Toledo es la ciudad más feliz de España en Instagram, seguida de Plasencia y Marbella. La felicidad es la emoción más popular en esta red social, donde Madrid y Barcelona figuran entre las que menos expresan alegría. A nivel mundial, Finlandia es el país más feliz del mundo y Nueva Zelanda el más habitable durante la pandemia. Ser feliz contribuye a mejorar nuestra salud según investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid. Los usuarios de Instagram demuestran mayor grado de alegría en algunos destinos. © Antonio Visalli Si hay una excursión obligada cuando se visita Madrid esa es Toledo . A 72 kilómetros de la capital, en esta ciudad de pasado medieval convivieron cristianos, judíos y musulmanes. La Plaza Zocodover, la Puerta Bisagra, la Catedral, la mezquita del Cristo de la Luz, la sinagoga del Tránsito o el ‘Entierro del Conde de Orgaz’, de El Greco, son algunas de sus paradas obligatorias.
Además de bonita, Toledo ha sido elegida como la ciudad más feliz de España o, al menos, eso es lo que se refleja Instagram. Así lo asegura un estudio de Lookfantastic . Utilizando inteligencia artificial (IA), esta tienda online de cosmética ha recopilado más de 200.000 fotografías en Instagram con el hashtag “#selfie”. El objetivo era determinar el estado de ánimo de las personas que publicaron su imagen. El 40,4% fueron de felicidad, que a su vez es la emoción más popular en esta red social.
Toledo es la ciudad que más felicidad genera en Instagram. © Miguel Ángel Sanz Aunque lo más habitual es ir a pasar el día, Toledo tiene otros secretos para descubrir si decides alojarte alguna noche en esta ciudad de Castilla-La Mancha. En la provincia de Toledo, además, están Las Barrancas de Castrejón y Calaña (o de Burujón), una formación sedimentaria del Tajo que no tiene nada que envidiar al Cañón del Colorado, y la localidad de Ocaña cuenta con una Plaza Mayor barroca construida por orden de Carlos III, así como palacios y monumentos religiosos que merece la pena visitar si dispones de más tiempo.
La ciudad manchega tuvo una puntuación de 79 sobre 100 en la escala de felicidad, situándose un 99% por encima del promedio del resto de España. La siguen, dentro del territorio nacional, Plasencia (con 71 sobre 100), Marbella (66 sobre 100) y Sevilla (62 sobre 100).
Macetas en el casco histórico de Marbella. Plasencia y Marbella, ciudades con vecinos y viajeros felices A 80 kilómetros de Cáceres, Plasencia es la capital de los tres valles del norte extremeño: Ambroz, Jerte y La Vera. Merece la pena pasear por sus murallas o la Plaza Mayor y visitar sus iglesias, la Catedral (la nueva y la vieja) y el claustro del parador. Si lo que quieres es ver el mar, en Marbella podrás disfrutar de la playa, restaurantes de moda y un casco histórico donde tapear. Si además necesitas calidad de vida, rendir más o recuperar la armonía interior, la clínica de ayuno terapéutico Buchinger Wilhelmi en Marbella organiza ayunos en un entorno natural con asistencia médica personalizada y un equipo de terapeutas a tu disposición. La duración mínima de la estancia es de 10 días y se completa con alimentación consciente, ejercicio físico y espiritualidad.
Nueva Zelanda, el país más habitable en tiempos de pandemia. © Mike Swigunski Nueva Zelanda, el país más habitable durante la pandemia En el “ranking de felicidad” de las 20 mejores ciudades del mundo sólo se incluyeron las que tenían al menos 100 fotos geoetiquetadas y detectables por la inteligencia artificial. En el estudio en España se incluyeron solamente las ciudades con al menos 50 fotos geoetiquetadas y detectables por IA.
Entre las ciudades menos felices de España figura Madrid, que junto a Barcelona aparece, sin embargo, en el Top 20 del Ranking mundial de felicidad , donde ocupan los puestos 10 y 16 respectivamente. Chicago sería la ciudad más feliz del planeta o, al menos, donde es más probable que la gente exprese su felicidad cuando se hace fotos. La siguen Melbourne , en Australia, y la ciudad alemana de Frankfurt .
Finlandia suele ocupar el primer puesto en países felices. © Tommaso Fornoni La felicidad vive en el norte de Europa Aunque no lo haya reflejado Instagram, Finlandia está considerado como el país más feliz del mundo según el World Happiness Report , un informe anual que elabora la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el otro extremo se sitúa Afganistán, el menos feliz de los 157 países del ranking. Nueve países europeos ocupan los 10 primeros puestos junto a Nueva Zelanda.
Éste ha sido, además, el país más habitable a pesar de la COVID 19 gracias a unas medidas de apertura que han permitido incluso celebrar conciertos en plena ola. Auckland , en Nueva Zelanda; Osaka , en Japón y Adelaida , en Australia serían las mejores ciudades para vivir durante la pandemia. Así lo refleja el Economist Intelligence Unit (EIU), que examina 140 ciudades en todo el mundo. Tras una década de guerra, la capital de Siria, Damasco sigue siendo la ciudad menos habitable del mundo.
Es importante estar satisfechos con nuestra vida para no padecer enfermedades. © Artem Beliaikin Ser felices nos hace más saludables Ser feliz contribuye a tener un mejor estado de salud según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). El nivel de satisfacción de las personas con su propia vida influye más sobre la salud que las emociones que experimentan en su día a día. Además, las emociones negativas tienen un mayor peso sobre la salud que las emociones positivas.
El Departamento de Psiquiatría de la UAM evaluó dos componentes de la felicidad : la evaluada, es decir, cómo de satisfecha se siente una persona cuando piensa sobre su vida, y la experimentada, que es la frecuencia e intensidad de las emociones positivas y negativas que siente una persona en su día a día. Para analizarlas, los investigadores entrevistaron a más de 50.000 personas con diferentes niveles de ingresos de nueve países del mundo.
La felicidad tiene dos componentes: autosatisfacción y emociones positivas. © Courtney Cook El trabajo, publicado en Globalization and Health , contó con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud. La conclusión es que para mejorar la salud de una población no sólo es necesario elaborar políticas sanitarias, sino también intervenciones que ayuden a que las personas se sientan más satisfechas con sus vidas. Vivir en ciudades saludables puede contribuir a nuestro bienestar y felicidad.
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