Puede que pienses que en mercadillos navideños… ‘visto uno vistos todos’. Queremos que te lo replantees al conocer las propuestas que te sugerimos en Alemania, Chequia, Austria, Polonia y Suiza. Los hay debajo de un puente, con música electrónica, con árboles que cantan, alrededor de un lago…

Mercadillo del Ravennaschlucht (Alta Selva Negra, Alemania).
A priori, todos los mercadillos navideños parecen iguales, y pensados para ir en familia. Sin embargo, no es así. Ni todos ofrecen lo mismo, ni están dirigidos exclusivamente a los niños. Las siguientes cinco propuestas las podéis disfrutar de igual modo los adultos.
1. Un mercadillo bajo un acueducto en la Alta Selva Negra (Alemania).
Sí, has leído bien. La bucólica imagen superior, que enamora desde el primer momento, no es producto de un montaje, sino que es un lugar real que se encuentra en el desfiladero Ravennaschlucht, bajo un viaducto ferroviario. Situado en el valle del Infierno Höllental, entre Friburgo y Hinterzarten, cada año se convierte en foco de atención de vecinos y viajeros que acuden para disfrutar de uno de los mercados de navideños más especiales de Alemania. Allí se sitúan más de 40 puestos que ofrecen artesanía y productos regionales. Se puede visitar los cuatro fines de semana de Adviento (de viernes a domingo).
Te estarás preguntado cómo llegar… es muy fácil: existe un autobús gratuito desde las estaciones de Himmelreich y de Hinterzarten.

Mercadillo del Ravennaschlucht (Alta Selva Negra, Alemania).
2. Música electrónica y cócteles en Brno (Chequia).
La elegante ciudad de Brno, en Moravia, se engalana aún más durante el mes de diciembre. Si sus calles y plazas ya te dejan boquiabierto el resto del año, cuando comienza a vestirse de Navidad, no das crédito a lo que ven tus ojos. No te pierdas, sobre todo, la plaza de la Libertad (náměstí Svobody) donde podrás disfrutar de un animado ambiente en el que no faltan puestos para degustar cócteles navideños que sirven en su bar y música electrónica en vivo.
Si también quieres conocer la cara clásica de los mercadillos checos, la sugerencia es acercarse a la plaza Dominikánské, que ofrece un aspecto más tradicional y romántico. Sin duda, es la favorita de las familias, que acuden para disfrutar de la gastronomía, de los belenes y de un pequeño zoo.

Mercadillo de Brno. © O.T. Chequia
Pero lo planes no acaban en los mercadillos, sino que también se puede subir a la noria gigante (33 metros) en la plaza Moravské, para admirar desde las alturas el castillo Špilberk y la catedral de San Pedro y San Pablo. El tranvía navideño de Brno, de aspecto retro, recorre el centro de la ciudad desde el 23 de noviembre hasta el 23 de diciembre. Como cada año, ya están preparadas las tacitas reciclables de Brno para ir probando el vino caliente de puesto en puesto. No olvides llevártela de recuerdo.

© Ferry de WolfgangseeSchifffahrt (Salzburgo).
3. Mercadillos alrededor de un lago en Salzburgo (Austria).
En el lago Wolfangsee, en Salzburgo, se dan varias felices circunstancias: es navegable, hay poblaciones alrededor y, también, un ferry que las enlaza de una forma rápida y cómoda. Y un factor más: ¡sus mercadillos navideños son ideales! Nuestra recomendación es que subas al barco para visitar los mercados de Adviento de las localidades de St. Gilgen, Strobl y St. Wolfgang. Los ferries operan desde el 22 de noviembre al 22 de diciembre, y del 25 de diciembre al 1 de enero.
Para redondear el viaje, se puede optar por añadir otra alternativa muy original: subir al tren del Adviento que lleva entre impresionantes paisajes formados por montañas y bosques nevados. Infórmate en Ferrocarril SchafbergBahn y en Ferries WolfgangseeSchifffahrt.

Tren del Adviento en Salzburgo.
4. Cracovia y sus belenes Patrimonio de la Humanidad.
De los mercadillos de Cracovia y Varsovia ya os hemos hablado largo y tendido (lo podéis ver en el link anterior), así que sólo remarcaremos por qué los consideramos especiales. Sus belenes monumentales en miniatura han sido protegidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
La historia que los precede es muy curiosa, ya que surgió del tiempo de ocio de los artesanos de la ciudad, los cuales tenían menos trabajo en otoño e invierno, y lo empleaban reproduciendo los edificios más bonitos de Cracovia.
Se suelen exponer en la plaza del Mercado el primer jueves de diciembre y se celebran concursos en los que puede participar cualquier persona particular.

Concurso de belenes de Cracovia. © M.M.
5. Árboles que cantan en Zúrich.
La abarcable ciudad de Zúrich invita como pocas a ser recorrida mientras suena la música de villancicos. Como es de esperar, también ofrece entrañables mercadillos navideños donde se concentran los iconos más típicos: la artesanía, la música, el aroma de canela… Comienza a conocerlos en el mercado más antiguo de Zúrich, en Niederdorf, o en el Mercado del Niño Jesús en la estación central.
El aspecto curioso de Zurich viene con forma de árbol, porque hay dos que son, cuanto menos, curiosos. Uno de ellos mide 16 metros de alto y está decorado con unos 7.000 cristales de Swarovski.

Este árbol tiene 7.000 cristales de Swarovski.
El segundo árbol no tiene joyas pero es capaz de cantar: es el Singing Christmas Tree de la calle Bahnhofstrasse. No es un abeto real, sino que es una plataforma construida para funcionar como escenario. Está colocado a varias alturas y es el lugar donde se sitúan los coros regionales para ofrecer al visitante su mejor repertorio.

Árbol que canta en Zúrich (Suiza).
Si vais con niños, llevadlos también al tranvía de cuentos de hadas ‘Märlitram’ que recorre las calles, al mágico circo Conelli y al mercado de Wienachtsdorf de la Sechseläutenplatz (frente a la Ópera) que tiene numerosos puestos de regalos y una pista de hielo. Puedes leer nuestra experiencia en este mercadillo en Mercados de Navidad en Zúrich.
Y, ahora, ¿sigues pensando que todos los mercadillos son iguales?