Cantabria en un destino perfecto para visitar durante todo el año, así que no te lo pienses más y prepárate para recorrer esta apasionante región. A tu ritmo, escápate cuando quieras y comprueba que, después de conocer estos 15 lugares imprescindibles adonde ir en Cantabria, habrás pisado el paraíso.
Mogroviejo, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. La tranquila vida que se respira hará que al llegar a cualquiera de los 15 lugares imprescindibles adonde ir en Cantabria que hemos elegido, quieras quedarte a vivir allí para siempre. Irás de sorpresa en sorpresa, desde la imponencia de las montañas labradas por ríos presurosos que en apenas 30 kilómetros desde su nacimiento encuentran el mar, hasta los encantos urbanos de Santander su capital, extendida junto a una de las más bonitas bahías. De todas las sorpresas que esconde Cantabria son sus playas una de las más irresistibles. Su albura, escondidas entre acantilados vertiginosos o abiertas en infinitos arenales, se extiende para todos los gustos. Tierra adentro los valles, rotundos y perpendiculares a la costa, se abren en paisajes que abruman salpicados de preciosos pueblos. Piedra en su arquitectura y pausada vida rural tras la puerta invitan a recorrer la tierruca más tradicional.
Nacimiento del Ebro en la fuentona de Fontibre. Qué ver en Cantabria Desde la huella de los primeros pobladores cántabros, que resistieron con su vida la colonización romana, al parque nacional de Picos de Europa, el mítico nacimiento del río Ebro, la animada ciudad de Santander o la emocionante visita a Cabárceno, el paraíso animal, son muchos lugares los que harán tu viaje único. A su naturaleza suma un rico patrimonio artístico y cultural repartido en poco más de los 5.000 km2 del territorio cántabro. Apenas 40 km separan la zona central de la cordillera Cantábrica (limitando con el norte de Burgos, Palencia y el noreste de León) del mar, donde su irresistible litoral de 285 kilómetros finaliza en frontera con Asturias y Vizcaya.
Mercado de la Esperanza, surf en el Sardinero, Casa Botín y paseo marítimo de Santander. Santander, una visita obligada Extendida a lo largo de la bahía en un continuo encuentro marítimo, Santander se sabe bonita entre todas las ciudades del Cantábrico. En la plaza de las Atarazanas, el lugar donde estuvieran los Astilleros Reales de Felipe II, se levanta la Catedral con un austero aspecto de fortaleza de aires góticos. Imposible no fijarse en la Plaza Porticada por su arquitectura herreriana. El Mercado del Este (el mercado cubierto más antiguo del país), de un restaurado estilo clasicista, acoge bares y tiendas delicatesen. La primera tapa del día o de las once (como la llaman los santanderinos) hay que tomarla en la plaza Cañadío .
Desde la plazuela de Pombo entramos en el barrio del Ensanche , surgido con la pujanza burguesa. Basta con llegar al paseo de Pereda para dirigirse, a pie o en bici, hasta las once playas que contornean la ciudad, cada cual más atractiva y accesible. Pero antes hay que admirar el centro Botín , el palacete el Embarcadero y el Club Marítimo que, con su arquitectura racionalista, parece un navío. Hacia el este la península de la Magdalena cierra la bahía con su majestuoso palacio de arquitectura campestre inglesa. Más allá las playas siguen siendo una tentadora invitación hasta avistar el cabo Mayor a mar abierto.
Palacio de la Magdalena y faro al fondo, en la bahía de Santander. 📌 Lee este artículo si quieres conocer más planes en Santander .
Los pueblos más bonitos de Cantabria (costa y montaña) Seguimos nuestro recorrido descubriendo lugares imprescindibles adonde ir en Cantabria, ahora nos centraremos en algunos de los pueblos más bonitos de Cantabria (porque, en realidad, todos tienen algo especial).
San Vicente de la Barquera Esencia marinera y trazado medieval la convierten en la localidad más bella del litoral cántabro. Su casco antiguo, recortado contra los cercanos Picos de Europa, parece un barco varado sobre un espolón rocoso entre las marismas de Rubín y de Pombo. La calle del Corro es la principal y donde, además de casas solariegas, se halla el palacio del inquisidor Corro convertido en Casa Consistorial. Deambula y saborea el ambiente marinero de su puerto para después visitar la bellísima playa de Oyambre . Además, da nombre al parque natural homónimo, uno de los mejores ecosistemas litorales cantábricos.
San Vicente de la Barquera. Mogrovejo Está considerado uno de los pueblos más bonitos de España por su vistosa estampa montañesa sobre el valle del río Deva en la comarca de la Liébana . Es reconocible por su torre medieval y sus bonitas casas populares de estilo lebaniego. La torre está representada en el escudo de los Mogrovejo, visible sobre la puerta de la iglesia de la Asunción, y en su retablo barroco Mayor. Aunque el retablo que llama más la atención es el retablo romanista (corriente artística que los flamencos desarrollaron emulando el Renacimiento italiano) presidido por una extraordinaria talla de la Virgen de origen flamenco .
Mogroviejo, uno de los pueblos con encanto de Cantabria. Carmona Arropado por la muralla de la sierra del Escudo de Cabuérniga asoma el caserío pequeño y pintoresco de Carmona. Sus casas populares, junto a casonas palacio solariegas como la de Díaz Cossío o de Mier, le confieren un encanto merecedor de ser considerado un Bien de Interés Cultural. De tradición es el buen hacer de sus habitantes con la madera, sobre todo para elaborar las típicas albarcas o zuecos de madera de una sola pieza que son decorados con motivos característicos del pueblo.
📌 La vista más espectacular del pueblo, en la misma carretera CA-182 por la que se llega a él, es desde el mirador de la Asomada del Rivero . Al final del verano coincidirás con la Pasá de Carmona , desfile de ganado local, en su mayoría de raza tudanca, que regresa de los puertos de montaña.
Panorámica de Carmona, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. Bárcena Mayor Te surgirá la sensación de haberte colado en un cuento al entrar en un pueblo auténtico como Bárcena Mayor. Situado en pleno parque natural Saja Besaya, es un deleite de arquitectura tradicional encajada entre montañas, a orillas del río Argoza, por lo que fue declarado conjunto histórico-artístico. Entre sus casas montañesas todavía podemos entrar al bar del pueblo o a la casa del artesano y finalmente sucumbir al aroma del cocido montañés , el plato cántabro más típico.
📌 Aprovecha que estás rodeada de los mejores bosques de Cantabria para admirarlos. Ascendiendo por la carretera CA-280 llegarás al mirador de la Cardosa y su panorámica verde de impresión. Incluso podrás escuchar la berrea en otoño.
Iglesia de Santa María, en Bárcena Mayor. Liérganes En busca del Hombre Pez llegamos a la monumental Liérganes. Mítico ser cubierto de escamas que apareció en la bahía gaditana. Al preguntarle por su origen solo fue capaz de decir el nombre de la localidad, Liérganes. Por ello se le recuerda con una escultura, junto al vistoso Puente Mayor , a orillas del río Miera . Es una villa por la que deambular admirando su arquitectura, pues está colmada de casonas y palacios gracias a los indianos y notables hidalgos oriundos. Cumpliendo la tradición, el paseo acaba con el famoso chocolate con churros local.
📌 El periodo más opulento lo vivió la villa gracias a la Real Fábrica de Cañones , primera industria española de altos hornos. Situada en el barrio de la Cavada, solo conserva su portada conocida como el Arco de Carlos III . Te acordarás de ella si visitas los lugares imprescindibles de Segovia , pues las tuberías del palacio segoviano de La Granja se fabricaron aquí.
Hombre Pez junto al Puente Mayor de Liérganes. Santillana del Mar Idílico conjunto urbano de pintorescas calles de piedra donde asoman casonas y casas palacio de linaje. Las fachadas solapan blasones y flores al borde de enormes balconadas en madera. Las calles se orientan alrededor de la colegiata de Santa Juliana , un libro abierto al Medievo. No obstante los moradores más famosos vivieron hace 14.400 años, hombres paleolíticos que pintaron la cercana cueva de Altamira . Sus representaciones rupestres son de las más valiosas del mundo por sus magníficos bisontes y ciervos policromados.
📌 Visita gratis la cueva de Altamira sábado por la tarde o domingos . Resto de la semana (3 €). Lunes cerrado.
Santillana del Mar, en Cantabria. Carreteras para recorrer sin prisas Entre los lugares imprescindibles adonde ir en Cantabria no se podían quedar fuera los paisajes infinitos a los que se llega por carreteras que son el mejor escaparate de esta comunidad uniprovincial. Si os gusta conducir, aquí tenéis algunas rutas en coche.
La ruta más espectacular de Picos de Europa Por el desfiladero de la Hermida , el más extraordinario pasaje hacia la comarca de la Liébana, recorremos 21 kilómetros junto al río Deva y la imponencia de los paredones calcáreos para acceder a la vertiente cántabra del parque nacional de Picos de Europa . Saldrán al paso rincones encantadores como la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña , el valle de Bedoya (que con su microclima es ideal para el viñedo) o Tama donde se halla el centro de interpretación del parque. Un alto en Potes , la capital lebaniega, para tomar fuerzas con los quesucos lebaniegos, orujo o un buen cocido lebaniego antes de ascender a la montaña.
📌 El teleférico de Fuente Dé da la excepcional oportunidad de situarnos a 1.823 metros de altitud en los Picos de Europa. Desde su estación del mirador del Cable podemos iniciar diversas rutas montañeras como los puertos de Áliva o los espectaculares Horcados Rojos , así denominados por el color que toman con el atardecer. Precio ida y vuelta, 20 € en temporada alta; y 17 € en temporada baja. Trayecto de ida 11 €.
Desfiladero de la Hermida, en los Picos de Europa (Cantabria). Julióbriga y nacimiento del río Ebro Junto a la autovía de la Meseta (A-67) en la comarca de Campoo-Los Valles , Julióbriga es la ciudad fortificada más importante que los romanos establecieron en Cantabria para controlar las mercancías hacia el Cantábrico. Desde la capital comarcal, Reinosa , el rumor del río entre fresnos y chopos lleva hasta una imagen de la Virgen del Pilar. Señala el nacimiento del Ebro en la fuentona de Fontibre . Más al sur quedan caminos ancestrales entre menhires del valle de Valdeolea (no te pierdas las visitas recomendadas en el artículo: Valle de Valdeolea, 9 rituales para descubrir la esencia de Cantabria ).
📌 Otro gran secreto de Cantabria es Valderredible , valle de famosas patatas e increíbles ermitas rupestres (un lugar del que también te hemos hablado anteriormente: «10 poderosas razones para visitar Valderredible «).
📌 Al visitar Julióbriga entra en el museo Domus , una reconstrucción de la vivienda romana de una familia de clase media-alta conocida como Casa de los Morillos. Además, goza de una panorámica magnífica del embalse del Ebro .
Ciudad romana de Julióbriga, en Cantabria. Los fiordos cántabros En la costa occidental, Tina Mayor y Tina Menor aparecen como los fiordos cántabros por ser las rías más agrestes de la geografía de esta comunidad autónoma. La vertiente oeste de la sierra de Gerra cae a pico sobre Tina Menor donde desemboca el río Nansa. Las mareas cambian su aspecto y acoge aves gracias a un rico fitoplancton. También alimenta cultivos de ostras y almejas. En las playas del Sable y de Arnió se recoge la caloca , un alga roja empleada para abonar los prados. La isla de Samosa , de las pocas que jalonan el litoral cántabro, marca la entrada de la ría Tina Mayor.
Tinamayor y Tinamenor, en Cantabria. En ruta salvaje Al sur de la bahía santanderina se levanta Peña Cabarga , un imponente macizo calcáreo y el mejor mirador de la bahía. Sus 569 metros de altitud culminan con un monumento al Indiano (popularmente conocido como el Pirulí de Peña Cabarga) que tanta huella dejaron en el patrimonio cultural de Cantabria. A su piedemonte se halla el parque de la naturaleza de Cabárceno , una delicia para los pequeños y una sorpresa salvaje que acabará atrapando a los mayores. Gracias a su geología kárstica –y a una antigua mina de hierro romana– se crearon recintos seminaturales de roca rojiza donde se hallan animales de todo el mundo.
📍Precio desde 20 € adultos y 10 € niños.
Parque de la naturaleza de Cabárceno. Las mejores playas de Cantabria Langre Los acantilados de Ribamontán al Mar recortan la media luna de 800 metros de una de las playas cántabras más espectaculares. Los prados llegan hasta el borde del cantil y el mirador de Llaranza se asoma a su perfil más bello y salvaje. El baño nudista está permitido y los surfistas la buscan por el viento perfecto para coger las mejores olas. Con la embestida de los temporales y el bravío oleaje, el acantilado se convierte en un órgano que muestra su versión marítima más brutal.
Playa de Langre, en Cantabria. Somo Tras atravesar el larguísimo puente de la ría de Cubas , donde desemboca el río Miera, se despliegan los casi cuatro kilómetros de la playa de Somo. Una barrera de arena fina y dorada que casi toca la península de la Magdalena pero situada del otro lado de la bahía santanderina. Al mismo tiempo, pone un magnífico broche como mirador de la amplia ensenada a la que se asoma la ciudad de Santander. Es una playa frecuentada por surfistas y por aquellos que, tras un baño de mar, buscan su gastronomía marinera protagonizada por las populares sardinas .
📌 Deja el coche y haz como los santanderinos tomando la famosa pedreñera o barco de línea regular para ir a la playa de Somo . Precio ida, 3.10 €; ida y vuelta, 5.50 €.
Playa de Somo, perfecta para surfear. La Arnía Pisarás un parque geológico cuando recorras la Costa Quebrada . Así se denomina al extraordinario litoral acantilado, próximo a Santander. Entre las formas erosionadas de sus rocas, inclinadas como un hojaldre a merced del mar, se abre la bellísima y poco frecuentada playa de la Arnía . Es sólo accesible para los que gusten de caminar viendo islotes o urros (como los denominan localmente), arcos, tómbolos, etc. antes de llegar a esta playa. Está situada en el municipio de Piélagos y es un lugar privilegiado para ver puestas de sol.
Bonita playa de La Arnía, en la Costa Quebrada. Trengandín En la costa oriental cántabra, frente a la turística villa de Noja , se extiende la playa de Trengandín que cuenta con múltiples accesos y facilidades para un uso. Trengandín cada día experimenta la magia con la bajamar. Se transforma en un onírico paraje marítimo creado al emerger las rocas que salpican su arena . Se extiende durante varios kilómetros hasta la remota playa de Helgueras , al pie de la punta del Brusco . Ascenderla supone avistar la playa de Berria junto a las marismas de Santoña .
Playa de Trengadín, en Cantabria. Si además de estos lugares imprescindibles adonde ir en Cantabria quieres informarte de próximos eventos y de actualidad en la región, sólo tienes que consultar la web de Turismo de Cantabria .
*Fotos cedidas por Turismo de Cantabria.