Europa está rodeada de litorales con playas maravillosas que muchas veces, cuando viajamos, dejamos de lado por nuestro afán de conocer hasta el último detalle de sus ciudades y pueblos. En este artículo hemos seleccionado diez costas europeas que son un destino en sí mismas para disfrutar del mar durante el verano, pero que además están rodeadas de lugares llenos de interés para hacer excursiones culturales o de naturaleza. ¿A que ya apetece un ratito de playa?
Playa de Kroreza, en Albania. Llega el verano y las ganas de playa aumentan cada día, así que ¿por qué no ir pensando un destino donde combinar largas estancias junto al mar con algo de turismo? Ya sabemos que en España tenemos playas para dar y tomar, como bien saben todos los extranjeros que ocupan nuestras costas durante la época estival, pero esta vez vamos a ser nosotras las que busquemos destinos con playa en Europa y te aseguramos que hay auténticas joyitas. ¿Te vienes?
Costa Dálmata La Costa Dálmata, en la parte centro y sur de Croacia, es uno de los lugares europeos donde vas a encontrar el agua más azul, gracias a que la gran mayoría de playas son de pequeñas piedras que no dejan arena en suspensión, dejando así un mar absolutamente transparente. En general, son pequeñas playas, por lo que podrás elegir entre multitud de lugares para disfrutar del mar. Además, tienes que tener muy en cuenta a las islas croatas, como Hvar, Korcula o Brac. En esta última se encuentra la única playa de arena de toda Croacia, llamada el Cuerno de Oro (Zlatni Rat), cuya punta cambia con las corrientes.
Playa del Cuerno de Oro de la isla de Bol, en Croacia. Una muy buena idea para recorrer esta costa y sus islas es alquilar un barco con patrón para poder conocer varias playas y llegar a algunas de difícil acceso por tierra y que permanecen desiertas incluso en temporada alta. Y, por supuesto, aprovecha para conocer lugares llenos de interés histórico y cultural como Dubrovnik, Split o Zadar.
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Costa Azul La Costa Azul francesa es promesa de vacaciones llenas de estilo y de visitas a lugares como Niza, Cannes o Antibes que tenemos en nuestra memoria gracias al cine, aunque no hayamos viajado nunca. Aquí, las playas suelen ser de pequeños guijarros, lo que evita que te llenes de arena y puedas combinar fácilmente un rato en la costa con excursiones. Algunas de las más visitas son la de Pampelonne (Saint-Tropez), la playa de l’Anglade (Le Lavandou), la playa de La Petite Afrique (Beaulieu-sur-Mer), playa Paloma (Saint-Jean-Cap-Ferrat) o la playa de la Gravette (Antibes). Y, por supuesto, las extensas playas de Niza y Cannes, perfectas para practicar deportes acuáticos en unas ciudades donde te aseguramos que no te vas a aburrir.
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Playa de la Gravette, en Antibes. Costa Amalfitana En Italia hay tantas cosas por ver, tantos lugares por visitar, que cuesta hacer un hueco en las vacaciones de verano para ir a la playa. Aun así, merece la pena encontrar esos ratitos en zonas como la Costa Amalfitana, donde parte de la belleza de los pueblos de Amalfi o Positano viene dada por el azul profundo del mar que enmarca las casas colgadas de la ladera. La diferencia de altura es tan pronunciada, que algunos hoteles tienen ascensores en el acantilado para acceder al mar. Alguna de las más conocidas son la Marina Grande de Positano, la Marina de Cetara o las de Vietri sul Mare, las más extensas y con mejores accesos, ya muy cerca de Salerno.
Playa de Amalfi. Algarve El sur de Portugal está ocupado por las maravillosas playas del Algarve , enormes arenales enmarcados en muchos casos por preciosos acantilados donde es muy fácil encontrar en temporada alta lugares poco masificados. Si hay que ponerles un único pero, que no lo es para todo el mundo, es que el agua del mar se mantiene fría incluso en verano. Por lo demás, esta costa es perfecta para pasar las vacaciones combinando las jornadas en la playa con la visita a pueblos como Albufeira, Lagos o Tavira o a parajes naturales como el cabo de San Vicente o el Parque Natural de Ría Formosa.
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Playa de Ponta Ruiva, en el Algarve. Costa Navarino Esta costa griega, ubicada en la región de Mesenia, es uno de los lugares preferidos para aquellos que buscan alojamientos de lujo en unas playas de postal de arena dorada y mar cristalino. Se ha convertido en un centro vacacional de alta gama con campos de golf y todo tipo de instalaciones deportivas y de ocio, que además permite realizar excursiones a lugares llenos de historia como la ciudad de Olympia o el Palacio de Néstor. Y no nos olvidemos que esto es Grecia, por lo que si das importancia a la gastronomía local en tus viajes, aquí vas a comer de diez.
Iglesia de Pylos, frente a la Costa Navarino. Costa Esmeralda En Cerdeña hay unas playas estupendas en toda la isla, pero la Costa Esmeralda, en la zona norte, es la más conocida, sobre todo por haberse convertido en uno de los centros del turismo del lujo europeo en rincones como Porto Cervo o Porto Rotondo. Aquí, combinan las playas de arena blanca y agua transparente con los resorts cinco estrellas y con los yates que habitualmente las surcan. Pero, además, la Costa Esmeralda tiene otras playas y calas menos concurridas y aptas para todos los bolsillos, con el agua igual de transparente, bosques a pie de playa y dunas salvajes. Otra buena opción es acercarse al archipiélago de la Magdalena , algo más al norte, donde en tan solo veinte minutos de ferry llegas a playas de esas que sólo parecen estar en los anuncios.
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Cala di Volpe, en la zona de la Costa Esmeralda de Cerdeña. © Nicolo Canu. Creta Si buscas un destino diferente, lleno de cultura y con unas playas de ensueño, ten muy en cuenta a Creta. La isla más grande de Grecia combina extensas playas de arena dorada con pequeñas calas rocosas, así que podrás ir variando en tus vacaciones el lugar para descansar junto al mar. Las que sí que no puedes perderte son la playa de Balos, formada por una laguna en la península de Gramvousa; la de Elafonissi, conocida por su arena rosa; o la de Vai, una de las más exóticas, rodeada de palmeras y perfecta para el esnórquel. Y, por supuesto, por mucho que te guste la playa en Creta no puedes perder la oportunidad de conocer la cultura minoica en el histórico palacio de Knossos, famoso por la leyenda del Minotauro, o el Museo Arqueológico de Heraclión, que guarda increíbles mosaicos.
Playa de Blos, en Creta. © Eleni Afiontzi. Costa de Montenegro A la Costa de Montenegro se la considera la continuación de la Costa Dálmata croata. Tienen unas características parecidas en cuanto al agua cristalina y las playas de guijarros, pero aquí el turismo no está tan desarrollado, por lo que se restan servicios, pero se suma tranquilidad. Los mejores rincones para disfrutar del mar en esta costa son Bubva, donde, además de su playa urbana, te puedes acercar a las playas de Jaz, Kemenovo o Trsteno. También merece la pena tomar el ferry desde esta localidad para ir a la isla de San Nicolás y disfrutar de una playa preciosa de arena blanca.
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Playa de Buvda, en Montenegro. © Nemanja Vlaovic. Isla de Gozo Gozo forma parte del archipiélago de Malta y, aunque pequeña, es una isla llena de contenido y perfecta para las que busquen un destino de playa diferente. Es uno de los mejores lugares para disfrutar del mar practicando deportes como el kayak, el esnórquel o el buceo, pero también permite descansar en playas de arena o de guijarros, como Mgarr ix-Xini, con un agua que no puede ser más transparente. No te pierdas la Gruta de Calipso, los templos de Ggantija y una excursión al maravilloso Blue Lagoon de la vecina isla de Comino.
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Desde Gozo hay que visitar el Blue Lagoon, en la cercana isla de Comino. © Pepa García. Riviera de Albania La costa de Albania es uno de los destinos de moda para pasar unos días en verano. Combina a la perfección unas bonitas playas con el encanto de ser un destino muy desconocido para la gran mayoría. Si vas buscando unos días de playa, dos lugares para disfrutar de ella son Saranda y Vlore. No puedes perderte la playa de Ksamil, probablemente la más conocida, cerca del Parque Nacional de Butrinto (imprescindible para las amantes de la historia) y frente a la isla de Corfú. Además, otras citas imperdibles con el mar son las largas playas de Dhërmi y Borsh, la escondida playa de Gjipe o, si eres amante del surf, la playa de Palasa.
Playa de Ksamil, en la costa de Albania. © Vangel Dimo. Además de las costas de Europa, también te puede interesar:
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