde la Piazza de Spagna y la Piazza del Popolo y es tan grande que tiene de todo: museos, rincones románticos y hasta un centro hípico. Entre los museos merece la pena la Galería Villa Borghese y el Museo Etrusco . Otros rincones que no puedes perderte son el jardín en torno al bonito lago con la reproducción de un fotografiable templete romano y los miradores sobre la Piazza del Popolo. Como la extensión del parque es grande, puedes optar por alquilar allí mismo una bicicleta para recorrerlo.
Paseo en Villa Borghese. © SG 📌 Nota gastro : el centro de Roma está lleno de restaurantes, algunos demasiado enfocados a los turistas. Si quieres comer bien de verdad y no equivocarte y no te importa gastar un poco más, tienes que reservar en Life (www.ristorantelife.com). Te aseguramos que no te arrepentirás.
El Trastevere y Gianicolo El barrio del Trastevere guarda la esencia de la Roma más auténtica, la de pequeñas plazas con iglesias llenas de secretos y calles estrechas por las que perderse. Está de moda, y eso hace que aquí llegue mucha más gente de la deseada, pero eso no quita valor al encanto de sus pequeñas iglesias y a su amplia y atractiva oferta gastronómica. Si viajas a Roma tienes que dedicar una tarde-noche sí o sí a este precioso barrio y a la cercana colina del Gianicolo.
Calle del Trastevere y basílica de Santa María. © SG 10. Piazza de Santa Maria Es el corazón del Trastevere, el lugar por donde parece pasar toda Roma por lo animada que está siempre. Está dominada por la bonita fachada de la basílica de Santa María , del siglo III, que también guarda un precioso y sorprendente interior en el que destacan sus mosaicos dorados del siglo XIII. En esta plaza todo parece girar en torno a la fuente, considerada una de las más antiguas de Roma. No te pierdas los bonitos restaurantes que la rodean, sobre todo por la noche, cuando la iluminación les da un aspecto de lo más romántico.
11. Basílica de Santa Cecilia Es una de las iglesias más famosas de Roma ya que guarda los restos de la patrona de la ciudad, Santa Cecilia, desenterrados de las catacumbas de San Calixto. Es una de esas iglesias romanas en las que pierdes la noción del tiempo admirando los detalles de sus techos y paredes. Destaca la escultura de Stefano Moderno que representa el cuerpo de la Santa.
12. Colina del Gianicolo Las increíbles vistas desde los miradores de la considerada octava colina de Roma son insuperables. Siempre verás a gente haciéndose fotos y retratando, sobre todo al atardecer, el perfil de la ciudad y sus cúpulas. En un paseo por el parque que la ocupa descubrirás la estatua ecuestre de Garibali, el Jardín Botánico y la Fontana dell’Aqua Paola, del siglo XVIII. Además de la iglesia de San Pietro in Montorio.
Vistas desde el mirador del Gianicolo. © SG 📍 Idea en el Trastevere : si tienes tiempo acércate a la iglesia de San Francesco a Ripa que guarda una obra maravillosa de Bernini, el ‘Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni’.
📌 Nota Gastro : la oferta de restaurantes en el Trastevere es casi infinita. Dos apuestas seguras son la Taverna Trilussa (tavernatrilussa.com), con una excelente pasta, y la Enoteca Ferrara (enotecaferrara.com), con propuestas originales en su carta.
Ciudad del Vaticano No hay mayor representación del poderío terrenal de una religión que el Vaticano. Este minúsculo estado ubicado en el corazón de Roma, que fue otorgado a la iglesia católica por Mussolini en 1929, alberga alguna de las obras artísticas más importantes del mundo occidental. La concentración de arte es tal, que es muy probable que si le dedicas una mañana o incluso un día completo, la sensación será que no has sido capaz de asimilar todo lo que has visto. Por eso no importa las veces que vayas a Roma, un paseo por el interior de la basílica de San Pedro y por los Museos Vaticanos es una cita obligatoria.
Plaza de San Pedro. © SG 13. Piazza de San Pedro Cuando llegas a la plaza de San Pedro por primera vez da igual lo que hayas leído previamente o visto en fotografías. Su panorámica es imponente y el diseño de Bernini con sus cuatro filas de columnas y su característica forma elíptica es uno de esos milagros renacentistas que tenemos que dar gracias de haber heredado. Pero es que este lugar, además de su evidente valor artístico y arquitectónico, es uno de los espacios más entretenidos que descubrirás en un viaje a Roma ya que por ella pasa todo tipo de gente, alguna de lo más peculiar. No te aburrirás mientras esperas la fila para poder entrar a la basílica.
14. Basílica de San Pedro No hay mayor demostración de poderío en la tierra que la basílica de San Pedro. Y es imposible abstraerse de la idea de cómo un poder que apela al espíritu puede convertirse en tan absolutamente terrenal a través de una riqueza que casi parece obscena. En cualquier caso debemos agradecer al poder político y económico de los papas un edificio como este, rematado por la genial cúpula de Miguel Ángel y que guarda tantos tesoros que puedes visitarla cien veces y descubrir siempre algo nuevo. No puedes perderte en una primera visita la Piedad de Miguel Ángel, que recibe nada más entrar como un anticipo genial de lo que espera. Después, el Baldaquino de Bernini, el altar papal, la capilla barroca y la capilla gregoriana, son algunos de sus rincones de parada obligada.
Cúpula de San Pedro desde los Museos Vaticanos. © SG 📍Consejo : merece la pena apuntarse a alguna de las visitas guiadas que se realizan en distintos idiomas a varias horas del día o al menos hacerse con una audioguía para aprovechar la visita (la puedes recoger tras los controles de seguridad). Es imprescindible hacer la fila para entrar pero, aunque parezca larga, va rápido.
15. Museos Vaticanos Que un país tan diminuto como el Vaticano posea un museo como éste dice mucho de la riqueza y poder que han tenido de los líderes de la iglesia católica a lo largo de los siglos. Sus galerías se cuentan por kilómetros y posee la que es probablemente la obra de arte más completa y compleja del mundo: la Capilla Sixtina . Parece que las salas y galerías por las que pasas repletas de obras de arte de valor incalculable solo son un anticipo, una preparación para llegar a esta capilla donde cada vez que fallece un papa se reúne la curia para elegir a uno nuevo. Y lo hacen en un lugar en el que participaron los principales artistas del Renacimiento: Botticelli, Perugino, Ghirlandaio, Piero di Cosimo… y, por supuesto, Miguel Ángel que culminó el espacio con las pinturas del techo.
Escultura ‘Laocoonte y sus hijos’ en los Museos Vaticanos. © SG Aquí podrías quedarte horas, aunque la realidad es que siempre está tan concurrida que acabas pasando más rápido de lo que te gustaría. Por eso es importante no dejarse llevar por el río de gente, hacerse a un lado y detenerse a contemplar todos los detalles que puedas en el techo y las paredes. Todas las pinturas muestran la similitud entre la vida de Moisés y la de Jesucristo y muestran en imágenes la historia de la Salvación narrada en la Biblia. Tienes que dedicar un rato a observar la pared principal, con la obra el Juicio Final, y el techo, ambos elementos con pinturas de Miguel Ángel. 📌 Nota gastro : si llevas varios días en Roma y estás cansada de tanta pasta y pizza, acércate al restaurante Re-Bio (rebio.it) en el Vaticano. Podrás comer algo ligero, saludable y a buen precio.
Guía de viaje y dudas frecuentes para un viaje a Roma 📍 ¿Cómo organizar un viaje a Roma? La mejor manera de moverse por Roma es caminando para no perderse nada. Así que lo más conveniente es organizar el viaje a Roma dividiendo la ciudad por zonas y dedicar un día (o una parte del día) a cada una. Por ejemplo, una mañana para el Vaticano, una tarde para el Trastevere, un día para la Roma Clásica y otro para el centro de Roma. Ten en cuenta que a Villa Borghese tendrás que dedicarle al menos un par de horas y a las Catacumbas otras dos horas (para llegar a ellas la mejor opción es un taxi o una visita organizada)
📍 ¿Dónde me puedo alojar en Roma? La oferta hotelera en Roma es enorme. Hay hoteles de todas las categorías y también apartamentos turísticos. Lo mejor es alojarse en el centro para no tener que perder tiempo en los desplazamientos y tener a mano una buena oferta de restaurantes. Una buena opción para darse un capricho es el Gran Meliá Villa Agripina , un hotel de cinco estrellas con piscina en un entorno muy tranquilo y a un paso del centro.
📍¿Cómo visitar Roma? En una ciudad como Roma es casi fundamental realizar algunas visitas con guías turísticos para que te ayuden a comprender su densa historia. Puedes preguntar en el hotel que reserves, siempre tienen contactos de guías y visitas organizadas. También puedes apuntarte a alguna de Civitatis : ‘Visita guiada por los Museos Vaticanos y Capilla Sixtina ‘; ‘Visita guiada por el Coliseo, Foro y Palatino ‘; ‘Free tour de los misterios y leyendas de Roma ‘; ‘Tour nocturno por la Roma iluminada ‘; o ‘Excursión a las Catacumbas y la Via Appia ‘, entre otras muchas propuestas.
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