Nos ha costado mucho elegir únicamente 16 pueblos bonitos del interior de Andalucía, dos por provincia, para resumir en un artículo un montón de escapadas perfectas para ser disfrutadas en un fin de semana o para que formen parte de tus próximas vacaciones. Echa un vistazo, seguro que no conoces o tienes pendiente algunos… ¡Planifica ya tu próximo viaje!
Calle de Frigiliana, en Málaga. © Turismo de Andalucía. Las listas de pueblos bonitos de España son muy difíciles de elaborar en cualquier Comunidad Autónoma que se nos ocurra. Pero en Andalucía podría ser interminable, tanto por la extensión de esta región, con ocho provincias, como por su increíble legado histórico-artístico que incluye el poso que la cultura árabe dejó tanto en la fisonomía de muchos de sus pueblos como en sus monumentos. En este artículo hemos seleccionado 16 pueblos bonitos del interior de Andalucía , dos por provincia. Como ya sabemos que nos quedamos muy cortas, prueba a hacer tu propia selección con esas localidades que tienes pendientes y a las que quieres volver de las provincias andaluzas. Seguro que con todas aciertas.
Provincia de Huelva Moguer La importancia de Moguer de la Frontera va mucho más allá de su preciosa fisonomía de pueblo blanco onubense, que en sí mismo ya merece una visita. Esta localidad fue el lugar de nacimiento del Premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez, y esta figura acompaña en cualquier recorrido, sobre todo si haces la ruta que sigue los pasos del libro Platero y yo . Además, verás repartidos por la localidad preciosos azulejos con citas del libro. Para completar el acercamiento a la figura de este genial escritor hay que visitar la Casa Museo Zenobia Juan Ramón Jiménez , que aparece detenida en el tiempo y con objetos cotidianos de su día a día. Su librería es un lugar mágico.
Casa Museo Zenobia Juan Ramón Jiménez. © Turismo de Andalucía. Aracena Aracena es conocida por ser uno de los lugares donde puedes comer buen jamón en España, y eso tira mucho. Pero además cuenta con dos hitos que justifican cualquier viaje: la Gruta de las Maravillas , ubicada en el centro de la localidad, que ofrece un paisaje único de formaciones geológicas y lagos interiores; y el Castillo de Aracena , una fortaleza islámica del siglo XIII. Además, se pueden visitar la iglesia mudéjar de Nuestra Señora del Mayor Dolor, de estilo gótico tardío y construida por la Orden del Temple.
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Castillo de Aracena. © Turismo de Andalucía. Provincia de Cádiz Vejer de la Frontera Algo tiene este rincón gaditano que tanto atrae a quien lo conoce y no puede evitar volver. Mantiene ese aspecto inmaculado de los pueblos blancos gaditanos, que guarda patios llenos de flores y las habituales cuestas derivadas de su ubicación en lo alto de una colina. Algunos de sus imprescindibles son la iglesia del Divino Salvador, el Castillo, los arcos de la antigua villa, la torre del Mayorazgo y la torre de la Corredera. Tampoco hay que perderse tomar algo en una de las terrazas de la bonita Plaza de España . Los alrededores de Vejer guardan también tesoros tan especiales como las espectaculares playas de El Palmar o la Fundación NMAC Montenmedio Arte Contemporáneo , donde las obras de arte se integran en la naturaleza.
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Estatua dedicada a las ‘cobijadas’ en Vejer de la Frontera. © Turismo de Andalucía. Setenil de las Bodegas Este pueblo gaditano hay que visitarlo sí o sí por ser diferente a todo. Cuenta con un curioso urbanismo que ha tenido que adaptarse a la orografía rocosa del cañón del río Guadalporcún, dejando así curiosas calles y casas de perfiles imposibles. Todo en Setenil es un escenario perfecto para una foto, sobre todo en sus calles más famosas: la de Cuevas del Sol, la de Cuevas de la Sombra o la de Herrería. Además, hay que visitar su Torreón y muralla árabe, el aljibe árabe y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Para tener las mejores vistas del laberinto de las calles de Setenil hay que subirse las escaleras que llevan al Mirador del Carmen , justo al lado de la ermita de Nuestra Señora del Carmen, del siglo XVIII.
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Calle de las Cuevas de la Sombra, en Setenil de las Bodegas. © SG Provincia de Málaga Frigiliana Qué bonito es el pueblo de Frigiliana, con sus casas blancas con puertas azules, decoradas con macetas con flores. Es una de las visitas obligatorias en la provincia de Málaga y uno de esos lugares donde no puedes dejar quieta la cámara del móvil. La visita es muy fácil ya que se hace con un recorrido circular que pasa por los principales rincones del pueblo, como los Reales Pósitos, Barribarto (Barrio Alto), donde se encuentran sus bonitas casas, y los miradores, que dejan bonitas vistas de la campiña malagueña. Al pasear por Frigiliana, presta atención a los bonitos azulejos que se encuentran en diferentes calles y que narran la historia de la resistencia morisca ante los cristianos de 1569.
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Calle de Frigiliana. © SG Ronda Ante Ronda te rindes en cuanto contemplas desde uno de sus miradores el Puente Nuevo salvando el impresionante tajo que corta la ciudad en dos. Sólo esa estampa merece un viaje a esta ciudad de la Serranía de Málaga pero, además, tiene otros muchos encantos como su casco histórico (no te pierdas la calle Tenorio ni la plaza de María Auxiliadora), la casa del Rey Moro, el Arco de Felipe V o su icónica plaza de toros. Y, por supuesto, Ronda como buen pueblo andaluz está llena de bares donde tapear y degustar una gastronomía de diez.
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El Puente Nuevo de Ronda. Provincia de Sevilla Carmona Las localidades sevillanas corren el riesgo de ser eclipsadas por el poderío de su capital, algo totalmente injusto en casos como el de Carmona. Esta villa ubicada en los Alcores del valle del Guadalquivir tiene una larga y dilatada historia que ha hecho que las diferentes culturas que han pasado por ella hayan dejado su impronta. Destacan sus iglesias, monasterios y conventos, entre los que destacan el convento de Santa Clara y la iglesia de Santa María de la Asunción (con su famosa “Giraldilla”). También hay que acercarse al Alcázar del Rey Don Pedro y, por supuesto, seguir la ruta de la tapa por los bares de Carmona.
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Carmona. © Turismo de Andalucía. Osuna Tanto Carmona como Osuna forman parte de la ruta llamada Caminos de Pasión que enlaza ciudades de Sevilla y Córdoba donde se vive con devoción la Semana Santa. Pero son mucho más que eso, aunque tengan en el patrimonio artístico de sus iglesias una de sus grandes bazas. En Osuna, una villa ligada a la figura de Don Juan Téllez-Girón, se ubica la colegiata de la Asunción, con una interesante pinacoteca y el panteón de los duques. Además, hay que recorrer las calles de San Pedro y Sevilla para descubrir sus casas solariegas. Los fans de ‘Juego de Tronos ‘ no se pueden perder un museo dedicado a esta serie que tuvo a Osuna entre sus escenarios.
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Colegiata de Osuna. © Turismo de Andalucía. Provincia de Córdoba Priego de Córdoba Priego es una parada obligatoria en la provincia de Córdoba, tanto por su fisonomía árabe de calles intrincadas y casa pintadas con cal como por su condición de mirador de las sierras Subbéticas. Algunas de las visitas imprescindibles en este bonito pueblo lleno de flores son el castillo árabe, las Carnicerías Reales, de estilo manierista, la Fuente del Rey y el Sagrario de la iglesia de la Asunción, todo un ejemplo del barroco cordobés.
Priego de Córdoba. © Turismo de Andalucía. Lucena Lucena, enmarcada entre campos de olivos, es conocida por su preciosa judería y el legado hebreo que queda en ella. Hay que visitar el Castillo del Moral, también de origen judío, la iglesia de Santiago y la parroquia de San Mateo, donde es fácil quedarse deslumbrada por los seiscientos espejos de su Sagrario, de estilo rococó. Como dato curioso, Lucena tiene la necrópolis excavada más grande de la Península Ibérica.
Lucena. © Turismo de Andalucía. Provincia de Jaén Úbeda Úbeda es de esas ciudades tan hermosas y con tanta historia, que superan en cuanto a visitas a la propia capital de la provincia. Además, hace un tándem imbatible con la vecina Baeza , con la que comparte patrimonio artístico. Esta localidad, que vivió su época de esplendor en los siglos XVI y XVII, tiene la plaza Vázquez Molina como centro de la vida urbana y lugar que concentra gran parte de sus monumentos, como el Palacio Vázquez de Molina, la capilla del Salvador del Mundo y la basílica de Santa María de los Reales Alcázares. Pero, además, una ruta por la ciudad descubre lugares como el Palacio Vela de los Cobos, el Alcázar, con sus vestigios judíos, la iglesia de San Lorenzo o la iglesia de San Pablo.
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Calle de Úbeda. © Turismo de Andalucía. Cazorla Cazorla es una localidad que hay que visitar sí o sí en Andalucía. Además de ser un precioso pueblo blanco con mucha vida en sus plazas y sus bares, es el punto de partida para explorar el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas , uno de esos tesoros naturales que dejan con la boca abierta. Da para todo: rutas de senderismo, a caballo, deportes de aventura e, incluso, para refrescarse en verano en sus pozas. Tampoco hay que perderse el Castillo de la Yedra, que marca su perfil, las ruinas de la iglesia Mayor de Santa María (con la singular construcción de la bóveda del río Cerezuelo) y la bonita plaza de la Corredera.
Cazorla. © Turismo de Andalucía. Provincia de Granada Guadix Guadix es otro de esos pueblos bonitos de Andalucía donde la historia ha ido dejando sus marcas a cada paso, formando su identidad y su fisonomía. Algunos ejemplos de su bonito casco histórico son edificios como la Catedral, la Alcazaba, el palacio de Villalegre, la iglesia de Santiago y, por supuesto, su Teatro Romano. Además, no hay que perderse el curioso barrio de las Cuevas y, en los alrededores, el Parque Megalítico de Gorafe y el castillo de Calahorra.
Mirador de las Balas de Guadix. © Turismo de Andalucía. Órgiva Hemos elegido Órgiva para nuestra lista de pueblos más bonitos de Andalucía como ejemplo de la Alpujarra Granadina , una zona que tenía que estar representada en esta lista de enclaves de interior por su gran belleza y pueblos singulares. Rodeada de una fértil vega y ubicada en la vertiente sur del Parque Natural de Sierra Nevada, Órgiva deja sentir su pasado morisco en su fisonomía y su historia y en lugares como la parroquia de Nuestra Señora de la Expectación, levantada sobre una antigua mezquita. Como la mayoría de los pueblos de la zona, se ha tenido que adaptar al desnivel del terreno, por lo que sus calles empedradas merecen ser recorridas con calma, sobre todo en el Barrio Alto, que conserva la arquitectura tradicional de la Alpujarra.
Órgiva es uno de los pueblos de la Alpujarra granadina. © Turismo de Andalucía. Provincia de Almería Mojácar Mojácar es uno de los pueblos más bonitos de Andalucía, con esa imagen de villa blanca que deja caer sus casas por las laderas de la colina en la que se ubica. En su casco histórico hay que visitar el castillo, la Fuente Mora y la iglesia de Santa María, pero lo mejor es perderse por sus calles (y sus cuestas) para recuperar después el aliento tomando algo en la Plaza Nueva. No hay que perderse sus miradores, que ofrecen una preciosa vista de la costa, situada a tan solo tres kilómetros, un lugar para disfrutar de sus playas y su Paseo Marítimo.
Mojácar al atardecer. © Turismo de Andalucía. Níjar Níjar desvela su pasado árabe en la fisonomía de sus calles intrincadas y sus casas de blanco reluciente. Además de destacar por su cerámica, que puedes conocer y comprar en sus talleres y tiendas, tienes que visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, construida en el siglo XVI y la Fuente de la Villa. Además, si estas por la zona, trata de encajar tu visita a Níjar en domingo, ya que en la plaza del Mercado se celebra el animado Mercado de Artesanía , perfecto para comprar recuerdos artesanos locales y productos gastronómicos. Y, si quieres completar la visita al pueblo, puedes hacerlo con una ruta por el parque El Albardinal para disfrutar de la naturaleza o aprender algo más de las estrellas en el Observatorio Astronómico de Calar Alto.
Níjar. © Turismo de Andalucía. También te puede interesar:
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