Sania Jelic ha pasado dos semanas en el archipiélago de las islas Galápagos, en Ecuador, un paraíso natural de los que quedan pocos en el planeta. Nos cuenta su experiencia en un crucero para buceadores con inmersiones únicas y sus impresiones de la maravillosa isla de Isabela. Una emocionante etapa de su viaje que no olvidará jamás.
Sania Jelic en las islas Galápagos. © SJ He tenido que esperar 20 años para, por fin, pisar las islas Galápagos . Mis expectativas eran altas pero han sido superadas con creces… Vine porque quería ver iguanas bajo el mar, nadar con leones marinos y ver grupos de tiburones martillo. Y he podido observar, por lo menos, cien tiburones martillo, tiburones de Galápagos, tiburones punta blanca… Además, unas 40 tortugas marinas, iguanas y leones marinos por todos lados. Y delfines, mantas águila, mantas diablo, rayas enormes, morenas de todos los tamaños, serpientes marinas, peces luna, peces loro enormes, bancos y bancos de peces. He visto más peces durante esta semana de buceo, sobre todo cerca de las islas Wolf y Darwin, que en los últimos diez años de mi vida.
He tenido la gran suerte de ver los cortejos de los piqueros patiazul con su maravilloso despliegue de alas y danza “torpe”. Muchas aves: albatros, pelícano, frailes, gaviotas, vencejos de Galápagos, piqueros de patas rojas, pingüinos… Además de otras especies, muchas en versión “negra” por la adaptación al color del suelo volcánico. ¡Incluso las gallinas y gorriones son totalmente negros! Visitar las islas Galápagos ha sido como vivir dentro de un documental de National Geographic.
Los piqueros patiazules es una de las especies que se pueden ver en Galápagos. © SJ Dónde están las islas Galápagos El archipiélago de las islas Galápagos está situado a unos mil kilómetros al oeste de la costa ecuatoriana y fue descubierto en 1535. Hubo que esperar a 1978 para que fuese declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Está formado por 234 islas, 13 de las cuales tienen más de 10 km2 y 19 más de 1 km2. La isla más poblada es Santa Cruz, por la cercanía al aeropuerto internacional de la isla Baltra; pero la capital se encuentra en la isla de San Cristóbal. Otra isla interesante es Isabela, la de mayor tamaño.
Precio de entrada a Galápagos De la protección medioambiental de las islas Galápagos se encarga la administración del Parque Nacional de las Islas Galápagos y los marines. Hay controles (y cobros de tasas desde 1 a 20 $ ) para la entrada al archipiélago volando desde Quito o Quayaquil y, también, al llegar a cada una de las islas. Además, a cada paso se vigila el equipaje para prevenir posibles contagios y transmisiones de plagas a la flora o fauna. Los marines controlan la seguridad en los muelles y en las embarcaciones revisando las listas de pasajeros, y la disponibilidad y el uso correcto de los chalecos salvavidas. ¡Incluso toman fotos de los pasajeros con los chalecos puestos!
Isla Bartolomé. © SJ. El turismo es la principal actividad económica del archipiélago, cada año puede entrar un máximo de unos 250.000 visitantes. A primera vista, me pareció que un 60% de los turistas tenían menos de 50 años. Puede que sea porque muchos vienen a bucear y es una actividad físicamente exigente y practicada más por gente joven.
Tipos de viaje en las islas Galápagos Es conveniente tener en cuenta las tres maneras más habituales de visitar el archipiélago, según el interés, tiempo y bolsillo de cada viajero:
1. Viajes de buceo “liveaboard” (crucero de buceo) de una semana. Suelen salir desde Santa Cruz/ Bartolomé/ Seymour.
2. Viajes naturalistas , de diferente duración. Se hacen en cruceros de variado tamaño (incluso hay uno de National Geographic), Hacen un recorrido por varias islas, desembarcan donde se puede, practican snorkel y paseos. Existen unos 60 barcos con licencia.
3. Viajes individuales con estancia y actividades según elección.
Una semana de buceo Yo hice una semana de buceo y otra de descanso en isla Isabela. Comencé a bucear por miedo a los tiburones (vi la película “Tiburón» (o ‘Jaws’) cuando tenía 17 años y me quedé impactada). Los tiburones me siguen dando miedo, pero después de este viaje, en el que vi tantos, me quedó claro que no somos parte de su dieta. Además, allí había gran cantidad peces mucho más interesantes para ellos.
Solo nueve embarcaciones tienen licencia para operar viajes de buceo y los barcos suelen tener una capacidad máxima de 16 pasajeros/buceadores. Por lo que son viajes muy exclusivos a nivel mundial y con precios a partir de unos 3.500 € p or persona/semana. A lo que hay que sumar otros gastos como el alquiler de equipo de buceo si aplica (hay que llevar traje seco o neopreno de 7 mm), curso Nitrox (es prácticamente obligatorio por el tipo de inmersiones que se hacen) y propinas (suelen ser desde 150 € hasta un 10% del precio del viaje).
Sania disfrutando de la semana de buceo. © SJ. Antes de la pandemia había que hacer la reserva con casi un año de antelación. Ahora la actividad se está retomando y es posible conseguir reserva unos meses antes. Hice la reserva con la empresa Plataforma de Buceo y nos trataron muy bien. Totalmente recomendable al ser grandes conocedores de la región y con productos variados
Existe la posibilidad de reservas de “último momento” que se compran en las agencias en Puerto Ayora. Eso ocurre porque algún pasajero ha tenido que cambiar de fecha o cancelar y se queda alguna plaza libre. Entonces se vende entorno a los 3.000 € la semana. Pero es una lotería y tiene sentido apostar sólo si se dispone de tiempo.
Inmersiones en las islas Galápagos En esta etapa del viaje me acompañó mi hijo, que también bucea y fuimos con el barco Galaxy Diver. Este barco fue adaptado para el buceo el año pasado por lo que los camarotes son algo más pequeños, al igual que el comedor, salón, plataforma de buceo… Pero la tripulación y calidad de los guías de buceo superan esto con creces. William y Pablo han sido magníficos guías submarinos y tanto el chef como el resto de la tripulación se esmeraban en hacer el viaje impecable. Se notaba buen ambiente y compañerismo entre ellos lo que hacía el viaje más lindo. ¡Felicidades a todos!
Éramos 12 buzos y la semana fue una experiencia extraordinaria y exigente. Los pasajeros eran de otros 6 países y entre nosotros había la habitual buena relación. Al ser el buceo un deporte de riesgo en el que bajo el agua nuestra vida depende potencialmente del compañero buzo, es habitual que haya mucha solidaridad.
En los primeros 3 días se hacen 4 inmersiones diarias en un mar con corrientes, mar de fondo y visibilidad limitada. En un traje de 7 mm, con botella de Nitrox de 20 kilos a la espalda, entre tiburones y demás “bichos”. Menos mal que los guías son fantásticos. Y sí, se ve de todo, y doy fe de que los documentales no exageran.
No era época de tiburones ballena (es entre junio-noviembre). Aquí vienen hembras preñadas de hasta 18 metros de largo. Imaginad lo que supone encontrarse con un animal de esos en aguas turbias. Son inofensivos para los humanos ya que se alimentan solo de plancton. Por fin vi a las iguanas comiendo bajo el mar, y pude jugar con los curiosos y juguetones leones marinos.
Tiburón en las islas Galápagos. © SJ. Desconexión digital Cada isla en el archipiélago tiene sus propias características. Por ejemplo, las islas Darwin y Wolf están completamente protegidas y no se puede desembarcar para no molestar a las colonias de aves. Cada isla ha ido desarrollando su propio producto turístico según las características y perfil de población.
En el archipiélago entero apenas hay internet. Coincidí con una persona de la Estación Charles Darwin que me explicó que hay un total de 300 MB para todas las islas. De ellos, 30 MB son para los 250 científicos que trabajan en dicha estación en Puerto Ayora. O sea, Internet inestable y muy lento debido además a la mayor presión a la limitada infraestructura por parte de los turistas, por lo que se convierte en un sitio no apto para nómadas digitales. Y no hay previsión de implantar fibra óptica, sólo ampliarán algo la estructura actual de conexión por satélite.
Sania con leones marinos en las islas Galápagos. © SJ Isla Santa Cruz Santa Cruz/ Puerto Ayora es el principal punto de entrada ya que el aeropuerto en la isla Baltra está a tan sólo media hora. Tiene buenas infraestructuras, es un lugar seguro, hay multitud de tiendas y se pueden hacer muchas excursiones. Una muy buena opción es bañarse en la playa de la estación o ir a Tortuga Bay , con arena blanca, que se encuentra a unos cuarenta minutos andando. Se puede elegir la opción de ir en lancha (10 $ por trayecto).
En la isla de San Cristóbal está la capital del archipiélago, Puerto Baquerizo Moreno . Tiene buen hospital y se posicionó con su producto “Tour 360” en el cual se recorre la isla y se practica snorkel en cinco bahías diferentes. El precio del tour estando en la isla es a partir de 160 $ por persona.
Isla Isabela Isabela es la más grande de las islas Galápagos y cuenta con volcanes activos. Aquí el turismo comenzó hace unos diez años, cuando apenas llegaba a los 800 habitantes. Hoy día son 3.800 y entre todos deciden en qué dirección desean desarrollar su oferta turística.
La variedad de excursiones en Isabela es grande y el snorkel con leones marinos, mantas e iguanas en Concha de Perla es gratis. También se puede realizar buceo en La Tintorera y kayak en la laguna para observar flamencos. Otra actividad interesante es visitar el volcán activo Monas de Azufre, donde se pueden observar los característicos “conos parásito” o realizar caminatas al Muro de las Lágrimas, antaño una zona penitenciaria, que cuenta con un bonito mirador.
Las excursiones guiadas son imprescindibles en Galápagos. © SJ. Qué hacer en isla Isabela En isla Isabela me apunté a algunas excursiones con la agencia Pahoehoe , la cual recomiendo por su seriedad y calidad de embarcación y personal. Además, Fátima se encarga de que todos hagan lo que deben, mientras hace de community manager .
Si os quedáis en esta isla, en el pueblo de Isabela hay varios tipos de alojamiento y muchos de ellos están en primera línea de playa. La arena es blanca, suele haber brisa y el oleaje varía. También encontraréis algunos cafés y restaurantes con un ambiente relajado y agradable. Además, las puestas de sol son de escándalo.
En el embarcadero se encuentra el restaurante Royal Rock , donde el chef Daniel González hace maravillas. Y al final de cada temporada se esmera con un plato de langosta. Este cocinero apuesta por educar a los jóvenes del pueblo dándoles la oportunidad de trabajar con él. Seguramente sería más sencillo traer personas formadas del continente, pero prefiere que los jóvenes tengan la posibilidad de ganar el sueldo en Isabela y no tengan que emigrar.
¡Fue tan amable de prepararme unos panecitos de yuca con queso que me encantan! Lo grabé y publicaré pronto. Me comí la bandeja entera.
Durante mi estancia coincidí con la celebración de las fiestas anuales que incluyen la elección de una reina. Sólo había tren candidatas y ganó la joven Domenica de 16 años. El despliegue de trajes era impresionante, me recordó un poco a los carnavales en Gran Canaria.
Playa en las islas Galápagos. © SJ Isla Isabela es un lugar muy recomendable para desconectar completamente, comer bien, descansar, pasear por las playas y empaparse del mundo Jurásico (aquí se rodó ‘Jurasic Park’). Me encantó y me hubiera quedado un mes. Galápagos es un universo en sí, ha sido un privilegio haber podido visitarlo.
📍 A tener en cuenta: al estar en el ecuador, el sol aquí es muy fuerte. De hecho, los locales que trabajan al sol van tapados prácticamente desde los pies hasta las cejas. Sin protección te puedes quemar en sólo 15 minutos. ✅ Lo que aprendí: A no temer tanto a los tiburones y que los de punta blanca son, además de curiosos, más bien tímidos.
✅ Lo que no aprendí: A sacar fotos de la comida antes de comenzar a comer.
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